México - 11 de Julio de 2018
Tendiéndole una mano a Trump y los yanquis
López Obrador viene a embellecer al Estado asesino
y al régimen infame del “Priato” y sus secuaces del PAN y el PRD |
Los inmigrantes presos en la frontera de México y EEUU:
rehenes de la ofensiva del imperialismo yanqui sobre su patio trasero
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Los gringos tienen 20.000 niños hispanos y mexicanos como rehenes en campos de concentración…
Hay que tratar a las transnacionales y banqueros imperialistas como ellos tratan a los hijos de los obreros y campesinos de América Latina…
¡FMI-Yanquis Go Home! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las transnacionales y banqueros imperialistas!
Contra el muro que quiere levantar Trump…
¡Unamos a la clase obrera de EEUU, México y todo el continente para expulsar al imperialismo!
¡Una sola clase obrera de Alaska a Tierra del Fuego!
Después de varios intentos, finalmente Manuel López Obrador se convirtió en presidente de México. López Obrador (MORENA-Movimiento de Regeneración Nacional), aliado al partido de derecha Encuentro Social y al Partido del Trabajo, ganó con más del 50% de los votos (votó el 80% del padrón), triunfando en 31 de los 32 Estados. En segundo lugar quedó Anaya de la unión PAN-PRD, con el 22% de los votos, y tercero el candidato del PRI, Meade.
La burguesía mexicana logró meter al conjunto del pueblo mexicano en la farsa electoral. Hace años que la clase obrera y los campesinos vienen luchando contra las reformas estructurales del G20 y el gobierno asesino de Peña Nieto. La llegada a la presidencia de AMLO busca legitimar las instituciones del Estado que quedaron en crisis producto de los embates de las masas mexicanas, para salvaguardar así el conjunto de la propiedad y los negocios de la burguesía y las trasnacionales imperialistas en México.
Apenas anunciado el triunfo, AMLO llamó a trabajar conjuntamente al PRI, el PAN y el PRD, los verdugos del pueblo. Trump saludó su triunfo y Obrador le tendió la mano. La alta burguesía mexicana lo apoya. AMLO viene a reconciliar a los explotados con sus verdugos.
Hablando de “paz” y “reconciliación”, AMLO pretende “embellecer” al desprestigiado y odiado régimen del priato, para darle una envoltura democrática y contener próximas irrupciones de masas. Estamos ante una verdadera “oleada pacifista” para envenenar a los explotados mexicanos.
Los socialistas respetamos el sentimiento de millones que ven que López Obrador viene a cambiar el rumbo de México. Pero no lo compartimos. Es nuestra obligación decir la verdad, por más cruel que ésta sea. Es imposible conquistar una verdadera democracia para los explotados bajo la bota del imperialismo yanqui, los generales de las FF.AA. mexicanas cipayos y las bandas narcos de la DEA y la CIA.
En estas elecciones fueron asesinados más de 132 candidatos y dirigentes políticos. La masacre perpetrada por las bandas fascistas del narco, que siguen la ruta de los inmigrantes desde la frontera sur al norte, y las FF.AA. financiadas con el plan Mérida, lleva más de 32 mil desaparecidos, entre ellos, los 43 normalistas de Ayotzinapa, a quienes sus padres continúan buscando y exigiendo castigo a los culpables.
El norte mexicano es un verdadero campo de exterminio a manos del narco. Allí, Estados Unidos y sus transnacionales establecieron una gigantesca maquila. Trump quiere levantar el muro contra los inmigrantes latinoamericanos que cruzan a suelo yanqui para realizar los trabajos más pesados. En territorio norteamericano, Trump tiene encarcelados a más de 20 mil hijos de obreros latinos en bases militares, que usa como rehenes para recrear en la aristocracia clase obrera blanca un sentimiento antihispano y tener base social para redoblar el saqueo de México y toda Latinoamérica.
AMLO, saludado por la izquierda mundial, no viene a traerle más democracia al pueblo mexicano. No recuperará las tierras para los campesinos pobres expropiando a los grandes terratenientes ni va a expropiar a las trasnacionales imperialistas yanquis y alemanas.
El triunfo de López Obrador no volverá atrás las reformas estructurales, puesto que todas estas tareas exigen la ruptura y la derrota del imperialismo. Y AMLO, como todo burgués nativo sirviente del imperialismo, ya declaró que respetará la propiedad y trabajará junto a Trump.
Bajo el gobierno de López Obrador, la burguesía y el imperialismo yanqui continuarán el ataque y el saqueo a la nación, ahora con un presidente “democrático”. Esto no puede ser de otra manera. El comando de Trump viene por todo en su patio trasero y México no será la excepción.
Solo un gobierno obrero y campesino revolucionario, basado en los organismos de autodeterminación de las masas armadas y sobre la ruina del Estado, puede garantizarle a los de abajo la tierra, el pan y la independencia nacional íntegra y efectiva respecto del imperialismo yanqui.
¡En estas elecciones no estuvimos todos, faltaron 43 estudiantes y 32 mil desaparecidos!
¡Libertad a Leonel Manzano Sosa y todos los presos políticos de la CNTE!
¡Fuera yanquis de México y de toda América Latina! ¡Hay que expropiar a los expropiadores del pueblo!
Contra la narco-policía asesina, socia de la DEA y la CIA, ¡que vuelvan los Cuerpos armados de Topiles, creadas en la APPO del 2006!
¡Alianza obrera y campesina para derrotar las reformas estructurales! Sólo debemos confiar en nuestras propias fuerzas.
Los mejores aliados de los pueblos de América Latina no son los burgueses cipayos como AMLO sino los trabajadores de Estados Unidos ¡Ellos están en el corazón de la bestia imperialista y pueden golpear desde adentro! •