Venezuela
Haciendo el trabajo sucio a cuentas del imperialismo, Maduro le paga 10 mil millones de dólares al FMI, hambreando y reprimiendo al pueblo
La oligarquía de la MUD prepara la trampa del Referéndum Revocatorio bajo el amparo de la Constitución Bolivariana, para impedir que las masas protagonicen un nuevo “caracazo”
Maduro, la boliburguesía y la oligarquía de la MUD son todos sirvientes de Wall Street y el FMI
EL PUEBLO SE MUERE DE HAMBRE
El podrido sistema capitalista no puede darle de comer a sus esclavos
¡LAS REVUELTAS POR EL PAN… HAN COMENZADO!
¡PASO AL CARACAZO!
Para poder comer, hay que hacer realidad el grito de los obreros de Sidor…
¡HAY QUE HACER “LA REVOLUCIÓN
DE LOS TRABAJADORES”!
Plan Obrero de Emergencia
POR UN CONGRESO OBRERO NACIONAL
De los sindicatos, los comités de fábrica, de desocupados, de abastecimiento, los campesinos pobres y los comités de soldados rasos que desconozcan a la casta de oficiales asesina del pueblo
Las fuerzas contrarrevolucionarias de la Guardia Nacional Bolivariana y los grupos paramilitares de “los colectivos” chavistas, atacan y reprimen al pueblo hambriento…
¡Comités de autodefensa obreros y populares para enfrentar la represión estos asesinos del pueblo!
¡ABAJO LA ESTAFA DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA!
¡POR UNA VENEZUELA OBRERA Y SOCIALISTA SIN GENERALES, PATRONES NI BANQUEROS IMPERIALISTAS!
A cuenta del FMI, el gobierno bolivariano de Maduro y la oligarquía de la MUD hunden en la barbarie y la más absoluta miseria a los explotados
La Venezuela de los bolivarianos y la oligarquía de la MUD es un verdadero infierno para los trabajadores y explotados. La situación de las masas es de una miseria total, de una verdadera barbarie.
Mientras los mercados en los barrios ricos están abarrotados de mercadería de calidad, los explotados deben sobrevivir diariamente sin saber si conseguirán el pan para sus familias y se generaliza la desesperación. La inflación es insostenible y la carestía de la vida aumenta día a día, con la canasta básica en un valor de 15 salarios mínimos. Se ha establecido la extorsión de los punteros bolivarianos de los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (CLAP), que son la legalización del “bachaqueo” (reventa) del PSUV y la GNB. Los saqueos son moneda corriente en todos los estados del país y no hay día en que la búsqueda de alimentos de las masas no termine reprimida brutalmente por la Guardia Nacional Bolivariana y las bandas paramilitares del gobierno como los “Colectivos”. Las industrias, devastadas por años de desinversión cierran diariamente aumentando el flagelo de la desocupación, que en la juventud llega casi al 30%. Los hijos de los trabajadores mueren de desnutrición y enfermedades curables en los hospitales por falta de medicamentos e insumos.
De la mano del gobierno de Maduro y la MUD que controla la Asamblea Nacional, el imperialismo le ha declarado la guerra a las masas venezolanas con el fin de cumplir con los pagos de la deuda externa que el gobierno continúa pagando religiosamente a costa del hambre del pueblo. El año pasado Maduro pagó U$S 10.500 millones y este año pagó U$S 3 mil millones de un total de U$S 9.500 para todo el 2016. A esto responde el “gasolinazo” impuesto por el gobierno de Maduro y aplaudido por la MUD, la exención de impuestos a la burguesía y el plan de privatizaciones de las industrias del estado.
Los trabajadores y explotados venezolanos sufren en carne propia las consecuencias de no haber podido tomar el poder en sus manos por traición de sus direcciones que han atado su suerte a los bolivarianos que han entregado el país a la voracidad del saqueo imperialista.
Las condiciones de hambre y miseria en la que han hundido a las masas venezolanas ya son peores de las que provocaron el “Caracazo” en 1989. La burguesía y el imperialismo lo saben muy bien y bajo el mando de la OEA discuten milimétricamente los pasos a seguir en su ataque a las masas. Más allá de las discusiones y diferencias entre las facciones burguesas de la boliburguesía y la oligarquía agrupada en la MUD, ambos definieron hace tiempo que la crisis capitalista la paguen las masas. Por eso, mientras “dialogan” es Maduro el que continúa atacando ferozmente a las masas. Capriles y la MUD se preparan para llevar este ataque hasta el final y ponen en marcha el Referéndum Revocatorio para desviar el descontento de las masas contra el gobierno con una salida ordenada dentro de la Constitución Bolivariana, de la cual son todos fieles defensores y predicadores.
En Venezuela rige el pacto entre Maduro-Capriles-Obama: el gobierno de Maduro actúa atacando a las masas, como un “limón” al que Wall Street exprime hasta la última gota obligándolo a aplicar sus planes de hambre y saqueo. Cuando ya no lo necesite lo va a tirar a la basura, y tendrá a la MUD a disposición para continuar aplicando sus planes. Sus discusiones responden a cual es la mejor forma de atacar y reprimir al pueblo, pero son todos hijos de la Constitución Bolivariana y fieles sirvientes del FMI.
He aquí el rol de los gobiernos bolivarianos en América Latina: luego de estrangular la revolución obrera y campesina latinoamericana, demostraron ser un simple rodeo para someter y entregar Venezuela y las naciones oprimidas del continente a Wall Street y el FMI. Entregaron inclusive el estado obrero cubano a los yanquis, la mayor conquista de la clase obrera latinoamericana. Todo bajo la tutela de los hermanos Castro y el PCC, que hoy hace fabulosos negocios con la Coca Cola, Monsanto y las grandes transnacionales del imperialismo yanqui, mientras los trabajadores están hundidos en la miseria y son ofrecidos para trabajar en verdaderas maquilas a 18 dólares mensuales en Puerto Mariel. En Venezuela la peor de las miserias se impuso a los trabajadores y tal situación es utilizada por el imperialismo como escarmiento al conjunto de las masas del continente. Eso es el pacto Obama-Castro.
Mientras los generales blindan al régimen, las revueltas por el hambre llegan a Caracas
En la misma semana que la OEA se reunía de urgencia para conspirar, las masas trabajadoras de Caracas protagonizaron violentos saqueos y protestas contra el gobierno de Maduro, cansadas del hambre y la vida de penurias que les impusieron los bolivarianos, la oligarquía venezolana y Wall Street.
Desde hace dos semanas han comenzado las revueltas por el pan en la Caracas militarzada. En Petare, Palo Verde, Catia, Sucre, Valle del Tuy, y otros barrios obreros de la Gran Caracas, los trabajadores que buscan el pan chocan abiertamente con la policía y los grupos de choque armados de los bachaqueros bolivarianos de los CLAP. Los piquetes también son por la falta de agua y gas. En cada uno de ellos ya se escucha el grito de las masas de "Comida", "Tenemos hambre", "Maduro cobarde, el pueblo tiene hambre", “Este gobierno va a caer”. En otros Estados y regiones del país como Mérida, Barquisemeto, Maracay, Valera también se multiplican los saqueos, las protestas y los piquetes para conquistar el pan. En Lagunilla, Estado de Mérida, una multitud prendió fuego el local del PSUV y atacó a pedradas la Alcaldía. En Cumaná, Estdo de Sucre, al momento de escribir estas líneas se producian saqueos generalizados por segundo día consecutivo, hubo barricadas, represión heridos y muertos.
Ninguna fuerza política, ningún sindicato llamó a estas protestas. La MUD llamó inmediatamente “al pueblo a la calma”, y se limita a organizar “protestas pacíficas” para subordinar el odio de las masas a su proyecto de Referéndum Revocatorio dentro de la Constitución Bolivariana.
Las masas de las barriadas pobres de la capital, los hijos de los que protagonizaron el Caracazo, comienzan a pedir la cabeza del gobierno. Los barrios obreros de Petare y Catia son protagonistas de múltiples enfrentamientos entre los explotados que intentan conquistar el pan y la GNB. Éstas, junto a los “Colectivos” chavistas han comenzada una verdadera “caza de brujas” en estas poblaciones casa a casa, amenazando a quienes protagonizan los saqueos y movilizaciones. Los “colectivos” chavistas y las milicias bolivarianas son guardianes de la propiedad capitalista y el saqueo de Venezuela expoliada por el FMI y el imperialismo, mientras el pueblo muere de hambre. Los chavistas son como Perón en Argentina, que empezó posando de “izquierda” para regatear negocios con el imperialismo, y terminó organizando las bandas fascistas de la Triple A en los 70.
Los obreros venezolanos, hundidos en la miseria, engañados durante años por sus direcciones, reprimidos por el gobierno de los “socialistas del siglo XXI”, pugnan por entrar en lucha política contra Maduro, como lo hicieron los obreros fabriles de La Paz, Bolivia, contra el gobierno de Evo Morales, que gritan “Fuera Evo”.
Por eso todos están asustados: desde Wall Street y la Casa Blanca hasta el último burócrata sindical, pasando por el gobierno de Maduro, la MUD, los generales, FEDECAMARAS y la Iglesia. Torrealba, Secretario General de la MUD, dijo el miércoles, en medio de las protestas en Caracas, que “el partido más grande de este país en este momento es el partido del descontento. Ese descontento se profundiza y se expande: el partido de los descontentos tiene el sello de una mayoría enardecida. No se trata solo de la cantidad de protestas, sino de la vehemencia que las acompaña. El martes, Caracas vivió una jornada de protestas de punta a punta, con unos elementos importantes y preocupantes de violencia social.” Todos tienen terror de que bajen de los cerros nuevamente las masas pobres de Caracas. Saben que en 2002 ante el golpe y contra el lock-out patronal de 2003, las tropas del ejército comenzarón a pasarse del lado del pueblo y hoy tiemblan ante esa posibilidad.
El estado de excepción decretado por Maduro y los generales, que habilitan a aplastar cualquier movilización que atente contra la paz, la militarización de las grandes ciudades y las operaciones asesinas de la OLP (una división de Operaciones Especiales de las FF.AA.) muestra la verdadera cara de los bolivarianos: son defensores de la propiedad privada, dispuestos a bañar en sangre a los trabajadores y el pueblo pobre si estos se levantan por el pan. Hoy se ve claro que el apoyo de los bolivarianos a Khadafi y Assad, que masacraban a sus pueblos, significó que se preparaban para cumplir ese mismo rol en América Latina, a cuenta de Obama.
La burocracia sindical y la izquierda reformista atan los intereses de la clase obrera a la burguesía bolivariana o a la MUD
Los burócratas sindicales traidores de la CTV, la CSBT, UNETE y el FADESS, estén con la MUD o el gobierno, son cómplices de los despidos y el hambre de los trabajadores. La amplia mayoría de la izquierda reformista latinoamericana es un verdadero apéndice de las fuerzas contrarrevolucionarias de Maduro y la boliburguesía, llaman abiertamente a los trabajadores a no luchar contra el gobierno “para no hacerle el juego a la derecha destituyente”, como la LTS y El Topo Obrero. Se ve que no necesitan salir a buscar comida a como de lugar para alimentar a sus familias. Hablan desde los lujosos sillones de la aristocracia y las burocracias obreras. Otros sectores de la izquierda, intentan subordinar el odio de las masas y sus acciones de lucha contra el gobierno de Maduro a los planes de la MUD y su trampa de Referéndum revocatorio, como el PSL y la C-CURA. De conjunto, la izquierda sostiene a la burocracia sindical y al régimen de la Constitución Bolivariana. Así, desde la MUD hasta la izquierda venezolana, todos llaman a la clase obrera al orden.
Si hoy la clase obrera no está al frente de este combate es por la traición de la burocracia sindical y por la política cobarde y rastrera de la izquierda venezolana, en particular los renegados del trotskismo -el PSL, la UST, la LTS, El Topo Obrero, OO- que son enemigos de poner en pie los organismos de democracia directa de las masas en lucha para echar a la burocracia sindical y organizar la lucha política contra el régimen de hambre de la Constitución Bolivariana. ¡Sólo la clase obrera puede terminar con el saqueo del imperialismo, los bolivarianos y la oligarquía, y sacar a Venezuela de la crisis!
¡Ni Referéndum Revocatorio de la oligarquía de a MUD, ni Maduro matando al pueblo de hambre! ¡Para comer hay que hacer la revolución y los trabajadores deben tomar el poder!
De la mano de Maduro y la MUD no hay ninguna salida para los trabajadores y el pueblo, sólo más miseria, hambre y superexplotación para terminar de succionar hasta la última gota de la ya desangrada Venezuela. ¡El único camino para acabar con el hambre es la revolución obrera y campesina y echar a los hambreadores: el gobierno, la MUD, el imperialismo, los banqueros y a sus generales! Como gritaban los trabajadores de Sidor de 2014: “¡No creemos en socialistas con Hummer, ni en comunistas con Rolex. Creemos en la revolución de los trabajadores!”.
Si nos niegan el alimento hay que buscarlo allí donde está: hay que tomar todas las grandes cadenas de supermercados y toda la cadena de comercialización de alimentos de forma inmediata, bajo control de sus trabajadores y sin indemnización, al igual que toda toda fábrica que cierre, suspenda o despida; tomar todos los pozos de petróleo y las refinarías con las que han lucrado los bolivarianos y la MUD como socios menores del imperialismo. Las tierras fértiles de la oligarquía tienen que ser arrebatadas por los trabajadores y los campesinos pobres para producir los alimentos que se necesitan. No hay otra manera de conseguir el pan que hacer “la revolución de los trabajadores”.
Sólo el gobierno de las masas laboriosas puede resolver sus penurias: un gobierno obrero y popular erigido sobre las ruinas del régimen bolivariano, un verdadero gobierno de los explotados basado en los consejos de armados de obreros, campesinos y soldados. Sólo este poder puede establecer el verdadero orden del pueblo pobre contra el caos impuesto por la burguesía y el imperialismo.
Hay que poner en pie los organismos de lucha que representen a la verdadera Venezuela, la de sus trabajadores y explotados. Contra los CLAP hay que formar verdaderos y democráticos comités de abastecimiento obreros y populares, y junto a ellos, los comités de fábrica, de huelga y de autodefensa obrera, de los campesinos pobres, de soldados, para imponer estas tareas, que son las más elementales para garantizar el alimento para los explotados.
¡Basta! ¡Los trabajadores y el pueblo quieren comer!
¡Fuera Maduro! ¡Abajo la Asamblea Nacional de los oligarcas de la MUD y su referéndum tramposo! ¡Fuera el FMI y el imperialismo!
Los trabajadores deben tomar la solución de la crisis en sus manos… ¡No al pago de la deuda externa! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todos los bancos, de la cadena de comercialización de alimentos y todos los monopolios imperialistas! ¡Nacionalización del comercio exterior! ¡Por un plan obrero de emergencia contra la crisis para garantizar la comida, la salud y la educación del pueblo!
¡Abajo la burocracia sindical colaboracionista de la CTV, la CSBT, UNETE y el FADESS! ¡Los trabajadores deben seguir el ejemplo de los fabriles de La Paz e imponer la ruptura del sometimiento de sus organizaciones al régimen bolivariano!
¡Hay que poner en pie ya mismo los comités de abastecimiento, de fábrica y de desocupados! ¡Comités de autodefensa obrera junto a los soldados rasos contra la represión del régimen! ¡A los cuarteles a buscar al soldado para que desconozca el mando de los oficiales verdugos del pueblo! ¡Disolución de la casta de oficiales asesina del Caracazo!
¡Libertad a los obreros de CIVETCHI! ¡Libertad y desprocesamiento de todos los trabajadores, campesinos y estudiantes procesados y encarcelados por luchar! ¡Abajo la ley Anti-Huelga chavista! ¡Fuera el sicariato y las guardias paramilitares reaccionarias, tanto las de Maduro como las de la MUD que están para atacar a los obreros en lucha!
¡PONGAMOS EN PIE YA MISMO EL PODER DE LOS EXPLOTADOS CONTRA EL DE NUESTROS EXPLOTADORES! ¡Por un Congreso Nacional obrero y popular, con delegados de base de todas las fábricas, establecimientos y barrios, para preparar sin demoras la huelga general revolucionaria!
¡SÓLO HABRÁ PAN EN UNA VENEZUELA OBRERA Y SOCIALISTA SIN GENERALES, PATRONES NI BANQUEROS IMPERIALISTAS!
Liga Comunista de los Trabajadores (LCT) |