Irán - 19 de mayo de 2022
Por el pan, la tierra y la libertad …
¡Viva el levantamiento revolucionario de la clase obrera y el pueblo iraní !
¡Abajo el régimen infame de los ayatollahs !
Como en la revolución de los ‘80: ¡paso a los shora, los consejos de obreros y soldados!
Los precios internacionales del trigo siguen subiendo en este podrido sistema capitalista mundial dominado por el imperialismo, cuestión que priva cada vez más a los obreros del pan. Ante esta situación, el gobierno antiobrero de los ayatollahs ha quitado los subsidios a la harina, lo cual ha disparado los precios del pan en Irán y ha llevado la carestía de la vida por las nubes. Se está viviendo una espiral inflacionaria que parece no tener fin. Todos los días los trabajadores iraníes ven que su salario alcanza cada vez para menos, mientras los ayatollahs se enriquecen con el barril de petróleo a 110 dólares a nivel internacional. ¡Los clérigos viven como reyes y el pueblo como mendigo!
Los trabajadores y el pueblo iraní ven que están parados sobre oro negro y no les alcanza ni para traer el pan a su casa. Es así que, en lucha por el pan, estallaron marchas, protestas y choques con las fuerzas de represión en varias ciudades, como Khuzestan, Qom, Susangerd, Izeh, Shiraz, Hafshjan, Neishabour, y también en la capital Teherán. Hubieron revueltas y saqueos a las tiendas de los ayatollahs y su guardia. Las protestas se expanden ciudad a ciudad, y la revuelta ya es generalizada. Pero también se han realizado enormes marchas a nivel local y nacional, que golpearon simultáneamente en todo el territorio iraní a la teocracia. El grito de guerra en esta lucha es “¡muerte a Raisi!” (el presidente iraní), “¡muerte a Khamenei!” (el líder supremo y máxima autoridad en Irán ). Es decir, las masas explotadas saben que para conquistar el pan hay que derrotar a los ayatollahs.
Hay que destacar que este proceso empalmó con una multiplicidad de huelgas, protestas y otras luchas obreras que se venían dando de forma dispersa, por sector, en varias ciudades iraníes, como los trabajadores petroleros, petroquímicos, metalúrgicos, agroindustriales, y maestros, que fueron los que pudieron realizar una huelga nacional hace escasos dos meses. Sus demandas de un salario digno, contra la inseguridad laboral, contra los despidos, por la libertad de sus compañeros detenidos en la lucha, ahora han confluido en una misma lucha generalizada contra los ayatollahs para conquistar el pan y para ello, ¡hay que derrocar a la teocracia!
Este proceso se viene desarrollando en los últimos años, donde también hubieron levantamientos por el agua, como el año pasado en Khuzestan y otras zonas de Irán, o bien, el gran levantamiento revolucionario de masas que sacudió todo el país, en el 2019, ante el aumento de los precios del combustible y la inaguantable carestía de la vida. El que chocó directamente con el régimen teocrático y sus fuerzas de represión, dejando más de 1500 muertos y 8 mil presos políticos, en su mayoría con condenas a cadena perpetua y muerte, y algunos de ellos ya fueron ejecutados. Estamos ante sucesivas oleadas de huelgas, movilizaciones, sublevaciones contra el régimen, como sucediera hacia fines de los ’70, cuando terminó por abrirse la grandiosa revolución de los ’80 que derribara al Sha Reza Pahlevi. Es decir, si este proceso se desarrolla hasta descalabrar al régimen, podríamos estar ante el inicio de una nueva revolución iraní, ahora contra los ayatollahs.
La teocracia iraní: una fuerza contrarrevolucionaria en Irán y todo Medio Oriente
Los ayatollahs respondieron y están respondiendo a este proceso con una represión igual o peor que la del Sha a fines de los ‘70: con centenares de muertos, miles de presos, despidos y persecución a dirigentes. Es un régimen que resultó fortalecido al masacrar la revolución siria, masacrar el levantamiento revolucionario de Irak, sostener a los Houthis para que desvíen la revolución yemení, y sostener a Hezbollah para que aplaste a las masas libanesas y, junto con Al Assad, cuiden las fronteras del sionismo.
Los ayatollahs y su guardia contrarrevolucionaria son los carniceros de los pueblos de Medio Oriente, hambreadores y represores de su propio pueblo. La lucha revolucionaria al corazón de Irán es un gran golpe por izquierda ante las duras derrotas que sufrimos en las revoluciones de Medio Oriente, no solo de las mencionadas más arriba sino también Túnez, Egipto, Bahréin, entre otras. Los mejores aliados de los trabajadores iraníes son la resistencia siria, palestina, de las masas que buscan que caiga la dictadura en Sudán, etc. Se trata de revertir la gran tragedia que significó para los explotados de Medio Oriente la división entre chiitas y sunnitas que azuzó el imperialismo, especialmente desde la sangrienta guerra de Irak-Irán de los ’80, para volver a unificar las filas de la clase obrera en toda la región.
La trampa de un frente burgués opositor a los ayatollahs
Solo la clase obrera puede dar una salida al conjunto de los explotados
Previendo que pueda ocurrir una inminente caída del régimen iraní, el imperialismo yanqui está poniendo en pie una alternativa para expropiar la revolución y que el poder no caiga en manos de las masas. Ha puesto en pie un frente con el sector burgués opositor encabezado por Maryam Rajavi llamado “Consejo Nacional de la Resistencia Iraní”, compuesto de hombres de negocios tan hambreadores como los ayatollahs y agentes directos de los yanquis.
Los ayatollahs se distinguen de este sector vistiéndose de antiimperialistas (sostenido por sus seguidores en el movimiento obrero, como los partidos stalinistas y de la izquierda reformista).
Cuando son ellos mismos los que aplican los peores planes de hambre y miseria contra las masas, mientras hacen negocios con el imperialismo europeo. Y negocian con todas las potencias imperialistas en Viena entregando los negocios a cambio de inversiones en el parque industrial y petrolero, quedando ellos como gerentes de los mismos. Estamos ante dos puntas de una misma soga que estrangula a la clase obrera iraní y la de todo Medio Oriente. Solo la clase obrera acaudillando al pueblo pobre iraní puede dar una salida a favor del conjunto de los explotados.
¡Abajo el régimen de la teocracia iraní!
Hay que unificar este gran proceso revolucionario que se ha puesto de pie en Irán en un congreso obrero y de campesinos pobres, para terminar con este régimen hambreador y represor. Enviemos delegados desde todos los sectores que están peleando y los que se estén sumando en los reclamos a una coordinadora nacional de lucha. ¡Huelga general ya!
¡Fuera la dictadura de los ayatollahs y sus fuerzas represivas que imponen el peor hambre y miseria! ¡Por la disolución de su casta de oficiales de la Guardia Iraní asesina ! ¡Que vuelvan sus tropas de Siria, Irak y todo Medio Oriente ! ¡Libertad a los presos políticos ! ¡Por una asamblea nacional iraní , con un representante cada 100.000, removible en cualquier momento por sus electores, que ganen el salario de un obrero medio!
¡Que vuelvan los shoras, los consejos de obreros y soldados, como en la revolución del ‘80!
Para conquistar el pan, ¡Expropiación de la industria petrolera, petroquímica y alimenticia para garantizar fondos, un salario digno y alimentos a todo el pueblo ! ¡Basta de clérigos y hombres de negocios multimillonarios que viven como reyes y de obreros viviendo como mendigos!
Esto solo puede ser garantizado por un gobierno provisional revolucionario obrero y campesino, que rompa con toda fracción burguesa, aliado a las masas explotadas de Siria, Irak, Líbano, Palestina, Sudán, vuelva a poner de pie la región contra todos los gobiernos y regímenes sirvientes del imperialismo que saquean Medio Oriente. La pelea es una sola… ¡En todo Magreb y Medio Oriente, una misma intifada !
Comité Redactor de “La Verdad de los Oprimidos” |