Líbano - 31 de agosto de 2015
Los explotados sufren una brutal carestía de la vida, empeorada por la falta de suministros básicos como luz y agua, y encima ven montañas de basura que se apilan en las calles, mientras los patrones se roban todo
¡El pueblo quiere la caída del régimen!
Ni Hezbollah, que masacra a las masas sirias y resguarda las fronteras del sionismo
Ni la burguesía cristiana sirviente del imperialismo
Ni la burguesía sunnita, la misma que invade a las masas yemeníes insurrectas a cuenta de Obama
¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo de los ministros
y parlamentarios patronales, ya sean chiitas, sunnitas o cristianos!
¡Hay que derrotar a este gobierno de todas las fracciones de las burguesías nativas,
agentes del imperialismo en la región!
Sólo un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre podrá garantizar que haya luz,
agua, limpieza y detener la creciente carestía de la vida
El fin de semana del 22 y 23 de agosto, decenas de miles ganaron las calles de Beirut, la capital del Líbano, donde se concentra la gran mayoría de la población de ese país. En dichas movilizaciones no habían distinciones de "chiitas", "sunnitas", "cristianos", etc. Eran los explotados haciendo sentir su bronca contra el gobierno.
El detonante fueron las enormes montañas de basura que se agolpan en las calles de la ciudad, producto de que desde hace un mes que los residuos no son recolectados. Es que entre las distintas fracciones burguesas libanesas no se ponían de acuerdo de quién haría el negocio del tratamiento de la basura ni bajo qué presupuesto. Un sector burgués quiso movilizar un sector de clase media para presionar en su negociación, pero terminó abriendo brechas en el gobierno, por donde se colaron las masas con sus justas y sentidas demandas.
Porque la cuestión de la basura fue solo la gota que colmó un vaso bastante lleno, de masas hambreadas, que sufren una creciente carestía de la vida, y encima ven que hay un gobierno de millonarios que se roba toda la plata y no hizo ni una sola inversión en la deteriorada infraestructura del país. Es un gobierno que, como ya lo denuncian las masas libanesas, es corrupto, ladrón, no puede resolver las demandas de las masas, sólo les deja miseria mientras se lleva las riquezas del pueblo a sus bolsillos y al imperialismo que saquea Medio Oriente. Cuando la basura inundó las calles de Beirut, en medio de una oleada record de calor, se hizo estallar la bronca.
Las masas han salido a pelear contra este gobierno de "unidad nacional" de la burguesía chiita, sunnita y cristiana. Es un gobierno surgido del pacto de estas 3 fracciones burguesas, que se reparten los ministerios para hacer sus negocios, y todos juntos han formado un gabinete, que es el que verdaderamente gobierna, junto con el parlamento. Así, por ejemplo, la burguesía cristiana se quedó con el control del ministerio de defensa, la burguesía chiita con el ministerio de finanzas y de obras públicas, y la burguesía sunnita con el de medio ambiente.
Es un gobierno surgido de un gran engaño, desvío y también represión a las masas libanesas que en el 2013 y 2014 se habían levantado junto con las masas sirias. Jabhat al-Nusra y el ISIS hicieron atentados contra mezquitas y barrios chiitas declarando la "guerra santa" (jihad) de los sunnitas contra el resto. Hezbollah dijo "defendámonos del terrorismo que nos mata" y obtuvo legitimidad para ir a masacrar a las masas sirias. La burguesía cristiana dijo "que el problema interreligioso sirio de sunnitas contra chiitas no se cobre ninguna vida libanesa cristiana, hay que mantenerse al margen". Así fueron dividiendo a las masas, y el ejército libanés reprimió duramente las movilizaciones de masas, especialmente del norte sunnita aislado. Las masas fueron divididas y llevadas cada sector detrás de su propia burguesía "chiita", "sunnita", o "cristiana", las cuales luego terminaron pactando por arriba hacer este gobierno de "unidad nacional".
Así surgió el gobierno actual, que viene hambreando a los trabajadores y el pueblo, dejándolos sin luz, sin agua, sin recolección de basura. Es el gobierno de todas las fracciones burguesas que son parte del plan imperialista de partición de Siria e Irak, en donde cada una de ellas controla una porción del territorio en donde controla a las masas. Es el gobierno en el cual tiene 8 ministros Hezbollah, el partido-ejército de la burguesía chiita que cuida las fronteras del sur del Líbano con el estado sionista y que fue a masacrar a las masas sirias y sostener al genocida Al Assad en Damasco.
Las masas se están levantando contra un gobierno de ladrones, y también de asesinos de las masas sirias, de sostenedores del sionismo y de garantes de los planes contrarrevolucionarios del imperialismo en el Magreb y Medio Oriente, al grito de "¡El pueblo quiere la caída del régimen!".
Desde la lucha en las calles, los explotados expresan: "Queremos que (el primer ministro) TamamSalam y toda la clase política renuncie. Cuando la gente cantaba que el pueblo quiere la caída del régimen era en serio. Queremos tirar al gobierno y no nos detendremos hasta que lo hagamos". La policía inmediatamente reprimió duramente para desalojar las calles, causando decenas de heridos y hasta un muerto. Pero también, los explotados se defendieron, levantando barricadas.
Un nuevo levantamiento revolucionario como en Yemen estaba comenzando. Se demuestra una vez más que no estamos ante levantamientos de "chiitas" contra "sunnitas", sino que los explotados, sean "chiitas", "sunnitas" o "cristianos" se levantan contra el poder de los explotadores. La lucha es clase contra clase. Y esta vez, está sucediendo en las fronteras mismas del estado sionista.
Ante esta situación, rápidamente el sector burgués que había convocado a las movilizaciones llamó a suspender todas las protestas que tenía programadas. Pero las masas ya salieron a las calles. Por ello, antes de que escapen a su control, volvieron a convocar protestas para el sábado 29, donde al menos 30.000 personas colmaron el centro de Líbano, nuevamente exigiendo la caída del régimen y la renuncia de todos los ministros y parlamentarios. Hacia la noche, algunos sectores de las masas intentaron ir más allá de los límites que quería imponer la burguesía y prendieron fuego algunas bolsas de basura que habían cerca e intentaron saltar las vallas y alambrados policiales para ir a las oficinas de gobierno. Hubieron choques con la policía y la dirección de la movilización llamó a darle 3 días al gobierno para que resuelva la cuestión.
Estamos viendo intentos de sectores de la burguesía de intentar controlar, contener y desviar el movimiento de las masas que ha comenzado. Así vemos a Hezbollah declarar "estar a favor del movimiento", y retiró sus 8 ministros en una reunión de gabinete que se hizo posterior a las primeras protestas. Por supuesto que estos ministros no renunciaron, y por supuesto que Hezbollah no puso su peso para fortalecer el movimiento que dice apoyar, ni siquiera poniendo su armamento a disposición de la autodefensa contra la represión sufrida. Es sólo un engaño de Hezbollah, que está pidiendo la renuncia del ministro de medio ambiente sunnita y que no sea este ministerio el que haga el negocio de la basura, sino que sean su propio ministerio de obras públicas.
¡Basta! ¡Todas las fracciones burguesas buscan llenar sus bolsillos y los del imperialismo a costa de la miseria de los explotados!
¡El pueblo quiere la caída del régimen!
¡Que se vayan todos que no quede ni uno sol de los parlamentarios, los ministros, el primer ministro y todas las autoridades de ese gobierno de ladrones explotadores!
Como en Yemen, Siria, Libia, ¡hay que poner de pie los organismos de poder de los explotados! ¡Por comités de obreros y de los sectores medios arruinados de la ciudad y el campo! Sólo un gobierno de esas organizaciones puede poner todos los recursos a disposición de garantizar el plan de obras públicas que se necesita para que el pueblo pobre tenga agua, luz, recolección de basura, alimentos. Sólo este gobierno, de ningún patrón que se enriquece a costa de los trabajadores, que no tiene ninguna atadura con las potencias imperialistas que se roban las riquezas de Líbano y todo Medio Oriente, puede frenar la carestía de la vida y cumplir las demandas de los explotados.
En el gobierno patronal libanés sólo hay ladrones, agentes del imperialismo que le entregan todas las riquezas y dejan al pueblo pobre en la miseria. Es un gobierno de los que masacran a las masas sirias, los que le cuidan las fronteras al sionismo que ocupa la nación palestina. Es un gobierno de las burguesías de toda la región que le entregan las riquezas del petróleo al imperialismo, mientras los trabajadores se mueren de hambre y la basura se apila en las calles libanesas.
¡La lucha contra el gobierno de Líbano es parte de la misma cadena de revoluciones en todo el Magreb y Medio Oriente!
¡Hay que derrotar al gobierno libanés de todas las fracciones burguesas agentes del imperialismo que imponen los planes de partición en Siria e Irak, y son los agentes del imperialismo para la contrarrevolución! ¡Hay que terminar con Hezbollah, que es parte del gobierno libanés millonario que deja a las masas en las miserias, mientras masacra a las masas sirias, sostiene a Al Assad y le cuida las fronteras al sionismo que sigue avanzando con sus colonos en ocupar la nación palestina!
¡Fuera el genocida Al Assad de Siria! ¡Por el triunfo de la resistencia en Damasco!
¡Por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel! ¡Por una Palestina libre, laica, democrática y no racista!
¡Por la derrota de las tropas invasoras saudíes y de los Emiratos Árabes Unidos que invaden Yemen! ¡Viva la revolución yemení!
¡Por los estados unidos socialistas del Magreb y Medio Oriente!
Corresponsal