A mas de un mes del fraude electoral y a pesar de la brutal represión que tiene miles de detenidos y casi un centenar de desaparecidos….
Con movilizaciones, paros, piquetes y huelgas
La clase obrera y los explotados bielorrusos enfrentan al gobierno de miseria, muerte
y represión de Lukashenko
¡El pueblo quiere la caída del régimen! ¡Abajo Lukashenko! ¡Libertad inmediata e incondicional
de todos los presos políticos!
Desde el 9 de agosto, día en que se consumó un nuevo y escandaloso fraude electoral que dió por ganador una vez más a Aleksander Lukashenko, en Bielorrusia la clase y los explotados se enfrentan a este gobierno odiado con el método de lucha de la clase obrera: paros, piquetes y huelga general, enfrentando en las calles una salvaje represión. El 20/9 en la última movilización hubo 100 mil personas y 300 detenidos en Minsk, la capital del país. También hubo movilizaciones en Brest y otros puntos del país.
El régimen de Lukashenko, un hombre del riñón del viejo PC de la URSS que lleva casi 3 décadas en el poder, reprime duramente las huelgas y movilizaciones. Con sus perros de la antigua KGB que patrullan las calles en coches sin identificación, detienen encapuchados a los manifestantes y los dirigentes de las huelgas. Ya son más de 12 mil los detenidos y más de 80 los desaparecidos. Los manifestantes y huelguistas son condenados a 15 días de prisión, donde son terriblemente torturados física y psicológicamente.
La clase obrera interviene en estalucha política de masas contra un régimen de hambre, miseria y represión, con sus métodos de lucha y juega un papel decisivo. Desde el 10 de agosto, los trabajadores comenzaron a organizar sus comités de huelga, a pesar y en contra de la podrida burocracia stalinista del PC que desde la principal central sindical apoya a Lukashenko. Han parado las actividades de Belaz, la mayor automotriz de Bielorrusia , los obreros de la Fábrica de tractores de Minsk, de la autopartista Madz, varios talleres de la acería RIA Novosti, de Steel Works (BSW) en Zhlobin, el Instituto Estatal de Metalurgia de Polvo, la Planta Eléctrica Kozlov, la azucarera Zhabinska y la planta de margarina de Minsk, así como la gran industria química Grodno Azot, los mineros de Belaruskali. Han cerrado bares y comercios. Los estudiantes vuelven a las escuelas y universidades y organizan sus propios comités de lucha. ¡Ese es el camino!
¡En Bielorrusia combaten los grandes aliados de las martirizadas masas sirias, masacradas por Assad y el sicario Putin a cuenta del imperialismo!
Es que, como ha dicho Lukashenko “Si cae Bielorrusia, Rusia será la próxima”. La caída de Lukashenko a manos de las masas bielorrusas debilitaría a Putin que fortaleció su rol de gendarme del imperialismo en la región tras su ofensiva en Siria. Los partidos comunistas de Bielorrusia y Rusia, que apoyaron la sanguinaria intervención de Putin en Siria, apoyan a Lukashenko y acusan a las masas de ser agentes del imperialismo. Corrientes de ex trotskistas a nivel mundial pintan al de Lukashenko como un gobierno burgués de ruptura con el imperialismo, y agitan el fantasma de las revoluciones de color, para decir que si éste cae lo que vendrá serán más penurias para las masas porque se profundizará el saqueo imperialista. Es decir, que habría una burguesía progresista (Lukashenko en este caso). Esto es una estafa. Lo mismo dijeron en Siria y allí, donde tras más de 9 años de masacre, Al Assad no cayó y las penurias de las masas se multiplicaron: miles de muertos, millones de desplazados, sus casas demolidas, sin agua y sin pan, y un brutal saqueo imperialista que dejó al país petrolero sin una gota de combustible. También lo dijeron en Ucrania, que fue partida y tanto en Kiev con la oligarquía proeuropea como en el Donbass con la oligarquía prorusa y Putin, se imponen los planes de saqueo imperialista de cierre y privatización de minas, con miles de despidos.
En oposición a los que plantea la izquierda mundial, el gobierno proimperialista de Lukashenko es el que viene aplicando los planes de imperialismo y garantizando sus negocios en Bielorrusia. Y ahora que los obreros y explotados se alzan para derrocarlo, el imperialismo busca recrear una variante opositora “democrática” encarnada en una coalición con la democracia cristiana, el partido Cívico (de orientación conservadora) y la socialdemocracia, para salvar sus negocios. Pero esto no es más que una trampa “democrática” para expropiar la revolución. Jamás se le ocurrió a esas fracciones burguesas llamar a las masas a unirse para tirar abajo a Lukashenko, derrotar a sus fuerzas de choque contrarrevolucionarias y terminar con la casta de oficiales del ejército bielorruso. Tanto es así, que tras las primeras movilizaciones la candidata de la oposición huyó a Polonia y llamó a las masas a dejar las calles. El verdadero temor del imperialismo, de Putin y Lukashenko, es a las masas de esta ex república soviética en el Este de Europa, que ya tienen experiencia en expropiar a la burguesía.
Y las corrientes de extrotskistas que hoy chillan contra esa oposición burguesa respaldada por el imperialismo, si mañana triunfan las masas y hacen rodar la cabeza de Lukashenko, a no dudarlo que su política será de someter a las masas a la trampa “democrática” de los plesbicitos y los referéndums que prepara el imperialismo, como lo han hecho ya en Chile y en Egipto, por poner algunos ejemplos.
Esta heroica lucha de los trabajadores y las masas de Bielorrusia es vista con simpatía por los explotados rusos que pugnan por levantarse contra el odiado régimen de Putin, profundizó el ataque contra el pueblo ruso que fortalecido tras su rol de sicario del imperialismo en Siria.
Este levantamiento de las masas de Bielorrusia es hermano de la lucha de los mineros del este de Ucrania: allí las fuerzas revolucionarias del este de Europa buscan volver a ponerse en pie de guerra. Por eso su combate es también hermano de la lucha de los explotados rusos que buscan ponerse de pie contra el odiado régimen de Putin, ese asesino de las masas sirias a cuenta del imperialismo. Y es seguido con atención por los obreros de Europa que, desde Francia los rodean de solidaridad y llaman a pelear junto a ellos.
La clase obrera y los explotados en Bielorrusia enfrentan a un régimen de terror. ¡Abajo la autocracia! ¡Hay que derrotar a la dictadura de Lukashenko! Esa es la primera tarea para conquistar libertades democráticas, para tener trabajo, vivienda, salud, salario y jubilaciones dignas, para conquistar el derecho de formar sindicatos independientes, de hacer huelga, el derecho a manifestarse y movilizarse, para conquistar la libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos, para acabar con las persecuciones y las falsas causas criminales contra los manifestantes. ¡Fuera Lukashenko! ¡Fuera la oligarquía de los viejos traidores del PC que entregaron la URSS al imperialismo! ¡Libertad inmediata e incondicional de todos los más de 12 mil detenidos en las movilizaciones! ¡Aparición con vida de los más de 80 desaparecidos! ¡Disolución de la policía y los servicios de inteligencia, y de todo el aparato represivo del estado! ¡Hay que poner en pie ya mismo los comités de autodefensa!
Lostrabajadores y la juventud combativa ya han comenzado a poner en pié sus comités de huelga: ¡Hay que desarrollar y centralizar los organismos de autodeterminación de las masas! ¡Hay que recuperar los sindicatos y todas las organizaciones obreras de manos de la burocracia sindical del PC aliada a Lukashenko! ¡Por un Congreso Nacional de las organizaciones obreras en lucha y de los sindicatos independientes con delegados de todo Bielorrusia!
¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero las empresas, la industria y los recursos naturales que se robaron los ex burócratas devenidos en nueva clase poseedora, que entregaron la ex URSS al imperialismo! ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero todas las empresas y bancos imperialistas! ¡Hay que recuperar las tierras con la expropiación sin pago, de manos de la oligarquía y el imperialismo!
Los socialistas revolucionarios afirmamos que las libertades democráticas, avasalladas a cada paso por los gobiernos de los capitalistas y el imperialismo, se conquistan y se defienden con los métodos de lucha de clase obrera: los paros, los piquetes, la huelga general, los combates en las calles y la revolución misma. Los trabajadores y el pueblo de Bielorrusia deben retomar el camino de la heroica revolución de Octubre: ¡Paso a los consejos de obreros y de soldados armados! ¡Por una Bielorrusia soviética de obreros y soldados rojos, sin dictadores ni burócratas stalinistas traidores!
De Portugal a las estepas rusas, una sola clase obrera y una misma lucha contra un mismo enemigo, el imperialismo, los banqueros y los oligarcas: ¡Por los Estados Unidos Socialistas de Europa desde Portugal hasta las estepas rusas!