Cuba - Agosto 2015
Anexo
¿Por qué la restauración capitalista impuesta en 1989 no se pudo imponer en Cuba al mismo tiempo que en la ex URSS, China y Europa del este?
En 1989 el pacto restauracionista mundial que existía entre el imperialismo y la burocracia stalinista, se consumaba con la restauración del capitalismo allí donde éste había sido expropiado por revoluciones obreras y socialistas: la URSS, China y el Este de Europa. Era imposible aplicar el plan restauracionista sin que el estalinismo haya jugado un rol clave, llevando a la derrota, todo el ascenso revolucionario del ´68-´74. El estalinismo llevó a la derrota los combates del “Mayo Francés”, el “Otoño Caliente Italiano”, la “Revolución de los Claveles” en Portugal en Occidente y derrotó también los procesos de revolución política que se desarrollaban en Oriente, así se aplastó la “primavera de Praga” en Checoslovaquia, se expropió el proceso de revolución política contra la burocracia en Polonia y Rumania. También el estalinismo aplasto con el Ejército Rojo el inicio de la revolución política en Alemania Oriental, Hungría, Checoslovaquia, Ucrania y Polonia, en 1953, 1956, 1968-74 y 1980-82.
Mientras esto ocurría, el maoísmo, luego de haber pactado con Nixon, fue el encargado de llevar a una guerra fratricida entre el proletariado de los países del sudeste asiático (camboyano y vietnamita) y el proletariado chino. Esta guerra masacró y desmoralizó al proletariado del Extremo Oriente que, anteriormente, habían hecho huir a las tropas yanquis de Vietnam, coronando la política contrarrevolucionaria del stalinismo que impidió, entre otras cosas, que se expropie a toda la burguesía en Corea, frenando la revolución en el “Paralelo 48” y dividiendo criminalmente al proletariado del norte y el sur, garantizando el comercio del pacifico del imperialismo yanqui con Japón. Así derrotando las revoluciones en Occidente y las revoluciones políticas en Oriente la burocracia avanzaba en su pasaje a ser agente directo del imperialismo. Hacia los años ´80 daba un salto cualitativo introduciendo medidas capitalistas en la URSS y en China aplastando a las masas en Plaza Tianamen, permitieron que el capitalismo recupere lo que las masas le habían expropiado años atrás.
Esto, el triunfo de la restauración capitalista en China, la URSS y el Este de Europa donde se aplasto físicamente a las masas, no pudo realizarse en Cuba. Aquí el imperialismo no pudo restaurar el capitalismo en 1989 porque a diferencia de Europa y Asia, los combates del proletariado y los explotados de Latinoamérica no estuvieron desincronizados del combate de sus hermanos de clase de Cuba quienes no recibieron derrota física alguna. Se iniciaban heroicas revoluciones, como en Nicaragua y El Salvador a fines de los ´70, el derrocamiento de “Baby Doc” Duvallier en Haití y protagonizaba enormes y duras luchas contra las dictaduras del Cono Sur. Estas luchas le dieron sobrevida al estado obrero cubano, donde a las masas no pudieron asestarles golpes físicos contrarrevolucionarios. Pero se sostuvo a pesar y en contra de la política del castrismo que era continuador de las políticas contrarrevolucionarias del estalinismo en el período de Yalta. Sin embargo Fidel Castro, expropiando la autoridad de la revolución cubana, jugó implacablemente tanto en África como en América Latina todo su rol contrarrevolucionario.
Los hermanos Castro tras los pasos
de Deng Xiao Ping y Hu Jintao:
Los “empresarios rojos”, capataces del imperialismo
La política restauracionista de los hermanos Castro y los saltos cualitativos que se dieron luego del congreso de “las juventudes comunistas” y del VI congreso del PCC no son nada nuevo. Estos planes emulan la ofensiva restauracionista que llevó a cabo el PC Chino bajo el mote de “socialismo de mercado”, que no es otra cosa que el sometimiento de la clase obrera a la esclavitud asalariada por parte de los capitalistas, con lo que el maoísmo avanzó en reciclarse en burguesía mediante pactos con el imperialismo. Esto fue el acuerdo Nixon-Deng Xiao Ping de 1975 en el cual se disponía la apertura de la economía china a las inversiones extranjeras imperialistas en las ramas de producción que dan mayores ganancias.
Se formaban las “Joint Ventures”, tal cual lo hiciera luego la burocracia castrista, a condición de que al menos uno de los miembros del directorio de estas sociedades anónimas fuera chino. Este acuerdo en las empresas mixtas con el imperialismo le garantizó a la burocracia colocar a sus hijos, los “empresarios rojos”, en los directorios de las empresas garantizando el derecho de herencia.
China perdía así su independencia y se reintegraba al mercado mundial con los mandarines “rojos” entregando a los monopolios imperialistas su principal riqueza: la fuerza de trabajo de millones de obreros calificados para que produzcan como esclavos para las potencias imperialistas. Se liberaba el comercio exterior, se perdía el control sobre la banca estatal que iría a manos de la banca imperialista.
Esta es la ofensiva restauracionista que están llevando a cabo los hermanos Castro, un claro ejemplo de ello son los “Joint Ventures” de la burocracia castrista y el imperialismo donde se reparten los puestos en las empresas imperialistas para la explotación del níquel y el turismo, mientras el estado se hace cargo de los sectores más atrasados y que dan pérdidas, absorbiendo los déficits para descargarlos sobre los trabajadores.
Todos los gobiernos bolivarianos han enviado un saludo entusiasta al VI Congreso del PCC. Y no fue casualidad que el saludo más esperado por la burocracia castrista, haya sido el de los mandarines chinos como Hu Jintao, esa nueva burguesía que entregó la enorme mano de obra calificada a la superexplotación capitalista por parte de las transnacionales transformando a China en una enorme maquiladora al servicio de la sed de los monopolios imperialistas. ¡Esos son los “empresarios rojos” que hoy masacran a sangre y fuego los levantamientos de los obreros y campesinos pobres de China! ¡Esto es el socialismo de mercado de los Hu Jintao, Chavez, Castro y su V Internacional! ¡Este es el plan que los hermanos Castro le tienen preparado para el heroico proletariado cubano!
Para esto necesitan imponer un aplastamiento definitivo a todo vestigio de la revolución que pueda existir en el continente y a nivel mundial. Porque a diferencia de los renegados del trotskismo que pregonaron y pregonan “la vía pacífica a la restauración” en 1989, los trotskistas afirmamos que no hay restauración capitalista pacífica. Esto lo demuestran todas las revoluciones políticas derrotadas por el Ejército Rojo a la salida de la II Guerra Mundial; las guerras contrarrevolucionarias como en Croacia, Kosovo y el aplastamiento del proletariado y la juventud china, quienes fueron masacrados en la plaza de Tiananmen a manos del ejército chino.
Son los mismos mandarines que hoy, como gendarmesde los monopolios imperialistas, aplastan a sangre y fuego los levantamientos con los que han comenzado a responder con enormes huelgas los obreros chinos y los campesinos pobres.
En América Latina, luego de que por la política traidora de “Todos contra Bush”, y luego “Todos contra el Tea Party”, -es decir del “Todos con Obama”, que impulsaran el Foro Social Mundial, la V Internacional y su ala izquierda los renegados del trotskismo- la clase obrera fue sometida a ese Bush tiznado que es Obama. Lo que vino después no fue nada bueno para el proletariado del continente, sino todo lo contrario: el golpe militar en Honduras, la asonada fascista en Bolivia, la militarización de México que ya se cobró más de 50 mil vidas, la masacre a la resistencia colombiana, etc.
Estos hechos no fueron la expresión de una “restauración pacífica del capitalismo” sino que fueron los distintos “Tiananmen” del continente americano en los que se asentó la burocracia castrista para avanzar en su ofensiva restauracionista contrarrevolucionaria.