04 de octubre de 2016
PLEBISCITO DE COLOMBIA...
UNA TRAMPA Y ENGAÑO PARA LOS EXPLOTADOS
Si votabas por el SI... ganaba Obama -Santos
Si votabas NO... ganaron Obama-Santos-Uribe, que con sus paramilitares entra al acuerdo de PAZ
SIEMPRE PERDÍAN LOS CAMPESINOS Y TRABAJADORES DE COLOMBIA Y LATINOAMERICA
EL plebiscito y el plan de Paz de los SEPULCROS son un acuerdo infame del CASTRISMO y Obama que entrega la tierra y toda Colombia al imperialismo yanqui y su presencia en 9 bases militares en el país.
Las más amplias masas votaron por LA TIERRA EN EL ÚLTIMO PARO AGRARIO DE MASAS Y LA HUELGA GENERAL DE MESES ATRÁS POR EL SALARIO LA TIERRA Y CONTRA EL IMPERIALISMO |
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El plebiscito votado el 2 de octubre en Colombia, es parte de los acuerdos firmados entre el gobierno de Santos y la dirección de las FARC en La Habana, bajo la supervisión del castrismo y bajo la dirección del imperialismo yanqui, Wall Street, el Banco Mundial -BM-, el Fondo Monetario Internacional -FMI-, la ONU y el Vaticano, para redoblar el saqueo de las transnacionales y legitimar el régimen de las bases militares yanquis; siendo además una puñalada por la espalda a las masas latinoamericanas y su lucha antiimperialista. El plebiscito y el plan de paz de los sepulcros, son un acuerdo infame del Castrismo y Obama que entrega la tierra y toda Colombia al imperialismo yanqui y su presencia en 9 bases militares en el país. La dirección de las FARC ha entregado la lucha de los campesinos pobres y los explotados colombianos, que no esperaban algo diferente a la paz de los sepulcros y la arremetida del régimen con sus medidas económicas y políticas que van a implementarse para poder adelantar estos acuerdos, la necesidad de llenar el hueco fiscal ante la caída de los precios del petróleo y los comodities que han dejado un déficit económico de alrededor de los 24 billones de pesos; es que la crisis mundial hace rato que llego, medidas ya ratificadas ante el imperialismo mismo y que se cumplirán por encima de los acuerdos de rendición.
El plebiscito era una farsa y trampa para los campesinos pobres y los trabajadores colombianos, pues nada cambia triunfe el “SI, triunfe el “NO” pues los acuerdos de rendición de las FARC se firmaron directamente con el secretario de estado yanqui Kerry directamente. El triunfo del NO para el gobierno de Santos, significa que se fortalece el Pacto con la entrada del Uribismo y los paramilitares, no porque esté en peligro el proceso de Paz firmado, sino que abre espacio político a quienes han sido hasta el momento los más duros “opositores” al proceso, en cabeza del fascista Álvaro Uribe Vélez y porque desde un inicio han buscado tomar parte de las migajas que quedaran del saqueo de los recursos naturales. Las FARC han afirmado que se mantienen en el acuerdo. Santos también es consecuente en “mantener los acuerdos y el cese al fuego bilateral y definitivo”. Ahora se trata de ver como se acomoda el Uribismo en este proceso, porque llaman a realizar “un gran acuerdo o pacto nacional” para dialogar, porque definitivamente se encontraron ante un triunfo inesperado, este sector quiere participar de los negocios y que no toque las tierras que arrebataron a tiros a los campesinos, ese será el eje del pacto Santos-Uribe-FARC y por ende con los grandes terratenientes y paramilitares.
El apretado resultado entre el NO con 6.431.361 votos para el 50.21% y el SI con 6. 377.234 votos para el 49.78%; en donde los votos nulos fueron 170.946; los no marcados 86.243, para un total de votos válidos de 13.066.047, a su vez de un Gran Total de 34.899.945 personas habilitadas para votar, manteniéndose una enorme abstención del 62.57%. Abstención que expresa la deslegitimación de las instituciones de la burguesía en Colombia, donde los explotados saben muy bien que nada de lo que pasa en el país se resuelve en las urnas, sino que se impone a la fuerza con masacres y represión. De este resultado podemos reafirmar que la fórmula de la oligarquía colombiana y sus procesos paz será exclusivamente para los negocios del gran capital, mayor expropiación de tierras y mantener el desplazamiento para millones de campesinos; se ampliará el saqueo de los recursos naturales sobre la base de la imposición del terror contra los trabajadores, estudiantes y campesinos que osen luchar por lo que es suyo.
Las amplias masas del campo y la ciudad no tuvieron ninguna expresión en el fraudulento plebiscito. Las campesinos pobres y los trabajadores se expresaron en el pasado PARO AGRARIO con participación de masas y cuanta razón tenían los campesinos del Catatumbo “En la Habana se negocia la agenda de las FARC, no la nuestra” y la Huelga Nacional de trabajadores realizada meses atrás exigiendo el aumento del salario mínimo, la tierra y contra el imperialismo. Estas dos acciones fueron más importantes y representativos que este Plebiscito tramposo, que tuvo todos los medios para su impulso Ni el plebiscito ni el pacto dan respuesta a la solución al trabajo de los 60.000 trabajadores despedidos por la crisis petrolera, en departamentos donde gano el NO como Meta, Casanare, Arauca, Caquetá, Huila y Tolima en donde han tenido que empezar a vender o empeñar lo poco conseguido, con el trabajo esclavo como tercerizados, ni soluciona el desempleo de más de 12 millones de desocupados, que hoy padecemos para evitar el hambre. No plantea la solución a las exigencias de los trabajadores de la salud, los maestros, los trabajadores de la rama judicial, los petroleros, los estudiantes, ni las necesidades de las comunidades indígenas y negritudes del país, estos sectores son los que viven las penurias y representan ese 64% que no voto.
Mientras el gobierno Santos, las FARC y el Uribismo ahora triunfadores con el NO, se acomodan frente a esta aparente “crisis política” presentada, resultante de que al sector burgués que representa Uribe y que había quedado por fuera de los principales negocios que este Pacto representan, un sector grande de la burguesía que esta por la expropiación de tierras con los métodos paramilitares, el control del transporte, la comercialización de insumos y productos agrícolas, etc. De eso se trata este plan de Paz, que 7 millones de hectáreas quedan en mano del imperialismo, la oligarquía y compañías multinacionales como la Monsanto, dueña de las semillas en el mundo o la bananera Chiquita Brand, a su vez socias de la burguesía colombiana, de esta manera estas y todas las multinacionales se aseguran así mismo los minerales, el petróleo con sus socios de la burguesía nativa asesina de Colombia y sus generales fascistas.
El gobierno semifascista ha anunciado medidas económicas como la Reforma Tributaria, en la cual se aumentaran el IVA, los precios de combustibles y de los servicios públicos; la venta o el cierre de las empresas y entidades estatales como el SENA, electrificadoras, etc., todo esto como parte de descargar la crisis sobre los hombros de los trabajadores y campesinos pobres, porque no votaron el plebiscito los explotados de Colombia, porque ni SANTOS como representante del régimen ni las FARC, solucionarán sus necesidades de hambre y de miseria. Las Farc nunca le han entregado un pedazo de tierra a los campesinos, ni ningún gobierno; el pacto Santos-Farc no le han dado nada a las masas nada, como para que estos los apoyaran en el plebiscito, solo han recibido de estos más hambre, más miseria, más muertos, pero a la vista está que los terratenientes y empresarios agrícolas si van a tener más tierras, las FARC en alianza con la DEA y los yanquis van a colaborar con la erradicación de los cultivos ilícitos y a proteger a las multinacionales. Y los reformistas de izquierda están apoyando con todo este acuerdo, partido Comunista, Unión Patriótica, MOIR, Polo Democrático, Progresistas, Marcha Patriótica, todos juntos se han rendido también frente a los acuerdos.
Mientras tanto el PST-LIT participan del plebiscito llamando al VOTO NULO, escribiendo en la papeleta por “Asamblea Constituyente”, igual a lo que solicitaban las FARC y el Uribismo fascista desde un comienzo; el problema es este tipo de voto nulo no se puede contar, lo que significan que no son 170.000 votos a favor de este tipo de voto nulo, de los cuales se quieren apropiar. No estamos en contra de levantar el llamado a la constituyente desde un punto de vista táctico y propagandístico de denuncia frente al régimen bonapartista de Santos, pero esa consigna separada de la lucha por la tierra y de la lucha contra el imperialismo, hoy más que nunca, debe estar ligada en la lucha contra el actual PACTO burgués imperialista y por el armamento general del pueblo, en un país en donde existe miles de militares, policías y paramilitares fascistas armados hasta los dientes y con los yanquis en 9 de las bases militares. No se puede levantar esa consigna con las FARC y el ELN rindiéndose, entregando las armas y dejando las masas desarmadas. Levantar esa consigna simplemente le da más poder al régimen de Santos, es maquillarlo, hacerle creer a las masas que una Constituyente Democrática es posible, sin superar a la burguesía y sin las masas organizarse autónomamente y armarse.
Esta consigna lo que hace es vestir de seda el PACTO OBAMA-CASTRO-SANTOS-FARC-URIBE, plantear esta consigna como consigna de poder en el plebiscito es dar la razón al NO, legitimando la necesidad del PACTO DE UNIDAD NACIONAL que el fascista Uribe ha planteado, en donde se reparten todos los negocios entre la burguesía y el imperialismo luego una reforma a la constitución, como se hizo en la Asamblea Constituyente de 1991, cuando se inicia la “Apertura Económica” para el ingreso definitivo de capital extranjero al país y se consolidan las leyes bonapartistas que han sostenido al régimen hasta el momento, y esa constituyente fue dirigida por excombatientes de guerrillas que se sometieron al régimen, como el M-19, del EPL, algunos grupos disidentes de las FARC, etc. No hay Asamblea Constituyente Democrática, sin el desarme de la burguesía y sus asesinos, sin la expulsión del imperialismo y sin el armamento general de las masas dirigido por el proletariado.
Nuevamente queda claro que la revolución Bolivariana es un engaño para terminar de someter a las masas al imperialismo, es una estafa. Ante la claudicación descarada y abierta del reformismo, con su frente popular mediante el cual, el estalinismo y toda la nueva izquierda colombiana, siguiendo los pasos del “socialismo bolivariano” y su traición a las masas latinoamericanas y colombianas, se comprometieron apoyando al régimen de Santos y al imperialismo. Hoy la historia nos muestra la vigencia del programa trotskista, de la Revolución Permanente, porque esta lucha solo puede ser conquistada con la clase obrera a la cabeza y de todos explotados utilizando los métodos de la revolución socialista, atacando la propiedad capitalista de la burguesía en la ciudad y el campo, con las masas autoorganizadas y armadas, derrocando a la burguesía y haciéndose al poder, rompiendo con el imperialismo, terminando con el latifundio, dándole la tierra a los campesinos y expropiando a los empresarios nacionales y extranjeros.
Estamos ante una estafa de SANTOS-FARC-URIBE bendecida por Kerry, todos los presidentes latinoamericanos, el Vaticano, los del TLC y los bolivarianos. Ellos no representan a los obreros y campesinos de Colombia. Ahora el “progresista” Santos, llamará al fascista Uribe a participar del acuerdo, las FARC aplauden. El acuerdo de paz del gobierno de Santos, la dirección de las FARC y el castrismo bajo el auspicio del imperialismo yanqui, la ONU y el Vaticano, es una puñalada por la espalda a las masas latinoamericanas y su lucha antiimperialista; por medio de una paz de los sepulcros simplemente se redoblará el saqueo de las transnacionales y legitimará el régimen semifascista de las bases yanquis, en complicidad y traición, las FARC y el estalinismo renunciaron a la revolución agraria y a la lucha contra el imperialismo. Renuncian a las tareas democráticas revolucionarias y de lucha en los regímenes semicoloniales, al renunciar a la reforma agraria y a la expropiación hacen un pacto con la burguesía y el imperialismo. Esa es la trampa de este pacto SANTOS-FARC-CASTRO-OBAMA-URIBE cuyo resultado inmediato es la tierra para los terratenientes, Colombia para el imperialismo y para más bases yanquis.
Rechacemos los acuerdos de la burguesía recomponiendo sus papeles a espaldas de las masas y respaldada por el reformismo estalinista que en su totalidad se ratifican como traidores de los explotados del campo y la ciudad, apoyando al régimen semifascista de Santos. Nuestro programa se mantiene más vigente que nunca. Hay que mantener en alto las consignas de lucha por la expropiación de la tierra para entregársela a el campesino pobre, por la restitución de las más de 6 millones de hectáreas copadas a sangre y fuego durante los gobiernos de Uribe y por el paramilitarismo y cuya mayoría están ahora escrituradas a nombre de poderosos empresarios agrícolas y terratenientes. También levantar la consigna para expulsar al imperialismo y su presencia en las 9 bases en el país, de sus banqueros y expropiando a las multinacionales que han usurpado las tierras para la explotación minero energética. Luchar por el desmantelamiento de los grupos paramilitares que se mantienen con la anuencia del ejército y policía genocidas al servicio de la patronal.
Por tanto nuestra respuesta desde el punto de vista de la clase es enfrentar este gobierno de Unidad Nacional de la burguesía, que afianzará más la presencia yanqui, no solo en las 9 bases, sino para expropiar más tierras a los campesinos pobres, matar de hambre a los obreros, el gran problema social en Colombia es que no se ha resuelto el problema de la tierra para los campesinos, y los únicos que pueden hacerlo son los obreros como clase dirigente en el poder, que si lucharan contra la usura de la tierra, por el derecho a la herencia de la misma y contra la expropiación que han hecho el ejército y el paramilitarismo de la tierra para entregársela a la burguesía terratenientes y multinacionales. Este Pacto no va a resolver el problema de la tierra. Se desvela también la gran mentira del castroestalinismo que demuestra que el socialismo no va más en Cuba, ni para Latinoamérica.
Llamamos entonces a la realización de un Congreso Obrero y de los Campesinos Pobres, cuyos delegados deben salir elegidos de las asambleas de fábrica y de trabajadores, de las juntas de acción comunal de veredas, pueblos y ciudades y de las comunidades indígenas, de las negritudes y de los estudiantes, cuya tarea inmediata debe ser el realizar un Congreso Nacional soberano independiente del régimen y de los partidos tradicionales, que adelante una Huelga General Revolucionaria, como el paro Cívico Nacional de 1977; que rechace las medidas políticas y económicas y avance por la defensa obrera y campesina ante las medidas represivas en contra de los luchadores y explotados del país, levante la consigan de armamento general de las masas. Que abra campo nuevamente a la lucha por la tierra para los campesinos pobres, en alianza con ese proletariado agrícola y los trabajadores en las ciudades, constituyendo granjas colectivas e invirtiendo en vías e infraestructura de servicios, salud y educación y hacerlo con los recursos provenientes de la expropiación de los bancos, de las multinacionales, romper con el imperialismo y la expulsión de los yanquis de las bases y del territorio.
¡Por un Congreso Obrero y de Campesinos Pobres! ¡Por una Huelga General o Paro Cívico Nacional!
¡Contra las medidas económicas y políticas del régimen en contra de los explotados del país!
¡Que la crisis la paguen los burgueses!
¡Fuera yanquis de las bases militares…fuera yanquis de Colombia, Cuba y toda América Latina!
¡Basta de farsa de revolución bolivariana! ¡Paso a la Revolución Obrera y Socialista!
¡Revolución Socialista o Caricatura de Revolución!
Colectivo Utopía La Palabra y Grupo Comuneros – Colombia /
Adherentes al Colectivo por la Refundación de la IV Internacional/FLTI