Movimiento de desocupados - 23 de febrero de 2022

Dialogamos con “Pelado”, uno de los dirigentes del piquete sur del Norte de Salta en los combates del año 2000...

“Necesitamos tirar abajo a la burocracia sindical y piquetera que nos divide de los trabajadores ocupados”

¡Por un Congreso Obrero de trabajadores ocupados y desocupados para pelear por trabajo digno para todos!

Pasaron ya 22 años de aquel año 2000, cuando se puso de pie el poderoso movimiento piquetero revolucionario en el norte de Salta, al grito de ¡trabajo digno para todos! El que enfrentó en durísimas luchas, los planes de hambre, miseria y represión de los gobiernos de turno, sirvientes del imperialismo y la patronal esclavista.
Al calor de aquellos combates, con compañeros que cayeron peleando en la ruta, fue que los trabajadores dieron uno de sus pasos más importantes: conquistaron un programa para luchar, el de los 21 puntos, discutidos y votados en un Congreso Obrero, con representantes y delegados de todos los trabajadores en lucha.
Los distintos gobiernos nacionales y provinciales se ocuparon de cooptar las direcciones de los organismos de desocupados con planes asistenciales y micro emprendimientos, con los que controlaron y desarticularon su lucha revolucionaria por trabajo genuino.

A 22 años… ¡Los 21 puntos del norte de Salta y Mosconi están más vigentes que nunca!

DO: ¿Por qué los 21 puntos siguen vigentes hoy como programa de lucha para todo el movimiento obrero?

Pelado: En primer lugar, este programa nos sirvió para organizarnos, para poner en pie nuestras instituciones de lucha, elegir nuestros delegados, nuestros representantes, para pesar en la vida política del país, contra el gobierno que nos descargaba toda la crisis, sobre nuestros hombros.
El gobierno estaba ejecutando un plan de entrega de todas las empresas estatales al imperialismo por el pago de la deuda. Por dos pesos las vendió. Había un mar de desocupados que cada vez crecía más. La clase obrera se vio obligada, al ver que ningún partido lo representaba, a organizarse y a enfrentar estos planes.

DO: ¿Cómo surge este movimiento piquetero?

Pelado: Surge de los trabajadores que quedaban en la calle, junto a los jóvenes trabajadores que no tenían ninguna perspectiva de entrar a laburar. Fue un movimiento de trabajadores. En ese tiempo yo tenía unos 20 años y ese movimiento nos marcó el camino de cómo luchar por conseguir un laburo estable. Esa fue la motivación para autoorganizarnos para discutir y votar planes de lucha.

DO: ¿En qué consistían los planes de lucha que llevaban adelante?

Pelado: En parar la producción, en cortar las rutas exigiendo que bajen los políticos a dar solución a los problemas de hambre y miseria que había, entre esas a las empresas que entregaba el estado privatizadas como la YPF, ahí se cortaba en el portón y se entraba a las plantas, se tomaban las llaves y se echaba a los guardias, todo eso era posible por la esencia del movimiento piquetero. Pero todo lo votábamos en asamblea y se luchaba por la unidad de los obreros ocupados y desocupados porque peleábamos por lo mismo.  
Los que recién éramos papás ya veníamos de la entrega de YPF, no teníamos ninguna perspectiva de entrar a laburar en ningún lado y ya teníamos la perspectiva de morir peleando, la unidad que se dio de los trabajadores ocupados y desocupados. Fue una escuela de formación para luchar. 
Al movimiento piquetero de hace 20 años nos tocó ir de la casa a la ruta y allí aprender, en un corto plazo de tiempo, enfrentar la represión. Comprendimos que el trabajo genuino no nos lo regala ningún político, ningún patrón, porque no existen políticos buenos ni malos, ellos representan y defienden sus intereses de clase.

DO: ¿Cómo ves hoy la lucha del movimiento desocupado?

Pelado: Después 22 años, lo digo con bronca, nada ha cambiado para los trabajadores. Nos han descargado a los trabajadores y nuestros hijos las peores penurias. Tenemos más del 40% de desocupación, una carestía de la vida que no se aguanta más, ¡un kilo de pan 300 pesos! ¡Ni derecho a merendar tienen nuestros hijos!
Nos dicen que somos “trabajadores de la economía popular”, cuando estamos trabajando esclavizados en cooperativas por 14 mil pesos sin ningún derecho, ¡canallas!
Esos verdaderos “patrones de estancia”, como son los Pérsico y compañía, todos ministros y con cargos en el gobierno, nos toman lista y nos dan de baja si no trabajamos en las condiciones de esclavitud que ellos nos imponen. ¡Basta compañeros!, hemos demostrado muchas veces que la clase obrera desocupada si se organiza y lucha hace temblar a todo este régimen. Nos tienen de mendigos porque nos dividieron del conjunto del movimiento obrero.

Hoy tenemos hijos que tienen títulos de terciarios técnicos, como denuncian muchas organizaciones piqueteras, que no consiguen trabajo. La lucha por conseguir un pedazo de pan, un pedazo de tierra, sabemos que no es pacífico, sabemos que las nuevas generaciones van a padecer estas condiciones si la cabeza que dirige este movimiento no cambia el rumbo.
No se puede hablar de independencia si los dirigentes se la pasan en las oficinas de los ministerios. Los planes sociales que conseguimos hace 20 años atrás fueron subproducto de amenazar con expropiarles las empresas a los capitalistas, a fuerza de enfrentar la represión. Nadie nos regaló nada.

Por eso es necesario que se retome el programa de los 21 puntos y su parte central de democracia obrera, de hacer asambleas en los movimientos en cada barrio y votar nuestros delegados para verdaderamente discutir qué plan de lucha seguir.
Necesitamos tirar abajo a la burocracia sindical y piquetera que es la que nos divide de los trabajadores ocupados. Por eso le hacemos una moción, de retomar los 21 puntos para todo el movimiento obrero desocupado que viene ganando las calles peleando contra el hambre y la carestía de la vida.