24/01/15
Arribo al DF
Llegue muy bien, sin problemas al entrar. En donde estoy parando no tengo Internet asi que se hace complicado la comunicación fluida. Esta ciudad es enorme. Hoy pude recorrer un poco. Por donde estuve se ve que hay una clase media bastante acomodada, no se ven en la calle autos más viejos que 5 años atrás, y se ven muchos autos muy caros, deportivos, mucha ostentación. Si bien pareciera que DF no tiene nada que ver con el resto del país, acá también se puede observar que la revolución de Zapata y Villa fue muy grande. Se pueden observar en pequeños detalles, las avenidas se llaman “Revolución” e “Insurgentes”, por ejemplo, una gran biblioteca de “Las revoluciones mexicanas” (a la que espero poder volver cuando esté abierta). Inclusive se ve en la cultura del día de los muertos, donde los personajes principales son “calacas”, cuerpos coloridos de esqueletos muy bien vestidos, que –según me han contado- es una “burla” a la burguesía.
Además de la policía que uno puede observar en cualquier lado, cuando pasas mucho tiempo en una calle se puede observar camionetas militares, con 6 o 7 milicos atrás, en la cabina sin techo con sus armas en las manos. “¿Y eso por que es?” pregunté. “Nada, eso es normal aquí” me respondieron. Según me cuentan, en los pueblos del interior, eso no sólo es la norma, además los milicos se bajan de la camioneta y entran tipo redada a una casa. Eso es algo normal, que te podés cruzar en cualquier momento.
En la prensa de hoy el titular es sobre la desaparición de los normalistas. Según informan, los investigadores de la Universidad de Austria -a donde fueron llevados los “restos” de los estudiantes encontrados en un basurero- tienen pocas “esperanzas” de poder identificar los restos. Es que, según la versión oficial, el jefe del cartel Guerreros Unidos dio la orden de que no queden huellas del asesinato y por eso incendiaron y luego destrozaron los huesos para terminar tirándolos al río. Tres artículos completan páginas enteras del periódico. El padre del normalista Mora Chora al que supuestamente han identificado en estos restos declara en una entrevista que sigue sin creer nada de lo que les dice el gobierno, ya ni siquiera en los peritos argentinos en los que tenían confianza, ya que éstos no participaron de la extracción de los restos y porque le habían prometido, al informarle la muerte de su hijo, que le harían llegar los restos del mismo. Esto nunca pasó, lo que ayuda a Mora Chora a dudar de todo y confirmar su participación en la Octava Acción Global por Ayotzinapa que se dará este lunes aquí en DF. Este 26 se preparan movilizaciones desde las 10 de la mañana. Y se espera que a las 16 hs se concentre la mayor parte de la gente en “El Angel” donde los familiares de los 43 encabezarán la movilización al Zócalo. El lunes estaré allí. |