La foto de Oscar de 25 años y su hija Valeria de casi dos años ahogados en el Río Bravo recorrió los diarios del mundo. Esta imagen que llena los ojos de lágrimas y nos hierve la sangre muestra dos de las tantas muertes que ocurren a diario en el peligroso viaje que emprenden trabajadores y campesinos forzados a migrar de Latinoamérica a EEUU.
Es larga la odisea por la que pasan los migrantes para llegar hasta la frontera estadounidense. Los detiene y hostiga la policía y ejércitos mexicanos; el tren que cruza México de sur a norte lleva el apodo de “Tren de la Muerte”; desiertos de 40º de día y temperaturas bajo cero de noche; la burguesía narco y sus bandas paramilitares actúan como “coyotes”, traficantes de esclavos y de trata de blancas haciendo de esto un gran negocio para ellos, llenándose los bolsillos con enormes ganancias.
Sólo en la frontera del Río Bravo mueren alrededor de 300 personas por año según cifras oficiales de México. Una frontera que ya desde 1994 bajo el plan "Hold the line” no sólo está plagada de vayas, redes y muros, también está militarizada y llena de bandas fascistas yanquis que se dedica a “cazar” inmigrantes “ilegales”. Y los que logran llegar son condenados a campos de concentración y separados de sus hijos, privándolos de educación, salud y un techo donde vivir.
Los que logran evadir todo esto, se ven obligados a trabajar en las peores condiciones y aceptar las incontables vejaciones bajo la eterna amenaza de ser deportados a sus países de origen. Es esta última semana Trump lanzó redadas en varios estados para detener y deportar a los inmigrantes sin papeles, previa campaña de miedo, aterrorizando con esta idea a miles de latinoamericanos.
Así son tratados como perros miles de trabajadores que lo único que buscan es escapar de la muerte temprana y una vida llena de padecimientos y hambre. Condiciones en las que el imperialismo yanqui ha sometido a los pueblos de los países de los que saquear no sólo materia prima y commodities, también extrae enormes ganancias con la mano de obra flexibilizada y el endeudamiento vía los gobiernos de estos países.
Los trabajadores que emprenden esta cruzada buscan alcanzar el famoso “sueño americano”. No saben que esto se mantiene con el sudor de sus compatriotas y la riqueza del suelo de sus países.
Mientras esto sucede, gobiernos que se reivindican “del pueblo” como el de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en México son la garantía de mantener estas condiciones. No sólo del sometimiento económico del país a EEUU, sino también de garantizar regular a los migrantes que intentan cruzar la frontera. En este año AMLO está cumpliendo con la demanda de Trump de controlar a estos migrantes y mantiene 21.500 efectivos de la Guardia Nacional militarizando las fronteras tanto del norte como del sur de México. Es por eso que las “Caravanas” de trabajadores centroamericanos que llegaban a México eran recibidas con represión por la policía y ejército mexicano.
El imperialismo y sus trasnacionales utilizan esta mano de obra de reserva, o bien flexibilizada o semi esclavizada no sólo para reducir los costos de producción y aumentar sus ganancias, sino también para bajar el valor del salario de los trabajadores de los países imperialistas.
En el último año y medio caravanas de miles de hondureños y salvadoreños han dejado sus casas con rumbo a EEUU, sumándose a los miles de mexicanos que intentan cruzar la frontera en busca de una vida mejor. Así como los miles de africanos que mueren a diario en las aguas del Mediterráneo y son condenados a campos de concentración en Europa.
En Francia los inmigrantes se rebelan ante esto y ocupan el Panteón haciendo oír su voz. ¡Todos somos inmigrantes! ¡Peleemos juntos por sobre las fronteras!
Las burocracias sindicales juegan un pérfido rol, la podrida AFL-CIO no toma la defensa de los trabajadores inmigrantes, e inclusive en México la burocracia charra actúa como fuerza de choque contra los trabajadores. La izquierda reformista que dividen a los trabajadores a un lado y otro de la frontera, se limita a pedir “amnistía para los sin papeles”… ¡Papeles para todos ya! ¡Desmantelamiento de los centros de detención para inmigrantes! ¡Libertad para todos ya!
La “Marcha del millón de obreros” contra la guerra tiene que volver a ganar las calles, así como los miles de trabajadores de los Fast Food que pelearon por ganar 15 dólares la hora, el movimiento Black Lives Mather; los miles de docentes en lucha; los 11 millones de trabajadores mexicanos y latinoamericanos en EEUU. ¡Igual trabajo, igual salario en todo el continente! Para defendernos en la frontera ¡Autodefensa y milicia obrera para derrotar a las bandas fascistas y enfrentar la represión estatal! ¡Hay que expulsar al imperialismo yanqui de Latinoamérica y expropiar sus empresas sin pago y ponerlas bajo control de los trabajadores!
Corresponsal |
Oscar y Valentina ahogados en el Rio Bravo
Redadas de la policía norteamericana
contra trabajadores inmigrantes
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