Bajo el mando directo del FMI, el nuevo gobierno lanza un…
Brutal ataque de devaluación y carestía de la vida
Un nuevo gobierno asumió en Líbano hace escasos meses. A la cabeza del mismo, como Primer Ministro, está Najib Mikati, un multimillonario magnate de las comunicaciones, perteneciente a la burguesía sunnita. Junto con él, se nombró un gabinete donde se reparten los ministerios entre las distintas fracciones burguesas de Líbano. Es decir, se trata de un gobierno de unidad nacional, tal cual lo establece la constitución, que incluso establece que el Primer Ministro debe ser sunnita, el presidente debe ser cristiano y el presidente del parlamento debe ser chiita.
Este gobierno pudo recién ser nombrado tras dos años de crisis política provocada por el levantamiento revolucionario de 2019 y su consigna “todos significa todos”, responsabilizando a todas y cada una de las fracciones burguesas y sus políticos de la enorme crisis económica que se vivía y aún se vive en Líbano.
Este nuevo gobierno, como era de esperarse, comenzó a lanzar ataques y planes de ajuste sobre las masas. A fines de noviembre quitó los subsidios a los combustibles, lo que llevó al inmediato aumento de alimentos básicos y medicamentos.
Este no es el primer aumento en lo que va del año. Desde el 2019 que los precios no hacen más que aumentar, debido a una devaluación galopante y precios dolarizados. En octubre de dicho año, el precio del dólar estaba fijado en 1500 libras libanesas, mientras que en un año y medio, al momento de asumir el mencionado nuevo gobierno, la devaluación había llevado el dólar a 15.000 liras. Pero esto no fue todo hoy el dólar llegó a 29.000 liras. Los únicos que pagan la devaluación son las masas, que cobran en libras para afrontar los precios se ajustan al valor del dólar. La inflación solo de este año fue del 173%. Por eso, en Líbano ya hay un tercio de la población que solo puede comer una vez al día y el 80% cobra salarios por debajo de la línea de la pobreza.
El nuevo gobierno trajo bajo el brazo ajuste, devaluación y carestía de la vida, lo que puso a las masas libanesas en una situación insoportable. Estos son los planes de ataque y ajuste del FMI. Líbano es el tercer país más endeudado del planeta, con un 170% del PBI según estimaciones de este año. El FMI dio la orden de reducir subsidios, aplicar tarifazos, aumento de impuestos, devaluar y tirarle toda la crisis a las masas. No solo eso, sino que también impuso como condición para la renegociación de la deuda que se reduzca el gasto y presupuesto del estado, cortando así ingresos y ne gocios de la burguesía chiita y de Hezbollah, que controlan los planes sociales, las obras públicas, el manejo de infraestructura, y negocios de ese estilo ligados al estado.
El nuevo gobierno de Líbano agente directo del FMI
La burguesía sunnita y cristiana tomaron la posta en este nuevo gobierno como agentes directos del imperialismo y están decididos a salvar al régimen que quedó gravemente herido luego de los levantamientos de 2019. Buscan rehacer la “Suiza de Medio Oriente” como lo hicieron al finalizar la guerra civil en 1989-1991. Pero para eso, alguien debe pagar la crisis, y no solo las masas, sino también un sector de la burguesía nacional libanesa, es decir el sector chiita, al cual lo van a dejar como un sector minoritario en los negocios. El gobierno de unidad de la burguesía sunnita, cristiana y chiita se mantiene, pero con esta última subordinada a las dos primeras. Si este oscuro destino le depara a Hezbollah, mil veces más oscuro y catastrófico es lo que le tiene preparado a los trabajadores y el pueblo.
Esto es lo que el imperialismo con sus agentes en Líbano buscan imponer. Recién han comenzado los primeros pasos, pero no está escrito que puedan hacerlo. Aún faltan batallas por dar.
La última palabra no está dicha
La clase obrera libanesa ha presentado batalla. El levantamiento revolucionario del 2019 fue enorme, incluso derribó a gobiernos y provocó una crisis política en Líbano que recién hace unos meses se pudo cerrar, ante el reflujo en la lucha. Pero al no tomar el poder no llegó al triunfo. Perduró el régimen de los bancos, las transnacionales, las burguesías chiita, sunnita y cristiana. Pesaba la derrota de Siria y las direcciones que actuaron en el levantamiento revolucionario libanés actuaron para dejar semejantes energías revolucionarias en marchas pacíficas que resultaron impotentes al no derribar al régimen y no derrotar al ejército que había salido a las calles. Ellas, y las direcciones de la clase obrera mundial, que cercaron y traicionaron las revoluciones en Magreb y Medio Oriente, son las responsables de que hoy lleguemos a esta situación desesperante en Líbano, donde el imperialismo y la burguesía tomaron aire y hoy vuelven con un redoblado ataque a las masas, para dejarlas ya en la barbarie.
La burguesía busca que las masas paguen la crisis cuando fue ella la que llevó a Líbano a la catástrofe. Su modelo generó una deuda enorme, y para pagarla fugaron las reservas y los dólares. La libra libanesa quedó sin respaldo y se devaluó a los niveles monstruosos que mencionamos más arriba. El gobierno intentó en 2019 obtener fondos con impuestazos al pueblo y se desató el levantamiento revolucionario en ese entonces que le impuso un límite.
En cambio hoy, ante el paquete de medidas del gobierno actual, la respuesta de masas aún no ha llegado. ¡Hay que volver al camino del 2019, esta vez para llevarlo al triunfo!
Para impedir la catástrofe, la clase obrera libanesa debe ponerse de pie una vez más y combatir junto a sus hermanos de la resistencia palestina, la resistencia siria contra Al Assad, los obreros iraníes que enfrentan a los ayatollahs, y las masas sudanesas que enfrentan el golpe de estado.
¡Que caiga el gobierno y el régimen libanés! ¡Hay que desarmar a Hezbollah y la casta de oficiales títere de las potencias imperialistas!
¡Por la expropiación sin pago y bajo control obrero de todos los bancos de Líbano, para devolver los fondos de los trabajadores y el pueblo y establecer un banco estatal único! ¡Expropiación los bienes de los políticos burgueses millonarios! ¡Nacionalización del comercio exterior!
¡Comités de abastecimiento para controlar toda la cadena de comercialización de alimentos y productos básicos!
¡Por comités obreros y populares que voten con democracia directa y puedan tomar la resolución de la crisis en sus manos! ¡Comités de autodefensa!
Solo un gobierno obrero y campesino basado en esos organismos podrá garantizar la implementación de estas medidas.
Comité Redactor del periódico La Verdad de los Oprimidos |