IDLIB, Siria - 10 de octubre de 2017
La disputa de los negocios de Idlib
Tras la última reunión de la conferencia de Astana de mediados de septiembre, Turquía movilizó su ejército hacia la frontera con Idlib. Según vienen siendo las resoluciones (reafirmadas en cada reunión) de la conferencia de Astana, Idlib debe ser una provincia en donde “se expulsen a organizaciones terroristas” mencionado explícitamente al ex frente Al Nusra, hoy llamado HayatTahrir al Sham (HTS), y que a la vez sea una “zona pacificada bajo control del ejército turco y ruso”. Esto significa que estos ejércitos deben entrar a Idlib y establecer puestos de control allí y terminar de masacrar, aplastar, perseguir, encarcelar a todo aquel que se niegue a desarmarse, que continúe resistiendo, o planteando que se sigue peleando por la caída del régimen.
Dicha resolución fue votada a dos manos y apoyada activamente por los generales del Ejército Sirio Libre (ESL), que llaman a establecer en Idlib un gobierno de su partido político civil, llamado en la prensa internacional “la oposición siria”, el cual cuenta con el apoyo de Turquía.
Por otro lado HTS (ex Al Nusra) también busca ser quien se quede como gobierno en Idlib. Primero, llamó que la autoridad de administración pase a manos de un “consejo civil” y anunciaron que ellos estarían más dispuestos a constituirse enla policía local. Por supuesto que el mando estaría bajo el control de HTS. Prueba de ello fue la toma del consejo de administración local de la ciudad de Idlib a manos de las fuerzas de HTS. Declararon que el consejo como estaba (integrado por distintas fracciones de la burguesía sunnita) estaba disuelto y que uno nuevo asumiría. Luego de ello, finalmente HTS impuso su “consejo civil” local.
De hecho viene imponiéndolos en cada parte de la provincia de Idlib que controla. Estos consejos no son más que empresarios, ingenieros y abogados representantes de la fracción burguesa siria que representa HTS.
Esta disputa por tener el control de los distintos gobiernos y la administración de las ciudades o los consejos locales es una disputa de negocios. En toda Siria se han establecido puestos de control, que actúan como verdaderas aduanas, desde donde se cobra impuestos por el tránsito de mercancías. Todo aquel que quiera comerciar entre la zona de Bashar o del ISIS debe pagar el mencionado impuesto, como así también las exportaciones e importaciones que se hagan con Turquía. La provincia de Idlib tiene un paso fronterizo con Turquía en Bab al Hawa. Esta es una ruta muy importante del comercio de todo tipo, pero especialmente de nafta y gasoil. Por ello, el negocio de manejar esa aduana no es menor.
Tampoco es menor el negocio de manejar la provisión de electricidad y agua. Siendo el gobierno, HTS se asegura de ser el que maneja la plata abastecedora de electricidad, que inclusive hace funcionar las bombas de agua de donde se extrae este recurso tan vital para la vida y para la agricultura, que es la primera actividad económica de la provincia. No por nada los principales puntos de batalla militar ocurrida hace apenas un mes atrás entre HTS y Ahrar al Sham fueron Bab al Hawa y las plantas de electricidad y de agua potable, donde terminó imponiéndose HTS.
Es decir, estamos viendo una disputa por ver quién se queda como gobierno de administración de Idlib. El que se quede, tendrá esos negocios. El desplazado, los perderá.Ya hubieron choques militares entre distintos partidos-ejército de la burguesía sunnita, que terminaron con HTS imponiéndose en la capital de esa provincia y en la mayoría de sus localidades.
En esta disputa, no está descartada una invasión de Turquía. Pero de darse esta invasión, no tendrá como primer objetivo a HTS, sino a las masas de Idlib. Es que allí se encuentran los combatientes de la revolución que estuvieron resistiendo hasta último momento en Daraya, Hama, Homs, Alepo y todas las ciudades rebeldes. Si Turquía entra será para, en primer lugar, terminar de asentar la derrota aplastando directamente a esa resistencia en Idlib e imponer su control directo. Llevaría también a sus gurkas del ESL, y se quedaría controlando los negocios allí directamente.
Pero aún esto no está definido. Aún está por verse. Todavía se está negociando entre Trump, Putin y Erdogan qué harán. Y por su parte, HTS y el ESL se proponen ser ellos los lugartenientes de Turquía en Idlib. Ellos no están allí para defender a las masas ni a la revolución, más bien para su contrario. Están para entregarlas y garantizar que éstas sean derrotadas, y sobre esa base poder hacer sus negocios. La única disputa que hay entre HTS y ESL es quién será el que lo haga y se quede con los negocios.
Leandro Hofstadter