Argelia 3 de julio 2019
Pese a las provocaciones del gobierno contra los argelinos de origen berebere
Los explotados argelinos continúan su combate unitario contra el régimen
Desde hace casi 5 meses que las masas argelinas están en lucha contra el régimen infame del Frente de Liberación Nacional, sirviente del imperialismo. Las manifestaciones contra el régimen que se repiten todos los viernes estallaron el 16 de febrero contra un quinto mandato de Bouteflika que estaba en el gobierno desde hacía décadas. Producto de los enormes combates, con marchas masivas, con huelgas, lucha estudiantil, combate en las calles, el 2 de abril Bouteflika renunció y unas semanas después cayó también el presidente del Consejo constitucional.
Desde la caída de Buoteflika hay un gobierno transicional con un presidente interino que primero llamó a elecciones para el 4 de julio. Pero este gobierno es de representantes del mismo régimen de los milicos que están en el poder desde la independencia de Francia. Por lo que los explotados no abandonan su lucha y siguen tomando las calles al grito de “revolución”, “el pueblo quiere la caída del régimen” y “váyanse”. La lucha se extendió incluso al corazón de la bestia imperialista con multitudinarias marchas en París de los trabajadores argelinos que son allí el sector más oprimido de la clase obrera. Desde ese mes el gobierno de Argelia intentó reprimir las manifestaciones pero lejos de amedrentar a las masas, radicalizó a todo el pueblo, que se enfrentó marchas tras marcha a la represión policial.
El 2 de junio, el Consejo Constitucional anunció la suspensión de las elecciones del 4 de julio, extendiendo así el mandato de Abdelkader Bensalah, el presidente interino, de forma indefinida. Una verdadera provocación a los explotados y sus combates de meses. Sin contar que el verdadero poder está en manos del jefe del estado mayor del ejército, el general Ahmed Gaïd Salah, pilar del régimen desde hace veinte años.
Unas semanas más tarde una nueva provocación del gobierno y el régimen: la justicia determinó que está prohibido llevar en las manifestaciones otra bandera que no sea la de Argelia. Con esta excusa, durante las marchas del viernes 21 de junio detuvieron a más de 20 manifestantes en diferentes ciudades del país como Argel, Orán, Sétif, Tamanrasset acusados de “atentar contra la integridad del territorio nacional”. ¿Su delito? Llevar durante las marchas la bandera berebere, una etnia a la que pertenece ¡un cuarto de la población del país! Muchos permanecen detenidos y pueden llegar a ser condenados a 10 años de prisión. Pero pese a este intento de dividir a los explotados reavivando viejas disputas nacionales, los manifestantes se mostraron más unidos que nunca. En las marchas, los manifestantes salían en defensa de los bereberes atacados y detenidos por la policía y se organizaron marchas en protesta contra estos hechos. Incluso los trabajadores y estudiantes encontraron la manera de no callar su origen pese a la prohibición: no llevaban banderas pero mostraron la bandera berebere pintada en las caras, en parches en la ropa, etc.
La maniobra del gobierno no dio resultado porque la demanda sigue siendo ¡QUE CAIGA EL REGIMEN! Y es por ello que hoy, miércoles 3 de julio, el presidente interino Bensalah, salió a llamar a un “diálogo nacional inclusivo” para preparar las elecciones presidenciales, asegurando que ni el Estado ni el ejército participarán de ese diálogo. Intentan así desviar la lucha para meterla en el proceso electoral y de paz social.
Es que la clase obrera argelina viene interviniendo en esta lucha política de masas con sus métodos, conquistando la unidad de las filas, ganando las calles, con paros y huelgas, con combates contra la policía, haciendo tambalear al régimen. Sus fuerzas están intactas.
Pero el triunfo no vendrá de la mano de las elecciones ni de un nuevo “gobierno civil”. El combate de los explotados de Argelia debe subir un peldaño más, avanzando a la Huelga General Revolucionaria. Para esto hay poner en pie los organismos de autodeterminación de las masas en lucha, los comités de fábrica, los comités de huelga, de estudiantes combativos, de campesinos pobres y garantizarlos con el piquete de huelga y organismos de autodefensa de las masas en lucha.
Los trabajadores ya conquistaron con su lucha la renuncia del el Secretario General de la UGTA el 18-04. ¡Hay que terminar de barrer a toda la burocracia sindical sostenedora del régimen que carnereó el actual combate de las masas!
En esta lucha de los trabajadores argelinos, la clase obrera francesa tiene una tarea central… están combatiendo contra el mismo enemigo a un lado y otro del Mediterráneo: la Vta República imperialista francesa, sus transnacionales explotadoras y saqueadoras de los países oprimidos y todos sus agentes, como regímenes y gobiernos de las colonias y semicolonias.
Y desde Argelia hasta Francia, el combate de las masas sublevadas, de los chalecos amarillos, no pueden triunfar sin antes derrotar a la burocracia sindical.
Ya cayó Sidi Said de la UGTA… ¡las masas argelinas muestran el camino! Ahora hay que echar a Martinez de la CGT y recuperar esta organización para que esté al servicio del combate de la clase obrera francesa y de sus hermanos de clase del mundo semicolonial.
Desde París hasta Argel… ¡Los pueblos quieren la caída del régimen!
¡Que el combate no se detenga! ¡Huelga General Revolucionaria hasta de caiga todo el régimen!
¡Por la unidad revolucionaria de la clase obrera argelina y francesa, contra la V República imperialista, contra sus gobiernos y regímenes opresores en el mundo semicolonial y contra sus sostenedores de las burocracias sindicales!
Corresponsal