Savas Matsas, dirigente del EEK de Grecia (con quien el PO de Argentina formaba su “internacional”, la CRCI), es un ejemplo de lo lejos que puede llegar el revisionismo y oportunismo de las corrientes que hablan en nombre del trotskismo.
Matsas viene de participar el pasado 11 de mayo de una reunión virtual por el “Día de la República en la República Popular de Donetsk”, organizada por los oligarcas del este ucraniano, el stalinismo y el partido Rusia Unida de Putin. En esa reunión, lejos de estar los aliados de las masas del Donetsk y el conjunto del Donbass, estuvieron sus más grandes enemigos: los que fueron grantes de la partición de Ucrania para impedir que triunfe la revolución que en 2014 se pusiera de pie al grito de “Queremos que vuelva la URSS!” contra los planes de saqueo imperialista. Savas Matsas estuvo entonces en un encuentro con los verdugos de las masas del Donetsk y toda Ucrania. Estuvo con los que los que dividieron las filas de la clase obrera y estrangularon la revolución ucraniana, asesinaron a su vanguardia, desarmaron sus milicias y convirtieron la vida de las masas del este de Ucrania en un verdadero infierno (igual o pero del que los oligarcas de Kiev imponen a las masas en el oeste).
Que Savas Matsas participe de semejante conferencia, no debe sorprenderle a ningún trabajador. Matsas tiene una larga trayectoria, por no decir un enorme prontuario, de apoyo al stalinismo en el este europeo y en todo el mundo (incluso apoyando al mismo Gorbachov).
Ya en 2014, en la conferencia internacional del EEK, el PO de Argentina y el DIP de Turquía, con grupos stalinistas como el NAR (Nueva Corriente de Izquierda por la Liberación Comunista) y el Partido Comunista Unificado de Rusia de Mitina, votaron un programa ultrar-r-r-r-rojo que se pronunciaba por una Ucrania unida, independiente y socialista. Pero Mitina, fundadora de la unión de Juventudes Comunistas (Komsomol) de Ucrania y de Rusia y funcionaria de Putin hasta 2008, que meses antes de la conferencia del EEK y el PO fue nombrada como representante del Ministerio de Relaciones Exteriores ante Moscú de la “República Popular de Donetsk”, es enemiga declarada de una Ucrania independiente y soviética, y no solo apoyó la anexión de Crimea a manos de Putin sino que llamó a Rusia a anexarse también el Donbass para fundar la Confederación de Novorossia, esa pérfida política stalinista de frente popular para dividir las filas de los trabajadores de Ucrania.
Un año después, en mayo de 2015 el stalinismo europeo desembarcó en el Donbass ucraniano, revestido del programa, el apoyo y saludos de corrientes que se dicen trotskistas como el propio EEK de Grecia o el SWP y la coalisión griega Antarsya (en la que participan grupos hermanos del NPA, de los anticapitalistas y del Secretariado Unificado, junto a partidos stalinistas). No lo habrían podido hacer sin la colaboración de los ex trotskistas porque los Pcs de Ucrania, Ruisa y toda Europa, venían de apoyar al odiado gobierno de Yanucovich que había aplicado los peores planes del FMI contra las masas ucranianas. Después de ese encuentro de mayo de 2015 fueron asesinados decenas de comandantes rebeldes y centenares de obreros que se negaban a acatar los pactos contrarrevolucionarios de Minsk del imperialismo, Putin y la oligarquía ucraniana del Donbass y Kiev. Así empezó la entrega de la revolución desde adentro y el desarme de las milicias mineras del este de Ucrania.
Los pactos contrarrevolucionarios de Minsk fueron impuestos a sangre y fuego contra las masas, gracias al accionar de quintacolumna del stalinismo ruso y europeo que viajó a Ucrania apoyado por los ex trotskistas como Savas Matsas. Esa política stalinista de “frente antifascista” con las burguesías “progresistas” y “democráticas” lo llevó a Matsas a terminar con los partidos stalinistas del este europeo que fueron a derrotar desde adentro al Donbass, y también junto a los oligarcas amigos de Putin, su ferviente defensora Mitina y hombres de la ultraderecha europea como el belga Kris Roman, ligado al KluKluxKlan, con el que compartió esa conferencia en mayo de 2020. Y no es casual que también en Siria coincidieran Mitina y Kris Roman, organizando una movilización en apoyo a Al Assad y Putin en Damasco, porque en Ucrania y Siria concentró sus fuerzas el imperialismo y a todos sus agentes, con el stalinismo y los ex trotskistas pintando a ese sicario del imperialismo Putin como “amigo de los pueblos”.
Savas Matsas, que ayer llevó a la disuelta internacional del PO a stalinistas confesos como Darya Mitina -que en 2018 estuvo en la conferencia del PO en la UBA y todos los años visita la tumba de Stalin para llevarle flores-, hoy hace conferencias con el castrismo en Grecia o con el stalinismo en Rusia y Ucrania… Y se forja un lugar en la Nueva Izquierda, con los ex trotskistas disueltos en pactos, partidos y frentes de colaboración de clases con corrientes stalinistas, a las que embellece y pinta de izquierda para que puedan seguir cumpliendo su rol contrarrevolucionario en Europa, asestando una nueva puñalada por la espalda a las masas trabajadoras de Ucrania.
Nadia Briante y Florencia Barcaz |
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Savas Matsas junto a Altamira y Darya Mitina
en una Conferencia de 2018
Darya Mitina, funcionaria de Putin
Darya Mitina premiada en Siria
Darya Mitina con Kris Roman, líder de la ultraderecha europea
2014: Se ponen en pie las milicias obreras del Donbass
2014: Mineros del Don se ponene de pie enfrentando los planes del imperialismo
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