Argentina -13 de julio de 2018
UN PRIMER BALANCE DE UNA GRAN LUCHA
Durante 4 meses los docentes y estatales de Chubut dimos una durísima lucha enfrentando el ataque del gobierno que quiere imponer los planes del FMI. No pudieron derrotarnos. A pesar y en contra del aislamiento que nos impuso la dirección de CTERA y la política de colaboración de clases de la dirección de ATECH y las regionales “opositoras”, arrancamos un 16 % de aumento al básico con cláusula gatillo y el no descuento de los días de paro.
¿Cuánto hubiésemos conquistado si uníamos nuestra lucha a los docentes de Neuquén y el país con un MAESTRAZO NACIONAL y a los trabajadores de Chubut con un Paro Provincial contra el gobierno de Arcioni y las petroleras?
Los docentes de Chubut volvemos al aula de pie y con la frente en alto…
Está demostrado que sobraron condiciones para coordinar con los docentes y trabajadores del resto del país y conquistar el conjunto de nuestras demandas. Hay que sacar las lecciones y reagrupar nuestras fuerzas.
Los docentes de Democracia Obrera estamos convencidos que estaban las condiciones para lograr el conjunto de nuestras demandas. Había condiciones para coordinar acciones con todos los sectores en lucha, conquistar una huelga general provincial y un plan de lucha de CTERA, poner en pie una coordinadora nacional de lucha, avanzar hacia un Maestrazo nacional y la huelga general nacional. Las condiciones existían y existen para ello. Las direcciones boicotearon nuestra lucha e impidieron ese camino… ¡No está dicha la última palabra!
El gobierno nos declaró la guerra y viene a por todo, atacando el conjunto de nuestras conquistas. Nos impuso el pago escalonado, reducción de presupuesto, amenaza de despidos, suspensión de las obras sociales y congelamiento salarial. Desde el 5 de marzo que comenzamos las medidas para enfrentar el ataque, fueron 4 meses de duro enfrentamiento contra el plan del gobierno. A pesar y en contra de la dirección, la base desplegó enormes fuerzas y acciones. Se mantuvo la toma del Ministerio de Educación y las supervisiones zonales por más de 40 días, soportando temperaturas bajo cero, en cada rincón de la provincia, cortamos rutas y coordinaron decenas de acciones más.
Las demandas motoras de la lucha fueron: no al pago escalonado, apertura de paritaria con aumento salarial de 30% de emergencia, normal funcionamiento de la obra social (SEROS), ningún despido a los trabajadores estatales contratados, todos a planta permanente, resolver de manera urgente los problemas edilicios de los edificios educativos. Producto de este enorme combate y resistencia, la base logró arrancarle al gobierno $1350 de aumento al básico (que es de $8426 por cargo), con cláusula gatillo trimestral según el IPC patagónico, al igual que el no descuento de los días caídos, cuando éste estaba dispuesto a sacarnos todo.
Si bien ningún docente festeja lo obtenido como un “triunfo”, sabemos que no pudieron derrotarnos e imponer las condiciones de precarización laboral como pretendía el gobierno y que estaban las condiciones para reagrupar nuestras fuerzas y dar una lucha a nivel nacional conquistando el conjunto de nuestras demandas. Es fundamental que saquemos las lecciones para los próximos combates.
La dirección provincial de ATECH con Goodman a la cabeza, al igual que las direcciones de las seccionales opositoras, como la Regional Sur (De la Lila dirigida por el PCR/CCC), y la dirección de SADOP argumentan levantar la huelga porque son “orgánicos” y “democráticos”, acatando lo que dicen los mandatos y que la base mayoritariamente aceptaba la propuesta de manera “lamentable” y que ellos como conducción “tristemente” deberían aceptar la oferta del gobierno.
Estas declaraciones no hacen más que aumentar el justo odio de la base docente hacia la dirección, que fue quien garantizó el aislamiento, la entrega de esta enorme lucha que se sostuvo en los hombros de centenares de docentes que dieron todo de sí para triunfar. ¡Nuevamente se demostró que la base no se rindió… la que entrega es la dirección!
Si en medio de un brutal aislamiento impuesto por las direcciones logramos arrancarle algo al gobierno ¿Qué no podríamos haber logrado si uníamos nuestra lucha a los docentes de Neuquén y del resto del país?
El paro nacional que llamó CTERA el 3 de julio (una semana después de la represión en Chubut y Corrientes) bajo el lema “el límite es la represión”, terminó de demostrar que sobraban las condiciones para coordinar y unir nuestra lucha en toda la provincia y con los trabajadores de todo el país. La solidaridad fue enorme, el acatamiento al paro fue del 90%. La absoluta mayoría de los docentes paramos para enfrentar la represión del estado y por la defensa de nuestros salarios y conquistas. Chubut comenzaba a verse como un punto de atalonamiento del conjunto de los docentes y trabajadores del país.
El alto acatamiento al paro demostró nuevamente que están las condiciones para enfrentar el ataque; el freno lo impuso la burocracia que impidió una coordinación efectiva.
Es fundamental sacar las lecciones de las condiciones de nuestra lucha para poder responder a la altura del ataque que estamos padeciendo junto a los trabajadores del resto del país, porque la lucha de los docentes de Chubut es parte de la lucha de resistencia de los docentes de Santa Cruz, Neuquén y de todo el país. Los de “arriba” hablan el lenguaje de la “guerra de clases”. Cuando dicen “reducir el déficit”, “achicar el estado”, significa más padecimientos para los trabajadores. No hay “grieta” entre los partidos patronales a la hora de atacar a los trabajadores, un claro ejemplo de esto es en la provincia de los Kirchner, donde la “opositora” Alicia K, suspendió el pago de salarios a los docentes y estatales que resistieron con más de 100 días de huelga en 2017, enfrentando la represión de la policía y gendarmería, a los carneros que mandaba el estado para cubrir los puestos de los huelguistas, se tomaron edificios públicos, e incluso se rodeó la casa de gobierno poniendo en jaque a la gobernadora Alicia.
Como siempre los trabajadores dieron todo de sí para ganar, pero la dirección, de CTERA, CTA y CGT, al igual que ADOSAC se dividieron tareas para garantizar e imponer un brutal aislamiento, llevando a esta heroica huelga a una lucha larga de desgaste que termino en derrota por traición de la dirección.
Santa Cruz fue un verdadero “laboratorio” de la patronal y el gobierno para poder aplicar el ataque en todo el país. En Chubut lo vivimos en carne propia
En abril de este año los docentes de Neuquén salieron a la huelga por tiempo indeterminado. Su lucha se desarrolló por 44 días. Lamentablemente por responsabilidad de la dirección nos dejaron peleando separados una provincia de otra. No sólo la burocracia entregadora de CTERA se negó a llamar al paro nacional y unir la huelga de Neuquén con la de Chubut y el resto del país, sino que la dirección de ATEN y ATECH también demostraron estar en contra de esa unidad. Las seccionales opositoras como la LILA (PCR/CCC) y la Multicolor (Dirigida por el FIT) le permitieron a la burocracia de Aleso-Baradel continúen dirigiendo mientras eran quienes garantizaron el aislamiento, llevando a una lucha larga y de desgaste. Era el momento de concretar el CONGRESO NACIONAL DOCENTE con delegados de escuela con mandato, para derrotar a Baradel-Aleso y unificar a los docentes de todo el país en un plan de lucha y el paro docente en un verdadero MAESTRAZO NACIONAL contra Macri y el FMI.
¡Basta de verso! La plata está y se
la llevan el FMI, las petroleras,
mineras y demás monopolios que saquean la nación!
Con nuestra huelga los docentes logramos demoler el argumento del gobierno de que el “ajuste era inevitable porque la provincia estaba en crisis y no había plata”. Marchamos a los yacimientos petroleros, como el de Cerro Dragón (a pocos kilómetros de Comodoro Rivadavia) en manos de PAE (Pan American Energy) para mostrarles al conjunto de los trabajadores que era una vil mentira que no había plata.
Enfrentamos dos veces la represión del Estado por medio de sus fuerzas represivas de la policía y gendarmería, que demostraron ser tropas gurkas al servicio de la patronal y los monopolios, que están para custodiar los yacimientos petroleros de PAE o los campos de los terratenientes como Benetton.
Fue la enorme solidaridad demostrada en los hechos de todos los sectores de la provincia y el país, lo que impidió que la represión y el ataque sea superior.
Otros sectores siguen en lucha. Los trabajadores de ATE continúan en medida de fuerza, los trabajadores petroleros amenazan con acciones ante posibles despidos. El gobierno intenta avanzar con la reforma laboral, jubilatoria y educativa, de la mano de una brutal inflación y aumento de la carestía de la vida.
Estas lecciones son más que necesarias para estas batallas. La de docentes de Chubut fue una batalla más, pero la guerra de clases continúa. Es una misma pelea contra el plan de hambre, miseria y saqueo del gobierno de Macri, el FMI, el G20 y las transnacionales imperialistas, que se roban la plata para salud y educación.
¡Ni un centavo más para subsidiar a la educación privada y a la iglesia! ¡No al pago de la deuda externa! ¡Impuesto progresivo a las grandes fortunas! ¡Expropiación de PAE, CHEVRON y todas las petroleras imperialistas que saquean la región!