Los refugiados en el campo de Moria (Grecia)
denuncian las condiciones infrahumanas a las que los somete la UE imperialista
Los refugiados en el campo de Moria (isla de Lesvos, Grecia), hacen un llamamiento a todo el mundo. Ellos son el corazón de la clase obrera europea, son los miles que mueren en el corazón de la bestia imperialista yanqui en Nueva York por el coronavirus. Son los miles de migrantes que recorren Centroamérica en busca de trabajo para enviar pan para sus familias. Es la clase obrera y la juventud explotada hoy sublevada en los suburbios de París, enfrentando la represión.
¡Basta de silencio de las organizaciones obreras! Ellas deben encabezar la lucha por el derecho a la vivienda digna, la salud, la apertura de fronteras, trabajo digno con un salario igual a la canasta familiar para todos, y todos los papeles y derechos para los refugiados e inmigrantes. ¡Una misma clase, una misma lucha de toda la clase obrera europea!
¡Por un comité de sanidad garantizado por los sindicatos!
Reproducimos a continuación la denuncia de uno de los refugiados en Moria sobre las terribles penurias que padecen:
"Nos han abandonado aquí, con nuestros bebes. Queremos que nos saquen en las noticias. Queremos hacer un llamamiento a la comunidad internacional, a la Unión Europea, al gobierno griego, para que nos encuentren una solución para nosotros, los inmigrantes de Moria. En Moria nos han dejado aquí durante el invierno, en pequeñas tiendas de campaña, sin luz, ni agua caliente, ni buena comida. ¡Esto no es humanismo! ¡Esto no es humanidad! Somos inocentes. Es el sistema el que nos tiene detenidos aquí. Cuando nos rechazan, necesitan pagarnos algo. Somos inmigrantes. ¿De donde vamos a conseguir dinero? Tenemos derecho a que nos protejan. Hemos arriesgado nuestras vidas cruzando el mar Egeo para llegar aquí, no para que nos abandonéis. Hemos venido aquí para buscar la paz, la justicia, la buena vida y una buena gobernabilidad. Estamos aquí para hacer un llamamiento a todo el mundo y decir que nos han abandonado a los inmigrantes aquí. ¿Por qué? Con el coronavírus aquí, no han permitido ni que las asociaciones humanitarias nos den mascarillas ni jabón. Todas las puertas están cerradas. Nos han abandonado con nuestros hijos y las madres con los bebés. ¿Esto es Europa? Habéis buscado escándalos en África. Habéis causado la guerra en África. Habéis destruido nuestros países. ¡Por causa de vosotros estamos aquí! Estamos para buscar la Paz."
Entre las medidas implantadas a raíz del COVID-19, las personas solicitantes de asilo no pueden salir de Moria. Entonces, no pueden sacar dinero –reciben unos 90 euros mensuales de la Naciones Unidas– porque allí no hay cajeros ni tampoco pueden ir a tiendas para comprar comida. No tienen acceso ni a comida, ni agua potable.
En Moria solo hay un grifo para cada 1.300 personas y un baño para cada 200. Muchos cooperantes y voluntarios de pequeñas ONGs y otras, tampoco pueden llegar y entrar al campo. La carretera está controlada y las ayudas no llegan para todos.