Haití -13 de julio de 2018
“Si el presidente se queda un día más…
cortaremos las rutas y quemaremos todo,
porque nosotros no tenemos nada que perder”
EL GRITO REVOLUCIONARIO DE LOS EXPLOTADOS DEL HAITI MARTIRIZADO
Un ejemplo de lucha para toda la clase obrera negra y mundial
de cómo enfrentar al FMI y a sus gobiernos lacayos
Ante tanta barbarie impuesta por el imperialismo y sus gobiernos lacayos, miles de nuestros hermanos negros salieron a las calles en Haití para impedir que se los siga tratando peor que a los esclavos de los siglos XVIII y XIX. ¡Hartos de soportar el hambre, viviendo en carpas en la calle sin tener acceso a una casa digna! ¡Hartos de sufrir tantas penurias y denigraciones, viendo como sus niñas van a trabajar a las casas de los ricos por un plato de comida y algo de educación, para terminar siendo esclavizadas y ultrajadas sexualmente!Están liberando el odio engendrado por siglos de martirio y opresión. Nosotros, los obreros socialistas internacionalistas de Zimbabwe con el corazón inflamado por esta enorme lucha, sentimos la sublevación de los hermanos haitianos como parte de nuestro combate por la liberación de la clase obrera negra y los explotados de las colonias y semicolonias expoliadas por los amos imperialistas y sus socios menores de las burguesías nativas.
¡La clase obrera africana, de Estados Unidos y Europa, junto a las masas latinoamericanas, debe ponerse de pie, ganando las calles en apoyo a la lucha revolucionaria de los trabajadores y el pueblo de Haití!
La ira de miles de haitianos explotó cuando el gobierno del presidente Jovenel Moisey del Primer Ministro Jack Guy Lafontant anunció el viernes 6 de julio el aumento del precio de los combustibles en un 40 y 50%. Es que esta medida, acordada entre el gobierno y el FMI en febrero de este año, significa un terrible golpe a la ya mísera condición de vida de las grandes masas, a la vez que aumentan todos los productos derivados del petróleo, más el transporte y la productos básicos de subsistencia humana. ¡¿Cómo no sublevarse?! Si el pueblo de Haití hace fuego para cocinarse y/o alumbrarse con carbón y kerosén. Es que si bien la luz y el gas también escalaron precios siderales, estos son solos servicios utilizados por la burguesía.
La prensa internacional dice que esta bronca, desatada hoy con suma justicia por los explotados, se venía gestando desde hace meses “debido a la brutalidad de la escalada económica neoliberal”. Sumado al “despilfarro de los fondos públicos”, que no tiene fin. Mientras “no hay restricción a la asignación de los subsidios a los senadores y diputados” que usan “imprudentemente los recursos públicos para diversos gastos fastuosos y estilo de vida extravagante de las autoridades“, en una nación ocupada y dirigida por las tropas de la ONU y su MINUSTAH bajo el mando de los carniceros yanquis.
El nuevo levantamientose inició en Puerto Príncipe (Capital) y se extendió a Cabo Haitiano la segunda ciudad más importante del país. Con piedras, neumáticos ardiendo, vehículos incendiados y escombros, se armaron barricadas. Saqueos, rotura de vidrieras, choques y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Ya son 6 los nuevos mártires del proletariado mundial, caídos en combate.
La burguesía entró en pánico. Sus prensas así lo demostraban cuando anunciaban que en sus filas reinaba la “incertidumbre y preocupación”.“Muchas embajadas pidieron a sus empleados que no abandonen sus lugares de trabajo dada la intensidad de las demostraciones en las calles” de las masas revolucionarias.
Ante la sublevación del pueblo, el gobierno el sábado 7 de julio, dio marcha atrás con el aumento del combustible. Sin embargo esto no logró que los explotados abandonen las calles. Y las organizaciones sindicales y sociales llamaron a una huelga general por 48 horas para el 9 y 10 de Julio.
Desde las barricadas salían mensajes diciendo que “el presidente Jovenel tiene que renunciar" “estamos dispuestos a pelear, porque se trata de una guerra”. “Si el presidente se queda un día más (…) Cortaremos las rutas y quemaremos todo, porque nosotros no tenemos nada que perder”.
También advertían a los policías de no intentar represión alguna, pues “no podrán resistir y en caso de no poder agarrar a cualquier policía que trate de abrir fuego sobre los manifestantes, sus familiares serán atacados en sus propios domicilios”.Así se lucha. Así se enfrenta a los verdugos del pueblo. Es hora de no detener la acción revolucionaria de los trabajadores y el pueblo.
De seguir avanzando y destruyendo la ciudadela del poder de la burguesía. Es hora de que las masas conquisten sus propios organismos y armamento para derrotar a las tropas de la ocupación. Es hora de poner en pie el poder de los explotados. Desde Zimbabwe vibramos con esta lucha.
Desde el corazón de los explotados del África negra, decimos al mundo que el camino para conseguir nuestras demandas lo marcan nuestros hermanos en Haití. ¡Viva la insurrección espontanea de los explotados haitianos! ¡Vuestra lucha es nuestra lucha!
Es que como en Haití nos tratan las distintas potencias imperialistas a los explotados negros. Aquí, en África diariamente miles de explotados intentan llegar a Europa pretendiendo alcanzar una vida digna.
Pero ellos, que saquearon nuestro continente y por años han robado a nuestros ancestros para venderlos como esclavos, nos cierran las puertas de sus “civilizadas” naciones y nos dejan morir ahogados en el Mediterráneo. Mientras en Estados Unidos encierran en jaulas a los hijos de los inmigrantes mexicanos y de otros países de Centroamérica que buscan encontrar una vida menos miserable, al mismo tiempo que todos los días la policía asesina mata a los explotados afroamericanos.
Los “anticapitalistas europeos y norteamericanos” aún no han llamado a los trabajadores que influencian a movilizarse en apoyo de las masas haitianas. Las centrales sindicales aún miran para otro lado. Pero la lucha que comenzó es un volcán en erupción y demuestra contra eso que todos los enfermeros del capitalismo ocultan, que para poder comer hay que insurreccionarse y luchar por todo. El castrismo que proclamó que el “socialismo no iba más, ni en Cuba” y terminó entregando la Isla al imperialismo yanqui, hoy tiene a la sublevación de los explotados haitianos golpeando en sus gusanas narices, que demuestra que lo que no va más es el capitalismo que ya no puede darle de comer a sus esclavos. Es decir que para que las masas vivan el capitalismo y el imperialismo deben morir, aplastados por la revolución proletaria y el combate para que los trabajadores y las grandes masas pobres del campo y la ciudad se hagan del poder destruyendo hasta el último cimiento del estado de los capitalistas.
¡El Haití insurreccionado debe triunfar! ¡La clase obrera internacional debe acudir en su apoyo!
Corresponsal de la WIL de Zimbabwe