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31 de Agosto de 2011 LAS MASAS REVOLUCIONARIAS DE LIBIA dieron un enorme paso adelante en dejar en grave crisis al estado burgués, que se reduce a su banda de hombres armados Según Marx, citado por Lenin en su trabajo “El Estado y la Revolución” (1917), “el Estado es un órgano de dominación de clase, o un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del “orden” que legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases”. Esta “fuerza”, es decir el ejercito permanente y la policía secreta, es la que en Libia ha sido barrida por las masas revolucionarias. El ejército de Khadafy fue desarmado, quebrado y derrotado; sus cuarteles fueron tomados y sus arsenales confiscados; miles de soldados rasos se unían a las masas revolucionarias; y la casta de oficiales de las Fuerzas Armadas fue destruida. La policía disuelta y sus comisarías quemadas. La OTAN, Khadafy y el CNT querían un acuerdo de una salida pactada para impedir esta situación. Pero las heroicas masas no le dieron tiempo y con una grandiosa insurrección y duros combates, en medio de la guerra civil, hicieron estallar por los aires los planes de la burguesía. De esta forma abrieron una terrible crisis revolucionaria en las alturas, que la OTAN y el CNT se desesperan por cerrar. Esta es la razón por la cual los piratas imperialistas a través de la ONU le han entregado ya 2.500 millones de dólares al CNT para que “pague los sueldos” de los trabajadores estatales que hace meses que no cobran; y también para que el CNT aparezca como el verdadero “gobierno” que reparte dinero. De esta forma buscan ganar tiempo para recomponer una nueva casta de oficiales (la esencia de esa “banda de hombres armados”, a la cual se reduce el Estado), salida de las entrañas del gobierno de “transición” y los generales del régimen derrocado. El reformismo, en sus variantes estalinistas y de los renegados del trotskismo, ha querido hacerle creer a la clase obrera mundial que la ofensiva contra Khadafy fue organizada por la OTAN y el CNT. De esta manera quieren ocultar que fueron las masas revolucionarias las que desplegando toda su energía y espontaneidad avanzaron hacia Trípoli y pusieron fin a más de 40 años de dictadura. La pseudo teoría de la “Primavera de los pueblos” se ha derrumbado. Porque jamás la burguesía, esa clase parasitaria, le entregará un solo fusil a las masas para que éstas le demuelan su Estado patronal, como hoy lo ha realizado la insurrección en Libia. Estos son los hechos que emergen de la inapelable realidad, donde para Marx, les guste o no les guste a los señores dirigentes del Foro Social Mundial y la izquierda reformista, se demuestra la verdad. Hay que aclararles a estos señores dirigentes que si esto es así, es por la traición de las direcciones que las masas tienen a su frente, que a cada paso entregan la lucha y las energías desplegadas por los explotados en el combate, a los pies de la burguesía y los explotadores. Salvo que la dirección del PTS esté hablando de masas pequeño-burguesas azuzadas por el fascismo contra el movimiento obrero. Pero esto se trataría de un levantamiento contrarrevolucionario, no de las masas contra los explotadores. La verdad es que confundir el contenido de la revolución, que se expresa con el levantamiento de los oprimidos, con el contenido de la contrarrevolución equivale a lavarle la cara a los traidores del proletariado mundial y a echarle la culpa a las masas de sus derrotas. Este es el triste papel del “frente de izquierda”… del Foro Social Mundial, que se mueve con el apotegma de Gramsci, un fiel militante de la III Internacional de Stalin, que afirmaba desde la cárcel que había que masacrar a los que defendían la teoría-programa de la “Revolución Permanente”, tanto o más que a los fascistas de Mussolini que lo tenían preso. Este apotegma era y es hacer pasar a los aliados de la clase obrera como sus enemigos, y a sus amigos como enemigos. De la cloaca de la III Internacional estalinista no saldrán jamás. El PTS de Argentina es una secta que proclama todo esto muy suelto de cuerpo. A ellos hay que recordarles que no va a ser la primera vez en la historia que la burguesía y el imperialismo liquiden a alguno de sus agentes porque no les son más útiles para defender los negocios de la clase dominante. Por ejemplo, la burguesía pasó a degüello a los nobles con los que gobernaron. Se saca de encima a los lacayos de las burocracias socialdemócratas y estalinistas cuando no le sirven más y debe recurrir a su agente fascista. Y también, de vez en cuando, hace rodar la cabeza de algún fascista para, con sus agentes “democráticos”, seguir defendiendo todos sus intereses. Justamente, ser lacayos de los agentes “democráticos” de la burguesía es el triste papel de los que ya hace rato han roto con el trotskismo. Nunca tan pocos intentaron tirar tanto veneno en la conciencia de los obreros avanzados del mundo. El proceso revolucionario de las masas no los dejará vivir en paz en los regímenes de las democracias burguesas en los que vegetan y en los faldones de los partidos social-imperialistas de los que se han colgado… Nuevamente sobre el triste papel de estos pseudos intelectuales de bajísimo nivel.
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