El día 28 de mayo por la mañana, las trabajadoras y trabajadores despedidos de la UTA, hartos de no tener respuesta en sus reclamos por la reincorporación a sus puestos de trabajo, tomaron la sede del sindicato. Allí estaban las trabajadoras despedidas de TAMSE-trolebuses que fueron la vanguardia en la lucha del año 2017 y otros trabajadores que fueron despedidos posteriormente.
Los compañeros estaban acompañados desde afuera por grupos de despedidos y otros que continúan trabajando y llegaron a solidarizarse con sus compañeros, a pesar del terror que ha impuesto la burocracia, que hace echar al que protesta o se queja.
El gobierno y la patronal hicieron mil y una maniobras para hacer desistir a los trabajadores de su lucha. La respuesta de los trabajadores era "de aquí no nos vamos", "sin los puestos de trabajo, no nos vamos", "el sindicato es nuestro y lo estamos recuperando", e impulsaron llamados a todas las organizaciones obreras, de estudiantes, de derechos humanos, feministas a que los acompañaran, con la clara conciencia de que solos no podrían triunfar.
En ese mismo momento, a pocas cuadras del local de UTA, se realizaba un acto de la burocracia sindical de la CGT, en el que se rendía homenaje al 50º aniversario del Cordobazo, abiertamente de espaldas a la lucha de los trabajadores de UTA.
La CGT-Rodríguez Peña y las CTAS, solo enviaron saludos a los trabajadores en lucha. Solidaridad de palabra, ¡pero nada en los hechos!
Al mismo tiempo se estaba realizando una enorme movilización de las organizaciones feministas reclamando por la aprobación de la Ley del Aborto. Los legisladores del FIT Vilches, Peresini y Liliana Olivero, acompañadas por compañeras de Pan y Rosas, llegaron a la puerta del sindicato para saludar la lucha de los trabajadores.
Desde adentro, las compañeras despedidas agitaban que vinieran todos los grupos feministas a apoyar. Inclusive fueron al acto y desde el palco llamaron a todas a acercarse al local de UTA. Lamentablemente, por responsabilidad de la dirección que tiene a su frente el movimiento feminista, el urgente reclamo de las trabajadoras fue ignorado.
Horas después, en un absoluto aislamiento, contando solo con el apoyo de un grupo de trabajadores, las compañeras fueron desalojadas del sindicato a los piedrazos y tiros por una patota de la UTA, a la que la policía le libero la zona. La persecución de la burocracia continúo hasta la casa de una de las compañeras despedidas de trolebuses, Viviana Chiatti, que terminó en el hospital, luego de que fuera duramente golpeada por un par de matones.
¡Basta de atacar a los trabajadores! ¡Abajo la burocracia sindical!
Corresponsal
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