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Los ojos del imperialismo se han concentrado en Túnez para impedir que triunfe la revolución en el Norte de África y Medio Oriente

Las masas con sus combates revolucionarios vienen de descalabrar gran parte de los dispositivos contrarrevolucionarios del imperialismo en la región. La burguesía mundial es conciente de esto por eso los estados mayores del capital financiero internacional están sacando al día lecciones contrarrevolucionarias del combate revolucionario de la clase obrera de Túnez para impedir que en el resto del norte de África y Medio Oriente se desarrollen procesos revolucionarios que lleguen tan lejos como la revolución tunecina donde las masas impusieron sus organismos de doble poder y siguen embistiendo contra el gobierno de transición, lo que amenaza el dominio del imperialismo y sus intereses en la región. 
Es por eso que para impedir que surja la revolución, en Arabia Saudita, Jordania y Siria los gobiernos títeres del imperialismo empiezan a darle algunas concesiones a las masas, y en Bahrein y Yemen continúan masacrando a la clase obrera y las masas que se levantan contra los regímenes burgueses.
En el caso de Egipto, cuando la lucha revolucionaria pegó un enorme salto tirando al gobierno asesino de Mubarak, la burguesía rápidamente puso en el poder a la casta de oficiales del ejército –la única institución que no había sido descalabrada por las masas- cuya primer orden fue "disolver" el Parlamento y "no reconocer" la Constitución de Mubarak, justamente para impedir que, como sucedió en Túnez, las masas revolucionarias saquen la conclusión que este nuevo gobierno no es “su” gobierno, sino que viene a expropiar y ahogar en sangre y fuego la revolución. 
En Libia mandaron a generales asesinos de las Fuerzas Armadas y los “jefes de las tribus” que durante años sostuvieron al gobierno y al régimen del chacal Kadafhy, a pasarse de bando a último momento para que se monten sobre la lucha revolucionaria de las masas para intentar expropiarla. Mientras tanto, el imperialismo italiano ya ha movilizado sus flotas por el Mediterráneo y el conjunto de las potencias imperialistas continúa discutiendo sobre la intervención militar de la ONU y la OTAN. Así se preparan los piratas imperialistas para en nombre de la “paz” y la “democracia” dar un nuevo zarpazo contrarrevolucionario para aplastar a las masas para defender su propiedad y dominio en la región 
De esta manera es cómo el imperialismo y las burguesías nativas, jaqueados por los enormes combates de las masas insurrectas, se disponen a expropiar los procesos revolucionarios. Pero no está nada dicho. En la batalla del Norte de África y Medio Oriente se juega en gran medida el futuro inmediato de la clase obrera de todo el mundo. La revolución que ha comenzado es una enorme oportunidad donde el proletariado mundial puede atalonarse, concentrar sus fuerzas y preparar una contraofensiva de masas a nivel mundial para derrotar el ataque de los capitalistas y hacerle pagar la crisis. ¡Para que la clase obrera viva, el imperialismo debe morir!