Argentina - 12 de noviembre de 2016
Mientras que el gobierno de Macri profundiza la ofensiva de las transnacionales imperialistas contra los trabajadores y el pueblo, sostenido por todos los partidos patronales y la burocracia sindical y piquetera…
EL FRENTE DE IZQUIERDA REALIZARÁ UN ACTO EN ATLANTA EL PROXIMO 19/11
El FIT ante una alternativa de hierro… Continuar su sometimiento al parlamentarismo o poner sus fuerzas al servicio de derrotar en las calles el ataque patronal
NO ES TIEMPO DE BUSCAR VOTOS, SINO DE REAGRUPAR LAS FILAS OBRERAS PARA ROMPER LA TREGUA DE LA BUROCRACIA Y ENFRENTAR AL GORILA DE MACRI CON UN PLAN DE LUCHA Y LA HUELGA GENERAL
¡CONGRESO OBRERO NACIONAL
DE TRABAJADORES OCUPADOS Y DESOCUPADOS CON DELEGADOS DE BASE!
El ataque del gobierno de Macri y su gabinete de Ceos contra la clase obrera al servicio del saqueo imperialista de las transnacionales, no cesa. Los tarifazos, la inflación, los salarios de hambre y la desocupación aumentan sin piedad los flagelos de millones de trabajadores y explotados de todos los rincones de la nación. Se agrava la represión y persecución a los que luchan con los 11 compañeros choferes de Salta encarcelados por luchar. El presente y el futuro inmediato para los trabajadores no es otro que el de la ruina y una vida llena de privaciones, con la profundización de las penurias que provoca una economía recesiva y la caída de la producción en importantes ramas industriales (como la automotriz, la siderometalúrgica, la construcción, etc.), que se pueden ver con el aumento en el desempleo y la pobreza.
La impronta de la política nacional la viene marcando la clase dominante, la burguesía, que no duda y se muestra implacable a la hora de tirar sobre los explotados cada punto negativo de sus finanzas, para que sean los pobres diablos del campo y la ciudad quienes paguen la fiesta de la burguesía esclavista.
Hablan de “2do semestre”, hablan de que “ingresarán billetes desde el exterior”, pero todo será para satisfacer la sed de ganancias de los capitalistas y de la banca imperialista. Porque todo el dinero que pueda ingresar –se habla de unos 40.000 millones de dólares- por “blanqueo” de capitales o crédito (por nueva emisión de deuda desde los estados provinciales o el estado nacional) será destinado para el pago de la fraudulenta deuda externa –cuyos vencimientos para el próximo 2017 son de aproximadamente unos 65.000 millones de dólares- o para obras públicas con las que se enriquecerán las pandillas burguesas locales de las grandes empresas constructoras (cuestión que los Macri, como ayer los Kirchner con Lázaro Báez, conocen más que bien).
¿Para las grandes masas de la nación qué queda? Tarifazos, robo a un salario deteriorado por la devaluación del peso del último año y por el incesante aumento de precios, miseria, represión y cárcel a los que osan alzar su voz contra tanta podredumbre.
La oposición burguesa al gobierno, con el PJ, el FpV, el FR, etc., es cómplice y parte del ataque contra los trabajadores y el pueblo. Pues han votado el 98% de las leyes presentadas por el PRO macrista en el parlamento, comenzando por la que le permitió a la burguesía cipaya argentina pagarle la fraudulenta deuda a todos los buitres imperialistas y atar con nuevas cadenas de sometimiento de la Nación Argentina al saqueo por parte de las grandes potencias. Macri continuó la obra comenzada por la “pagadora serial” Cristina Kirchner.
La burocracia sindical “unificada” de la CGT, con la mesa de “Dialogo para la Producción y el Trabajo” sostiene y es parte del ataque del gobierno y la patronal…
Mientras las dos CTA con sus “jornadas de protestas” subordinan a la clase obrera a la “oposición”… cerrando el camino a un plan de lucha unificado y la huelga general
La burocracia sindical de la CGT y también de las dos CTA, ya sea dividiendo, dejando aisladas y/o carnereando las luchas de los sectores de trabajadores que pusieron en cuestión el plan de las trasnacionales y entregando el salario obrero en las paritarias, son garantes de que el gobierno de Macri tenga las manos libres para imponer estas condiciones leoninas a los trabajadores y los explotados. El triunvirato de la CGT es parte de la mesa de “Diálogo para la Producción y el Trabajo” desde donde el gobierno, los grandes grupos empresarios y el gabinete de Ceos, conspiran contra los trabajadores y el pueblo.
Tanto es el cinismo de la burocracia sindical, que hoy quieren evitar que el proletariado irrumpa en su lucha por reapertura de paritarias mediante la negociación de un mísero bono de fin de año para una minoría de los obreros en blanco y que encima no es obligatorio de pagar para la patronal. Por eso en vez de llamar al paro por las demandas de los trabajadores, prepara una movilización al parlamento para exigir una ley de “emergencia social”. Sin palabras, he aquí la “unificación” de los burócratas sindicales, una unión motorizada por 36.000 millones de pesos anuales por obras sociales y por la traición al movimiento obrero.
Las CTA de Yasky y Michelli, con sus “jornadas de protesta” como la del último 4 de noviembre, a la vez que intentan descomprimir la bronca de los trabajadores, llevan las mismas a los pies de distintas variantes patronales y la utilizan para exigir su lugar en las mesas de diálogo con el gobierno.
Quien también cumple un rol central en la división de las filas obreras es la burocracia piquetera, que hace años ha abandonado la lucha por trabajo junto a los trabajadores ocupados y hoy lleva a los trabajadores desocupados a los pies de los ministerios de “desarrollo y acción social” por un mísero bono de mil pesos por grupo familiar de las Asignaciones. Su “coordinación” con los sindicatos, la realizan con los burócratas por arriba y la lucha por trabajo y salarios dignos para todo el movimiento obrero argentino ni aparece en su agenda, todo lo contrario. Digamos la verdad: la “coordinación” de la burocracia sindical con las organizaciones piqueteras, orquestada directamente desde el Vaticano por Bergoglio, es para que ningún sector de la clase obrera y los explotados se pueda escapar de la contención del estado. He aquí el rol de la maldita Iglesia Católica argentina garantizando la “Paz Social” que sólo trae aumento de la pobreza para millones de hambrientos.
Ante este oscuro panorama, y cuando más que nunca el movimiento obrero necesita reagrupar sus filas para presentar batalla en la guerra declarada por los capitalistas, las corrientes integrantes del FIT convocan para el próximo 19 de noviembre a un acto en el estadio de Atlanta. El interrogante que se abre para todo obrero combativo que busca un camino de lucha para derrotar a la burocracia sindical, defender sus conquistas y terminar con este sufrimiento, es si este acto significa un paso adelante o no en este camino. |
La convocatoria del Acto de Atlanta confirma que el FIT ha abandonado el internacionalismo militante y la lucha por la revolución socialista
En las distintas convocatorias de los integrantes del FIT hacia el acto de Atlanta, no existe ninguna propuesta para que la clase obrera argentina asuma sus obligaciones internacionales para con la clase obrera mundial, y ni siquiera se menciona alguna consigna para desarrollar en la vanguardia obrera argentina el internacionalismo proletario. En momentos en que, en Siria, de la mano de Al Assad, Putin y Obama, se desarrolla un genocidio que lleva más de 600 mil explotados masacrados para liquidar una revolución, el FIT llame a un acto donde no son tenidas en cuentas las heroicas masas sirias. ¿Será porque las masas sirias no votan?
El FIT “salé a la cancha” sin llamar a los trabajadores argentinos y del Cono Sur a enfrentar a los hermanos Castro que han entregado a Cuba, la mayor de las conquistas de las masas latinoamericanas, al capitalismo. Cómo puede ser que el FIT llame a un acto sin proclamar para el movimiento obrero argentino la demanda de 15 dólares la hora de trabajo por la cual viene luchando la clase obrera norteamericana; sin llamar a extender la lucha de los obreros fabriles de La Paz contra el gobierno de Evo Morales a todo el continente contra los bolivarianos que se retiran de la administración de los estados burgueses hambreando y masacrando al pueblo luego de haber expropiado la lucha revolucionaria de las masas de principios de siglo.
El FIT le impide a la clase obrera argentina enfrentar en una lucha unificada junto a la clase obrera del continente y mundial a las trasnacionales imperialistas y sus regímenes sirvientes. Le impide soldar lazos de lucha por ejemplo con los obreros brasileros que vienen de protagonizar un paro metalúrgico contra el gobierno de Temer y las trasnacionales, que son las mismas que explotan a los trabajadores metalúrgicos y metalmecánicos de Argentina. Allí están las fuerzas para derrotar el ataque y ajuste del gobierno de Macri y su gabinete de Ceos. Al contrario, vimos como corrientes integrantes del FIT han llamado a realizar acciones frente a la embajada brasilera en Argentina el último 1° de mayo en defensa de Dilma y el supuesto “golpe de estado” que se desarrollaba en su contra, subordinando la suerte de la clase obrera argentina no a los trabajadores brasileros que sufrían en sus espaldas el ataque brutal de Dilma, Temer y todos los políticos patronales, sino a la burguesía bolivariana del PT.
En el acto de Atlanta que realizará el FIT no estará presente el grito de los combativos docentes de la CNTE de México que llaman a dar una lucha unificada de todos los trabajadores del continente contra el imperialismo, ni se preparará un combate contra la nueva llegada del comandante en jefe de los carniceros imperialistas Obama al continente cuando desembarque en Perú el próximo 18 de noviembre, como se negaron a hacerlo cuando piso suelo cubano para juntarse con los hermanos Castro y nuestro país a principios de este año.
Estamos ante la versión criolla de la “Nueva Izquierda” que junto al internacionalismo militante ha abandonado la lucha por la revolución socialista a cambio de la “democracia pura” al mejor estilo de la vieja socialdemocracia. Las convocatorias al Acto del 19/11 no llaman a la clase obrera a la lucha por la revolución socialista como alternativa a ese sistema capitalista imperialista en putrefacción que sólo tiene para los explotados la profundización de su miseria y la barbarie. Al contrario, el único camino que le ofrece el FIT a los trabajadores es el callejón sin salida de subordinar su lucha al parlamento burgués limitándose a cambiar los métodos de la clase obrera por los frondosos proyectos de ley y por las urnas para llenar el parlamento de los explotadores con “diputados de izquierda”. |
Los trabajadores han demostrado “salir a la cancha” para enfrentar el ataque
El FIT: unidad parlamentaria y división de la vanguardia combativa
A pesar y contra de la política de la burocracia sindical y las direcciones colaboracionistas del movimiento obrero, los trabajadores resistieron y resisten el ataque del gobierno de Macri y los partidos patronales. Hubo decenas de oportunidades para reagrupar a los sectores en lucha contra el ataque de los capitalistas. Lamentablemente, las fuerzas de las organizaciones obreras combativas que dirigen e influencian las corrientes del FIT, no estuvieron al servicio de esto.
Por el contrario, no solamente dejaron cada lucha aislada, sino que la llevaron al callejón sin salida de sus proyectos de ley en el parlamento. Votando proyectos de ley junto a los partidos patronales y reproduciendo las falsas ilusiones en los trabajadores de que, en el congreso de los explotadores, los explotados pueden conquistar demandas que mejoren su existencia, el FIT ha entrado de lleno en un verdadero pacto parlamentario democrático de sostenimiento del régimen burgués.
Su reciente intervención frente al aumento de las dietas parlamentarias es una clara muestra. Los diputados del FIT presentan ante los explotados como un triunfo para los trabajadores la anulación del aumento de la dieta de los diputados. Esto es una estafa política, ¿Cómo va a ser un triunfo de los trabajadores que el parlamento capitalista discuta la dieta de los políticos del régimen infame? En primer lugar, ninguno de los diputados de los partidos patronales vive de esa dieta, sino de explotar obreros y de las coimas de las transnacionales. Segundo, en materia de salarios, la preocupación para los trabajadores es ver cómo rompemos con la tregua de la burocracia sindical para conquistar nuestras demandas de salarios dignos y enfrentar al gobierno y sus instituciones como el parlamento en donde se votan las leyes contra los explotados.
La ofensiva profundizada por Macri, guiada por la huella trazada por los kirchneristas, también encontró una fenomenal resistencia por distintos sectores de la clase obrera que no aceptaban ser despedidos, suspendidos o mirar pasivamente como se le desplomaba su poder adquisitivo. Los destacamentos más combativos de la clase obrera, encarnados en los finales del 2015 por los trabajadores de Cresta Roja, despidieron al gobierno de Cristina Kirchner y recibieron al de Macri, luchando por sus reclamos.
Los docentes de Tierra del Fuego y Santiago del Estero, los petroleros de la Patagonia que amenazaban con rebelar a toda esa región, los cientos de conflictos en municipios y reparticiones protagonizados por centenares de miles de trabajadores estatales, las ocupaciones y tomas de fábrica ante los cierres de plantas o despidos, la lucha de los obreros azucareros de Ledesma y El Tabacal…
Franjas de la clase obrera se ponían de pie y a la altura del ataque con paros provinciales, manifestaciones, cortes de ruta. Se ponía a la orden del día una lucha centralizada contra el ataque de los capitalistas. Los trabajadores hace rato “salieron a la cancha” de la lucha contra el ataque de los capitalistas. El FIT debe explicar por qué no lo hizo en el momento en que todos éstos sectores en lucha contra el ajuste de Macri y los partidos patronales, necesitaban un estadio de futbol lleno de delegados de base representativos de todas las luchas en curso para centralizar la resistencia.
Por el contrario, el 15/3 se llamaba a un Encuentro del Sindicalismo Combativo en Racing, donde la tan ansiada y necesaria búsqueda de unidad y coordinación para luchar se podía hacer realidad. Sin embargo, esto que podía tomar cuerpo en una poderosa lucha unitaria de los sectores más aguerridos de la clase obrera, se volvía a esfumar por los dimes y diretes y esa puja interna que moviliza a cada fuerza del FIT por convertirse en el jefe de ese frente, disolviendo dicha convocatoria y convirtiéndose en una nueva frustración para los obreros.
Al no darse este escenario, cada lucha aislada sufrió un duro revés, con derrotas o interregnos donde los favorecidos son los patrones y las grandes transnacionales, y los gobernantes y políticos patronales que los representan en instituciones y parlamentos.
Atlanta 19/11: ¿un acto electoral o un acto de lucha?
La situación está durísima para la clase trabajadora. No se aguanta más. Pero el FIT lejos de ser una herramienta para reorganizar al movimiento obrero, en momentos que la corrupta burocracia sindical de la CGT ha levantado toda perspectiva de un Paro Nacional, y que sus aliados de la CTA se limitan a “jornadas de lucha” que no le mueven un pelo a los capitalistas, sólo “une” sus criterios para el calendario electoral. Así lo atestigua que ni siquiera en la mayoría de los gremios donde tienen trabajo sindical han coordinados sus listas o agrupaciones para llevar adelante una lucha unificada contra la patronal y la burocracia.
Por eso ahora, cuando el 2017 se aproxima y con él las elecciones legislativas, y las distintas facciones burguesas ya hablan de cómo alistarán a sus partidos, el FIT llama a un Acto en Atlanta. Su slogan de ser “una alternativa de los trabajadores” tiene que ver con la caza de votos, no con ser una “alternativa de dirección” en las luchas por derrotar el ataque del gobierno y las transnacionales, para lo cual los trabajadores deben poner en pie sus propios organismos de autoorganización y democracia directa, rompiendo el control que el estado ejerce sobre el movimiento obrero y conquistando la independencia política de los trabajadores.
El FIT está en todo su derecho de realizar un acto electoral, los socialistas revolucionarios no estamos en contra de utilizar la tribuna electoral, pero lo hacemos al servicio de desarrollar la lucha extraparlamentaria de la clase obrera y las masas, para poner en pie sus organismos de lucha y para denunciar ante millones de explotados a las instituciones de la burguesía. Lamentablemente lejos está el FIT de esta política, como lo viene demostrando desde hace años y subordina la lucha de los trabajadores a su política de obtener más bancas en el paramento.
El FIT insiste en canalizar votantes, pues su estrategia está organizada alrededor de “llevar la agenda obrera al parlamento”. Es decir que los trabajadores sólo deben emitir su voto para que el FIT vaya “poblando de izquierda las legislaturas” y con sus diputados votando leyes en el parlamento ir supuestamente resolviendo los problemas que atañe a la clase obrera.
Necesitamos un Congreso Obrero Nacional de trabajadores ocupados y desocupados con delegados de base de todo el movimiento obrero para organizar una gran lucha y derrotar el ataque del gobierno y la patronal
El FIT no prepara para este 19/11 un acto de lucha. El carácter que el FIT le da a su acto es meramente el de un acto electoral, cuyo cierre lo hará el último candidato a presidente por el FIT. Que se limita a un acto electoral, lo demuestra que no están utilizando todo el poder de convocatoria, todos los medios y micros que cada corriente llama a llenar, para organizar un Congreso Obrero de trabajadores ocupados y desocupados, con delegados votados en asambleas de base, donde puedan enviar sus propios delegados los obreros en negro, los contratados, los desocupados e inmigrantes, para organizar una lucha conjunta de las distintas capas del movimiento obrero.
Un Congreso así es lo que necesitan todas las luchas que aún resisten la ofensiva del capital para discutir y votar a mano alzada un plan de lucha que unifiquen las demandas de todos los sectores de la clase obrera con un programa que unifica las filas de los trabajadores: ¡Reapertura ya de las paritarias y salario igual a la canasta familiar! ¡Trabajo digno para todos y reincorporación de todos los despedidos! ¡Estatización sin pago y bajo control obrero de toda fábrica que cierre, suspenda o despida! ¡Abajo el tarifazo! ¡Fuera Chevrón, la PAE y todas las petroleras imperialistas del país! ¡Renacionalización sin pago y bajo control obrero del YPF! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de las transnacionales que controlan los servicios de gas y energía y poner en pie una empresa estatal única para que no falte ni electricidad ni gas a ninguna familia obrera! Este Congreso es lo que necesitamos para conquistar las condiciones para la Huelga General que paralice todo el país hasta derrotar el ataque del gobierno, los partidos patronales y las trasnacionales.
Un organismo así necesita la clase obrera para sacarse de encima a la burocracia sindical que entrega día a día sus luchas y conquistas, porque no lucha contra el ajuste quien no lucha por echar de las organizaciones de lucha y de los sindicatos a la podrida burocracia sindical que negocia junto al gobierno y la patronal los planes de flexibilización y ataque. Esto es lo que necesitan los 11 trabajadores del transporte presos en Salta. Esto es lo que necesitan los obreros petroleros de Las Heras condenados a cárcel y cadena perpetua por luchar. No hay posibilidad de luchar por nuestras demandas con rehenes en las cárceles y compañeros condenados y procesados. La lucha por la libertad de los choferes de la UTA de Salta, junto a la lucha por la absolución de los obreros petroleros de Las Heras y los trabajadores de Tierra del Fuego, y el desprocesamiento de los más de 7 mil procesados por luchar debe ser bandera de lucha de toda la clase obrera argentina.
Es de suma urgencia que el conjunto de las organizaciones obreras combativas encabecen este combate y hagan suya la convocatoria a poner en pie una mesa coordinadora por la libertad de los presos políticos realizada por los compañeros de Las Heras y su Comisión de Trabajadores Condenados, Familiares y Amigos. El SUTNA, los Sutebas opositores, y las decenas de comisiones internas combativas tienen toda la autoridad para impulsar esta lucha para organizar la esta pelea con acciones en las calles y con los métodos de la clase obrera.
Este Congreso es lo que necesitan las miles de familias de los explotados que sufren las muertes de sus seres queridos como podemos ver con los femicidios y las victimas del gatillo fácil. Esto es lo que necesita la clase obrera para frenar la embestida del gobierno y las transnacionales.
Sobran los motivos para organizar este Congreso Obrero y sobran las condiciones para hacerlo realidad. De hecho, la realización del acto de Atlanta con miles de obreros de todo el país y de todos los sectores de la clase obrera argentina, será muestra de que las condiciones para conquistar un Congreso Obrero existen. La predisposición a la lucha de los trabajadores y las masas existen. Su motor son las condiciones que impone este gobierno y sistema decadente que hunde día a día en la miseria a los trabajadores y le llena cada vez más los bolsillos a los poderosos. Esta predisposición se vio durante todo el año con decenas de luchas de sectores importantes de la clase. Recientemente se vio en el paro de las mujeres contra el femicidio.
Las transnacionales imperialistas que saquean la nación y superexplotan a los obreros argentinos son las mismas que lo hacen en todo el continente de la mano tanto de los gobiernos del TLC como de los gobiernos bolivarianos. Para derrotar el ataque del gobierno de Macri y su gabinete de Ceos, la clase obrera argentina necesita unir sus fuerzas con la clase obrera de continente, pues el imperialismo aplica su mismo plan por sobre las fronteras en toda la región. En el acto del 19/11, el FIT no está preparando como coordinar esta lucha en todo el continente, empezando por unificar la lucha con la clase obrera brasilera y del Mercosur.
Lamentablemente, la política del FIT viene desarmando a la vanguardia obrera. La prepara para supuestos años de “democracia”, cuando lo que estamos viviendo es la peor dictadura del capital, que se sostiene con una brutal y sangrienta represión contra todo aquello que atente contra el orden existente. El FIT les dice a los trabajadores que la lucha es por “más democracia”, cuando en el mundo sobreabundan las imágenes y noticias diarias de millones de trabajadores sobreviviendo a la barbarie capitalista. CUANDO EN ARGENTINA LOS PLANES DEL GOBIERNO LO RESOLVIERON 1500 CEOS DE 65 PAISES EN LA REUNIÓN DEL “MINI DAVOS” y el parlamento fantoche ha demostrado ser una escribanía de Wall Street. Pareciera ser que el FIT se ha hecho eco de las palabras del gobierno nacional que en todos sus discursos dice que “El Mundo mira a la Argentina”, cuando son las transnacionales imperialistas –esas mismas que masacran a todos los pueblos oprimidos del mundo- los que no detienen su saqueo sobre la nación oprimida y la súper explotación de los trabajadores. Piratas imperialistas que el FIT no llama a expulsar ni derrotar, como si las masas en Argentina, pudieran conseguir algunas de sus demandas sin imponer el no pago de la fraudulenta deuda externa, la expropiación de las petroleras, las mineras, las transnacionales y bancos. Como si se pudiera llegar a fin de mes y conseguir alimento barato sin expropiar a las grandes cerealeras, los pools de siembra y esa la oligarquía terrateniente que se llevan por año más de 35.000 millones de dólares de renta agraria.
Se trata de dotar a la clase obrera de organismos aptos para la lucha política de masas, impulsándolas a retomar el camino revolucionario del 2001 y su grito de guerra de “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. Porque no será con más diputados y más leyes como podremos conquistar cada una de las demandas que hoy son de vida o muerte para los explotados. Sino en la calles, con los piquetes, las asambleas de base, los cortes de ruta, los choques con las fuerzas represivas del estado asesino que comandan los jueces corruptos, los paros y la huelga general, como podremos hacer que Macri salga en helicóptero de la Casa Rosada de la misma forma que hace 15 años lo hacía De la Rúa ante el hirviente odio de las masas populares que con su lucha revolucionaria hacían temblar Argentina desde sus cimientos. Porque contrariamente a lo que dice el FIT –cuyo accionar está determinado como si estuviésemos ante un capitalismo floreciente que puede dar concesiones a las masas- para que la clase obrera viva, el imperialismo debe morir.