Argentina - 5 de septiembre de 2024
Milei avanza en el plan de coloniaje y esclavitud obrera
de los yanquis y la gran patronal
sostenido por la burocracia sindical y todos los partidos patronales
La clase obrera resiste en duras luchas parciales
a pesar de la traición de la dirección de la CGT y la CTA
El gobierno está descargando un ataque en toda la regla contra la clase obrera: hundimiento del salario, más de 600 mil despidos y suspensiones, millones de desocupados y jubilados hambrientos, tarifazos salvajes. Es un golpe económico despiadado al movimiento obrero y el pueblo pobre.
Han impuesto un régimen policíaco feroz contra los trabajadores, con represión, presos políticos y persecución a los movimientos de desocupados, los partidos de izquierda e inclusive a las Madres de Plaza de Mayo.
El parlamento avaló el DNU y le votó a Milei la Ley Bases, que le otorga poderes extraordinarios; que flexibiliza brutalmente a la clase obrera; que establece un régimen de saqueo para las transnacionales por los próximos 30 años (RIGI); y da vía libre para una decena de privatizaciones.
Algunos como el kirchnerismo o el FIT, afirman que Milei es un gobierno “débil” y “en crisis política”. Lo que no explican es por qué, siendo una ínfima minoría parlamentaria, está logrando pasar su brutal ataque al pueblo.
Esconden que se trata de un gobierno directo de la embajada yanqui, BlackRock y los grandes capitalistas videlistas de AEA (Asociación Empresaria Argentina). Y sobre todo, esconden que avanza en el plan yanqui de coloniaje y esclavitud obrera con el sostén clave de los partidos patronales y la burocracia sindical.
Milei es una de las puntas de lanza de la feroz ofensiva de Wall Street sobre el Cono Sur por el litio, Vaca Muerta y el agronegocio. Por eso el Pentágono desembarcó en el Paraná -vía de salida del 96% de las exportaciones argentinas- e instalará una base naval en Ushuaia, mientras en Bolivia vuelven a sacar al partido militar y en Chile siguen los ejercicios militares comunes entre la marina yanqui y la chilena.
Parte de esto es no solo el intento de volver a usar a las FF.AA. en tareas de represión interna contra la clase obrera (como en los ’70), sino también la agitación fascista de Milei en apoyo al genocidio de Biden y el sionismo al pueblo palestino, un verdadero grito de guerra del imperialismo contra las masas explotadas de la región.
La burocracia sindical, que cerró el camino a la huelga general, es la gran sostenedora de Milei y el plan del imperialismo
La verdadera fortaleza de Milei y todo este plan es la traición de la burocracia sindical. En estos 7 meses, la clase obrera intentó lanzar una contraofensiva obrera y popular, con dos paros generales, el cacerolazo de diciembre, la marcha educativa de abril, cientos de durísimas luchas por paritarias, paros de la UOM, etc.
La burocracia sindical se encargó de traicionar este intento, a cambio de los fondos de las obras sociales, colaborando abiertamente para que pase el ataque del gobierno.
Los mismos que ayer apoyaron al gobierno peronista que le impuso la flexibilización laboral al 60% de la clase obrera en negro, precarizada o bajo contrato, hoy pactaron con Milei la reforma laboral, la liquidación de los convenios colectivos y miles de despidos y suspensiones, como los kirchneristas Furlán (UOM) y Pignanelli (SMATA). Y dejan millones de desocupados y precarizados abandonados a su suerte.
Han profundizado el desgarramiento de las filas obreras, divididas entre ocupados, desocupados, precarizados, efectivos... ¡el embajador yanqui Stanley le tiene que hacer un monumento a la burocracia peronista!
El PJ, la UCR y el PRO: la “oposición” patronal, dirigida por Stanley y la AEA, encubre y sostiene el ataque del gobierno desde el parlamento y las provincias
La burocracia sindical, secundada por la izquierda parlamentaria, decía que a Milei se lo paraba en el Congreso con un gran bloque opositor del PJ, el PRO y la UCR, ¡justo cuando estos, por órdenes de Stanley y la AEA, votaban todas las leyes que el gobierno necesitaba para atacar al pueblo!
Lo dijo Pichetto: “el Congreso no es tan malo: ha dado 2 leyes fundamentales (el DNU y la Ley Bases, NdR.)”. Ya toda esta farsa quedó al desnudo. Está claro que es una “oposición” dirigida por Stanley y que ese parlamento está más “pintado” que nunca porque le delegó sus facultades legislativas al gobierno con la Ley Bases. Su única función hoy es encubrir el régimen policíaco de Milei, que gobierna por decreto y resoluciones ministeriales, apoyado en las facultades que le otorga la archirreaccionaria Constitución de 1853-1994.
Hoy todos los partidos capitalistas celebran la reforma laboral. Todos quieren que Milei termine su mandato. Todos son de Stanley, empezando por el PJ y la Kirchner, cuyos gobernadores aplican el “no hay plata” de Milei imponiendo el mismo ataque en las provincias, como Kicillof y Quintela (La Rioja), hambreando al pueblo sin tocarle un peso a la oligarquía o a las mineras imperialistas.
Hay que reagrupar a la resistencia obrera y preparar la contraofensiva
La clase obrera ha sufrido derrotas parciales por responsabilidad de sus direcciones. Las organizaciones de lucha que los obreros pusieron en pie durante décadas, sindicatos, movimientos de desocupados, partidos políticos, etc. en el momento decisivo fueron puestas a los pies del enemigo de clase por sus direcciones.
La tarea no es otra que reunificar las filas obreras con un programa y una estrategia proletaria independiente, para derrotar a la burocracia sindical y preparar la contraofensiva de masas.
Hoy los trabajadores resisten en duras luchas parciales aisladas. Bastaría que los sectores en lucha, como el SUTNA, aceiteros, trabajadores universitarios, el Hospital Garrahan, los desocupados, etc., envíen delegados a Neuquén, donde los docentes están dando una enorme pelea contra el gobierno y la burocracia sindical, para poner en pie un Comité de Lucha Nacional y unificar a la resistencia. Nada impide que este llamamiento surja de las organizaciones que vienen reuniéndose en el SUTNA para discutir qué hacer frente al ataque del gobierno.
Contra la burocracia sindical que entrega las conquistas obreras, ¡paso a la autoorganización y las asambleas !
Trabajo para todos. Reducción de la jornada laboral sin despidos ni suspensiones. Salario mínimo vital y móvil de $1.500.000, como conquistó aceiteros. Todos bajo convenio. 82% móvil para todos los jubilados.
Abajo el DNU y las leyes antiobreras de Milei y del Parlamento de los políticos patronales.
Expropiación sin pago y bajo control obrero de toda fábrica que cierre, suspenda o despida. ¡Por uno, dos, tres, mil Zanon!
¡Basta de represión y persecución! ¡Libertad a Matías Santana!
Es mentira que “no hay plata”. Se la llevan los banqueros y el FMI, las transnacionales, la gran patronal y la oligarquía. ¡No hay salario ni trabajo sin romper con el imperialismo y terminar con el robo de la nación!
Por eso todo programa obrero debe plantear el desconocimiento de la deuda externa y la expropiación sin pago y bajo control de los trabajadores de los bancos, las fábricas y establecimientos de los parásitos de la AEA y el imperialismo. Fuera el FMI y el embajador Stanley de la Argentina. La confiscación de toda propiedad de más de 500 hectáreas en la Pampa Húmeda y la nacionalización del comercio exterior para poner los alimentos y la renta agraria al servicio del pueblo.
Pero nada se conseguirá por la vía del parlamento y los tribunales. Insistimos. Hay que preparar la contraofensiva obrera y popular. Al gobierno se lo derrota con el método del Cordobazo y el Argentinazo, el método de la revolución. Tiene que volver el grito del 2001: ¡que se vayan todos y no quede ni uno solo!
Este combate pone al orden del día un nuevo reagrupamiento revolucionario e internacionalista del proletariado argentino. Hay que refundar el partido de Mateo Fossa y León Trotsky, bajo las banderas de la IV Internacional de 1938. Esa es la pelea que le proponemos dar en común los trotskistas de la LOI-CI/Democracia Obrera a los obreros y jóvenes de vanguardia.
Hoy más que nunca…
Argentina será socialista o colonia de Wall Street.
Comité Redactor de Democracia Obrera
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