El miércoles realizamos nuestra asamblea. La mayoría de los compañeros quería parar y así lo votó para luchar por salario y por mejores condiciones de trabajo para el conjunto de los trabajadores, por la libertad de los petroleros condenados y encarcelados de Las Heras, por trabajo para los desocupados y contra el impuesto al salario. Hubo un sector de compañeros que se negaban a esta medida de lucha y traían a la asamblea la voz de la patronal que nos quería chantajear amenazándonos con no pagarnos el premio por presentismo. Allí, en nuestra asamblea, discutimos que era clave no ceder ante el apriete de la patronal. Y que este paro debería servir también para romper el aislamiento, poder reagruparnos con otros sectores combativos y pelear por nuestra demanda de Congreso Obrero Nacional con delegados con mandato de base de los trabajadores ocupados y desocupados. Reafirmamos que esta es una exigencia que debemos seguir haciéndola a las Comisiones Internas y Secciones que dirige el FIT, quienes desde hace años tienen oídos sordos para esta propuesta de poner en pie un organismo que nos coordine para la lucha y rompa con todo sometimiento a los cuerpos orgánicos de la burocracia y a la división por oficio y profesión. La patronal sigue despidiendo compañeros y cerrando frigoríficos. Ya son más de 11.000 los obreros en la calle. Más de 40 los frigoríficos cerrados. Mientras las grandes transnacionales imperialistas se están quedando con todo, incluido los campos y las granjas y corrales de engordes feedlot. Mientras se llevan millones de dólares con la cuota Hilton y la exportación. Mientras los trabajadores en Argentina pagamos un precio carísimo para poder consumir la carne que se produce acá, siendo que con una industria controlada por los trabajadores se podría abastecer diariamente a todo el pueblo pobre con carne muy barata y de altísima calidad. Hay que derrotar a la burocracia de Molina y Fantini que en nuestro gremio ha entregado todas nuestras conquistas. La Lista Roja del FIT no puede seguir mirando para otro lado; fue un paso adelante que ahora haya parado –por ejemplo el frigorífico Rioplatense-, pero hay que profundizar esta lucha todos los días poniendo en pie la Coordinadora de los obreros de la carne, para no tener que esperar a que la burocracia sindical haga un nuevo llamado y para conquistar la unidad con los compañeros del Bancalari, de Ecocarnes, del Vison, del Runfo y de todos los frigoríficos del país. En Paty (QUICKFOOD) la patronal lejos de “asustarnos” con sus amenazas de “quita de premios”, el paro lo arrancamos ese mismo miércoles a las 17 horas. Ya que le reclamamos que permita que los compañeros del turno tarde nos retiremos antes de terminar nuestra jornada laboral (23 horas), para hacer tiempo de alcanzar los colectivos, que el jueves a las 0 horas arrancaban el paro, y podamos llegar tranquilos a nuestras casas. La patronal se negó a reconocernos las horas que deberíamos ausentarnos, entonces a las 17 de la tarde decidimos retiramos de la planta. El día jueves, una delegación de nuestros compañeros participó del corte de ruta en Henry Ford y Panamericana. El paro se notaba por todos lados. Nadie fue a laburar. En la Panamericana había varias delegaciones de obreros de fábricas de la zona, acompañados por militantes del FIT. El corte tuvo su importancia, pero no se convirtió en una Coordinadora de Zona Norte para enfrentar a la burocracia; y esta sigue siendo una gran debilidad, que el FIT se niega a superar. El paro demostró que la base quiere pelear. Que el FIT no puede seguir escondiendo esta realidad. Que la burocracia es odiada por todos. Y que se puede organizarse y luchar por derrotarla. El paro del 10/4 puede marcar un antes y un después, y los obreros de Paty luchamos por que sea a favor de los trabajadores y el pueblo y en contra de los burócratas, los capitalistas y los patrones. Obreros de Paty |