IRAK -17 de diciembre de 2019
La revolución sube un nuevo escalón
La clase obrera se toma los pozos de petróleo en Basora y DhiQar y la municipalidad en Karbala
Los trabajadores a la vanguardia de la revolución en el protectorado yanqui
La caída del Primer Ministro solo fue un primer paso
hacia la caída de todo el régimen contrarrevolucionario
Ahora:
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las plantas petroleras y las refinerías del país!
¡Desarme de todas las fuerzas de represión! ¡Armas para los explotados sublevados!
¡Que caiga todo el régimen!
¡Gobierno provisional revolucionario obrero y campesino!
Las masas iraquíes heroicamente no retroceden en su revolución que se puso de pie en el protectorado yanqui enfrentando a las petroleras y todas sus fuerzas de seguridad del ejército gurka iraquí, las bandas paramilitares de las distintas burguesías locales agentes directas de los yanquis, la guardia iraní enviada por los ayatollahs para masacrar a las masas iraquíes sublevadas, etc. A pesar de la enorme masacre y represión con balas de plomo a cargo del ejército, como sucedió semanas atrás en Nassiriya, Najf y Bagdad, las masas siguen ganando las calles.
Estas acciones ya han causado la caída del teniente general Jamil al-Shammari, que comandó la masacre, como así también la caída del primer ministro Abd el Mahdi. Este último presentó su renuncia el viernes 29/11 y el pasado domingo 1/12 fue votada por el parlamento.
Los yanquis, el verdadero poder en Irak -al que han convertido con su invasión en 2003 en su protectorado-, con los directorios de las petroleras resguardados con sus guardias de seguridad y tropas gurkas, quieren entregar algunas cabezas como concesiones a las masas para apaciguar su lucha.
Pero lejos de ello, esto fue visto como un triunfo que alentó a las masas y con la clase obrera y los petroleros a la cabeza van por más. “La caída del primer ministro es solo un primer paso”, dijeron.
Así, el lunes 2 de diciembre en Karbala, las masas con los obreros petroleros a la cabeza derribaron los muros de concreto ocupando el palacio de gobierno local. Asimismo, los trabajadores petroleros en Basora tomaron los yacimientos de petróleo. En la región de DhiQar, cuya capital es Nasiriya, los obreros tomaron las empresas petroleras que funcionan allí, impidiendo que salga una sola gota de petróleo.
La clase obrera iraquí demuestra así ser la vanguardia de la revolución. Interviene con sus métodos, golpeando al corazón de la producción petrolera, la sangre que succionan las transnacionales parásitas.
Identificaron con total claridad cuál es el enemigo: las petroleras angloyanquis que saquean el país y la región. Ellas son las que comandan las fuerzas de represión asesinas. Ellas son las que dirigen a los distintos gobiernos que se han conformado en el Irak que fue ocupado por EEUU luego de la guerra de invasión en 2003. Todas las fuerzas e instituciones iraquíes están para garantizar su saqueo. Toda la infraestructura está a su servicio, mientras las masas no tienen ni electricidad, ni agua potable, ni siquiera trabajo. Son las transnacionales, con su régimen y guardias de seguridad, las que someten a las masas a la miseria. Contra ellas, la revolución de los explotados iraquíes, con los obreros petroleros como su caudillo, se han puesto de pie.
Sectores de la izquierda reformista mundial durante años negaron la existencia de una clase obrera en Medio Oriente o bien afirmaba que allí habían solo “pueblos bárbaros”, “atrasados”. Hoy afirman que no hay ninguna revolución porque “no hay una intervención de la clase obrera” o bien que “la clase obrera interviene disuelta en la ciudadanía” en lo que ellos llaman “primaveras por la democracia”… Pues bien, la clase obrera no solo venía interviniendo como vanguardia y caudillo de toda la nación oprimida, sino que acaba de tomarse los yacimientos, pozos y empresas de petróleo, planteando que para comer y tener una vida digna no solo debe caer el régimen, sino también ir a buscar los fondos a donde están, a los pozos de petróleo y terminar con el saqueo imperialista. ¡Se trata de la clase obrera de Medio Oriente, que extrae el 80% del petróleo que alimenta el planeta!
Estamos ante una revolución por el pan, donde los trabajadores petroleros se han puesto a la cabeza del combate. Los obreros cuyo salario no alcanza para cubrir las necesidades básicas y los desocupados fueron y son los principales protagonistas de las barricadas y choques contra el ejército en Bagdad y las principales ciudades del país, que todos los días dejan decenas de muertos… y al otro día vuelven a ganar las calles en acciones aún más masivas que el día anterior. Ellos no tienen miedo de morir asesinados por las balas del ejército ni de las bandas paramilitares porque saben que si no derriban al régimen y a las petroleras el único futuro que les espera morir de hambre en la miseria. Fueron los trabajadores los que derribaron los muros de la esclavitud y encabezaron la toma de la municipalidad en Karbala, como lo muestran las imágenes. En el sur, donde está el 65% del petróleo del tercer país exportador del mundo, los trabajadores ocupan los pozos de petróleo.
Ahora, ¡hay que avanzar a expropiar sin pago y bajo control de los trabajadores toda la rama petrolera de Irak! Es necesario poner en pie milicias obreras para enfrentar a las fuerzas de represión que no tienen ningún reparo en convertir Medio Oriente en un baño de sangre cuando se trata de defender las ganancias y el saqueo de las petroleras. ¡Disolución de todas las guardias de seguridad de las petroleras! ¡Armamento generalizado para el pueblo sublevado!
La burguesía iraní sigue actuando como sicaria y mercenaria de las petroleras imperialistas para masacrar como vimos ayer en Siria hoy en Irak y contra toda la revolución de todo Medio Oriente ¡Hay que aplastar y derrotar a las tropas gurkas de la guardia iraní!
¡Hay que centralizar y coordinar, a nivel local, regional y nacional, a los explotados que marchan cada día y se organizan en sus acciones de lucha!
¡Que caiga todo el régimen del protectorado yanqui y sus petroleras y fuerzas gurkas asesinas! ¡Por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino!
La burguesía kurda iraquí, que es parte del gobierno ya que el presidente Barham Salah es de este sector burgués, busca que los kurdos no se sumen a las movilizaciones. En un sentido, quieren hacer lo que hizo el PKK en Siria, donde luego de meses de “abstenerse de participar” en la insurrección, firmaron un pacto de “no agresión” -colaboración con el perro Bashar, supuestamente a cambio de “zonas de autogestión kurda”, que hoy están nuevamente en manos de Bashar o bien de los yanquis directamente. Esto significó que la revolución siria fuera debilitada y hoy buscan que la iraquí también lo sea. ¡No podemos permitirlo! ¡Los explotados kurdos son parte del conjunto de los oprimidos iraquíes por el protectorado yanqui que sufren las miserias impuestas por las petroleras! Solo una revolución iraquí triunfante traerá las mejores condiciones para pelear por la autodeterminación del pueblo kurdo, no solo de Irak, sino también de Irán, Turquía y Siria.
En Irak se han puesto en pie los aliados que necesitan las masas masacradas y cercadas en Idlib, o las palestinas en Gaza, o los explotados iraníes que sufren la brutal represión y masacre por parte del régimen de los ayatollahs.
En Irak, Irán, Líbano, Gaza, la resistencia siria que no se rinde, que es masacrada cada día en Idlib por los bombardeos aéreos de los fascistas asesinos Al Assad y Putin… ¡Una misma intifada, un mismo combate contra un mismo enemigo: el imperialismo, que saquea Magreb y Medio Oriente, y sus sirvientes!
La revolución iraquí solo podrá triunfar en una pelea conjunta con la clase obrera norteamericana, la que puede golpear al corazón de la bestia imperialista que comanda a los gobiernos y regímenes títeres, cuyas petroleras saquean Irak, y los que arman, financian y comandan directamente al ejército iraquí asesino. Ellas son las que se roban el oro negro mientras la clase obrera vive en condiciones inauditas. Y cuanto más y más atacan a la clase obrera de Medio Oriente, más y más conquistas son arrancadas a los obreros en Estados Unidos y en las metrópolis imperialistas de Europa.
El grito en las calles de Nueva York debe ser ¡El enemigo está en casa! Así lo fue en 2008, con una enorme lucha antiguerra que obligó al imperialismo yanqui a tener que retirar sus tropas de Irak. Así se ganó la guerra de Vietnam en los ’70.
¡Que vuelva la marcha del millón contra el régimen yanqui! ¡Que los portuarios de Oakland y la costa oeste paralicen la máquina de guerra como hicieran contra Bush retomando los piquetes en los ranchos de los políticos burgueses Republicanos y Demócratas!
¡Que se vuelva a poner de pie la clase obrera de la Europa imperialista junto a la revolución iraquí, que hiciera volver a sus tropas de ocupación al grito de “Vuestra guerra, nuestros muertos”!
¡Este es el camino para derrotar al imperialismo y que triunfe la revolución que ha comenzado!
¡De Bagdad a Nueva York, un mismo puño contra un mismo enemigo!
Comité Redactor del periódico “La Verdad de los Oprimidos”