Diciembre de 2012
Las heroicas masas revolucionarias combaten contra el régimen y el gobierno sirviente del imperialismo
¡ABAJO EL REGIMEN ASESINO DE BASHAR AL ASSAD!
¡FUERA LA CASTA DE OFICIALES! ¡NINGUNA CONFIANZA EN EL “CONSEJO NACIONAL SIRIO”!
¡ABAJO LA AMENAZA DE INTERVENCION MILITAR POR PARTE DEL IMPERIALISMO!
¡Hay que extender, coordinar y centralizar a nivel nacional los “COMITÉS LOCALES” donde los obreros y explotados organizan su lucha! ¡Fuera la burguesía de las organizaciones de las masas en lucha!
¡POR COMITÉS DE SOLDADOS RASOS! ¡HAY QUE FORTALECER Y GENERALIZAR LA MILICIA OBRERA Y POPULAR EN TODA SIRIA!
Solo así conquistaremos las fuerzas por un GOBIERNO PROVISIONAL REVOLUCIONARIO DE LAS MILICIAS, LAS ORGANIZACIONES OBRERAS, LOS CAMPESINOS POBRES Y LOS COMITÉS DE SOLDADOS RASOS!
Desde el mes de marzo las masas siras protagonizan un heroico levantamiento revolucionario. La brutal y asesina represión del gobierno de Al Assad que se cobró más de 4200 muertos y miles de heridos, no ha podido escarmentar a las masas que cada día, durante meses, multiplicaron las manifestaciones para derrocar al odiado régimen y conquistar el pan.
El imperialismo no puede permitir que Siria sea una nueva Libia. El 20 de octubre, las milicias libias ajusticiaron con sus propias manos al carnicero Khadafy. Las masas sirias vieron en esa acción el camino para imponer su propio triunfo. Todas las alarmas del imperialismo se encendieron poniendo en vilo al conjunto de las clases dominantes.
Por ello, el 26 de Octubre, la Liga Árabe, en nombre del imperialismo, acudió raudamente a encontrarse con Al Assad, para pactar una salida ante la insurrección siria. Así, acordaron con el régimen sirio la propuesta de “finalizar la represión, retirar las tropas de las ciudades, liberar a los detenidos políticos y permitir la entrada de observadores árabes” y poner en marcha “un dialogo entre el régimen y su oposición.” De este modo se preparaba un desvío por parte del imperialismo que a través de la Liga Árabe buscaban impedir que Al Assad sea un nuevo Khadafy.
Pero las masas no confían en ninguno de estos acuerdos entre asesinos, ellas seguían y siguen combatiendo mientras el ejército tiende a romperse cada vez más. Es que a lo que le temen es que las masas avancen en partir al ejército donde ya miles de soldados se niegan a reprimir y buscan a las masas insurrectas para unirse y combatir junto a ellas en las ciudades y pueblos. Justamente para impedir que el ejército se divida, Al Assad y la casta de oficiales se ve obligado a reprimir las ciudades y pueblos desde afuera de las mismas. Ante este hecho, el régimen de Al Assad, siguiendo la política del imperialismo, lanzó otro brutal ataque represivo contra las masas desconociendo el acuerdo firmado.
Lo que el imperialismo, principalmente el francés, observa con preocupación es que Al Assad ya no puede garantizarles sus negocios y ganancias. Sin embargo, Al Assad junto con la burguesía nativa siria, se resiste a abandonar el gobierno, ya que este junto con el imperialismo hace fabulosos negocios. De allí deviene su persistente negativa de abandonarlo.
Mientras el miedo recorre a los parásitos imperialistas y la burguesía nativa, el heroico e histórico combate de las masas sirias encuentran nuevas y superiores fuerzas demostrando una aguda y tenaz resistencia para avanzar en demoler al régimen proimperialista y su gobierno, en las masas explotadas contra el chakal Khadafy en Libia y la nueva irrupción de masas en Egipto contra el ejército contrarrevolucionario mubarakista.
Para continuar el camino de Libia: hay que destruir la casta de oficiales y partir el ejército.
¡POR MILICIAS OBRERAS Y POPULARES PARA ENFRENTAR AL EJÉRCITO CONTRARREVOLUCIONARIO DE AL ASSAD! ¡POR COMITÉ DE SOLDADOS RASOS!
Indefectiblemente el imperialismo tiene que separar a las masas insurrectas de los soldados que se unen a ellas. Ya 50.000 soldados desertaron y son miles los que, en ciudades como en Homs, se pasan con sus armas del lado de los trabajadores. El imperialismo tiene que impedir que se profundice la insurrección y que esto abra el camino a una revolución obrera y socialista en Siria.
Y esa es la razón por lo que el imperialismo monta ese ejército “pseudo opositor” para intentar contener a los soldados que desertan tratando de impedir que se unan a las masas y se conquiste el armamento generalizado y organismos comunes de autodeterminación, creando así las condiciones de la victoria. Pero esos oficiales pasados de bando no tienen nada de “opositor”, son de esa cúpula militar que formó parte del régimen durante décadas junto Al Assad. Se trata de una trampa contra las masas para hacer pasar a ese sector de la oficialidad genocida como “democrática” y “aliada al pueblo”.
El imperialismo, acorralado por la cadena de revoluciones que estallaron en el Magreb y Medio Oriente, combinó una política de contención, colaboración de clases, desvíos parlamentarios y golpes contrarrevolucionarios y hoy la concentra en Siria. El imperialismo enfrenta la heroica resistencia de las masas, y para amedrentarlas dejó que Al Assad masacre sin piedad. Al mismo tiempo y ante el peligro que se termine de partir el ejército puso en juego a su agente democrático, poniendo en pie un Consejo Nacional Sirio (CNS) en Turquía, un rejunte de la oposición al régimen, para que en el caso del derrumbe del gobierno de Al Assad cuenten con una institución para suplantarlo. El imperialismo, también, cuenta con un sector de la casta de oficiales, que ahora se “pasan” al campo de los insurrectos, con el objetivo de capitalizar las deserciones que se producen en el ejército diariamente. Así, pusieron en pie un Ejército de Siria Libre que se “enfrenta” y realiza acciones contra las fuerzas leales al régimen. Esto fue justamente para que las masas insurrectas sirias no se armen, no hagan sus milicias y no recorran el camino que les legara la revolución libia.
Pero el imperialismo y la burguesía árabe se han dado cuenta que las masas tienden hacer una nueva Libia. Tanto el CNS como el Ejército de Siria Libre no cuentan aún con la suficiente legitimidad para controlar a las masas insurrectas que pelean diariamente en las calles. Por eso el imperialismo y la Liga Árabe buscan imponer un corredor internacional, -disfrazado de humanitario y de ir en “ayuda de las masas sirias contra el asesino Assad”- donde si es necesario intervendrá la misma Liga Árabe con sus tropas gurkas.
Las que realmente luchan son las masas en las calles, en las fábricas y escuelas y se unen en los Comités de Coordinación Local. Por eso hay que desarrollar, extender, armar y centralizar los Comités de Coordinación Local que comenzaron a surgir. ¡Congreso Nacional de los comités de coordinación en cada localidad, región y a nivel nacional, que elija sus delegados de fábricas, establecimientos, escuelas, universidades, de los campesinos pobres y los soldados rasos que se ubicaron en la barricada de las masas revolucionarias! ¡Fuera cualquier representante burgués de toda organización de lucha de las masas!
¡Abajo el gobierno asesino de Al Assad, cipayo del imperialismo yanqui y su régimen infame! ¡La clase obrera y los explotados en Siria deben poner en pie, junto a los soldados rasos, milicias para enfrentar al ejército contrarrevolucionario de Al Assad! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar y castigar a los verdaderos asesinos, a todos los generales, oficiales y políticos que estuvieron o están con Al Assad, incluidos los que hoy estan en el CNS o el Ejército Sirio Libre!
Hay que destruir la casta de oficiales asesina del ejército sirio y terminar de dividir al ejército: ¡Comités de soldados rasos que junto a las masas revolucionarias desarmen a la policía y todas las fuerzas represivas! ¡Fuera de estos organismos los oficiales del régimen carnicero de Al Assad que se pasaron a último momento! ¡Hay que disolver y desarmar a las fuerzas represivas del régimen y a la policía para garantizar el armamento generalizado de las masas en lucha! ¡Ninguna confianza en los oficiales de Al-Assad recién pasados al lado de las masas en lucha como tampoco en el CNS! ¡Abajo la amenaza de la intervención militar por parte del imperialismo y su agente la Liga Arabe!
¡POR UN GOBIERNO PROVISIONAL REVOLUCIONARIO DE LAS MILICIAS, LAS ORGANIZACIONES OBRERAS, LOS CAMPESINOS POBRES Y COMITÉS DE LOS SOLDADOS RASOS!
Para conquistar el pan, vivienda digna, educación y la independencia nacional, hay que expropiar a la burguesía cipaya y las transnacionales imperialistas sin pago y bajo control obrero.
LA REVOLUCIÓN SIRIA PONE EN CUESTION TODO EL DISPOSITIVO CONTRARREVOLUCIONARIO DEL IMPERIALISMO PARA SOSTENER AL ESTADO SIONISTA FASCISTA DE ISRAEL
El imperialismo, las burguesías nacionales y Al Assad ponen en movimiento todas sus trampas contra las masas para no perder su total dominio del conjunto de la región. Siria es uno de los dispositivos contrarrevolucionarios claves en la región para el control, saqueo de las riquezas nacionales y explotación de la clase obrera por parte de los monopolios imperialistas en la región. Siria es el bastión central que sostiene al gobierno del Líbano, dirigido por la burguesía de Hezbollah, que impide que las masas palestinas se levanten contra el estado sionista fascista de Israel y unifiquen su combate con las masas palestinas de Jordania, el Líbano, de la propia Siria y destruyan el muro de Rafah junto a sus hermanos de clase egipcios.
Fue el régimen de Al Assad el que hizo un pacto con los Ayatolas iraníes, quienes apoyan y sostienen al gobierno del protectorado yanqui en Irak, cerrando sus fronteras para impedir el armamento de la resistencia de las masas iraquíes contra el imperialismo.
Por esta razón, Obama y los carniceros imperialistas no pueden permitir que avance la revolución en Siria puesto que esto significaría el estallido de ese dispositivo de control fundamental contra las masas palestinas y de la región. Esta es su preocupación principal, teniendo en cuenta que las masas egipcias con su lucha política revolucionaria enfrentaron a su otro dispositivo contrarrevolucionario con el derrocamiento de Mubarak.
En respuesta a esta delicada situación, Netanyahu ante la posibilidad que se alcen las masas palestinas contra la política de “dos estados” y el reconocimiento de toda la burguesía palestina del estado de Israel, bajo el pretexto que en Irán existen armas nucleares, amenaza con una nueva ofensiva contrarrevolucionaria contra Irán.
La revolución en Siria puede definir en gran medida la suerte de la cadena de revoluciones que se abrieron en toda la región.
La clase obrera de todo el Norte de África y Medio Oriente se ha puesto de pie contra sus gobiernos y regímenes.
¡Las masas libias, aliados de las masas sirias, deben de romper con el CNT y no deben desarmarse!
Son los aliados de las masas palestinas y sirias, los combatientes de Trípoli al grito de ¡Ahora hay que ir en apoyo de nuestros hermanos palestinos para combatir contra el ocupante sionista!
Son los aliados de las masas palestinas y sirias, los insurrectos de Egipto que en acciones internacionalistas marcharon y ocuparon la embajada de Israel y de EE.UU. contra la represión de los indignados de Oakland por parte del carnicero Obama, y hoy se enfrentan contra el gobierno de la junta militar, sostenedores del estado fascista de Israel.
¡BRIGADAS INTERNACIONALES PARA DERROTAR AL CARNICERO AL ASSAD!
El plan del imperialismo para contener, abortar y aplastar las revoluciones del Norte de África y Medio Oriente tiene como objetivo primordial, que la chispa revolucionaria no penetre en el corazón de las potencias de la vieja Europa imperialista. Para esto, cuenta con la inestimable colaboración de las aristocracias y burocracias obreras del continente europeo y los partidos reformistas social imperialistas y los seudos trotskistas.
La izquierda reformista, como el NPA francés y el SWP inglés han concentrado sus fuerzas en contener a las masas europeas para que no se unan con las masas revolucionarias del Magreb. Como parte de esta política miran para el otro lado ante la masacre de las masas sirias. Es esta izquierda reformista, que en Europa cuenta con corrientes de miles de militantes, dirige decenas de sindicatos e incluso tiene partidos en el Norte de África y Medio Oriente. Ellos no han hecho ni una sola acción en defensa de las martirizadas masas sirias, ni siquiera una marcha a la embajada de Siria en sus países. ¡Son enemigas de centralizar las fuerzas de las masas en lucha! Lo que demuestra que lejos de estar en la barricada de las masas revolucionarias están a los pies de sus gobiernos y regímenes imperialistas, asesinos de los pueblos. Están en contra de plantear “el enemigo esta en casa”, al grito de: ¡Abajo Sarkozy, Cameron, los laboristas, la corona inglesa y la borbona! ¡Abajo la V República! ¡Abajo Maastricht! ¡Hay que expropiar a todas las transnacionales!
Sin embargo, afirmamos que las fuerzas de la revolución del Magreb y Medio Oriente viven en el corazón de la Europa imperialista: en la lucha de los jóvenes obreros que quemaban las principales ciudades de Inglaterra; en los estudiantes ingleses que hicieron arder el local de los Tories; en el combate revolucionario de las masas griegas; en la lucha de los indignados de España; en los embates revolucionarios de los inmigrantes en Lampedusa; de los “indignados” de Estados Unidos que cercan Wall Street y paralizan los puertos de Oakland. Es por ello que la clase obrera europea y norteamericana, que enfrenta el ataque que le han lanzado sus gobiernos y el imperialismo, para triunfar tiene que tomar en sus manos las demandas de la revolución obrera y socialista que comenzó en el Norte de África y Medio Oriente, para llevarlas al triunfo. Los revolucionarios llamamos a las organizaciones obreras a nivel mundial y en particular a las que hoy están en lucha en Europa y todo el Norte de África y Medio Oriente a poner en pie brigadas obreras internacionales para combatir contra Al Assad y su régimen infame.
Las corrientes que hablan en nombre de la revolución y la clase obrera, que están en sindicatos e influencian sectores importantes de la clase obrera europea, tienen el deber de llamar a conformar brigadas internacionales para combatir con sus hermanos sirios. Pues si las masas sirias con sus acciones revolucionarias pierden esta batalla será una derrota para el conjunto del movimiento obrero internacional y está en las manos de la clase obrera europea intervenir en este combate pues de ello depende, en gran medida, el triunfo de la revolución siria. ¡Por brigadas internacionales de España, Francia, Inglaterra, Alemania y toda Europa para tirar abajo a Al Assad y su régimen infame! ¡Boicot a la maquinaria de guerra imperialista! ¡Paralicemos los puertos! ¡Organicemos envíos de medicamentos, pertrechos y suministros para las masas insurrectas sirias! ¡Fuera el imperialismo del Norte de África y todo Medio Oriente! ¡Abajo el gobierno del protectorado yanqui en Irak! ¡Por la derrota militar de las tropas imperialistas en Irak y Afganistán!
Las martirizadas masas sirias a pesar y en contra de estas direcciones de la clase obrera a nivel mundial que las ha dejado aisladas y cercadas, a pesar de la brutal represión desatada por el gobierno de Al Assad, siguen de pie combatiendo. Son indomables. Solo tomando en sus manos la resolución de sus demandas, armándose, derribando a este gobierno y régimen carnicero e imponiendo un gobierno de la clase obrera y de los campesinos pobres expropiando a los monopolios imperialistas, haciéndose del poder político podrán romper sus cadenas derribando al régimen y gobierno de Al Assad como lo hicieron las masas tunecinas con Ben Ali, las masas egipcias con Mubarak y las masas libias con Khadafy. |