Presentación del Capítulo IX:
Conclusiones
Por último, el lector encontrará el capítulo IX en el que se sintetizan las conclusiones fundamentales, teóricas y programáticas, que los autores consideramos imprescindibles destacar.
"Ucrania: entre las disputas interimperialistas
y la guerra de ocupación"
Este capítulo comienza con un artículo escrito momentos antes de entrar a imprenta por Carlos Munzer, coautor del libro, que intenta abordar en particular las conclusiones de la situación mundial y la guerra en Ucrania que lleva 5 meses cuando este libro sale a la luz.
Allí insistimos en que son las masas ucranianas las que pagan los costos con miles de muertos y millones de refugiados. Y son los explotados del mundo también, y de Europa en particular, los que ven redoblar sus penurias y padecimientos en medio de esta ofensiva contrarrevolucionaria, con el aumento de la carestía de la vida, incrementos siderales en las tarifas de los servicios, pérdida de empleos, etc.
Ya podemos ver en estos momentos cómo mientras las masas padecen estos ataques, los capitalistas se llenan sus bolsillos y acrecientan sus ganancias. Recientemente, con la mediación de Turquía, Ucrania y Rusia negociaron la apertura de los puertos para la exportación de toneladas y toneladas de granos, tal cual lo han exigido Cargill y demás empresas imperialistas cerealeras. Esto demuestra que en medio de la guerra no hay escasez para los capitalistas sino tan solo un aumento sideral de sus beneficios y sus arcas. Tal es así que la reciente disparada de los precios de los commodities y alimentos en cifras récord hizo entrar a la lista de los más grandes millonarios del mundo según la revista Bloomberg a tres miembros más de la familia Cargill, sumándose a los dos que ya se encontraban en ella.
Como lo hemos visto, la clase obrera mundial y la ucraniana en particular ha intentado erigirse y luchar incasablemente, presentando batalla cada vez que los capitalistas y el imperialismo intentaron avanzar en arrojar sobre los hombros de los explotados los costes de una crisis y el crac que ellos mismos y su voracidad han provocado. Y mil y una veces estos combates fueron traicionados y mil y una veces las masas fueron apuñaladas por la espalda por las mismas direcciones que han tenido a su frente.
Por ello, la principal conclusión que destacamos en este noveno capítulo es la que ha atravesado este trabajo de principio a fin, la crisis más grande a la que se enfrenta el proletariado mundial: la crisis de dirección revolucionaria, es decir, la sobreabundancia de direcciones que el capitalismo compró para que lo salven en medio de esta catástrofe y crac.
A cada paso las burocracias y aristocracias obreras, el stalinismo, los partidos socialimperialistas e incluso hoy también los ex trotskistas, reunidos en un partido único bajo el nombre de “Nueva Izquierda” han sembrado en los explotados falsas ilusiones para que confíen en que “el mal menor” de Biden frente a Trump en EEUU, de Castillo frente a Fujimori en Perú, de Boric frente a Piñera en Chile y un largo etcétera, podrían solucionar sus penurias. En Ucrania vemos a las corrientes stalinistas y de renegados del trotskismo afines acompañar a Putin en su guerra de invasión “como un mal menor” frente a la OTAN; por otro lado, vemos a otro arco del reformismo afirmar que junto “al imperialismo democrático”, Ucrania encontrará su salida. De esta forma han borrado y ocultado toda lucha por la revolución socialista y por la toma del poder por parte del proletariado.
Solo entendiendo esta premisa puede explicarse cómo se ha sobrevivido este sistema putrefacto. Presentamos entonces el artículo:
“En la guerra de Ucrania y en la lucha de clases internacional se enfrentan dos teorías y dos programas
Por un lado la de colaboración de clases y la “revolución por etapas” del stalinismo; y por el otro, la del trotskismo, la teoría-programa de la revolución permanente”
El combate de los trotskistas se centra entonces en volver a poner de pie el partido de la revolución socialista mundial, la IV Internacional y su programa de 1938.
Por ello presentamos el último artículo que conforma el capítulo 9 de Ucrania en guerra:
“La tarea del momento: recuperar las banderas de la IV Internacional y reagrupar las fuerzas internacionalistas del proletariado mundial”
Aquí damos cuenta de la batalla denodada en la que se encuentra nuestra corriente internacional y planteamos:
“La IV Internacional no ha muerto. Vive en este agudizamiento de las condiciones de crisis, guerras y revoluciones. Se trata ahora de que viva en nuevas organizaciones revolucionarias de combate. Llegó la hora de llevar a la acción nuevamente esta tarea. En ella están empeñadas todas nuestras fuerzas como núcleo trotskista por la revolución socialista internacional”.
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Como apéndice a nuestra obra, acercamos al lector:
La posición de los bolcheviques-leninistas y la IV Internacional ante la cuestión ucraniana a principios y mediados del siglo XX
Compuesta por “La cuestión nacional” capítulo de Historia de la revolución rusa de León Trotsky , “La cuestión ucraniana” de León Trotsky (1939) y “La independencia de Ucrania y el confusionismo sectario” de León Trotsky (1939).
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Como afirmamos en las conclusiones de esta obra:“La última palabra no está dicha. Una carrera de velocidad está en curso. Por un lado, entre el desarrollo de la crisis y catástrofe capitalista que abre el camino a la guerra, y por el otro, la lucha de las masas, que necesitan tener a su frente la dirección que se merecen. Ingresar en esta carrera de velocidad para que triunfen las masas es la tarea clave de todo partido que se reclame del marxismo revolucionario. Este tiene la obligación de llegar con una política justa en el momento justo a la lucha de clases y a las guerras, como la de Ucrania, para que se abra el camino a la revolución socialista.
En Ucrania la izquierda que se proclama “revolucionaria” a nivel mundial ha roto con toda estrategia soviética independiente en la guerra para someterse a las pandillas burguesas que se disputan la nación. Ucrania está siendo partida y ocupada, y terminará transformada en colonia y con su clase obrera desgarrada.
Es por ello que volvemos a afirmar: Ucrania será soviética e independiente, o será una colonia tutelada.
¡Por los Estados Unidos socialistas de Europa!
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