Francia -26 de Noviembre de 2016
El imperialismo francés profundiza cada vez más su ataque sobre la clase obrera y sobre los refugiados y castiga a los que se solidarizan con ellos
¡Viva la solidaridad de los estudiantes y trabajadores de Breil sur Roya con los refugiados!
¡Ningún proceso ni condena por ser solidario con su clase!
¡No a la expulsión de los refugiados!
¡Somos todos refugiados! ¡Paremos el ataque!
¡Un mismo enemigo, una misma clase, una misma lucha!
En Breil sur Roya, pueblo ubicado en medio de los Alpes Marítimos, entre Niza y la frontera italiana, estudiantes, enfermeros, agricultores, profesores, artistas, abogados y guardas del tren del lugar, en un gesto inconmensurable de solidaridad de clase con los refugiados e inmigrantes, se organizan para recibirlos y ayudarlos. Todos ponen a disposición un dormitorio en sus casas, un galpón, para que puedan dormir, comer, descansar de sus largas travesías y los jóvenes del lugar les dan clase de francés por la noche. Incluso organizan convoys para trasladarlos a otros lugares y los guardas permiten que viajen en tren.
Estos refugiados llegan a Europa por miles, con sus familias, luego de sobrevivir al viaje en el Mediterráneo y de atravesar un peligroso camino. Vienen desde Siria, Eritrea, Sudan, entre otros, huyendo de las guerras, de las bombas, de la hambruna y la miseria. En Europa se encuentran con alambrados, con guardias que hunden sus barcas a los tiros, si logran entrar los encierran en campos que son verdaderas cárceles, donde están hacinados sin ninguna de las necesidades básicas cubiertas. En Breil sur Roya, el elemental trato humanitario que reciben no es gracias al Estado francés (que por el contrario, los trata como animales) sino gracias a los trabajadores que les garantizan al menos un lugar donde dormir, comida, ropa, atención médica. Los habitantes del pueblo han tenido que tomar un depósito de ferrocarriles para albergar a los refugiados, por la enorme cantidad que llega. Este depósito fue desalojado por la empresa, que hizo además una denuncia.
Ahora el gobierno francés, como ya ha hecho el gobierno de Syriza en Grecia, está atacando directamente con su justicia a los que organizan y llevan a delante esta solidaridad. A algunos les han confiscado sus coches (que los agricultores utilizan para trabajar, transportando mercadería), o tienen que presentarse periódicamente ante la gendarmería y no puede salir del pueblo y varios fueron procesados y pueden recibir una condena de 5 años de cárcel y multas de hasta 30 mil euros. Es que el imperialismo no puede permitir este ejemplo de solidaridad de clase, que es al mismo tiempo una medida de resistencia a los ataques de la Vta República contra la clase obrera.
Continúa el desmantelamiento de los campos de refugiados y las expulsiones
El imperialismo francés viene atacando ferozmente a los refugiados, pues los quiere expulsar de Francia. Desde hace 16 meses, este gobierno carnicero de la Vta Republica viene desmantelando 29 centros de refugiados, creando nuevos centros de admisión y orientación, encargados de repartir y dispersar por el país a los miles de refugiados que ingresan diariamente buscando un mejor lugar para vivir, trabajar y darle de comer a sus hijos. Estos centros de admisión no son más que el maquillaje para expulsarlos definitivamente del país.
El desmantelamiento de los campos de refugiados es un ataque brutal, ya que divide a las familias e impide que se organicen (lo que pasó en campos de Grecia como en Idomeni). Esto es lo que hizo el gobierno de Hollande el 26 de octubre, cuando desmanteló el campo de refugiados más grande de Francia, Calais, dividiendo y dispersando por toda Francia 8.500 refugiados. Luego en París, el 4 de noviembre, desmanteló la Plaza Stalingrado, donde 3.800 inmigrantes se refugiaban bajo la estación del metro, y también la concentración de la avenida Flandres, en el norte de Paris. Muchos de los refugiados que allí se albergaban, eran los que no habían aceptado ir a los centros de admisión y volvieron a Paris luego del desmantelamiento de Calais; otros eran parte de los 50/70 que llegan diariamente a Paris. Para desmontar estos campos de Paris, enviaron 600 policías: cuatro camionetas de CRS (antimotines), dos coches de policía y policías de civil con brazalete naranja.
Es que el gobierno imperialista francés quiere limpiar las calles de Paris e impedir que se establezca otro campo de refugiados en la capital. Los inmigrantes son detenidos, transferidos a un centro de retención y finalmente deportados a sus países de origen, o reenviados al primer país de Europa donde llegaron. Este es el modus operandi y la realidad de miles de inmigrantes y refugiados en Francia.
El imperialismo francés profundiza estos operativos como parte de su ataque a la clase obrera para imponer condiciones de maquila
El imperialismo francés necesita expulsar a los refugiados e inmigrantes porque quiere poner de rodillas a la propia clase obrera francesa para que trabaje en las condiciones de maquila y precarización que siempre tuvieron los inmigrantes en Francia. Es para esto que impuso la ley El Khomri (nuevo código de trabajo). El ataque a los refugiados es parte de la ofensiva para imponer en los hechos las condiciones para aplicar esa nueva ley.
También parte de este escarmiento es la condena a cárcel a los 8 luchadores de la Goodyear y las multas y enjuiciamientos a la juventud que fue vanguardia de la lucha contra la ley El Khomri.
Y para legalizar todo este ataque, el gobierno extendió el estado de emergencia en toda Francia hasta las elecciones presidenciales del año que viene.
Es que la Europa imperialista de Maastricht está en crisis. No solo no pueden recibir ni un solo inmigrante sino que tienen que liquidar las conquistas de la clase obrera europea. Estas son las condiciones que nos impone este sistema putrefacto. ¡Eso es lo que viene haciendo el imperialismo galo y para eso debe impedir que los trabajadores se organicen en defensa de los refugiados!
Hoy, ante el desmantelamiento de 29 campos de refugiados y ante las posibles expulsiones de los refugiados, las corrientes socialimperialistas que hablan en nombre de la clase obrera, solo hacen tibias denuncias y no organizan a la clase obrera para combatir contra esto. No llaman a ninguna acción para parar el ataque contra los refugiados. ¡Es una vergüenza! El ataque a los refugiados es el mismo ataque a la clase obrera francesa. Pues cuanto más redoblen la ofensiva sobre los primeros, peor le irá a esta última. Los trabajadores franceses debe tomar en sus manos la defensa de sus hermanos de clase. ¡No a la expulsión de los refugiados!
TENEMOS LOS MISMOS ENEMIGOS ¡LUCHEMOS JUNTOS! ¡Este es el camino para parar los ataques a los refugiados, derrotar la ley El Khomri y al gobierno de Hollande!
¡Todos somos refugiados! ¡Una misma clase, una misma lucha!
¡Por una gran lucha unificada de todos los explotados contra el imperialismo, por trabajo digno para todos con igual salario por igual trabajo! ¡Reparto de las horas de trabajo! ¡Reducción de la jornada laboral y un turno más en todas las fábricas!
¡Hay que garantizar trabajo para todos los desocupados, todos los inmigrantes y todos los refugiados que llegan a Europa! ¡Que lo paguen los capitalistas, las transnacionales, los banqueros y demás ladrones del pueblo! ¡Que abran las Fronteras! ¡Papeles, iguales derechos sindicales y civiles, vivienda y salario digno para todos, para los refugiados políticos, los inmigrantes y toda la clase obrera europea!
¡Abajo los Centros de Atención y Orientación (CAO) y todos aquellos centros que son los trampolines para expulsar a los refugiados!
¡Ningún proceso ni condena a los que se solidarizan con los refugiados!
¡Basta de perseguir a los que luchan! ¡Libertad inmediata y fin de los procesos contra la juventud rebelde y los obreros combativos!
¡Fuera Hollande, el gobierno de la Vta República!
¡Abajo Maastricht!
Ana Negri y Luisa Campos