Columna de opinión 10/10/2019 El pueblo kurdo debe romper con las trincheras de los asesinos de la revolución siria y abrir los frentes para romper el cerco a Idlib ¡Una misma revolución, un mismo enemigo! ¡Abajo el fascista Al Assad! Ningún pueblo que colabora en oprimir a otro puede liberarse a sí mismo. Ahora, con 600 mil asesinados por Al Assad, Putin y Trump y luego de que fueran llevados a las fronteras 15 millones de sirios con sus ciudades devastadas, ya ha comenzado la partición de Siria... Así está Siria: una revolución masacrada, mil veces traicionada por los sirvientes de izquierda de Al Assad a nivel internacional… Ahora, está en marcha el proceso de partición por parte de las tropas invasoras. El pueblo kurdo recibe trágicamente "su premio" por los servicios prestados por sus direcciones. Avanza la contrarrevolución en Medio Oriente...Yemen está destrozado... Pero también se ponen de pie los combates de las naciones árabes contra el imperialismo y sus regímenes de hambre y miseria en Irak, Sudán, Argelia, Líbano, Egipto. La revolución y la contrarrevolución se ven la cara… De un lado, han quedado el imperialismo y sus sirvientes a nivel local e internacional. Del otro, las masas rebeldes. El último capítulo de la martirizada revolución siria se está escribiendo en todo el Magreb y el Medio Oriente. El pueblo kurdo debe dejar las trincheras del fascista Al Assad, unirse a la lucha de los focos de la resistencia siria en Idlib, sublevarse en Turquía y romper los pactos infames que aún sostiene con los yanquis en Irak... Iván León
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