Febrero 13 del 2016
Enfrentar la guerra impuesta por el gobierno de Santos contra los trabajadores colombianos Contra la guerra impuesta por el gobierno de Santos representante del capital y lacayo de Obama, el FMI y el imperialismo mundial en contra de los trabajadores colombianos. La burguesía colombiana fanfarronea hablando de paz y democracia, mientras planea todo un paquete de medidas económicas de guerra en contra de la clase obrera y trabajadores del país, que arrastrarán hasta la miseria a la mayoría de la población y ya se dan alzas en todos los productos de la canasta familiar. Con la gasolina más costosa del mundo, la vertiginosa devaluación del peso debido a su dependencia del dólar, el aumento en tarifas del transporte y en los servicios públicos. También se preparan paquetes que incluyen el aumento en el IVA a todos los producto y servicios hasta el 19 %, gravar aún más el miserable salario de los trabajadores mientras reduce los impuestos a los grandes empresarios capitalistas, beneficiando al capitalista extranjero, exonerándolos para hacer más atractiva sus inversiones, que no representan otra cosa, sino saqueo a los recursos naturales, destrucción del medio ambiente y sobreexplotación de los trabajadores. Mientras que los trabajadores son arrojados a condiciones de miseria con las medidas impuestas por el régimen, la burocracia sindical y los grupos reformistas regatean migajas al mismo. Tras el lenguaje engañoso de la paz y democracia, esta burguesía esconde su propósito final de desatar la más brutal represión contra todos los que luchan. Así lo hicieron frente al anterior paro campesino, la lucha del movimiento estudiantil y el paro de los trabajadores de la salud. Han liquidado todas las expresiones de protesta a punta de garrote, bombas de gases, aturdidoras, pistolas eléctricas y a tiros como se ha visto en las recientes protestas y bloqueos contra el alza en el Transmilenio. Tropas del ejército disolvieron la toma de las instalaciones durante el pasado paro de los trabajadores de Asonal Judicial. Frente a estos atropellos y violencia oficial, las dirigencias de las Centrales Obreras, del Polo, el Partido Comunista, la UP, Marcha Patriótica y todos los reformistas han mantenido su silencio cómplice ocultando los horrores del régimen para no perturbar los diálogos en La Habana, que no significan otra cosa que una trampa burguesa y la imposición de la paz de los sepulcros a los explotados del país. Denunciamos la esclavización y la imposición del trabajo tercerizado o precarizado que se ha institucionalizado con las Cooperativas de Trabajo Asociado –CTA-, con formas de contratación que impiden cualquier intento de organización, y si permiten la violencia sistemática en contra de los dirigentes sindicales y populares, criminalizando además todas las acciones de protesta. Hoy la sindicalización no supera el 4,7%. También denunciamos a los patronos que por medio de los mal llamados Pactos Colectivos coartan mediante dinero y dádivas a sus empleados la libertad para sindicalizarse, disfrazando esta represión con resultados para agrado de los accionistas acomodados finalmente en beneficios tributarios para sus empresas. Los explotadores buscan así desorganizar a los trabajadores y evitar su fortalecimiento para adelantar la lucha. La burocracia sindical de la CUT, la CGT y la CTC, obstaculizan el uso de la protesta, única arma efectiva para enfrentar y derrotar las políticas económicas de guerra del régimen en el gobierno de Santos. No llaman a un enfrentamiento y a lucha directa, las direcciones burocráticas de las centrales sindicales solo anuncian demandas en contra del decreto sobre el salario mínimo. De rodillas regatean los aumentos miserables que ahora ofrece el gobierno a los trabajadores oficiales (7.7%), absurdos reclamos en el marco de la podrida legalidad burguesa, olvidando que la actual legalidad y justicia están al servicio de los patronos y del capital. La unidad desde la base y la lucha alrededor UN GRAN PARO CIVICO NACIONAL, como el realizado en 1977, y los métodos de lucha, como la huelga, las tomas de fábricas y de tierras, las marchas callejeras, los bloqueos de vías que vemos materializados en las últimas décadas, siguiendo ejemplos de los heroicos trabajadores corteros de caña, quienes machete en mano conquistaron sus derechos. También de los trabajadores de las plantaciones de palma y los obreros petroleros que enfrentaron al gobierno uribista con la huelga -Pacific Rubiales, REFICAR-, inclusive durante la Cumbre de las Américas, por encima y en contra de la legislación esclavista de los patrones colombianos: ¡Recuperemos los derechos de organización y contratación imponiendo el derecho de huelga…con la huelga misma! Con la cortina de humo de los diálogos y futuro acuerdo de paz de La Habana, ocultan la guerra contra los trabajadores y el pueblo, con la complicidad de esta burocracia sindical, de los partidos reformistas estalinistas que en conjunto con el partido ejército reformista de las FARC-EP, siguen las instrucciones del castro-estalinismo, luego de la entrega de Cuba al imperialismo con la firma del pacto contrarrevolucionario de Castro-Obama, ha cumplido su objetivo: la restauración capitalista en Cuba, al aplastamiento, entrega y rendición de la insurgencia campesina colombiana,garantizado por los bolivarianos y las fuerzas del Foro Social Mundial -FSM- y bendecido por el Papa quienes engañan a las masas con el falso socialismo y llevan a los trabajadores a pagar la crisis capitalista con los salarios más miserables de América en Venezuela y Cuba. Las FARC-EP solo negocian su vinculación a los procesos burgueses que les permitan participar en elecciones y obtener cargos en la administración del estado burgués, permitiendo a su vez que el sector fascista de la burguesía en cabeza de Álvaro Uribe Vélez, que con su oposición a los diálogos, busca es obtener favoritismo para amigos y seguidores, condenados o bajo investigación por paramilitarismo y parapolítica, quienes empiezan a salir de prisión y se benefician con salidas judiciales planteadas en la justicia transicional y acoger a los desmovilizados otorgándoles un salario mayor al que puede recibir un trabajador que no ha estado vinculado a los grupos armados. Todos ellos -burócratas y reformistas- han capitulado ante el gran capital y no tienen agendado desarrollar en Colombia la lucha en contra de la privatización de la salud, ni el ampliar la cobertura en hospitales, reabriendo y fortaleciendo los existentes. Tampoco plantean luchar por la reforma agraria, una de las banderas del campesinado pobre y de los 5 millones de desplazados, ya que solo aspiran a participar del festín que prometen estos diálogos y las dádivas que recibirán al apoyar la política de saqueo a los recursos naturales y la corrupción agenciada por la burguesía colombiana, lacaya de Obama, la ONU y del FMI. Rechacemos el saqueo de los recursos naturales por el imperialismo que ha llevado a secar ríos y fuentes de agua, con el uso de la tecnología fracking en la extracción de petróleo que ha afectado las reservas y fuentes de agua como en el Casanare donde murieron más de 70 mil animales, entre ganado, semovientes y fauna silvestre. Rechazamos la desviación de los ríos para utilizarlos en hidroeléctricas, en los cultivos intensivos y en las grandes empresas del carbón como el Rio Ranchería, en la Guajira, dejando a las comunidades indígenas, los bosques y fauna literalmente sin agua y muriendo de sed en complicidad con el gobierno nacional, los politiqueros de la región en una conspiración robando los recursos de las regalías y los auxilios destinados a las comunidades indígenas provocando la muerte a miles de niños.¡No a la explotación minera, petrolera y contra el saqueo de los recursos naturales! La voracidad del capitalismo, no respeta fronteras ni pueblos. Es el hambre del capital por obtener ganancias el que ha llevado a los pueblos explotados del mundo a oponerse a esta devastación. La guerra por poseer las materias primas, siempre ha llevado opresión y muerte a sus pobladores, quienes hoy enfrentan el pacto contrarrevolucionario internacional entre Obama, la ONU, Wall Street, Maastricht, la ONU, el FMI y del Banco Mundial, su sicario Putin y todos los lacayos del imperialismo (Ginebra 3 y Minsk como ejemplos) para terminar de asentar esta contraofensiva y dar un salto para imponer la derrota, masacre y genocidio a los focos de resistencia revolucionaria de los explotados en el mundo, que luchan en Siria, Palestina, Túnez y Yemen en el Magreb y Medio Oriente. Las luchas de los trabajadores y explotados de Grecia, Ucrania y España de Europa. En África las luchas en Marikana y Zimbabwe contra las trasnacionales. En Japón la resistencia de obreros y estudiantes contra la presencia de bases militares yanquis en sus islas. Los pueblos de Venezuela, Argentina, Brasil en contra de los gobiernos de sus burguesías, lacayas todas del imperialismo. ¡Esa es la mejor muestra de resistencia en contra de la explotación capitalista imperialista! Y... ¡La resistencia de los explotados no se rinde! ¡Contra la entrega del 50 % del territorio a las compañías mineras y petroleras imperialistas! ¡Contra el despojo y el desplazamiento de los campesinos y la violencia del capital contra los más pobres… tomas de tierras por parte de los desplazados en movilización con el Paro Cívico Nacional! Sigamos el ejemplo de los trabajadores del Estado que el 25 de febrero se movilizarán para presentar unificadamente los pliegos petitorios, incluido el Pliego Nacional Unificado y el Distrital de Bogotá, con el respaldo de una movilización nacional. Proponemos que los trabajadores del estado y los trabajadores en conflicto como los del sector salud, el Sindicato de Artistas, y los trabajadores de Good Year que convoquen a un Encuentro Obrero y Popular que permita coordinar la luchas y propongan una fecha para el Paro Cívico Nacional, y que estos que luchan asuman su dirección y coordinación práctica e inmediata para confrontar al gobierno de Santos y al capital imperialista. Solo hay una alternativa impulsar la lucha, la huelga y la movilización, para enfrentar la actual crisis capitalista y detener el objetivo burgués de descargarla sobre los hombros de los trabajadores y los explotados, como lo viene haciendo la patronal en todo el mundo, dirigidos por el imperialismo con Obama, Merkel, Cameron, Hollande en Europa, en África, el Magreb y el Medio Oriente, en Asia y América toda, sometiendo a la guerra genocida y al martirio a los pueblos y trabajadores que luchan y resisten a los opresores con la complicidad de las burguesías lacayas y gobiernos bolivarianos quienes engañan a las masas en el cruel juego de muerte del imperialismo. La Nueva Izquierda ha tomado la posta del viejo FSM para contener y estrangular la revolución proletaria como se ha probado en Grecia, España, Gran Bretaña, con las trampas electorales de Alexis Tsipras, Pablo Iglesias, Jeremy Corbyn, pactando en el caso griego con la Merkel y el FMI para aplicar los planes del capital financiero contra los trabajadores y el pueblo pobre, estos engañadores, aseguran estos avances de la contrarrevolución. ¡Desenmascaremos la Paz Burguesa… Preparemos el Paro Cívico Nacional! ¡Votemos en asambleas obreras y populares el Paro Cívico Nacional! ¡Contra la explotación minera y el saqueo de los recursos naturales de las empresas multinacionales y de capital Imperialista! ¡La clase obrera y explotada… NO SE RINDE! Se mantiene la resistencia de los trabajadores y las masas explotadas del mundo y allí presentes en este combate, estamos los que luchamos por la refundación de la IV Internacional de 1938.
Colectivo Utopía La Palabra - Febrero 13 del 2016 |