Turquía - 20 de septiembre de 2018
El plan de la cumbre de Sochi entre Erdogan y Putin bajo el mando de Trump, crea una “zona desmilitarizada” alrededor de Idlib:
Con la “pistola en la sien” de los bombardeos de Al Assad y Putin, Turquía ocupa Idlib para desarmar a la resistencia e imponerle la rendición a las masas
¡Fuera Al Assad, Turquía, Rusia, EEUU y todas las tropas invasoras de Siria!
¡Las armas no se entregan! ¡Cada hombre, un fusil!
¡Que se unan las brigadas para enfrentar al régimen!
El 17 de septiembre se reunieron Erdogan y Putin en la ciudad de Sochi para discutir su plan para Idlib. Esta reunión fue una continuación de las mesas de coordinación que vienen funcionando en las conferencias de Ginebra y Astana entre Turquía, Rusia, Irán, bajo el mando de EEUU, donde se conspira contra la revolución siria y tenían que terminar de definir cómo avanzar sobre Idlib y derrotarla.
Esta última reunión en Sochi se realiza cuando en Idlib las masas venían ganando las calles mostrando su predisposición a enfrentar al régimen; mientras Putin y Al Assad bombardean a la población civil con sus aviones y helicópteros.
Turquía ya había instalado alrededor de esa provincia 12 puestos de control, los cuales, afirmaba, estaban como “tropas de interposición” para “impedir una ofensiva de Al Assad” (aunque los bombardeos no cesaran). En los recientes días, Turquía reforzó esos puestos de control y envió un gran convoy de su ejército a Idlib, ocupando así esa provincia, bajo la bandera de “impedir una masacre a manos de Al Assad”.
Así llegó Erdogan, vestido de aliado de la revolución siria, a reunirse con el genocida Putin en la reunión de Sochi donde acordaron establecer una “zona desmilitarizada”, garantizada con tropas turcas y rusas que están en Siria. En dicha “zona desmilitarizada”, según se estableció en esta conferencia, estarán las fuerzas turcas y también las del ESL que están bajo su mando, mientras que las restantes, sobre todo HTS (ex Al Nusra) deben todas desarmarse, entregando en primer lugar su armamento pesado.
La clave del plan de Erdogan y Putin desde Sochi –bajo el comando de EEUU- es dividir las brigadas, que se desarme la resistencia y que solo hayan brigadas de la burguesía sunnita bajo el comando turco que, desde la “zona desmilitarizada”, actúen como policía interna de esa provincia… Una fuerza única bajo el mando turco como lo hay en Afrin y en las ciudades del denominado “escudo del Éufrates”.
De esta manera las masas quedarían desarmadas y los únicos que quedarían armados serían Al Assad, todas las tropas invasoras, y las fuerzas del ESL que estén bajo la égida turca no para enfrentar al régimen sino para garantizar la imposición de este acuerdo… Estamos ante un plan que busca la rendición y la entrega de Idlib, como ayer sucediera en Alepo, Daraa, Ghouta, Homs… donde los generales del ESL allí, bajo el mando de Turquía, entregaron esas ciudades rebeldes al perro Bashar y le dieron todas las armas a su ejército, e inclusive terminaron estos mismos generales entrando nuevamente a dicho ejército o convirtiéndose en la policía de Al Assad hoy en dichas ciudades.
Luego de la caída de estas ciudades rebeldes, las masas ven que Idlib es su último bastión, sobre el cual se cierne la bota fascista de Al Assad; y que los tanques turcos vienen a ayudarlas para que esto no suceda. De allí que Erdogan, con sus generales del ESL, presentan este acuerdo como un alto al fuego que garantizará que Al Assad no ataque. Intentan crear ilusiones en las masas de que aceptando su plan “vendrá la paz”, “el fin de 7 años y medio de brutales masacres”, que “no habrá más destrucción de hogares”, y utilizar esto como base y presión a HTS y a toda brigada que se niegue a aceptar este plan para que entreguen sus armas.
Con este engaño, amenazando de que si no se acepta este plan viene la masacre de Putin y Al Assad, buscan terminar de garantizar que en Idlib solo quede una fuerza armada única bajo el mando turco, la cual, vía el pacto de Erdogan con Putin y Trump en las conferencias de Astana y Ginebra, terminará marchando a unificarse con las fuerzas armadas de Al Assad… es decir, volver a reconstituir el estado burgués. Es que las armas ya no estarán para enfrentar al régimen, sino para cuidar que se imponga este acuerdo de Sochi.
La verdad es que con la masacre de Putin y Al Assad actuando como una “pistola en la sien” sobre las masas, Turquía ocupa Idlib para imponer el desarme y la rendición, controlando esa provincia con sus fuerzas del ESL-inclusive a fuerza de armas- contra los que no acepten este plan, que serán acusados de “terroristas”.
Estamos ante un plan para que caiga el último bastión de la resistencia e imponer una Siria partida… con Turquía controlando Idlib y los oleoductos del norte sirio, con EEUU ocupando los pozos de petróleo en Raqa y Deir ez Zor y con Al Assad reforzado con las bayonetas rusas manteniendo un control fascista en el resto de Siria… Es decir, una Siria llena de tropas invasoras en la cual nada de lo que sucede allí se define en Damasco, sino en conferencias internacionales como Ginebra y Astana, que están bajo el mando yanqui… un verdadero protectorado.
Es que al avanzar la contrarrevolución es el imperialismo el que se impone como el gran vencedor. Son los yanquis los que repartirán los negocios de la Siria ensangrentada.
Este es su plan, pero aún está por verse si logran. En Idlib las masas han ganado las calles y su sentir es que se unan las brigadas para enfrentar al régimen, cuando Turquía, que entra posando como aliado en esta lucha, en realidad viene a dividir las brigadas, desarmarlas, imponer que no se combata contra Al Assad, buscando que lo único que haya es una policía interna que esté para que se implementen los acuerdos de Sochi, Ginebra y Astana, persiguiendo a quien no se someta y siga buscando enfrentar al régimen.
Todavía no han logrado imponerle este plan a las masas y no les será fácil. A ello vienen, pero las revolución siria aún vive y resiste en sus últimas trincheras… en Idlib, pero también en las masas sublevadas del sur de Irak en Basora, en Irán contra los ayatollahs, en Gaza peleando por recuperar su tierra contra el sionismo, en Jordania contra los planes de hambre y saqueo del FMI…
Por ello, hoy más que nunca, en Idlib ¡No hay que entregar las armas! Quien lo hace es un shabiha (secuaz de Al Assad), que quiere que la resistencia se desarme y el régimen quede armado hasta los dientes.
¡Que se unan las brigadas para enfrentar al régimen! ¡Que vuelvan los comités de coordinación! ¡Cada hombre un fusil!
Turquía, comandando a los generales de la burguesía sunnita, quiere imponer la rendición y la entrega de Idlib, tal como ha sucedido ayer en Aleppo, Daraa, Homs y todas las ciudades rebeldes. ¡No podemos permitirlo!
¡Fuera Rusia, Irán, EEUU, Turquía y todas las tropas invasoras! ¡Fuera Al Assad!
¡Abajo la conferencia de Ginebra, Astana, Sochi… los pactos contrarrevolucionarios desde donde conspiran contra la revolución siria!
En todo Magreb y Medio Oriente, ¡Una sola revolución, una misma lucha, un mismo enemigo: las petroleras imperialistas y sus regímenes de hambre, represión y muerte!