“Audiencia Pública” sobre la tarifa del gas:
Una Gran Estafa contra los trabajadores y el pueblo
EL FIT se prestó a esta farsa y presentó un programa nacionalista burgués
Del viernes 16 al domingo 18 de septiembre, ocurrió una nueva gran estafa contra los trabajadores y pueblo de la nación. Hablamos de la “Audiencia Pública” sobre los precios de la tarifa del gas, una verdadera puesta en escena del régimen infame argentino, en donde se intentó legitimar el “tarifazo” que ya estaba acordado en los despachos de los ministerios junto a los CEOs de las trasnacionales que tienen en sus manos las empresas de servicios de gas y las petroleras imperialistas. De antemano a dicha audiencia, el ministro Aranguren había oficializado el aumento de las tarifas de gas a más de 400% en dos años, un 200% a partir del mes de octubre y aumentos graduales semestrales. Es decir, un nuevo saqueo a los bolsillos de los trabajadores y el pueblo en beneficio de las trasnacionales que durante las últimas décadas se han robado toda la plata (incluida la de los millonarios subsidios) sin invertir un peso en la infraestructura. Una vez más, recae sobre la espalda de la clase obrera subsidiar y mantener las ganancias de los capitalistas.
Los protagonistas de esta puesta en escena fueron los políticos patronales de todas las facciones de la burguesía, que más allá de tal discusión que tengan sobre sus negocios, todos tienen acuerdo que quien pague los platos rotos de los capitalistas sean los explotados. Los diputados del FIT y sus dirigentes, lamentablemente, se han prestado como extras en esta farsa.
En primer lugar, el FIT subordinó durante el último tiempo, la lucha contra el tarifazo a los designios de la “Audiencia Pública” cuando ésta se trataba de una farsa y la tarea de toda corriente obrera era enfrentar esta trampa llamando a la clase obrera a desconocerla sin darle ningún tipo de legitimidad y luchar contra la verdadera “Audiencia” que fue el “mini-Davos” donde se encontraban los verdaderos representantes de este gobierno gorila y los CEOs que imponen el tarifazo contra los trabajadores. Subordinaron la lucha contra el “tarifazo” a una movilización de presión a la audiencia y una tibia exigencia a la burocracia sindical a que llame al paro cuando ésta fue parte de la misma. El FIT subordinó la lucha contra el tarifazo a la “Audiencia Pública”, cuando la verdadera lucha contra el tarifazo está en las calles, con los métodos de la clase obrera y llevando adelante una lucha antiimperialista contra las trasnacionales que saquean los recursos naturales de la nación.
Encima, al hacer uso de la palabra en la “Audiencia Pública”, los dirigentes del FIT demostraron su política de sometimiento a las instituciones de la burguesía y reflejaron su renuncia a un programa antimperialista de expropiación sin pago a los monopolios imperialistas y a la lucha por la revolución socialista.
Más allá de tal o cual denuncias correctas sobre el saqueo de las empresas que controlan los servicios de gas y la política de los gobiernos en la cuestión de hidrocarburos, todas las intervenciones de los dirigentes del FIT, sin excepción alguna, giraron en torno a lamentarse del carácter antidemocrático de la “Audiencia” que no era vinculante y que no permitía la intervención de más representantes de organizaciones obreras y sociales, así como también, del poco tiempo destinado a la intervención de los que sí pudieron hacerlo. La “Audiencia Pública”, como todos los mecanismos de ésta democracia para ricos esconden un brutal bonapartismo del régimen infame argentino en donde todo se resuelve a espaldas de los explotados.
Los dirigentes del FIT insisten en exigirle a este régimen reaccionario regido por la constitución de 1853-1994 que sea democrático y lo único que hacen es lavarle la cara y crear falsas ilusiones en las masas en que es posible democratizar este régimen y sus instituciones. Una verdadera utopía reaccionaria. Su demanda de que la “Audiencia Pública” sea vinculante y más participativa para las organizaciones obreras es un reflejo más de que las corrientes integrantes del FIT han abandonado la lucha por el socialismo por la lucha por una "democracia ampliada" dentro de este sistema decadente. Es más, la palabra socialista ni siquiera fue nombrada en sus intervenciones.
Por otro lado, el programa de los dirigentes del FIT para frenar el “tarifazo” expuesto en todas sus intervenciones fueron por la “nacionalización integral de todas las empresas de servicios energéticos bajo control de los trabajadores y los usuarios” renegando de la lucha por la expropiación sin pago bajo control obrero y desligando la lucha por la expropiación de tal o cual rama de producción capitalista a la cuestión del poder. La “nacionalización integral” de la que habla el FIT sería sin la necesidad de una lucha revolucionaria que ataque la propiedad privada capitalista y dentro de los mecanismos del régimen burgués, un verdadero programa nacionalista burgués. Al negarse a plantear la expropiación sin ningún tipo de indemnización, el programa del FIT no supera siquiera a las falsas nacionalizaciones y “expropiaciones” de los bolivarianos que no sólo pagaron siderales indemnizaciones a las trasnacionales que “nacionalizaron” (como lo hizo Chavéz a Techint en el caso de SIDOR y los Kirchner a la Repsol en el caso de YPF, por nombrar solo dos ejemplos) sino que fueron para garantizar la propiedad del conjunto de los capitalistas.
Contra esta política, el programa de los trotskistas plasmado en el programa de transición de la IV Internecional plantea claramente:
“El programa socialista de la expropiación, vale decir, del derrocamiento político de la burguesía y de la liquidación de su dominación económica, no puede, en ningún caso, constituir un obstáculo en el presente período de transición, bajo diversos pretextos, a la reivindicación de la expropiación de ciertas ramas de la industria, vitales para la existencia nacional o de ciertos grupos parasitarios de la burguesía (…) La diferencia entre estas reivindicaciones y la consigna demasiado vaga de “nacionalización” consiste en que; 1) Nosotros rechazamos la indemnización; 2) Prevenimos a las masas contra los charlatanes del Frente popular que , mientras proponen la nacionalización en palabras, siguen siendo, en los hechos, los agentes del capital; 3) Llamamos a las masas a contar sólo con su fuerza revolucionaria; 4) Ligamos el problema de la expropiación a la cuestión del poder obrero y campesino” (negritas nuestras).
Lejos está el programa del FIT de “nacionalización integral…” del programa revolucionario de los trotskistas de la IV Internacional. El programa del FIT está al servicio de realizar bloques parlamentarios con los partidos patronales, por eso se cuida muy bien de no plantear nada que ataque la propiedad privada de los capitalistas. Hace rato ya que su programa no está al servicio de las necesidades de las masas y la lucha por la revolución socialista.
Para derrotar el tarifazo y el ataque del gobierno de Macri y las transnacionales, la clase obrera debe en primer lugar romper el sometimiento con las instituciones de la burguesía que le imponen sus direcciones reformistas y colaboracionistas. Se trata de organizar una lucha en todo el país contra las petroleras, el FMI, los fondos buitres, las transnacionales, los bancos y los políticos corruptos que entregan nuestra nación al saqueo imperialista. Una lucha por expulsar a la PAE, la Chevron, la Total y todas las petroleras que saquean el país y por la renacionalización sin pago y bajo control obrero de YPF. Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero a las trasnacionales que controlan los servicios del gas y conquistar una empresa estatal única con la cual no le falte ni electricidad ni gas a ninguna familia obrera.
Julian Juarez
y Federico Espinosa