Líbano - 9 de agosto de 2020
Luego de la explosión, se multiplican los padecimientos inauditos de las masas y estas siguen ganando las calles…
Un proceso insurreccional contra los banqueros imperialistas y sus gerentes locales de todas las fracciones burguesas que saquearon el país
¡Abajo el gobierno!
¡Que caiga el régimen de unidad nacional de los burgueses millonarios de Hezbollah, la burguesía maronita y sunnita!
Surgido del pacto de 1989 bajo auspicio de la ONU, el imperialismo y el sionismo
¡Estatización ya de todos los bancos sin pago
y bajo control obrero!
Desde la explosión en el puerto el pasado 4/8, que dejó 158 muertos, más de 6 mil heridos, desaparecidos y la destrucción de los hogares de 300.000 libaneses, las masas siguen en las calles haciendo responsable al gobierno de la explosión y de todas sus penurias. Se llegaron a tomar la asociación de bancos, el ministerio de economía, de relaciones exteriores y de bienestar social. Seis parlamentarios y dos ministros renunciaron hasta el momento.
Las masas del Líbano atacan la ciudadela del poder: se toman los bancos que expropiaron los ahorros, y los Ministerios de Economía y Bienestar Social que hambrearon al pueblo y dejaron sin luz y agua a millones de explotados.
Afuera, en las plazas, colgados del cuello, aparecen las figuras de los políticos millonarios que expropiaron y le robaron el trabajo y hasta la vida a los oprimidos del Líbano. Allí, por ahora simbólicamente, cuelgan las figuras del presidente Aoun, de su socio Nasrallah de Hezbollah, de Hariri, de Diab y de todos los políticos de la burguesía maronita, chiita y sunnita, los explotadores y ladrones de la nación libanesa, asociados al imperialismo.
Las masas han tomado la solución de la crisis en sus manos, comenzando por destruir las instituciones del régimen infame del pacto de la ONU impuesto a fines de los ‘80, asentado en la masacre de 4000 palestinos en los campos de refugiados de Sabra y Chatila de 1982 a manos de la Falange Libanesa, a cuenta del sionismo y con el ejército sirio de Hafez Al Assad (que por entonces ocupaba esa zona) abriéndole las puertas. Este fue el pacto supervisado por EEUU, Francia y Rusia, que garantizaron la supervivencia de un régimen de oprobio y de saqueo de los trabajadores y el pueblo.
Luego de la derrota que impusieron los explotados del sur del Líbano al ejército sionista en 2006, para contener esa lucha revolucionaria y que no subleve a todas las masas palestinas, Hezbollah, erigiéndose por encima de la misma, recibió el premio de administrar los negocios fundamentales del estado libanés: la construcción, la electricidad, el agua, la telefonía. Una nueva burguesía millonaria se encaramó en el poder junto al resto de las fracciones burguesas pro-imperialistas. Ese régimen y gobierno antiobrero fueron los que les volvieron imposible la vida a los explotados del Líbano.
Esto mismo han concluido los explotados y por eso hoy se levantan contra ellos. Estos distinguen quiénes son sus enemigos. A las masas les sacaron todo y ahora ellas van por todos ellos. Han comprendido que para vivir hay que demoler todas las instituciones del régimen infame y que este debe caer.
Un proceso insurreccional está en curso, que busca derrotar al gobierno.
La burguesía cínica de Hezbollah, como así también sus socios de la burguesía maronita y sunnita, han perdido base social de masas. El gobierno ha quedado colgado de un hilo. ¡Hay que derribar ese régimen de unidad nacional!
El levantamiento revolucionario de masas se encuentra en un punto clave y crítico.
¡Hay que desarmar a los opresores y armar al pueblo!
¡Hay que tomarse las comisarías!
¡Hay que desarmar al ejército libanés, un rejunte de lo más reaccionario de la oligarquía de ese país!
¡Hay que poner en pie una fuerte milicia de los trabajadores, los campesinos pobres y el pueblo hambriento!
Las masas insurreccionadas tienen la posibilidad de poner bajo su control el enorme armamento que tiene Hezbollah. Esa cínica burguesía chiita lo utiliza para contener al pueblo palestino en el Líbano, para masacrar a las masas sirias junto al fascista Al Assad y para sostener a este gobierno libanés con una millonaria casta de oficiales corrupta, asociada a los bancos y los negocios más ricos de esa nación.
Macron llega a Beirut posando de amigo del pueblo, cuando el imperialismo francés es el padre del régimen de oprobio en Líbano que lo impuso con la ONU en los ‘80
La enorme explosión que destrozó medio Beirut fue acompañada por el veloz arribo de Macron, jefe de los piratas imperialistas de Francia, como vocero de esa cueva de bandidos de la ONU. Prometen “ayudas"… pero ellos son los que sostuvieron los sucesivos gobiernos libaneses los últimos 30 años. Son los que impusieron el régimen de unidad nacional actual con el pacto del ’89 de la ONU. Son los padres de semejante monstruo que es ese régimen de oprobio. Son los jefes de esa banda de corruptos.
Ellos, los carniceros imperialistas, sostuvieron a Al Assad para que masacre la revolución siria. Invadieron Irak y Afganistán... Ellos son los verdaderos señores de la guerra y los verdaderos responsables de "semejante accidente" en Beirut.
Están acostumbrados y saben cómo hacerlo: con las Torres Gemelas dieron una gran lección de muerte y destrucción. Es que apoyado en la explosión en Beirut, Macron exigió un pacto de los políticos patronales para poner al Líbano bajo control directo de la ONU, como protectorado. Un golpe preciso en una carrera de velocidad para que este gobierno y régimen queden bajo control directo del imperialismo y no sean derrocados por una revolución obrera y popular. Para ello exigen el desarme de Hezbollah, la introducción de tropas de la ONU y su control directo del ejército.
Como demandan las masas en su lucha “¡Fuera el gobierno de corruptos!” “¡Todos significa todos ellos!” “¡Que caiga el régimen!” “¡Revolución!”
Pero mientras sus secuaces en el Líbano organizan un petitorio para poner a la nación bajo mandato de la ONU y mientras otros plantean "elecciones anticipadas", como intentos de contener y desviar la lucha revolucionaria, las masas quieren que caiga el régimen y lo están derrocando con su combate revolucionario en las calles.
Líbano marcha a una crisis política revolucionaria en las alturas.
¡Hay que armar a las masas y desarmar a la burguesía!
¡Hay que expropiar los bancos y estatizarlos sin pago, bajo control de los trabajadores! Banco estatal único
¡Hay que poner en pie Comités de Abastecimiento y el control de los trabajadores y el pueblo pobre de todas las empresas de servicios para garantizarle al pueblo luz, agua y electricidad, recuperando las riquezas y bienes que las elites dominantes les robaron a la nación!
¡Hay que desconocer rápidamente toda deuda externa con el FMI y los banqueros!
Son los planes de ajuste del FMI y del imperialismo los que aplicó el gobierno y el banco central contra las masas, imponiéndoles estas condiciones de miseria. ¡Fuera las manos del imperialismo de Líbano! ¡Fuera todos sus gerentes locales corruptos del gobierno de “unidad nacional” del pacto entre los burgueses sunnitas, maronitas y de Hezbollah! ¡Asamblea nacional libanesa, elegida de uno cada 10.000 habitantes!
La acción de masas no se puede detener.
El desarme de los opresores, el armamento generalizado de las masas, la expulsión del imperialismo, la expropiación de los expropiadores del pueblo y el derrocamiento de todo el régimen y el gobierno, son las tareas del momento.
Solo un gobierno provisional revolucionario de los trabajadores y todos los sectores populares empobrecidos, podrá garantizar la resolución de estas tareas elementales que las masas necesitan para salir de la brutal crisis que impusieron el gobierno y el régimen, bajo el manto de la Constitución y el pacto de los '80, garantizado por la ONU y las potencias imperialistas.
En todo Medio Oriente, un mismo combate contra el imperialismo y sus lacayos
Luego de utilizar como “limones exprimidos” a las burguesías chiitas de Irán, del Líbano y a su socio el fascista Al Assad para aplastar y esclavizar a sus propios pueblos, con genocidios como el sirio o con los más feroces ataques contra los trabajadores y explotados como hace Hezbollah en Líbano y los clérigos en Irán, ahora el imperialismo se los busca sacar de encima, en momentos en que son odiados y enfrentados por las masas, antes de que estas los derroquen con la apertura de nuevos procesos revolucionarios, como ya ha estallado en el Líbano y amenazan con generalizarse en una verdadera insurrección proletaria en Irán.
Los traidores del stalinismo y los renegados del trotskismo buscan alinear a las fuerzas de la clase obrera mundial con la burguesía chiita, uno de los verdugos y asesinos de las masas de Medio Oriente y guardianes de las petroleras imperialistas junto a sus socios de las burguesías sunnitas y demás elites dominantes, financiados por las "7 hermanas". El pretexto es que son “antiimperialistas” que están siendo “atacados por el imperialismo”… nada más lejos de la realidad. En el 2011, fueron “valientes” para mandar tropas a Siria que hasta el día de hoy siguen masacrando a las masas, pero cobardes ante el sionismo y el imperialismo, al cual no le tiraron un solo tiro. Son agentes del imperialismo, que hambrearon y aplastaron a los explotados de Medio Oriente, y que están cayendo en desgracia. Estas direcciones traidoras de la clase obrera mundial quieren llevarla a apoyar a los verdugos que los trabajadores de Medio Oriente hoy enfrentan en su lucha.
¡El lugar de los trabajadores y los oprimidos del mundo está con las fuerzas de la revolución y no con sus verdugos!
En Medio Oriente golpea la contrarrevolución como en Siria, Yemen y la Palestina ensangrentada y ocupada por el sionismo, y también golpea la revolución como en Líbano, en Irán y en el Irak insurreccionado.
La resistencia siria no se ha rendido y pese a los pactos y acuerdos de stalinistas traidores y demás izquierdistas lacayos del imperialismo, las masas de Argelia, Sudán y Túnez no han sido derrotadas y amenazan con volver a nuevas acciones revolucionarias.
En todo Magreb y Medio Oriente se trata de un mismo combate enfrentando a un mismo enemigo: el imperialismo que saquea las naciones, dejando a los explotados en la más extrema miseria, y sus gerentes locales. El combate contra el gobierno de unidad nacional de la burguesía sunnita, chiita y maronita de Líbano y los banqueros imperialistas es el mismo que el de los desocupados de Túnez atacando los pozos de gas de las petroleras imperialistas, de los trabajadores y el pueblo iraquí contra esas transnacionales y sus títeres locales, que los obreros iraníes contra los ayatollahs y del pueblo palestino por la destrucción del estado sionista fascista de Israel y recuperar su tierra.
Comité Redactor del Periódico "La Verdad de los Oprimidos" |
|
|