La política de la izquierda del FSM es cercar y aislar a las masas revolucionarias del Magreb y Medio Oriente y separarlas del combate de los explotados de los países imperialistas
Ningún acuerdo, ni pacto, ni Ginebra 2, ni ofensiva contrarrevolucionaria se puede, ni se podría haber garantizado, si no fuera gracias al accionar del FSM. Como hemos dicho en otras oportunidades, estas corrientes se dedicaron a hacerle un cerco a las masas revolucionarias como en Siria para dejarles libres las manos a Assad para que las masacre. Sometieron al proletariado norteamericano a Obama con la excusa de “todos contra el Tea Party”, y así sacaron de escena a la clase obrera norteamericana, desincronizando los combates de los países imperialistas con la revolución en el mundo colonial y semicolonial, cuando la tendencia era justamente a la sincronización, como lo demostraba la consigna levantada en la huelga de los trabajadores de Wisconsin de “hay que luchar como en Egipto”.
Anteriormente, cuando las masas iraquíes resistían contra la ocupación imperialista norteamericana y que las masas palestinas de Gaza rompían con la OLP (y eran canalizadas por Hamas), la clase obrera norteamericana luchaba contra la guerra. Fue ahí que el FSM jugó su rol para llevar ese movimiento contra la guerra a un “todos contra Bush”, es decir “todos con Obama”. Y fue Obama quien en 2008 largó la operación “plomo fundido” contra las masas de Gaza, ya con la clase obrera norteamericana sacada de escena. Esto garantizó la división de las filas de los explotados que luchaban contra el imperialismo.
Hoy vemos lo mismo. Luego de que sometieran nuevamente a la clase obrera a “Obama”, con la excusa de “enfrentar al fascista Romney”, fue justamente Obama el que mandó a Al-Assad a masacrar a 500.000 hombres, mujeres y niños en Siria, y el que envía al sionismo a masacrar en Gaza hoy.
En los levantamientos de Irak, la izquierda del FSM ha planteado que éstos son protagonizados por “tribus”. Todas esas invenciones de que en Irak existen “tribus” y no obreros explotados, de que estamos ante enfrentamientos entre “sectas de tribus musulmanas chiitas y sunnitas”, son para cercar a las masas revolucionarias. Son para aislarlas del conjunto del proletariado mundial y dejar que actúe Ginebra 2 sobre ellas. Son para que el proletariado mundial no vea allí a sus aliados ni el camino a seguir para levantarse por el pan. Ayer lo hicieron con las masas libias llamándolas “tropas terrestres de la OTAN”, o silenciando la masacre a las masas sirias.
Invenciones de pequeñas sectas de Argentina como el MAS, de que en Irak habría un “estado sectario” de una “secta” que pelea contra otra “secta”, persiguen exactamente el mismo objetivo, con el agregado de revisar el marxismo, diciendo que la sociedad ya no estaría dividida en clases (explotadora y explotada), sino en sectas, cuestión causada por la retirada del imperialismo.
Otra de estas corrientes, como el PTS, también plantea este mismo camino y afirma que habría una supuesta “decadencia norteamericana” y que eso hizo que se retire de Irak, dando lugar a una “guerra entre tribus” que no puede encauzar. O sea que para ellos no hay masas explotadas luchando contra el imperialismo y sus hombres que dejó para que controlen su colonia a su retirada, sino “tribus” peleándose entre ellas.
Por su parte, la LIT también aclara que, si bien las masas expulsaron a la ocupación norteamericana en Iraq, hoy no estamos frente a un levantamiento de masas, sino de guerra del Estado Islámico contra Maliki. Es una teoría de “campos” donde no ve a las masas en lucha, y plantea que son dos frentes burgueses peleándose.
Esta corriente plantea como primer tarea en Irak la derrota de la ofensiva del Estado Islámico, con la excusa de que éste sería “fascista” y “asesino”. Pero no hay una ofensiva del Estado Islámico, sino de las masas. La LIT esta por el rechazo a la ofensiva de masas. Pero al verdadero fascista y asesino, que es el gobierno de Maliki y el régimen del protectorado yanqui, no llaman a derrotarlo, simplemente a “no darle apoyo político ni militar”. Terminan así del lado del imperialismo, pintándolo de “democrático”, ya que hay una guerra que divide trincheras.
Tanto la LIT como la UIT son lacayas del ESL. Ambas dividen a los combates de Siria y de Irak, al plantear que éstos últimos serían sólo del Estado Islámico y que éste es fascista y dictador, tratando de imprimirle a los levantamientos las características de la organización burguesa que los manipula o intenta controlar. O sea que estaríamos ante el avance de la imposición de la dictadura del Estado Islámico y no ante una fenomenal insurrección de masas que intenta ser controlada por esa organización burguesa contrarrevolucionaria, a la que hay que disputarle la dirección y derrotarla con los organismos de las masas en lucha.
Queda claro que son todos la izquierda sostenedora del imperialismo y su plan de Ginebra 2 contra la revolución en Medio Oriente, revolución que necesita y se merece la dirección de la IV Internacional refundada.
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