La pandemia del coronavirus azota EEUU y la que la padece es la clase obrera, a quien además la gran burguesía imperialista le está arrojando toda la crisis económica y social. Los trabajadores están en las peores condiciones para resistir ante ello, puesto que los grandes movimientos de lucha que puso en pie en el período previo fueron, por el accionar de sus direcciones, puestos a los pies del Partido Demócrata de los carniceros imperialistas yanquis.
Esto sucedió, por ejemplo, con los jóvenes y trabajadores que en 2011 se movilizaban en las grandes ciudades norteamericanas al grito de “Down with the 1%!” (Abajo el 1%). En Nueva York se planteaba Occupy Wall Street. También con el movimiento por un salario de 15 dólares la hora para los trabajadores de los fast food (comidas rápidas)del 2012 y el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan) que enfrentaba la represión y asesinatos a la juventud negra por parte de la policía de Obama que se recrudecieron en 2014. Todos estos movimientos eran parte de enormes luchas internacionales de la clase obrera, como Occupy Wall Street fue el combate hermano de los indignados del Estado Español y las grandes revoluciones en Magreb y Medio Oriente; o el movimiento Black Lives Matter fue parte del combate de los trabajadores de África y de la clase obrera de color en todo el mundo.
Sus direcciones terminaron todas apoyando a Sanders, un burgués millonario defensor del sionismo y miembro del Partido Demócrata, que se autoproclamó “socialista” y comenzó a correrse a la izquierda con el objetivo de llevar estas luchas a un callejón sin salida. Por ello, Sanders llevó todos estos movimientos a las elecciones internas del Partido Demócrata de 2016 y su convención nacional. Los separaron de la clase obrera mundial y los sometieron a su burguesía imperialista, impidiendo que se desarrolle la lucha política de masas y sus organismos de autodeterminación. Todo terminó a los pies de la Clinton, que había sido parte del gobierno de Obama. Hoy vuelve a repetir esta fórmula contrarrevolucionaria retirando su candidatura y llamando a votar por Biden.
La izquierda reformista de stalinistas y ex trotskistas, en EEUU y en el planeta, apoyó a Sanders, le avaló el título de “socialista”, llamaron a seguirlo y algunos hasta se disolvieron en su movimiento, y fueron parte de esta estafa y vía muerta a la que llevaron las enormes luchas de los trabajadores y la juventud norteamericana.
Viendo que el apoyo a Sanders terminó en un apoyo a los Demócratas del gobierno de Obama, quienes les habían arrebatado las conquistas, un sector de la clase obrera norteamericana terminó siendo víctima de la demagogia de Trump de “volver al sueño americano”.
Así llegó la clase obrera norteamericana a enfrentar la pandemia y la crisis que hoy la burguesía imperialista le arroja, con sus filas desgarradas y sus movimientos de vanguardia que dieron enormes peleas sometidas al Partido Demócrata.
Para enfrentar todo el ataque que la burguesía imperialista le ha lanzado a la clase obrera y hacer frente a la pandemia, hay que volver al camino de esos grandes combates y de los que la clase obrera norteamericana ya está dando, poniendo en pie comités de fábrica, asambleas de base e imponiendo el paro. Es necesario que la clase obrera se organice independientemente, rompiendo todo sometimiento a Sanders y el Partido Demócrata.
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