Haití -13 de julio de 2018
COMENZÓ LA INSURRECCIÓN
DE LOS ESCLAVOS
¡Fuera Moïse y el FMI!
Fuera las tropas invasoras de la ONU
y sus tropas gurkas latinoamericanas, como las que enviaron los bolivarianos de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador...
El Haití capitalista: un mar de esclavos y un protectorado imperialista tutelado por la ONU
¡Paso a la revolución
obrera y socialista!
Que el fuego de Haití y Nicaragua incendie todo el Caribe y Centroamérica
Ante la tentativa del gobierno Moïse de aumentar los combustibles, como parte del plan del FMI para cobrarse la deuda, se sublevaron los explotados haitianos.
Millones toman las calles de Puerto Príncipe, la capital, de Cabo Haitiano y de la absoluta mayoría del país. El plan de aumento de los combustibles fue el detonante y los “pobres diablos” de Haití, convertidos en parias en su propia tierra, comenzaron a incendiar el país.
La clase obrera y las masas hambrientas ya están condenadas a comer barro. La provocación del FMI de aumentar los combustibles hubiera significado la muerte segura del ya expoliado pueblo.
Como ayer en el Magreb y Medio Oriente, ¡por pan y libertad, comienza la lucha revolucionaria de los esclavos haitianos!
Se sublevaron los “pobres diablos”, arremetieron contra la ciudadela del poder y ya dejaron 6 mártires en las calles. Puerto Príncipe está en llamas. Las tropas de ocupación de la ONU de la MINUSTAH (hoy MINUJUSTH) tienen que retroceder ante el combate de los explotados. ¡Paso a la revolución en Haití, República Dominicana, Nicaragua y todo el Caribe!
Ante semejante sublevación de los esclavos, el presidente Moïse tuvo que retroceder en la medida de aumento, pero los explotados no abandonan las calles. No es sólo el combustible. Los obreros haitianos dijeron “basta”. Hay que derrotar al gobierno, expulsar al FMI y acabar con la ocupación de los asesinos de la ONU.
La verdadera cara de la ofensiva de Trump sobre América Latina es lo que quieren imponer en Haití: hambre, saqueo, masacres y militarización, para garantizar la esclavitud. La clase obrera haitiana hace más de una década que sufre la ocupación militar por parte de la ONU, que masacra y viola a los explotados hambrientos con total impunidad, mientras las burocracias sindicales de EEUU y todo el continente miran para otro lado ante semejante oprobio contra la Haití negra esclavizada.
La clase obrera haitiana entra en maniobras de revolución contra los piratas yanquis a solo algunas millas de La Habana, cuando los hermanos Castro entregaron la isla al imperialismo con la restauración capitalista, anunciando que “el socialismo ya no va más ni siquiera en Cuba”, cuando la única solución al hambre y la opresión de Haití y de todo el Caribe es con nuevas Cuba revolucionarias como en el ‘59.
Mientras tanto, Maduro, anticipándose a un nuevo Caracazo, mata de hambre y a los tiros al pueblo venezolano, Morales en Bolivia aplica los planes del FMI igual o mejor que Macri o Temer, al igual que Ortega en Nicaragua que masacra la sublevación de las masas… Este es el verdadero rostro de la estafa de la “revolución bolivariana” que le propinó las mayores puñaladas por la espalda a los explotados de Haití: fueron los gobiernos “bolivarianos” de Kirchner de Argentina, Morales de Bolivia y Lula de Brasil los que enviaron tropas de las Fuerzas Armadas a invadir Haití, integrando la MINUSTAH de la ONU.
La clase obrera latinoamericana y norteamericana son los únicos aliados del combate revolucionario de las masas haitianas. Las organizaciones obreras y populares de lucha de todo el continente deben levantarse junto a sus hermanos de Haití.
En el Caribe se juega en gran medida el futuro de la clase obrera latinoamericana. Hoy en Puerto Príncipe se libra una batalla central de la clase obrera latinoamericana contra Trump, el FMI, los planes de flexibilización laboral, por la tierra, el pan y la libertad.
Para combatir junto a la clase obrera revolucionaria de Haití: ¡La clase obrera de toda América debe sublevarse contra las transnacionales imperialistas y sus gobiernos lacayos, comenzando por los trabajadores de Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, etc. para imponer con los métodos de lucha de la clase obrera el retiro inmediato de todas las tropas gurkas latinoamericanas que hoy invaden Haití bajo el mando yanqui y de la ONU!
Los sindicatos y organizaciones obreras que se reclaman combativas en todo el continente no pueden demorarse un segundo más en acudir en apoyo a las masas de Haití. Batay Ouvriye de Haití tiene en sus manos llamar de forma urgente a todas las organizaciones que conformanjunto a ellos la Red Sindical Internacional como la central sindical CSP-Conlutas de Brasil y a todos los sindicatos combativos del continente, a ganar las calles y luchar junto a los explotados haitianos.
¡Los trabajadores norteamericanos deben sublevarse al interior de la bestia imperialista contra el gobierno de Trump y el 1% de parásitos de Wall Street que saquea y oprime al Haití martirizado! ¡Las vidas de los explotados negros de Haití y todo el Caribe también importan! ¡Paren de matarnos!
Para que la clase obrera haitiana y de todo el Caribe no siga muriendo de hambre, consiga combustible y se libere del FMI: ¡Expropiación de todas las transnacionales de la alimentación y del agronegocio, sin pago y bajo control obrero! ¡Racionalización sin pago y bajo control obrero de la Petrobras en Brasil, PDVSA en Venezuela, YPFB en Bolivia, YPF en Argentina! ¡Hay que volver a cercar Wall Street y avanzar en expropiar al 1% de parásitos!
El Haití martirizado, un verdadero protectorado yanqui tutelado por la ONU, ha sido convertido en un reservorio de mano de obra esclava al servicio de las transnacionales, tal como es Zimbabwe. Hoy las masas oprimidas de Haití también le marcan el camino a los trabajadores y explotados de toda África del Sur de cómo enfrentar al FMI y al imperialismo que saquea las naciones oprimidas y esclavizan, súper-explotan y condenan a terribles padecimientos a las masas.
Por ello, desde el África negra, los trabajadores deben ponerse de pie junto a sus hermanos de clase Haití. Desde todas las organizaciones obreras combativas del sur de África, como el sindicato metalúrgico NUMSA de Sudáfrica y la central sindical SAFTU, que vienen de protagonizar una enorme huelga general meses atrás contra el gobierno de Ramaphosa, llamemos a acciones en solidaridad y ganemos las calles para pelear junto a los trabajadores y explotados haitianos.
¡Abajo el gobierno de Moïse! ¡Fuera el FMI! ¡Fuera la ONU! ¡Por la derrota militar de las tropas de ocupación de la Minustah! ¡Disolución de la policía asesina!
¡Armamento generalizado de los trabajadores y el pueblo organizado en milicia obrera y campesina!
¡Hay que poner en pie el poder de los de abajo, de la clase obrera y las masas explotadas! ¡Hay que expulsar al imperialismo y derrotar al gobierno pro yanqui, poniendo en pie los consejos de obreros y campesinos pobres, coordinados, centralizados y armados! ¡Por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, basado en los organismos de autoorganización de las masas armadas!
Desde el combate revolucionario de Puerto Príncipe a las calles sublevadas en Nicaragua…
¡Una sola lucha en todo Centroamérica y el Caribe contra el imperialismo y sus gobiernos cipayos!
¡Que se subleven las masas de República Dominicana! ¡Un mismo combate en toda la isla La Española!
¡Que se vuelvan a poner en pie los obreros y campesinos de Cuba
contra la nueva burguesía castrista y el imperialismo!
¡Por la Federación de Repúblicas Socialistas de Centroamérica y del Caribe!
Comité Redactor
13 de julio de 2018
“Si el presidente se queda un día más…
cortaremos las rutas y quemaremos todo,
porque nosotros no tenemos nada que perder”
EL GRITO REVOLUCIONARIO DE LOS EXPLOTADOS DEL HAITI MARTIRIZADO
Un ejemplo de lucha para toda la clase obrera negra y mundial
de cómo enfrentar al FMI y a sus gobiernos lacayos
Ante tanta barbarie impuesta por el imperialismo y sus gobiernos lacayos, miles de nuestros hermanos negros salieron a las calles en Haití para impedir que se los siga tratando peor que a los esclavos de los siglos XVIII y XIX. ¡Hartos de soportar el hambre, viviendo en carpas en la calle sin tener acceso a una casa digna! ¡Hartos de sufrir tantas penurias y denigraciones, viendo como sus niñas van a trabajar a las casas de los ricos por un plato de comida y algo de educación, para terminar siendo esclavizadas y ultrajadas sexualmente!Están liberando el odio engendrado por siglos de martirio y opresión. Nosotros, los obreros socialistas internacionalistas de Zimbabwe con el corazón inflamado por esta enorme lucha, sentimos la sublevación de los hermanos haitianos como parte de nuestro combate por la liberación de la clase obrera negra y los explotados de las colonias y semicolonias expoliadas por los amos imperialistas y sus socios menores de las burguesías nativas.
¡La clase obrera africana, de Estados Unidos y Europa, junto a las masas latinoamericanas, debe ponerse de pie, ganando las calles en apoyo a la lucha revolucionaria de los trabajadores y el pueblo de Haití!
La ira de miles de haitianos explotó cuando el gobierno del presidente Jovenel Moisey del Primer Ministro Jack Guy Lafontant anunció el viernes 6 de julio el aumento del precio de los combustibles en un 40 y 50%. Es que esta medida, acordada entre el gobierno y el FMI en febrero de este año, significa un terrible golpe a la ya mísera condición de vida de las grandes masas, a la vez que aumentan todos los productos derivados del petróleo, más el transporte y la productos básicos de subsistencia humana. ¡¿Cómo no sublevarse?! Si el pueblo de Haití hace fuego para cocinarse y/o alumbrarse con carbón y kerosén. Es que si bien la luz y el gas también escalaron precios siderales, estos son solos servicios utilizados por la burguesía.
La prensa internacional dice que esta bronca, desatada hoy con suma justicia por los explotados, se venía gestando desde hace meses “debido a la brutalidad de la escalada económica neoliberal”. Sumado al “despilfarro de los fondos públicos”, que no tiene fin. Mientras “no hay restricción a la asignación de los subsidios a los senadores y diputados” que usan “imprudentemente los recursos públicos para diversos gastos fastuosos y estilo de vida extravagante de las autoridades“, en una nación ocupada y dirigida por las tropas de la ONU y su MINUSTAH bajo el mando de los carniceros yanquis.
El nuevo levantamientose inició en Puerto Príncipe (Capital) y se extendió a Cabo Haitiano la segunda ciudad más importante del país. Con piedras, neumáticos ardiendo, vehículos incendiados y escombros, se armaron barricadas. Saqueos, rotura de vidrieras, choques y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Ya son 6 los nuevos mártires del proletariado mundial, caídos en combate.
La burguesía entró en pánico. Sus prensas así lo demostraban cuando anunciaban que en sus filas reinaba la “incertidumbre y preocupación”.“Muchas embajadas pidieron a sus empleados que no abandonen sus lugares de trabajo dada la intensidad de las demostraciones en las calles” de las masas revolucionarias.
Ante la sublevación del pueblo, el gobierno el sábado 7 de julio, dio marcha atrás con el aumento del combustible. Sin embargo esto no logró que los explotados abandonen las calles. Y las organizaciones sindicales y sociales llamaron a una huelga general por 48 horas para el 9 y 10 de Julio.
Desde las barricadas salían mensajes diciendo que “el presidente Jovenel tiene que renunciar" “estamos dispuestos a pelear, porque se trata de una guerra”. “Si el presidente se queda un día más (…) Cortaremos las rutas y quemaremos todo, porque nosotros no tenemos nada que perder”.
También advertían a los policías de no intentar represión alguna, pues “no podrán resistir y en caso de no poder agarrar a cualquier policía que trate de abrir fuego sobre los manifestantes, sus familiares serán atacados en sus propios domicilios”.Así se lucha. Así se enfrenta a los verdugos del pueblo. Es hora de no detener la acción revolucionaria de los trabajadores y el pueblo.
De seguir avanzando y destruyendo la ciudadela del poder de la burguesía. Es hora de que las masas conquisten sus propios organismos y armamento para derrotar a las tropas de la ocupación. Es hora de poner en pie el poder de los explotados. Desde Zimbabwe vibramos con esta lucha.
Desde el corazón de los explotados del África negra, decimos al mundo que el camino para conseguir nuestras demandas lo marcan nuestros hermanos en Haití. ¡Viva la insurrección espontanea de los explotados haitianos! ¡Vuestra lucha es nuestra lucha!
Es que como en Haití nos tratan las distintas potencias imperialistas a los explotados negros. Aquí, en África diariamente miles de explotados intentan llegar a Europa pretendiendo alcanzar una vida digna.
Pero ellos, que saquearon nuestro continente y por años han robado a nuestros ancestros para venderlos como esclavos, nos cierran las puertas de sus “civilizadas” naciones y nos dejan morir ahogados en el Mediterráneo. Mientras en Estados Unidos encierran en jaulas a los hijos de los inmigrantes mexicanos y de otros países de Centroamérica que buscan encontrar una vida menos miserable, al mismo tiempo que todos los días la policía asesina mata a los explotados afroamericanos.
Los “anticapitalistas europeos y norteamericanos” aún no han llamado a los trabajadores que influencian a movilizarse en apoyo de las masas haitianas. Las centrales sindicales aún miran para otro lado. Pero la lucha que comenzó es un volcán en erupción y demuestra contra eso que todos los enfermeros del capitalismo ocultan, que para poder comer hay que insurreccionarse y luchar por todo. El castrismo que proclamó que el “socialismo no iba más, ni en Cuba” y terminó entregando la Isla al imperialismo yanqui, hoy tiene a la sublevación de los explotados haitianos golpeando en sus gusanas narices, que demuestra que lo que no va más es el capitalismo que ya no puede darle de comer a sus esclavos. Es decir que para que las masas vivan el capitalismo y el imperialismo deben morir, aplastados por la revolución proletaria y el combate para que los trabajadores y las grandes masas pobres del campo y la ciudad se hagan del poder destruyendo hasta el último cimiento del estado de los capitalistas.
¡El Haití insurreccionado debe triunfar! ¡La clase obrera internacional debe acudir en su apoyo!
Corresponsal de la WIL de Zimbabwe |