6-3-18
Los mineros del carbón de Ucrania nuevamente salen a luchar por los salarios adeudados y contra las terribles condiciones laborales
Al grito de “Entonces, ¿somos esclavos? No, no somos esclavos” 7 mil mineros de las cuatro minas administradas por la compañía estatal Selidivvugillya (Selydove Coal) en el Donbass ucraniano, en la zona bajo control del gobierno de Kiev, salieron al paro el 14 de febrero exigiendo el pago de los salarios atrasados. Ellos organizan los piquetes de huelga y bloquearon los accesos a las minas, a más de 20 grados bajo cero, para impedir que los 3000 mineros de Selydove Coal que no paran puedan bajar a la mina. Los huelguistas solo dejan pasar a los trabajadores necesarios para mantener las minas en buen estado mientras se detiene la extracción.
El salario mensual de un minero en los territorios de Ucrania controlados por el gobierno de Kiev, cuando lo recibe, es de 6.000 hryvnias (178 euros). Pero desde diciembre están sin cobrar. Los atrasos salariales de todos los mineros ucranianos ascendieron a 869 millones de hryvnias (25,8 millones de euros) a mediados de febrero, según el presidente de la Unión Independiente de Mineros Mykhailo Volynets. Esta central sindical solo nuclea a los trabajadores que están bajo control del gobierno de Kiev, mientras deja el control de la enorme mayoría de los mineros que se encuentran en la región controlada por los gobiernos de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk queden a merced de la oligarquía pro rusa y del stalinismo que los somete a ella en el frente popular.
Una delegación de los mineros en lucha viajó a fines de febrero a la capital Kiev para reunirse con el ministro de energía y minería del carbón Igor Nassalyk. Allí continuaron la huelga de hambre 9 mineros y dirigentes sindicales, iniciada el 21 de febrero y levantada el 1 de marzo cuando se anunció que el estado pagaría parte de los salarios adeudados. Entre ellos está el presidente del sindicato independiente de mineros de Selydove Viktor Trifonov que en 2016 se incineró durante una conferencia de prensa reclamando también el pago de salarios atrasados.
Los mineros denuncian que las migajas que les dieron son " tierra en los ojos", y reclaman que ni siquiera saben“a quién le venden su carbón." Es que el gobierno de Kiev intenta impedir que se conozcan los acuerdos comerciales con Rusia que nunca se interrumpieron. Y mientras los trabajadores del Donbass bajo control de los oligarcas pro rusos viven un verdadero infierno con más de 10 mil muertos, millones de desplazados,ciudades enteras arrasadas,la salud y educación colapsadas,sin trabajo,sin salario y sin pan, Poroschenko y Putin siguen haciendo negocios. Como podemos ver, el infierno para los trabajadores se vive también en la capital y en el territorio controlado por el gobierno de Poroshenko. Kiev entrega a Rusia el carbón a precios irrisorios, mientras el gas ruso sale por los gasoductos de Ucrania con destino a toda Europa. Para la burguesía solo importan los negocios.
Los mineros del este en 2015 se levantaron en defensa de sus minas y sus puestos de trabajo, y con ayuda de los trabajadores de Kiev que se negaban a ir a una guerra fratricida, lograron frenar la ofensiva del ejército fascista de Kiev. Ellos conquistaron un enorme jalón de internacionalismo al plantear el grito de guerra “queremos que vuelva la URSS”, porque comprendían que solo así podían defender sus minas y tener salario y el pan.
Ucrania tiene casi 150 minas de carbón, concentradas principalmente en la rica cuenca de carbón del Donetsk en el este, pero dos tercios de ellas se encuentran actualmente en territorio controlado por la oligarquía pro rusa del Donbass que con la ayudar inestimable de la quintacolumna stalinista logró desarmar a las milicias mineras que defendían su vida y sus puestos de trabajo y someterlas a esa fracción de la burguesía y la oligarquía en el este.
Esta es la tragedia de la revolución ucraniana. Esa es la Ucrania partida de los pactos de Minsk con la clase obrera dividida y viviendo un verdadero infierno ¡donde es imposible ya hasta cobrar los salarios!
Hoy Ucrania esta partida, desangrada y saqueada por el imperialismo. Los trabajadores de toda Ucrania enfrentan los mismos padecimientos y tienen las mismas demandas motoras: pan, trabajo, salario, lo que les es negado por el mismo enemigo que ha venido a quedarse con todo: el FMI, el BM, la UE y el imperialismo.
Los aguerridos mineros presentan batalla. Pero para derrotar los planes de hambre del FMI, para tener trabajo y salarios es necesario unir las filas obreras de Ucrania para expulsar al imperialismo, las burguesías cipayas y al sicario stalinista que ha traicionado por la espalda a la heroica revolución ucraniana.
¡Congreso Nacional minero de toda Ucrania para que haya pan, trabajo, salario!
En el Donbass pro ruso los trabajadores deben sacarse la loza stalinista que los somete a la burguesía; en Kiev deben romper, como lo hacen los trabajadores mineros a cada paso con el sometimiento al gobierno de Kiev. ¡ABAJO EL PACTO CONTRARREVOLUCIONARIO DE MINSK, que divide y desangra la nación!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las minas, acerías y fábricas de Ucrania! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las tierras productivas que hoy Poroshenko y ayer Yanukovich le entregan a la Monsanto y Cargill! ¡Renacionalización sin pago y bajo control obrero de Gazprom! ¡Hay que expropiar la BASF y la Total! ¡Por un plan de inversión para modernizar la industria minera y para poner a producir las minas que han cerrado o han sido devastadas por los bombardeos! ¡Por un plan obrero de emergencia! ¡Plan de obras públicas urgente para reconstruir las viviendas, escuelas y hospitales destruidos, los caminos y la infraestructura de agua y energía! ¡Basta de dividir a los trabajadores de Ucrania! ¡De Oriente a Occidente enfrentamos al mismo enemigo y tenemos las mismas demandas: salario digno, trabajo y pan! Sólo así podrá hacerse realidad el grito de guerra de los mineros: ¡Queremos que vuelva la URSS!, esta vez sin burócratas stalinistas traidores de la revolución. Y sólo así los trabajadores ucranianos podrán conquistar sus demandas y erigirse nuevamente como un bastión de la revolución europea, desde Portugal a las estepas rusas.
Eliza Funes y Nadia Briante, corresponsales
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Mineros de Selidovuhillya,
Ucrania en huelga de hambre
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