17 de julio de 2016
Francia
Sobraban condiciones y energías de las masas revolucionarias para triunfar…
La burocracia sindical salvó a los capitalistas sacando por el momento a las masas del camino de la huelga general revolucionaria, de la derrota de Hollande y la ley El Khomri
Dos alternativas para la clase obrera francesa:
Retomar la lucha del "Mayo Francés", o ser sometida por la burocracia sindical a los carniceros de la V República
Para derrotar la Ley El Khomri y el gobierno de Hollande
¡Hay que retomar el camino de la huelga general revolucionaria!
La burocracia sindical que ha conspirado para desorganizar la ofensiva de las masas no representa a los millones de trabajadores que entraron al combate
¡Fuera la burocracia! ¡Paso a las asambleas, los comités de fábrica y los comités de acción!
La clase obrera francesa viene de protagonizar en los últimos 4 meses enormes jornadas de luchas en las calles enfrentado el ataque que le declaró el gobierno de Hollande y la gran patronal francesa buscando arrebatarle la semana laboral de 35 horas con la ley El Khomri.
Los choques decisivos entre las clases se venían desarrollando. Por un lado, el imperialismo francés necesita imponerle a su propia clase obrera las terribles condiciones de flexibilización laboral que le impone a las masas del mundo semicolonial, a los explotados de sus colonias de ultramar y a los trabajadores inmigrantes en sus entrañas. Pues las transnacionales necesitan una Francia maquila para competir con el resto de las potencias imperialistas en un mercado mundial que se achica producto de la crisis del sistema capitalista imperialista abierta en el 2008 y la nueva ronda abierta con el crack chino.
Por eso, el imperialismo francés, luego de tirarse a sí mismo ataques "del ISIS", y luego de militarizar Francia con esa excusa, largó un brutal ataque a las conquistas de la clase obrera. Se estableció una lucha decisiva entre el proletariado y la burguesía a inicios de 2016. Con la crisis de Maastricht y de la economía mundial ya nada podía ser igual en la Francia imperialista en decadencia, con las disputas de todas las potencias imperialistas codeándose para rapiñar en un mercado mundial que se ha achicado.
La clase obrera presentó batalla ganando las calles con piquetes, huelga general, poniendo en pie los embriones de organismos de democracia directa, los comités de acción, los comités de fábricas, demostrando estar a la altura de la guerra que le ha declarado la gran burguesía que intenta arrebatarle sus conquistas históricas.
La clase obrera desplegó enormes energías y combatividad para derrotar a Hollande y la ley El Khomri
Apenas se envió este proyecto de ley de la ministra de trabajo El Khomri al Parlamento en marzo, para arrebatarle la semana laboral de 35 horas a los trabajadores, la clase obrera y la juventud de Francia ganaron las calles. La burguesía entendía muy bien de qué se trataba. Había creado las condiciones para darle un golpe decisivo a la clase obrera.
La burocracia sindical, en los primeros momentos de entrada de esta ley al parlamento, desvió las primeras ofensivas de masas planteando que "esta ley se podía mejorar o derogar". Para nada preparó a la clase obrera para la lucha decisiva que estaba establecida.
Las burocracias de las centrales sindicales, como la CGT (dirigida por el estalinismo), Force Ouvriere (una central sindical amarilla) y toda la izquierda reformista buscaron llevar el combate de los explotados a presionar al parlamento para que no pase la ley. Pero la burguesía no estaba dispuesta a negociar nada. Muestra de esto fue que el gobierno la sacó de la cámara baja del congreso por decreto. Ya no quedaban dudas. La burguesía iba a por todo.
El 31 de marzo se desarrolló la primera acción de masas contra la ley El Khomri. Millones entraron al combate, que superaron y desbordaron los diques de contención de todos los sindicatos, que no representan a más del 10% ó 15% de los trabajadores de Francia.
La juventud ocupó un lugar de vanguardia de esa movilización. Es que esa Ley ataca principalmente el primer empleo, imponiéndole jornadas de horas de trabajo sin límite.
Las masas se apoderan de la Plaza de la República. Para las direcciones reformistas y la burguesía había llegado el momento de impedir que esa Plaza se transforme en una nueva Plaza Tahrir como en El Cairo, es decir, en una plaza de los comuneros.
Por eso toda la Nueva Izquierda de corrientes socialimperialistas como Syriza, PODEMOS, sostenidos por los renegados del trotskismo como el NPA francés concentraban sus fuerzas en París hablando de que semejante ataque de los capitalistas se frenaba luchando por una “democracia real” y una “Europa más social”. Viajaron a Francia a pregonar un "movimiento de ciudadanos" en general, cuando lo que estaba planteado era un brutal choque entre la burguesía y la clase obrera.
La burguesía rápidamente se encargó de disipar las mentiras del reformismo y la burocracia: el gobierno de Hollande-Valls utilizando un decreto bonapartista hace pasar, el 10 de mayo, la ley directamente al Senado sin debate en la Asamblea Nacional (diputados), dejando en claro que no había ningún tipo de negociación posible.
Este decreto hace estallar Francia y comienza el choque decisivo entre las clases. La burocracia fue totalmente desbordada por las masas. Se desmoronó la mentira del "movimiento ciudadanos" y "democracia real". El bonapartismo de la V República imperialista francesa mostraba su verdadera cara.
La burguesía demostraba que no estaba dispuesta a ceder ni una coma. La clase obrera durante el mes de mayo protagonizó enormes jornadas de lucha como las del 12, 17, 19 y 26. Esas marchas eran encabezadas por la juventud rebelde, de los que "odiamos a la policía" y los "vándalos que rompemos todo", como exclamaban. Todos los días nuevos sectores de los explotados entraban al torrente revolucionario. Después de cada jornada de lucha los explotados realizaban nuevos paros por gremios, combates de barricadas, piquetes, choques con la policía, y junto a la juventud ponían en pie los comités de acción y fortalecían su coordinación.
Frente a la radicalización de las masas, su lucha, la puesta en pie de los organismos de democracia directa y la pérdida del control de la burocracia sindical del movimiento obrero, el gobierno y las grandes patronales respondieron con una brutal represión enviando a las fuerzas del orden a reprimir sistemáticamente, las manifestaciones, los piquetes, la toma de edificios públicos y toda lucha. Los jueces prohibían las movilizaciones y enviaban miles de telegramas y cartas de intimación con amenazas de prisión a obreros y estudiantes que fueran vistos en las manifestaciones. Pese a todo esto los explotados seguían combatiendo y poniendo en pie sus organismos, los comités de acción que tendían a coordinar la lucha de los explotados. El rol de los sindicatos y los “socialistas” de todo pelaje fue el de impedir que estos organismos se desarrollen, centralicen y se coordinen en toda Francia poniendo en pie el verdadero poder de los explotados.
Pero a pesar de las direcciones, la clase obrera seguía subiendo peldaños en su lucha. En las marchas se oía con furia los gritos de “todos odiamos a la policía”, “todo el mundo odia a los banqueros” y "todo el mundo odia al PS”…
El 2 de junio los operadores de las centrales eléctricas en huelga, le bajaron el costo del servicio de electricidad a más de un millón de hogares y le devolvieron el servicio a las casas que lo tenían cortado porque no podìan pagarlo. Al tiempo que le cortaban el servicio a una de las sedes del Medef (federación patronal francesa) y a uno de los domicilios de sus jefes. También cortaban la electricidad de los ferrocarriles en apoyo a la huelga de los ferroviarios. Este es un verdadero ejemplo de cómo los obreros empezaban a tomar la resolución de los problemas en sus manos. Y marcaban quién es el verdadero dueño de los medios de producción y el que los hace funcionar. El gobierno de Hollande y las instituciones de la V República se encontraban totalmente débiles, pendían de un hilo, habían perdido el control de la clase obrera, porque ésta había roto con el control de su perro guardián, la burocracia sindical, y su programa de presionar al parlamento para morigerar el ajuste.
A las masas se le presentó la siguiente alternativa: o tiraban y golpeaban duramente al gobierno que imponía la ley El Khomri por decreto, o cedían y se imponía la ley. La lucha económica deriva en una enorme lucha política contra el gobierno.
Éste recibió, como vimos, enormes golpes de las masas. En última instancia, faltaba el envión de una huelga general revolucionaria decisiva para tirar la ley y con ella a Hollande. Ambas tareas se habían imbricado. A partir de allí se inicia la gran traición... una gran conspiración contra las masas.
¿Quién sostenía a Hollande en esos días? Philippe Martínez -secretario general de la CGT- y toda la burocracia sindical, que comenzó a conspirar junto a la gran patronal organizada en el Medef, es decir, los grandes jefes de las corporaciones imperialistas francesas.
Una gran conspiración contra las masas
La burocracia sindical salva a Hollande y a la gran patronal imperialista sacando a las masas del camino a la huelga general revolucionaria
El gobierno endurecía la represión del estado, con miles de telegramas, detenciones provisorias, choques policíacos con las masas... pero esto sólo lograba calentar más la situación. Los obreros debemos aprender de las trampas que impone la burguesía apoyada en las direcciones que ésta compra dentro del movimiento obrero, como lo es la burocracia sindical.
¿Qué había que hacer para desviar este enorme ascenso de masas? La burguesía comprendía exactamente la situación, su debilidad y su fortaleza (la burocracia). Pero todavía esa fortaleza era relativa, porque la burocracia había también perdido el control de la clase obrera. El gobierno pendía de un hilo. Pero la clase obrera no tuvo ninguna dirección alternativa que le dijera esta verdad, la fortaleza que había conquistado con su lucha en la calles y lo débil que había dejado al gobierno. Las condiciones para una huelga general estaban más que maduras, se estaban descomponiendo.
El NPA y su corriente sindical Solidaires sólo le prestaba su hombro izquierdo a un Martinez debilitado para cubrirlo. La irrupción de las masas estaba ahí... y era inevitable. Antes de que ello sucediera, la patronal, en el momento de mayor debilidad de su gobierno, anunció que no iba a permitir en el Senado ninguna negociación con los huelguistas, y sus senadores anuncian que anularán directamente la ley que fija en 35 horas la semana laboral.
Al mismo tiempo, manda a la burocracia a convocar y a ponerse a la cabeza de una manifestación nacional, ya que si no lo hacía, nadie la iba a controlar. Por primera vez, la burocracia de todas las centrales sindicales bajaron a las fábricas a hacer asambleas de todos los sectores para organizar esa marcha.
La patronal se endurece en el Senado y manda a su agente, la burocracia, a montarse sobre la acción independiente que venía, para volver a prestigiarse. Esto sucedió en la jornada del 14 de junio, una enorme e histórica movilización de la clase obrera francesa, pero que fue controlada por la burocracia, en gran medida, mientras enormes franjas de la juventud y la clase obrera chocaban contra la policía en la calles de París.
Este fue el carácter contradictorio de esa marcha. La burocracia, empujando, tomó el control de la movilización y contuvo ahí la acción independiente de masas, en momentos en que la burguesía estaba más débil y mostraba en el Senado una fortaleza que no tenía.
Lo que vuelve a fortalecer al gobierno es que la burocracia tomó el control nuevamente de la movilización, poniéndose a su cabeza, aprovechando que aún no se habían desarrollado, ni extendido, ni coordinado los comités de acción, los comités de fábrica, y la misma Plaza de la República transformada en una institución de centralización de sectores de la lucha de los trabajadores y la juventud.
A partir de aquí, empieza "la gran maniobra". El verano se aproximaba. La clase obrera quedó con confianza en que su movilización enorme podía parar la ley y frenar al gobierno. Y no fue así. La entregó la burocracia sindical.
La burocracia de los sindicatos comienza a transitar nuevamente por los pasillos del congreso yendo al Senado para exigir cambios en la ley... La clase obrera le da un respiro, para ver qué se consigue después de tantas jornadas de lucha, sin percibir que faltaba el combate fundamental, que era la huelga general que derrote a Hollande, o bien, como producto de ello, arrancarle el retiro de la ley.
La traición de la burocracia fue hacerle creer a las masas que ya la lucha había sido suficiente como para ganar. Bastaba el momento y el día oportuno para traicionar, y que la maniobra y la conspiración den sus frutos.
El día 23 de junio, la burocracia convoca a una nueva acción. Las masas no terminan de entender por qué después de semejante lucha y de la movilización del 14/6 le habían prometido que todo cambiaba, pero la patronal se mantenía fortísima en sus posiciones en el senado.
La burocracia de las 3 centrales sindicales se entrevistan con la prefectura "para avisar" que se iba a realizar la marcha el 23/6. El gobierno había dicho que la iba a prohibir... El resultado fue la realización de una marcha con un recorrido de 8 cuadras ida y vuelta, controlada por la policía y por los Servicios de Orden de la burocracia sindical. No más de 16.000 personas pudieron entrar a esa movilización, y las que querían hacerlo por fuera del aparato de la burocracia eran molidos a palos por la policía o por los Servicios de Orden del PC. Igual que ayer en Grecia, donde la misma burocracia del PC apaleó a los obreros que rodeaban el parlamento de la Troika, disolviendo a lo mejor de la vanguardia.
Se estaba consumando la traición y la conspiración.
Luego, vino una marcha como esta, es decir, también restringida y pactada el 28 de junio. La burguesía conseguía así, a través de la burocracia, una relación de fuerzas que no había conquistado.
Es desde esta relación de fuerzas que el gobierno envía de nuevo el proyecto de ley a la Asamblea, es decir, a la cámara baja. La burocracia plantea que allí se pueden hacerle cambios. Una traición, un rodeo para volver al punto de inicio... donde saldrá la ley El Khomri original quizás con algunas reformas cosméticas.
Crearon ilusiones en las masas de que se puede parar la ley en la cámara baja. Pero ya las habían sacado de las calles. En la Asamblea se vuelve a aplicar el decreto de Hollande-Valls para que no se negocie nada. Así, la Ley El Khomri está a punto de ser aplicada. Una gran conspiración y una enorme traición.
La izquierda socialimperialista sostuvo a la burocracia sindical
¿Qué declara la izquierda "anticapitalista" europea y francesa? Que esto es lo máximo que se pudo lograr, que no habían condiciones para un "mayo francés", que es lo máximo que dieron las masas, que "no hubo fuerzas"... (como platea el NPA en sus artículos del 6/7). ¡Grandes traidores! ¡Son cómplices de la traición de la burocracia sindical, de la cual forman parte, succionados durante años como pata izquierda de la V República imperialista francesa a la que sirven desde hace décadas como escuderos del stalinismo y la burocracia sindical.
Y en el NPA no solamente está el mandelismo -la vieja corriente pablista de la IV Internacional-, sino allí también están pequeños grupos de seguidores del PTS y de todas las corrientes de izquierda socialimperialista europea.
En la marcha del 23 de junio, la de la traición, que tuvo un recorrido restringido acordado con la policía custodiada a los bastonazos por los servicios de orden del PC y de la misma policía, marchaban orgullosas en la cabecera la CGT, FO y Solidaires del NPA. Fueron y son cómplices de esa traición.
Jugaron ese rol de falderos de la burocracia durante todo el proceso de movilizaciones. Jamás prepararon a la clase obrera para la lucha política decisiva que estaba planteada. Cuando las masas empezaron a cambiar los carteles de La Plaza de la República por los de La Comuna, se vistieron de rrrr-r-rojo y de Mayo del 68. Y cuando la burocracia acordó con el gobierno la traición, se vistieron de amarillo y custodiaron por izquierda dicha traición. Y ahora, encima, le echan la culpa a las masas.
En el momento en que surgían los comités de acción y la tarea era desarrollarlos para que se transformen en organismos de doble poder y democracia directa, para barrer a la burocracia sindical, se encargaron de sostenerla. Había que llamar a poner en pie los organismos independientes de la burocracia y el estado para tirar a la dirección de la CGT y FO para recuperar los sindicatos y ponerlos al servicio de organizar la lucha. Pero estas corrientes, siempre quieren hacerle creer a los trabajadores que a la burocracia no se la derrota en las calles, en la lucha, sino con elecciones… Mantuvieron un frente único con la burocracia sindical hasta la derrota. Eso hizo el NPA, acompañó a la CGT hasta que ésta sometió a las masas a la negociación.
La tarea del momento es desconocer la ley y el acuerdo infame de la burocracia sindical con el gobierno
Hay que recuperar el camino a la huelga general
No está dicha la última palabra. La ofensiva de las masas fue dispersada por la traición de su dirección, no por la fortaleza del gobierno. Les arrebataron el triunfo de las manos. La patronal pasará a la ofensiva fábrica a fábrica, y gremio a gremio para imponer el aumento de la jornada laboral.
¿Qué exige la burocracia? Estar ellos, desde las centrales sindicales, en cada negociación. Esto es consumar la traición. Es ir a garantizar a todas las fábricas que no se rebele nuevamente el movimiento obrero y que así se aplique la ley, impidiendo toda acción centralizada de la clase obrera.
Hay que impedir este camino que quieren imponer el gobierno y la burocracia sindical. ¡Ninguna negociación por fábrica! ¡Abajo la ley El Khomri! Esta es la moción que debe votar toda asamblea de fábrica o sector sindical en donde se quiera aprobar esta ley y liquidar la semana laboral de 35 horas.
Con asambleas, comités de fábrica y comités de acción hay que desconocer la ley "Hollande-Martinez" e impedir que se aplique y que se dividan las filas obreras. Votar en asambleas y en comités de fábrica volver a poner en pie los comités de acción para romper el muro que ha impuesto la burocracia sindical para volver a unir las filas obreras en nuevas acciones de masas.
Las grandes masas que entraron al combate deben decidir. Martinez, FO y toda la burocracia no representan a la clase obrera ni a los millones que entraron a la lucha. Ellos trabajan para una derrota, como en Grecia. Son los agentes socialimperialistas de Maastricht, a los que la burguesía imperialista francesa sostiene y adorna con las monedas que se caen de las superganancias que los bandidos imperialistas obtienen con el saqueo del mundo semicolonial.
La clase obrera francesa debe verse en los ojos de los padecimientos de la clase obrera inmigrante, de los refugiados y de los pueblos oprimidos por el imperialismo.
Son ellos o nosotros... ¡Hay que volver a reagrupar las filas obreras para dar una batalla decisiva, que será posible si derrotamos a la burocracia sindical, con los comités de fábrica y los comités de acción!
¡Paso a las asambleas de base, a la democracia directa y los comités de fábrica!
¡Por comités de autodefensa para hacer frente a la represión de la policía asesina y los servicios de seguridad del stalinismo y la burocracia sindical!
¡Paso a la juventud! ¡Paso a los comités de acción!
¡Abajo la ley El Khomri-Martinez! ¡Fuera Hollande!
¡Que vuelva el Mayo Francés!
El combate de la clase obrera francesa estremeció al Maastricht imperialista. Solo en unidad con la clase obrera europea y enfrentando el pillaje del imperialismo francés en el mundo semicolonial podrán los trabajadores de Francia mantener sus conquistas.
No hay otro camino. ¡Paso al internacionalismo militante! ¡Viva la unidad internacional de la clase obrera!
Francia no puede ser una nueva Grecia traicionada por la izquierda vendehumo y por la burocracia sindical. Se tiró mucha agua para apagar la chispa de Atenas, y toneladas de agua y arena para intentar apagar el fuego que se encendió en París.
El movimiento revolucionario internacional tiene una enorme obligación, que no es otra que combatir a las direcciones traidoras que le han atado las manos al proletariado francés.