Saludo del compañero Cheo Navarro
Asistentes a la Presentación de este importante libro, reciban un revolucionario saludo de parte de los obreros y el pueblo colombiano.
Me encuentro aquí invitado para que comprendamos lo que significa darle continuidad al internacionalismo militante. La experiencia internacionalista surgida con los voluntarios en la revolución española de los '30, fue continuada con la participación del grupo Simón Bolívar en la revolución nicaragüense de 1979, la cual fue traicionada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional y el castro-stalinismo. Es la misma tradición internacionalista que continúa hoy con los compañeros del grupo León Sedov junto a los explotados de Siria que enfrentan al régimen criminal de Bashar Al Assad, agente del imperialismo.
Hoy vemos como finalmente la traición del castro-stalinismo en Nicaragua termina con la entrega y traición en contra del mismo pueblo cubano cuando prepara a Bahía Cochinos y Playa Girón para atender a los empresarios norteamericanos. Forma parte de lo que están haciendo en Colombia con el proceso de rendición y entrega de la insurgencia campesina usurpada por las FARC y el stalinismo para consolidar la penetración del capital monopólico internacional en el país, en el marco del TLC.
Los revolucionarios del mundo, hoy en día, sabemos que la revolución siria debe ser respaldada bajo este precepto internacionalista. El programa revolucionario de León Trotsky está hoy más vigente que nunca. Somos los hombres y mujeres que nos autodenominamos “trotskistas” quienes hemos fallado en aplicar ese programa. El llamado de hoy es a defender a las masas, no solamente en Siria sino también en África, en América y el resto del mundo sin distinción de raza o nación, como una sola clase en una sola lucha.
La generación a la cual pertenezco debe transmitir la bandera del internacionalismo militante a los actuales jóvenes del mundo, entendiendo que somos sólo parte de este importante proceso por el triunfo de la Revolución Socialista Mundial como respuesta al genocidio y barbarie que se nos impone por parte del inhumano sistema capitalista.
Por todo ello, camarada Abu Muad le hago entrega de este morral que me acompañó en Nicaragua y que he conservado durante 36 años, como símbolo esa continuidad de lucha internacionalista.
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