El PTS tiene síndrome de Estocolmo. Bregman le llevó el reclamo de los obreros de Mondelez a Máximo Kirchner y La Izquierda Diario saluda que MK haya hablado de ello en el parlamento. Pero no es real. Los Kirchner son verdugos del pueblo. En fin, amigos son los amigos.
MK cuestiona a Mondelez (uno de los suyos) para que no se hagan los pícaros.
Es que los obreros sometidos a padecimientos inauditos se pueden sublevar, como amenazan hacerlo, por ejemplo, en Penta donde los patrones amigos de los K despidieron salvajemente y el Ministro Berni -bajo las órdenes de don Máximo- les mandó la policía que los molió a palos.
“No se hagan los pícaros que nosotros le pagamos el 50% del salario de sus obreros con impuestos al pueblo”, le dice Máximo a Mondelez, “y encima de seguir produciendo bienes no esenciales ahora cierran y dejan a trabajadores con 40% del salario”.
“No sean pícaros. Hagamos bien las cosas. Que no se hagan olas. No sean irresponsables”, les dice a sus amigos de clase este charlatán profesional. “Le rebajamos a un 75% el salario a los obreros con la burocracia sindical. Liquidamos las partirías y clausulas gatillo de los convenios. Dinamitamos las góndolas siguiendo la devaluación de un 70% del peso.
“Se fueron de la producción 4 millones que trabajan en negro y todo esto avalado por nuestro Ministerio de Trabajo. Les tiramos $ 10 mil que no llegan ni a la mitad de los despedidos.
“Compramos algunos paquetes de fideos más para los que tenemos condenados a muerte haciendo cuarentena comunitaria.
“Y ustedes”, se enoja don Máximo, “¿se mandan la picardía de usar la subvención del salario para producir golosinas, estoquearse para vender a dólar futuro y ahora suspenden rebajando el salario?”
Don Máximo se pone la bandera roja del PTS y clama por justicia para los trabajadores.
Pero ha dicho una gran verdad cuando coloca a su derecha a Del Caño. Es la única verdad de todo su chamuyo.
El PTS encontró una pareja que no es despareja. Hace tiempo está este idilio. Como cuando llevó a la Cristina a salvar a los obreros despedidos de PepsiCo.
Los trotskystas le queremos decir dos cosas a los obreros:
Cuando el verdugo se pone capucha roja es cuando más corta cabezas de los explotados.
Cuando un Kirchner se acerca a tu lucha, agarrate el bolsillo y preparate para el despido o el robo al salario.
Y cuando los obreros se les acercan mucho, los torturan y muelen a palos como en el Penta, las compañeras torturadas en Santa Cruz o los condenan a cadena perpetua, como a los petroleros de Las Heras por luchar por el salario
Del secreto encanto de seducción de PTS con MK solo quedan obreros despedidos, apaleados, hambreados.
La nota de Izquierda Diario es una vergüenza para todo socialista o para todo obrero con conciencia de clase.
Así termina el partido de Trotsky y el stalinista Gramsci... en el partido de Del Caño y Máximo Kirchner
El triste final de la izquierda socialdemócrata.
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Bregman y Kirchner
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