Bajo las órdenes del FMI y el imperialismo…
El Parlamento de los explotadores aprobó la ley de Fernández:
un nuevo robo a las jubilaciones
Los partidos patronales aprobaron en el Congreso la fórmula de movilidad jubilatoria propuesta por el gobierno. Ahora las jubilaciones, en lugar de ajustarse de acuerdo a la inflación, se ajustarán en un 50% por la recaudación de la ANSES y en otro 50% por la variación salarial más alta medida por el INDEC y por el Ministerio de Trabajo.
Esto es un robo porque la recaudación del ANSES no hace más que achicarse: por la evasión de los capitalistas y porque de la mano del gobierno aumentan los obreros en negro y desocupados, siendo cada vez menos los trabajadores que pagan aportes jubilatorios.
Esta “fórmula jubilatoria” reducirá más aún los montos de hambre que ya reciben los jubilados. Por orden del FMI, Fernández ajusta las cuentas del Estado para garantizar el pago de la deuda, cuestión que el gobierno de los “pagadores seriales” saben cómo hacerlo.
El gobierno y los políticos patronales no solo mantienen las jubilaciones en niveles de miseria sino que nos condenan a todos los trabajadores a una vejez de hambre. Mientras tanto, las transnacionales y los patrones esclavistas siguen amasando fortunas a costa de los huesos y músculos de la clase obrera, la única que produce todas las riquezas de la nación. Esta es la verdadera cara de este gobierno del PJ de Fernández y la Kirchner, quien recibe, a falta de una, ¡dos jubilaciones millonarias!
Desde que Cristina nacionalizó las AFJP en la crisis de 2008 hasta hoy, el ANSES es una caja que todos los gobiernos saquean para subsidiar a los grandes capitalistas y pagar deuda a los parásitos del capital financiero internacional. La nueva fórmula jubilatoria de los Fernández es parte de esta política antiobrera y cipaya. Cerca del 70% del Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) del ANSES son bonos y letras públicas que los gobiernos de los Kirchner fueron metiéndole al ANSES para llevarse los fondos que la clase obrera pone todos los meses como parte de su salario, para recibir cuando se jubilen un ingreso que no es más que un salario diferido. Por eso el ANSES es uno de los mayores acreedores del Tesoro Nacional.
Cuando el menemista Fernández asumió, decretó la Ley de Emergencia que eliminó la tramposa fórmula jubilatoria por inflación de Macri y solo dio aumentos miserables fijos. Así Fernández se ahorró más de $100 mil millones durante 2020, que tendría que haberles pagado a los jubilados. ¡Y se jacta de haber cumplido con ellos! ¡Cuánto cinismo!
El Congreso legitimó e hizo ley este nuevo robo a las jubilaciones. Este zarpazo brutal se asienta en el Pacto Social del gobierno de la UIA, sirviente del FMI, con los carneros de la burocracia sindical, que vienen garantizando la esclavitud de la clase obrera. Por estos traidores esta vez no pudimos enfrentar el nuevo saqueo a las jubilaciones como hicimos en diciembre de 2017: con la huelga general revolucionaria y choques con la policía asesina frente al Parlamento.
La burguesía aplaude esto. Es más, el diario gorila La Nación afirmaba: “…Hábilmente (el gobierno, NdR), logró que los focos de atención periodística estuvieran bien lejos de la Cámara de Diputados para que la sanción de la nueva norma pasase desapercibida; evitó, así, que nuevamente rondase frente al Congreso el fantasma de los violentos desmanes de diciembre de 2017...” (“Una ofrenda al FMI que el Gobierno aprobó a escondidas”, Laura Serra, 30/12/2020).
Orgulloso, Máximo Kirchner, en su intervención en el Congreso, mostraba cascos de bala que la policía usó para reprimir. El mensaje a la “oposición” gorila fue “miren cómo nosotros saqueamos la caja del ANSES sin tirar tiros”… ¡cuando mantiene como rehén de nuestra clase a Sebastián Romero y buscará dictar sentencia contra Ponce, Ruiz y Arakaki!
Cuando la clave era llamar a los trabajadores a enfrentar a la burocracia sindical y su infame Pacto Social para poder retomar el camino de diciembre de 2017 contra el saqueo a las jubilaciones, la dirección del FIT-U no puso sus bancas y sus fuerzas al servicio de esta perspectiva. No llamó a reagrupar a la resistencia obrera, a la vanguardia obrera y a las mujeres trabajadoras que peleaban por aborto legal, seguro y gratuito junto a la heroica huelga de 21 días de los obreros aceiteros.
Esto no es casualidad. En diciembre de 2017 los diputados del FIT-U, mientras los obreros combatían en las puertas del Parlamento, dentro del recinto Del Caño (PTS) y Del Plá (PO) pedían una “consulta popular” para que se vote “a favor o en contra de la reforma jubilatoria”. Esta vez, fueron incluso más allá. Del Caño intentó “mejorar” la ley del gobierno, proponiendo incluir una cláusula de ajuste por inflación, pero su propuesta fue rechazada.
Este es un botón de muestra más de cómo el FIT-U se ha asimilado a la labor orgánica del Parlamento de los capitalistas, escribanía de Wall Street y el FMI, en lugar de utilizar sus bancas para desarrollar la lucha extraparlamentaria de masas. Es que la política del FIT-U se reduce a llamar a la clase obrera a presionar al Parlamento a favor de las medidas “progresivas” del gobierno y en contra de sus medidas “reaccionarias”. |