Columna de Opinión
Argentina - 6 de mayo de 2024
Un petitorio para que la burocracia de la CGT llame a un paro nacional de presión sobre el Senado…
La desopilante propuesta del PTS
contra la Ley Bases de Milei y los yanquis
El PTS lanzó un petitorio para exigirle a la burocracia sindical un paro y movilización el día que se vote la Ley Bases en el Senado. En la nota del 04/05 en La Izquierda Diario le proponen a los obreros “firmarlo y llevarlo impreso a tu lugar de trabajo”.
¿Cómo sería esto? ¿Lo firma un metalúrgico en las fábricas cárceles de la UOM y se lo da a la burocracia de Furlán? ¿Un metalmecánico, a la burocracia policíaca de Pignanelli en SMATA? ¿Y los obreros de los talleres textiles clandestinos qué hacen? ¿Se lo dan a los capataces?
Es obvio que el compañero que siga los consejos del PTS va a terminar despedido. La burocracia le va a dar la lista de los luchadores a la patronal. Lo sabe cualquier obrero.
Desde ya que ningún trabajador en negro, contratado, tercerizado o sindicalizado que quiera conservar su trabajo debe firmar ese petitorio. Llamamos a los activistas a no exponerse en petitorios legales. Solo van a terminar engrosando las listas negras de la burocracia.
¿A quién se le ocurre que Daer, Moyano y toda esa burocracia empresaria agente de la embajada norteamericana, que busca pactar con Milei para mantener el manejo de una caja de US$ 6 mil millones, van a romper su tregua por un papel firmado? Cuesta entender en qué pensaba el que tuvo esta idea desopilante de petitorio, que a lo sumo, como afirmaba Trotsky, pueden “hacer revivir la industria del papel”.
Pero el punto central de la propuesta del PTS es que quieren una huelga general para reeditar la “marea verde” o una nueva “marcha educativa” como la del 23-04 para presionar sobre el Congreso y convencer a los senadores “indecisos” para que voten en contra de la ley.
Esta es la política en la que viene insistiendo la izquierda parlamentaria, que han sellado un verdadero frente de colaboración de clases con los diputados peronistas “contra Milei”, como si al ataque colonizador de BlackRock y el imperialismo norteamericano se lo pudiera frenar en el Congreso de la mano de los políticos patronales. Todos ellos aplauden que se imponga la flexibilización laboral que propone el gobierno y tienen el mismo jefe que Milei: el embajador Stanley de EEUU. ¡Basta! ¡La lucha es clase contra clase!
Incluso, de no aprobarse en lo inmediato la “Ley Bases”, el DNU de Milei hoy sigue vigente. El gobierno tiene que aplastar a la clase obrera para salir de su crisis y no va a frenar su guerra contra los trabajadores a menos que lo derrotemos mediante una ofensiva revolucionaria de masas, tal como plantea Trotsky en ¿A dónde va Francia?: “Los capitalistas no pueden ceder algo a los obreros más que cuando están amenazados por el peligro de perderlo todo”.
A 180° de esto, el PTS y todo el FIT-U con su política de llevar a la clase obrera y las masas explotadas a presionar a esa cueva de bandidos del Parlamento burgués (con su archirreaccionario Senado aristocrático), lamentablemente, no hacen más que colaborar en impedir que la clase obrera se termine de poner de pie para librar ese combate decisivo, uniendo sus filas y superando a la burocracia sindical que somete a los trabajadores a los pies de sus verdugos.
Lo que la clase obrera necesita de forma inmediata es unir y coordinar ya mismo las fuerzas que están en lucha como aeronáuticos, aceiteros, obreros de la construcción, metalúrgicos, trabajadores del neumático y estudiantes con todos los reclamos de salario, contra los tarifazos, los despidos, en defensa de la educación pública, etc.
Sin demoras hay que poner en pie asambleas de base, reagrupar a los activistas y a la clase obrera en organismos de autodeterminación con democracia directa como comités de lucha por fábrica, por ciudad y a nivel nacional para sobrepasar a la burocracia entreguista y, fundamentalmente, conquistando un Congreso Nacional de obreros ocupados y desocupados, de los sectores en lucha y estudiantes combativos, que le dispute la dirección de la clase obrera a la burocracia sindical peronista que nos deja peleando divididos. Esa es la tarea central que el sindicalismo combativo y el movimiento piquetero deben tomar ya mismo.
Pero nada de esto es lo que agitan Bregman y Del Caño. Insisten con una exigencia de paro a la burocracia de la CGT para ejercer presión sobre los senadores, a los representantes de las patronales, el FMI y la embajada de EEUU. ¿No es desopilante?
Está cada vez más claro que los métodos pacíficos legales de la izquierda parlamentaria van a contrapelo de la realidad. El imperialismo y el gran capital vienen a colonizar la Argentina sobre los huesos de la clase obrera. Blindaron al régimen bajo la disciplina militar del Pentágono. No van a retroceder. Ya no hay margen para concesiones, ni siquiera las más mínimas. A esto solo se lo puede derrotar con el método de la revolución y el Argentinazo.
¡Fuera Milei cipayo! ¡Fuera el embajador yanqui y el FMI de Argentina y América Latina!
Nicolás Crámer |