Enfrentando a las fuerzas de represión de las bandas paramilitares chiitas y sunnitas…
Los trabajadores y la juventud no dejan las calles
¡Libertad a todos los presos políticos!
¡Trabajo y salarios dignos para todos!
Los trabajadores iraquíes viven penurias inauditas de desocupación, carestía de la vida, falta de infraestructura, los jóvenes no ven futuro, en un país que tiene bajo sus pies una de las más grandes reservas de oro negro. Por eso comenzaron en agosto de 2019 un levantamiento que aún no termina. Las masas no dejan las calles.
Aun así la masacre y el escarmiento pesa en los oprimidos de toda la región, los cuales vienen dando duras batallas contra los regímenes hambreadores. Pero en su ofensiva, por miedo a terminar sufriendo un exterminio similar al que lleva adelante Bashar y Putin en Siria, no han avanzado al armamento generalizado.
Esto lleva a que las masas no pueden dar una salida revolucionaria tomando el poder, pero tampoco las diferentes fracciones burguesas pueden consolidar un estado capitalista estable.
Los explotadores, bajo el comando del Pentágono y las “7 hermanas”, buscan detener a las masas. Vienen lanzado una feroz represión a los obreros y jóvenes que encabezaron la lucha revolucionaria. Así, se vienen llevando a cabo una oleada de arrestos de activistas, perseguidos casa a casa, cuando no son directamente asesinados por comandos de la muerte. Las movilizaciones que se venían realizando fueron reprimidas a tiros.
Se trata de un ataque contra la revolución de las bandas fascistas organizadas por las petroleras y las diferentes fracciones burguesas que quedaron sosteniendo el saqueo del protectorado iraquí, llevado a la barbarie por el imperialismo, con un Estado en decadencia y una nación partida semidesintegrada.
Por otro lado, el imperialismo yanqui también manda a las figuras de gobierno como el nuevo primer ministro Kadhimi a “condenar la violencia” y decir que van a “abrir investigaciones” sobre los asesinatos, mientras prometen nuevas elecciones. Un engaño para adormecer a las masas mientras pegan con sus fuerzas represivas.
Al mismo tiempo, los generales del ejército iraquí mandan a los soldados con sus uniformes a participar de las movilizaciones argumentando que lo hacen para “proteger al pueblo”, pero cuando la policía dispara, sus fusiles no tenían más que salvas, demostrando que solo buscan legitimarse para cuando verdaderamente tengan que actuar, será contra el pueblo.
Desde 2019, los combates de las masas derrocaron a cuanto personaje la burguesía intentaba poner para frenar el descontento y sacar a los explotados de las calles y del escenario político. Pero sin que esos combates triunfen con la toma del poder, poco a poco la situación fue empeorando. Sin embargo, el pueblo explotado no deja las calles y puja una y mil veces por conseguir mejores condiciones de vida.
Por eso hoy más que nunca:
¡Libertad a los presos políticos! ¡Paremos la represión! ¡Milicia obrera y popular para enfrentar las bandas mercenarias de las petroleras y la gran burguesía yanqui! ¡Hay que avanzar a disolver la policía asesina y todas las fuerzas de represión y aplastar a los comandos de la muerte y bandas policiales y parapoliciales! ¡Desarme del ejército fantoche iraquí, marioneta de EEUU!
¡Que avance la revolución! La clase obrera, acaudillando a todos los sectores oprimidos de la nación, es la que puede golpear directamente al imperialismo y sus sirvientes, expropiando a las petroleras, que comandan al gobierno fantoche y sus guardias de seguridad asesinas ¡Expropiación de todas las petroleras sin pago y bajo control obrero! ¡Paso a los shoras, los consejos de obreros y campesinos pobres!
La revolución iraquí debe ser un solo puño con la lucha de los trabajadores norteamericanos que tienen en sus manos la llave para paralizar la maquinaria de guerra imperialista que masacra en Medio Oriente.
¡El pueblo quiere la caída del régimen! ¡Fuera los yanquis y todas las tropas invasoras gurkas! ¡Viva la revolución iraquí!
Comité Redactor del periódico
“La Verdad de los Oprimidos”
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