23/09/2015

Los integrantes del FIT: del silencio en su campaña electoral sobre la entrega de Cuba al imperialismo a la defensa de los restauracionistas… tras los pasos del MAS de los 80 cuando se derrumbaba la ex URSS…

La gira papal en Cuba y EE.UU. ha dejado varias cosas al desnudo. Por un lado el rol categórico de Francisco en Latinoamérica para asentar el régimen restaurador del capitalismo en Cuba de la mano de los nuevos ricos del PCC y los Castro, por otro lado sostener de conjunto la ofensiva imperialista sobre Latinoamérica bajo el mando de Obama… y también ha desnudado una vez más que la izquierda reformista sostendrá a los Castro hasta su último suspiro.

Ni al PO ni al PTS le basta con que en Cuba los Castro hayan impuesto el derecho de herencia, de propiedad privada, la liquidación de la reforma agraria con cooperativas burguesas, la destrucción de la igualdad salarial, la destrucción del monopolio del comercio exterior mediante jointventure en la explotación del turismo y el niquel, las zonas francas para las trasnacionales como Puerto Mariel… todas estas medidas que se fueron desarrollando al calor de que los Castros conspiraron y traicionaron una y mil veces la revolución latinoamericana y mundial, fueron destruyendo los elementos socialistas de la economía de transición en Cuba y le dieron rienda suelta a los elementos capitalistas de la economía que se fortalecieron y asentaron con el régimen restaurador de los nuevos ricos del PCC… sin embargo para el PO y el PTS en Cuba sigue habiendo una “burocracia” y no nuevos rico gusanos del PCC restauradores del capitalismo. Para la izquierda sirviente de los Castro, en Cuba habría un “proceso de apertura” de una “burocracia” ¿Qué ondea la bandera yanqui en La Habana?

Ya hemos polemizado teóricamente con estas posiciones, en esta oportunidad solo podemos agregar que las caracterizaciones de la izquierda reformista son solo una justificación de su servilismo histórico y actual a los Castro, el cual encubre en un supuesto defensismo de Cuba “ante el chantaje imperialista”, cuando lo que actual categóricamente es un pacto de Castro-Obama bendecido por la iglesia y el Papa para aplastar a las masas revolucionarias cubanas.

El Papa fue a La Habana a bendecir esto y a fortalecer a la Iglesia y los gusanos de los Castro como los pilares del régimen que impondrá una Cuba más sometida al imperialismo yanqui que la de Batista antes de la revolución de 1959.

Tal es el servilismo a los Castro por parte de la izquierda reformista, que aun caracterizándolos como “una burocracia”, ni siquiera llaman a derrotarla con el método de la revolución política y la guerra civil como plantea el programa de la IV Internacional… El PO lleva su bancarrota hasta el final:
“En el plano inmediato, la extorsión actual a la que Cuba es sometida en el marco de las negociaciones, pone a la orden del día la necesidad de un programa, que permita a los explotados cubanos hacer frente al chantaje capitalista y defender sus intereses: por el levantamiento incondicional del bloqueo, por sindicatos independientes libremente elegidos para defender los derechos de los trabajadores, por la defensa de la salud y la educación gratuitas mediante una gestión directa de los trabajadores. La defensa, asimismo, de una economía que aún es planificada, supone el monopolio del comercio exterior y de los bancos.”

¿De que programan hablan? Como se derrota la restauración? Como se aplasta a los Castro? Ni cuando los Castro eran una burocracia traidora de la revolución levantaron el programa trotskista de la revolución política apoyada en la revolución socialista internacional, ni ahora levantan un programa para aplastar la restauración capitalista.

El Papa de hoy continua la tarea de Juan Pablo II con la ex URSS y la izquierda reformista de hoy levanta la misma política del MAS en los 80 que miraba para otro lado mientras se restauraba el capitalismo en los ex estados obreros y establecía alianzas con el PC para sus objetivos nacionales.

Una vez más trotskismo y stalinismo, internacionalismo y nacionalismo se ven las caras.