Irán - 7 de enero de 20223
El asesino régimen teocrático de los ayatollas iraníes ahorca a otros dos manifestantes
El sanguinario régimen teocrático de Irán, ahorcó hoy sábado 7 de enero en la mañana, a dos hombres por matar presuntamente a un agente Basij durante las protestas antigubernamentales cerca de la capital, Teherán, en octubre. A ellos se les acusó de "moharebeh", que significa "guerra contra Dios", este cargo se les aplica a los manifestantes que se han enfrentado con las fuerzas de seguridad durante las protestas.
Mohammad Mehdi Karami de 22 años y Seyyed Mohammad Hosseini de 39, fueron ahorcados esta mañana. Karami, y Hosseini, fueron juzgados sin tener acceso a abogados de su elección, como casi todos los demás disidentes y manifestantes detenidos durante las manifestaciones.
"Me reuní con Seyed-Mohammad Hosseini en la prisión de Karaj. Lloró mientras relataba las torturas que le habían infligido: golpes con las manos y las piernas atadas y los ojos vendados, patadas en la cabeza que le hicieron perder el conocimiento, golpes en las plantas de los pies con una barra de hierro y descargas eléctricas en distintas partes del cuerpo", tuiteó el 18 de diciembre Ali Sharifzadeh Ardakani, quien afirma que hace poco le habían permitido representar a Hosseini.
Hasta el momento, el gobierno ha ejecutado a cuatro manifestantes y otros once han sido condenados a la pena de muerte, mientras que al menos 100 manifestantes se enfrentan a cargos que podrían terminar en condenas a muerte.
Los activistas habían convocado protestas en Irán y en el extranjero el domingo 8 de enero, tercer aniversario del derribo de un avión ucraniano sobre Teherán por la Guardia Revolucionaria, en el que murieron las 176 personas que iban a bordo. Las ejecuciones del sábado echarán más leña al fuego de la ira popular, y hoy mismo pueden producirse grandes protestas.
A la vez que, decenas de presos y mujeres encarceladas, están en huelga de hambre en varias cárceles de Irán, contra los abusos que sufren, torturas, golpizas, violaciones, etc. otras padecen enfermedades potencialmente mortales y se les niega tratamiento adecuado por las autoridades penitenciarias, o se les priva de medicamentos vitales.
La revolución iraní no puede quedar aislada. Para detener al régimen asesino de los ayatollahas, ¡Hay que ganar las calles en todo el mundo! ¡Hay que marchar sobre las embajadas junto a las organizaciones obreras!
¡Muerte al dictador!
¡Hay que detener las ejecuciones! ¡Abajo la pena de muerte!
¡Libertad inmediata para todos los presos políticos y detenidos por luchar!
¡Abajo la dictadura sanguinaria de los ayatollahs! ¡Disolución de sus fuerzas represivas!
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