Luego de la enorme acción de masas del 8M…
La burocracia sindical de la Mesa de Unidad Social traicionó el paro del 9/3
para seguir sosteniendo a Piñera y llevar al pueblo al plebiscito fraudulento
El domingo 8M todo Chile fue testigo de una magnífica acción en las calles por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Cerca de dos millones en Santiago y cientos de miles en todo el país se movilizaron al grito de: “¡Piñera asesino igual que Pinochet!”. Fue una enorme acción de lucha, encabezada por las mujeres trabajadoras y oprimidas. Junto a ellas, ganaron las calles los trabajadores, la juventud rebelde y los explotados.
Esta nueva acción política de masas demostró una vez más toda la predisposición del movimiento obrero y los explotados para continuar su combate revolucionario por echar abajo al gobierno de Piñera y al régimen de la Constitución del ’80, sirvientes del imperialismo.
Pero estas enormes energías de lucha no pudieron expresarse al otro día, el lunes 9/3, cuando estaba convocada una jornada de paro nacional por parte de la dirección del movimiento feminista y las organizaciones que componen la Mesa de Unidad Social.
Sobraban condiciones para que el 9/3 sea el inicio de la huelga general revolucionaria indefinida hasta que caiga Piñera, el régimen pinochetista y su plebiscito fraudulento. Pero ese día solo algunos sectores ultra-minoritarios de profesoras, funcionarias del estado y trabajadoras de la salud lograron salir a la huelga, junto a los secundarios que realizaron fugas masivas de los liceos para participar de esta acción de lucha. Las minas, los puertos, las fábricas y la amplísima mayoría de los centros de trabajo no pararon porque las burocracias sindicales y estudiantiles de la Mesa de Unidad Social traicionaron alevosamente el paro que ellas mismas se habían visto obligadas a convocar.
Estas direcciones, con la excusa de que solo era un “paro de mujeres”, impidieron que sea un paro de la clase obrera para echarlo a Piñera, cuando solamente así se podrán conquistar las justas demandas de la mujer trabajadora. Utilizaron la lucha de las mujeres oprimidas en contra del movimiento obrero, diciéndoles que no podían parar. Así las mujeres explotadas el lunes 9/3 quedaron solas peleando contra el gobierno, cuando venían luchando codo a codo con el conjunto de los explotados en este combate revolucionario desde octubre.
Las burocracias sindicales y estudiantiles dividieron una vez más las filas de la clase obrera y los explotados. Sacaron de escena al movimiento obrero y lo separaron de las mujeres explotadas, de la juventud rebelde de la “primera línea” y de las masas oprimidas en lucha. Así impidieron que se desarrolle la huelga general revolucionaria, para seguir salvando al gobierno de Piñera y continuar llevando a la clase obrera y al pueblo a la trampa del plebiscito de abril.
Como si esto no bastara, estos burócratas llamaron dos días después, el 11/3, cuando se cumplieron dos años de la asunción de Piñera como presidente, a un paro de ridículos ¡11 minutos! Una burla de estos traidores.
Es que estos burócratas saben bien que si vuelven a desarrollarse jornadas de huelga general revolucionaria, como las que se dieron en octubre y noviembre, las horas de Piñera estarían contadas. Los explotadores no se olvidan del pánico que tuvieron cuando se desarrollaba la paralización de 24 puertos, cuando se iban a la huelga los obreros de las principales minas del país, como La Escondida o Chuquicamata, etc., como parte de las fenomenales acciones independientes de masas que conmovieron Chile desde el 18/10.
Por eso estas direcciones le juramentaron a la burguesía que jugarían todo su rol para que nunca más intervenga el movimiento obrero y desde diciembre vienen traicionando el camino a la huelga general. Son conscientes de que si la clase obrera hubiera podido acaudillar el combate de masas, paralizando la producción y atacando a los capitalistas y al imperialismo en sus ganancias y su propiedad, hace rato que Piñera y el régimen pinochetista hubieran caído.
Este es el escenario que están impidiendo las burocracias de la Mesa de Unidad Social, junto a la ex Concertación, el Frente Amplio y los “pacos de rojo” del PC. Ellos son los que están sosteniendo a Piñera y a los generales pinochetistas para que mantengan todo el poder que perdieron en las calles a manos de la sublevación revolucionaria de masas. Por ello han puesto todas sus fuerzas para que se imponga ese plebiscito fantoche (hoy también sostenido por los renegados del trotskismo como el PTR), donde lo que se “aprueba” es que sigue Piñera y termina su mandato de 4 años.
¡Basta de burocracias sindicales
y estudiantiles colaboracionistas!
¡Fuera Piñera y el régimen pinochetista!
¡Abajo la trampa del “plebiscito constituyente”!
Por el accionar de estas direcciones traidoras, hoy la heroica revolución chilena que comenzó el 18/10, como parte de los combates revolucionarios de Ecuador, Irak o Francia, ha entrado en una verdadera encrucijada.
Con esta enorme traición a la huelga general del 9/3, se están jugando a terminar de meter a las masas en la trampa mortal del plebiscito de abril.
Con sus promesas de “constituyentes” y “paz”, la burguesía quiere que se vuelva a dormir el Chile que se despertó para que los explotados abandonen las calles y profundizar su ataque a los sectores más aguerridos de los trabajadores y la juventud. Con sus “desvíos democráticos” como el plebiscito están preparando las condiciones para volver a ensangrentar Chile como en el ’73 o tal como vienen de hacer en Bolivia con la masacre a los obreros y campesinos pobres de Senkata en noviembre pasado.
Al servicio de esto, las direcciones colaboracionistas están buscando que las grandes masas abandonen el combate para ir a votar por el “Apruebo” y separarlas de la vanguardia combativa que está siendo duramente reprimida por los pacos asesinos. con nuevos mártires, heridos, mutilados, presos y con una brutal persecución a los combatientes de la “primera línea”.
Este es el plan que definieron EEUU, los generales de West Point y los comandantes de los ejércitos latinoamericanos para derrotar los procesos revolucionarios en curso, fortaleciendo a las direcciones “pacíficas”, como las de la Mesa de Unidad Social, para que impongan las salidas que le dan continuidad al poder burgués, como el plebiscito de abril, y atacar a sangre y fuego a los que ellos llaman “violentos”.
Ya el 11/3 vimos cómo los pacos asesinos dejaron marchar a los “pacíficos” de la burocracia sindical y el PC frente a La Moneda, mientras reprimían a los luchadores de vanguardia, los “violentos”, que se niegan a abandonar las calles. Queda claro que más someten a las masas al plebiscito y más aíslan a la avanzada de combate del pueblo de Chile, como la juventud rebelde. Para terminar de disciplinarlos, ya se alistan los “pacos de rojo” del PC, como quinta columna de la patronal, desfilando por La Alameda.
¡No podemos permitirlo! ¡Con estas direcciones no se puede pelear! ¡Que nadie robe nuestra lucha!
Desde las fábricas, minas, puertos, centros de trabajo, liceos, universidades y asambleas autoconvocadas de las poblaciones, ¡pongamos en pie comités obreros y populares por el boicot al plebiscito fraudulento de Piñera, los generales, la ex Concertación y el PC y por echar abajo a Piñera y al régimen pinochetista con la huelga general revolucionaria!
Contra la trampa antidemocrática del plebiscito, por una Asamblea Constituyente Revolucionaria libre y soberana, sin Piñera, sin milicos genocidas, sin pacos asesinos, sin políticos corruptos, sin transnacionales imperialistas y sin burócratas traidores.
¡La clase obrera debe poner en pie su primera línea en todas las minas, puertos y fábricas del país! ¡Paso a las asambleas de base, los comités de fábrica y los piquetes de huelga!
¡Hay que coordinar los comités de autodefensa centralizados, junto a las “primeras líneas”, y conquistar la milicia obrera y popular! ¡Por comités de soldados rasos que rompan con la oficialidad de las FFAA para impedir que vuelvan a masacrar al pueblo, que elijan democráticamente a sus jefes y se organicen junto a las masas en lucha!
¡Hay que poner en pie el poder de los de abajo! ¡Por un Congreso Nacional de delegados de base de todo el movimiento obrero, los estudiantes combativos, los campesinos pobres y los explotados en lucha!
¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a los bancos y transnacionales imperialistas! ¡El cobre para los chilenos para que haya educación gratuita para el hijo del obrero! ¡Tierra para los campesinos pobres! ¡Trabajo, salario y jubilaciones dignas para todos!
¡Gobierno provisional revolucionario de obreros y campesinos pobres!
¡Chile será socialista o colonia de Wall Street!
POI-CI de Chile, adherente a la FLTI
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11 de marzo de 2020
El PTR, el MIT y cía. llaman a votar “Apruebo” en la estafa del “referéndum constituyente”
Los renegados del trotskismo, como pata izquierda de la Concertación y el PC, buscan someter a las masas a un plebiscito que viene a salvar a Piñera y al régimen pinochetista
En los últimos días, todos los grupos de los renegados del trotskismo en Chile, como el PTR/PTS, el MIT/LIT-CI o el MST/UIT-CI, han sacado pronunciamientos llamando a votar por el “Apruebo” en el plebiscito de abril. ¿Su excusa? “Acompañar la experiencia de las masas que van al plebiscito” y “enfrentar a la derecha”.
Hablan de que las masas “tienen ilusiones” en el plebiscito, de que van a ir a votar, de que “millones quieren darle un golpe a la derecha en las urnas”, cuando los trabajadores y la juventud rebelde desde octubre vienen protagonizando un heroico combate revolucionario, no para ir a votar en un plebiscito, sino porque quieren echar abajo al gobierno asesino de Piñera y al régimen de la Constitución del ’80. Saben que solo así podrán conseguir salarios, trabajo y jubilaciones dignas, recuperar el cobre para los chilenos para financiar la educación gratuita para el hijo del obrero y terminar con 30 años de oprobio, saqueo y martirio.
Justamente, el plebiscito viene a garantizar que esto no suceda. Su único objetivo es sacar a los explotados de las calles y así salvar a Piñera, a los generales genocidas y al conjunto del régimen pinochetista. Por eso, gane el “Apruebo” o el “Rechazo”, siempre ganan Piñera, los milicos pinochetistas y las transnacionales imperialistas que mantendrán intacto el poder que perdieron en las calles. Y con ambas opciones, siempre pierden la clase obrera, la juventud rebelde, los campesinos pobres y las masas oprimidas. Ahora, como si fuera poco, estas corrientes de la izquierda reformista ponen sus fuerzas al servicio de someter a los aguerridos explotados chilenos a esta trampa mortal.
Afirmar, como hacen estas corrientes, que las masas tienen ilusiones en este plebiscito es una mentira. Cuando se selló el “Pacto por la paz y la nueva Constitución” el 15/11 llamando a este plebiscito, cientos de miles ganaron las calles de todo el país contra ese acuerdo espurio firmado a espalda de las masas, sobre la sangre de decenas de mártires. Por ello hasta el mismo PC y la burocracia de la Mesa de Unidad Social tuvieron que salir a repudiar la convocatoria al plebiscito y denunciarlo y recién luego de más de dos meses de traicionar el camino a la huelga general, pudieron llamar a participar del mismo. Está claro que sin la traición de estas direcciones, la clase obrera y los explotados ya estarían organizándose para boicotear esa trampa de los de arriba. Lamentablemente, en lugar de enfrentar esta traición contra el combate de masas, los renegados del trotskismo someten a los explotados a los partidos de la ex Concertación y el PC y su estafa constituyente. Demuestran estar tan de rodillas que incluso el PTR denuncia que estamos ante una trampa para sacarnos de las calles y salvar al gobierno y al régimen y aun así llama a votar por el “Apruebo”, legitimando y encubriendo este fraude antidemocrático. Lamentable.
La izquierda parlamentarista busca justificar semejante política hablando de “enfrentar a la derecha”. Pero los momios, los milicos y el propio Piñera jamás podrían haber impuesto esta salida que viene a salvarlos, porque estaban arrinconados por el combate de masas. A este plebiscito lo están imponiendo la ex Concertación, el PC, el Frente Amplio y las burocracias sindicales y estudiantiles de la Mesa de Unidad Social. Ellos son los que desde octubre vienen sosteniendo a Piñera y con este plebiscito vienen a garantizar que termine su mandato de 4 años. ¡Con el plebiscito no se puede “enfrentar a la derecha”, como quieren hacer creer estas corrientes, simplemente porque este plebiscito es para “aprobar” que se quede Piñera, es decir, que siga la derecha en el poder! Tanto es así, que los máximos dirigentes de Renovación Nacional, el partido de Piñera, han llamado a votar por el “Apruebo” en abril, dejando al desnudo las burdas excusas de los renegados del trotskismo que son las que realmente le “hacen el juego a la derecha” con su política de participar del plebiscito.
Lo que esta gente quiere ocultar es que más juega su rol la ex Concertación, más la burocracia sindical traiciona el camino a la huelga general y saca de escena al movimiento obrero, más llevan a los explotados a los pies del plebiscito, y más la derecha vuelve a levantar cabeza con el pretexto de hacer campaña por el “Rechazo”. Es este “pacto constituyente” el que le allana el camino a los “fachos” para que ganen las calles. Es con esta trampa que buscan adormecer al pueblo para tener las manos libres para volver a ahogar a Chile en un baño de sangre como en el ’73.
Desgraciadamente, los renegados del trotskismo se han vuelto parte de esta estafa contra el combate revolucionario de masas y en pos de “enfrentar a la derecha” terminaron en un “frente democrático” junto a la ex Concertación, el Frente Amplio, el PC y todos los que se han volcado a Chile a imponer esta trampa: desde la ONU de los piratas imperialistas al ex juez Garzón, carcelero del pueblo vasco y catalán, pasando por esos sirvientes de la monarquía de Podemos de España, que hoy son parte del gobierno que le administra sus negocios al imperialismo español.
Estamos ante una abierta política de colaboración de clases por parte de estas corrientes de la izquierda reformista, que han roto con toda política de independencia de clase. Los renegados del trotskismo han ingresado en un frente político con la burguesía, como pata izquierda de la ex Concertación y el PC y su llamado a votar por “Apruebo” en abril.
No es de extrañar que estas corrientes tengan esta política en Chile. El “partido madre” del PTR, el PTS de Argentina y todo el FIT-U (frente electoral del Partido Obrero, Izquierda Socialista, MST y PTS), con la excusa de la ley del aborto están en un frente político con el PJ y el kirchnerismo, como se demostró en el palco del acto de cierre de la movilización del 9M, donde apoyaron el documento que se leyó a favor del gobierno de Fernández. Ni hablar del MIT y la LIT-CI, que han apoyado a candidatos burgueses como a Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de Colombia, mientras que el MST / UIT-CI en Perú es parte del Frente Amplio, un frente de colaboración de clases con políticos representantes de las ONG, la Iglesia y la burguesía.
No olvidamos que todas estas corrientes llamaron a votar por el frente de colaboración de clases del PT y la Iglesia en Brasil y también apoyaron el plebiscito en Grecia en 2015, llamando a votar por el “No” contra el plan de la Merkel, con lo cual se legitimó el gobierno de Syriza para arrancarle hasta la última de sus conquistas al movimiento obrero al servicio de la Troika.
Estas corrientes estuvieron con Haddad con la excusa de enfrentar a Bolsonaro en Brasil; con el kirchnerismo contra Macri en Argentina; con el gobierno burgués de Syriza contra la Merkel y la Troika en Grecia… ¡y ahora en Chile terminan con los golpistas de la Democracia Cristiana, la ex Concertación y el PC con la excusa de “enfrentar a la derecha” en el plebiscito! Nada nuevo bajo el sol: estamos ante la vieja política del stalinismo de apoyar a los “campos burgueses progresivos” contra los “reaccionarios”.
Así terminan los renegados del trotskismo en bancarrota, como un neo-stalinismo reciclado colgado a los faldones de los regímenes burgueses, siendo cómplices del desvío que le están imponiendo al heroico combate revolucionario de las masas chilenas.• |
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