La masacre en SIRIA: Una respuesta contrarrevolucionaria del imperialismo y sus lacayos contra la revolución en el Norte de África y Medio Oriente y contra la clase obrera mundial
¡Hay que derrotar al chacal Al-Assad que masacra a las masas sirias a cuenta de las potencias imperialistas y la OTAN!
Una ofensiva contrarrevolucionaria del imperialismo y el conjunto de los explotadores contra la clase obrera mundial se ha concentrado en Siria. Las potencias imperialistas necesitan aplastar la cadena de revoluciones proletarias que se han desatado en el Norte de África y Medio Oriente, para propinarle un escarmiento a la clase obrera mundial, mostrándole a los obreros de Europa, y a todos quienes quieran seguir el camino revolucionario de los explotados del Magreb, el destino que les espera: el de Baba Amro y todo Homs reducido a escombros, con miles y miles de muertos en las calles y heridos, con los barrios dinamitados luego de meses de heroico combate y resistencia. ¡Ellos son los mártires de la clase obrera internacional!
En 2011 la clase obrera amenazó con una ofensiva revolucionaria generalizada a nivel mundial,
como respuesta al brutal ataque del imperialismo contra las masas
El feroz golpe contrarrevolucionario que hoy vemos en Siria es una respuesta contundente del gran capital a la ofensiva de masas que sacudió al planeta durante todo 2011 frente a la feroz crisis económica que azota al planeta, crack que abrió un nuevo periodo histórico de choques entre revolución y contrarrevolución.
La clase obrera y las masas empobrecidas del Norte de África y Medio Oriente, dieron inicio a enormes revoluciones por el pan, el trabajo y la independencia nacional. En enero de 2011 los explotados de Túnez fueron la chispa revolucionaria que como un reguero de pólvora encendió el fuego de los combates en Egipto, Yemen, Bahréin, Siria y Libia, donde la revolución llegó más lejos, con las masas destruyendo al estado burgués y conquistando el armamento generalizado de los explotados.
Este torrente revolucionario amenazó con cruzar el Mar Mediterráneo y llegar al corazón de las metrópolis imperialistas. Al grito de “¡Hay que pelear como en Egipto!” la juventud y los trabajadores en el estado español ponían en pie la “República de los Indignados”. Los trabajadores y explotados de Grecia volvían a sublevarse, luego de protagonizar 14 huelgas generales y enormes combates de barricadas, y rodeaban el Parlamento de los explotadores siguiendo el camino de la revolución argentina del 2001 y su grito “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, mientras que la juventud obrera de Inglaterra estallaba con revueltas en Tottenham y todo Londres.
En el continente americano, comenzaba a incorporarse a esta oleada revolucionaria la clase obrera norteamericana para enfrentar al carnicero Obama. A pesar y en contra de la burocracia de la AFL-CIO y de toda la izquierda reformista sirviente de Obama, mientras en Oakland volvía el movimiento “contra la guerra” junto a los trabajadores inmigrantes, y en las huelgas de Wisconsin los trabajadores levantaban las consignas de las masas egipcias, los “indignados” en EE.UU. cercaron Wall Street marcándole las coordenadas a todo el proletariado mundial de quiénes eran sus máximos enemigos: los parásitos de esa superoligarquía del capital financiero.
En el Cono Sur del continente, a fines de 2010, la clase obrera y los campesinos pobres de Bolivia derrotaron el tarifazo de Evo Morales, enfrentando a los dinamitazos limpios a los traidores de la burocracia de la COB (Central Obrera Boliviana), y luego, en septiembre de 2011, los trabajadores fabriles y los campesinos pobres volvían a arremeter contra el gobierno de Morales, sirviente de las transnacionales, nuevamente salvado por la burocracia colaboracionista. Mientras, la clase obrera y la juventud chilena se levantaban en enormes luchas al grito de “¡renacionalización sin pago y bajo control obrero del cobre!” para tener salarios dignos y educación gratuita, mientras identificaban y enfrentaban a los rompehuelgas del Partido Comunista como los “pacos (policías) rojos”, demostrándole a toda la clase obrera mundial que en la expropiación de los capitalistas está la solución a todas sus demandas, y que para ello era necesario derrotar a las direcciones traidoras.
De esta manera, los explotados a nivel mundial comenzaban a ponerse en posición de contraofensiva para derrotar el ataque de los capitalistas. Y esto fue así porque la enorme revolución desatada en el Magreb y Medio Oriente no sólo puso en cuestión todos los dispositivos contrarrevolucionarios de control del imperialismo en la región, sino que además hizo estallar por los aires los diques de contención y los cercos del reformismo contra los combates revolucionarios de las masas, que hasta entonces habían garantizado atarle las manos a la clase obrera mundial para impedir el triunfo de sus combates, sometiéndola a la burguesía país por país.
La moción de la clase obrera y los oprimidos del Norte de África a todo el proletariado mundial fue que para derrotar el ataque de los capitalistas, había que pelear por todo, con los métodos de la revolución proletaria, embistiendo contra la ciudadela del poder de los explotadores, echando abajo los gobiernos y regímenes hambreadores y asesinos de las masas. Es decir, a cada paso, el proletariado tendía a coordinar su combate a nivel internacional, y amenazaba con protagonizar un verdadero ascenso revolucionario, sincronizando la lucha de las masas del mundo colonial y semicolonial, con los combates del proletariado de los países imperialistas.
Contra esta perspectiva se centralizaron a nivel mundial todas las burocracias sindicales, aristocracias obreras, partidos social-imperialistas y toda la izquierda reformista mundial, para salvar al capitalismo en bancarrota y dispersar y echar agua al fuego de la lucha revolucionaria de las masas.
Las masas no contaron con una dirección revolucionaria a su frente para triunfar. Por el contrario, las direcciones traidoras del proletariado mundial le dieron tiempo al imperialismo para crear las condiciones para lanzar su ofensiva contra las masas respondiendo a la revolución con golpes de la contrarrevolución.
El 2012 comienza con una contraofensiva imperialista.
Esta dio sus primeros pasos con la traición del stalinismo y los partidos social imperialistas al ascenso de la clase obrera europea;
con desvíos parlamentarios de los procesos revolucionarios como en Túnez; con golpes contrarrevolucionarios
como el de la Junta Militar en Egipto; y ahora…
Concentra sus fuerzas para aplastar a los explotados en Siria
El imperialismo en crisis no podía permitir que la revolución se abra en los países centrales. Necesitaban frenar y derrotar la ofensiva de los explotados que había comenzado.
Para ello, actuaron implacablemente las direcciones reformistas del proletariado mundial. Las burocracias sindicales y los partidos social-imperialistas afirmaron que las revoluciones en el Norte de África y Medio Oriente eran “primaveras de los pueblos” y “revoluciones democráticas” contra las “dictaduras” y “autocracias”, para que la clase obrera no tomara el poder y pudieran imponese las trampas y desvíos parlamentarios de “Asambleas Constituyentes” y “fuerzas armadas democráticas”. En Europa afirmaban que no había que pelear como en Túnez, Egipto, Libia o Siria, sino que la salida estaba en pelear país por país para presionar a los gobiernos y regímenes imperialistas para que “rectifiquen el ajuste” y por una “Europa Social”. Las burocracias sindicales como la inglesa o alemana lanzaron campañas chovinistas como “trabajo ingles para los ingleses” o “no pagaremos la crisis de Grecia” para someter al proletariado a sus propias burguesías.
Pero en Octubre de 2011 la revolución libia daba un nuevo salto con las milicias obreras y populares ajusticiando al chacal Khadafy. Todos los gobiernos burgueses del mundo se vieron en el espejo. Entonces, cuando las masas griegas irrumpieron en el mismo mes con una nueva huelga general, ésta vez cercando el Parlamento para derrotar al entonces gobierno de Papandreau, la burguesía lanzó a sus perros del Partido Comunista que, a palazos limpios, le rompieron la cabeza a cientos de trabajadores y jóvenes griegos, para impedir que se abriera la revolución en Europa. Así comenzó la contraofensiva imperialista. Ésta dio nuevos zarpazos en China con el ejército asesino de Hu Jintao masacrando a más de 10.000 obreros y campesinos pobres, en un claro golpe contrarrevolucionario propinado a las martirizadas masas chinas que comenzaban a sublevarse por sus demandas. En Egipto, la oficialidad mubarakista organizaba una redada contra las masas, asesinando a decenas de explotados en el estadio Port Said y masacrando a cientos de trabajadores que combatían en la Plaza Tahrir. Así comenzó la contraofensiva del gran capital contra las masas preparándose para golpear en Siria.
Las aristocracias y burocracias obreras de las potencias imperialistas, los partidos social-imperialistas, el estalinismo y corrientes de los renegados del trotskismo, montaron una verdadera cortina de humo, un verdadero cerco, diciéndole al proletariado mundialque las milicias obreras y populares en Libia eran “tropas terrestres de la OTAN” y que la insurgencia en Siria estaba “armada por el imperialismo”, o bien que el peligro central en Siria era “una invasión de la OTAN”, cubriéndole así las espaldas al masacrador Al-Assad, agente del imperialismo. Todo para que la clase obrera mundial no saliera en defensa de las masas revolucionarias sirias.
Sin ese accionar de la izquierda no se podría haber consumado semejante masacre. De repente, allí donde las masas se armaban como en Libia o comenzaban a hacerlo como en Siria –donde más de 50.000 soldados se pasaron al bando de la revolución-, para estas corrientes desaparecieron las “revoluciones democráticas” y las “primaveras de los pueblos” y las masas insurrectas pasaron a ser tropas “armadas por el imperialismo”. ¡Todas las direcciones traidoras de la clase obrera mundial se encargaron de dejar solas y cercadas a las heroicas masas sirias!
Todas estas corrientes dijeron que en Libia la OTAN intervino para “derrotar a Khadafy”. ¡Mentira! Es que allí la OTAN intervino justamente para impedir que las masas llegaran a Trípoli y se hicieran del poder luego de aplastar a Khadafy. La OTAN intervino para fortalecer al CNT y para que éste pusiera bajo su disciplina política a toda la oficialidad khadafista. Eso es lo que fue a hacer la OTAN a Libia. Inclusive, a ponerle un límite a Khadafy para que no entre a Bengasi puesto que podía ser aplastado por las masas, como terminó sucediendo. Es que, en ese momento, aún estaba viva la revolución y el ascenso de las masas de Egipto y Túnez, y en julio-agosto de 2011 las masas explotadas de Grecia se sublevaban y el movimiento de los “indignados” de Madrid y EE.UU. combatía a los banqueros de la Corona española y de Wall Street, mientras la juventud obrera quemaba Tottenham en Londres. Hoy el escenario es distinto. Gracias al accionar de las direcciones traidoras, las fuerzas imperialistas tienen “las manos libres” para largar su ofensiva contrarrevolucionaria.
En Siria el imperialismo no necesitó enviar aviones de la OTAN, ya que el ejército del Assad, agente directo del imperialismo, es quien hace el trabajo sucio de masacrar a las masas.
Así, bajo un plan milimétrico, el imperialismo dio un duro golpe fascista contra la revolución obrera y socialista que hace un año avanza desde Túnez hasta las puertas de la Palestina histórica, amenazando con destruir al gendarme estado sionista fascista de Israel y con cruzar el Mediterráneo e irrumpir en el corazón de la Europa imperialista de Maastricht. Hoy es en Siria donde el imperialismo ha establecido su avanzada contrarrevolucionaria.
Una “Santa Alianza” para aplastar a las masas en Siria
Siria fue el escenario elegido por el imperialismo para dar un golpe certero en su contraofensiva.El gran capital no podía permitir que el camino de Libia, es decir el de la insurrección de masas, la milicia obrera y popular, la destrucción del estado burgués y el ajusticiamiento de los gobiernos agentes del imperialismo, tuviera su continuidad y triunfo en la Siria sublevada.
El derrocamiento de Al Assad, el guardián de “paz” de las fronteras del gendarme israelí, hubiera significado la vuelta de las masas palestinas al combate; que los explotados de Túnez derrotaran la farsa de la Asamblea Constituyente y su gobierno; que los trabajadores y las masas de Egipto aplastaran al gobierno de la Junta Militar asesina como lo habían hecho con Mubarak; y que la clase obrera y las masas en armas de Libia irrumpieran contra el CNT pro-imperialista para llevar al triunfo su revolución. El capital financiero sabía muy bien que si se desarrollaba una superior ofensiva revolucionaria de las masas contra las trampas que había montando para expropiar la revolución, también se ponía en grave crisis al régimen del protectorado yanqui en Irak, la ocupación imperialista en Afganistán y todos los dispositivos contrarrevolucionarios que le garantizan al imperialismo el control de las “rutas del petróleo” en la región, comenzando por el estado sionista-fascista de Israel. Esta situación hubiera tornado prácticamente inevitable la irrupción de la revolución en las entrañas de Europa.
Por ello en Siria está actuando una “Santa Alianza” contrarrevolucionaria dirigida por el imperialismo. Con sus sirvientes de Rusia con Putín y China con Hu Jintao, armaron hasta los dientes al ejército sirio, verdaderas tropas de ocupación del imperialismo bajo el mando de Al-Assad, para hacer el “trabajo sucio” de aplastar a las masas, con la colaboración de esa Quinta Columna de la burguesía iraní y del Líbano, sostenida por los “bolivarianos” y todo el estalinismo. Ya los carniceros de la Liga Árabe, que decían “oponerse” a la masacre, habían entrado a Siria a marcar los objetivos de la resistencia de las masas, y se habían retirado para dejarle las manos libres a Al-Assad para que los aplaste a sangre y fuego, mientras el fantasma del Consejo Nacional Sirio, desde muy lejos de los combates, llamando a intervenir a la ONU, intenta expropiar la revolución de las masas explotadas.
Desde la ONU y la Liga Árabe, se levantaron cortinas de humo
para encubrir la masacre del chakal Al Assad en Siria
Hace un año se desataba en Siria una poderosa insurrección ciudad por ciudad que asaltaba las comisarías, dividía al ejército y se armaba. A principios de 2012, las masas ya combatían en Damasco a 50 cuadras de la Casa de Gobierno, y amenazaban con transformar a Siria en una nueva Libia, demoliendo completamente al estado burgués y ajusticiando al chacal Al-Assad, como ayer lo hicieran las masas libias con Khadafy.
El chacal Al-Assad y su ejército fueron los que encabezaron el “trabajo sucio”, en un verdadero golpe fascista, bombardearon desde principios de febrero y durante semanas distintas ciudades de Siria, para luego entrar casa a casa y aplastar a los explotados sirios como sucedió en Baba Amro y los barrios más aguerridos de la resistencia de las masas. Este “trabajo sucio” fue comandado por los estados mayores de las potencias imperialistas, cuyas “tropas terrestres” fueron las tropas del ejército contrarrevolucionario de Al-Assad.
Así, Obama, Sarkozy y Merkel posaban de “democráticos” en la ONU, “horrorizados” por la masacre de Al-Assad, con Hillary Clinton declarando que ellos “enviaban mensajes de paz a Siria, no armamento”, mientras ordenaban a sus agentes “gurkas” de Putin y Hu Jintao que vetaran todas las resoluciones de la ONU sobre “ayuda humanitaria” contra Al-Assad. Obama “dejaba correr” los vetos de China y Rusia, que armaban hasta los dientes a Al-Assad, para que el imperialismo yanqui no quede expuesto como el comandante en jefe de la contrarrevolución en Siria. La excusa de los “vetos” se cae por propio peso a la luz de la invasión de EE.UU. a Irak en 2003, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU votó en contra de la invasión yanqui, e igualmente Bush invadió Irak y a bombazos limpios lo llevó a la edad media y a su colonización, como lo hizo previamente con Afganistán. ¡Cínicos! Se llenaron la boca hablando de que “no están dadas las condiciones para una intervención”, cuando tienen a unos kilómetros al gendarme sionista armado hasta los dientes para masacrar a cuenta de Obama y las potencias imperialistas. Es que no necesitaron usar al perro sionista, ya que Al Assad ha mostrado cumplir su rol de lacayo del imperialismo, aplastando despiadadamente a las masas insurrectas.
Durante la pantomima de las sesiones de la ONU, el imperialismo envió a los piratas de la Liga Árabe a Siria que se dedicaron a recorrer todos los barrios y ciudades controlados por los obreros y explotados insurrectos, para luego retirarse diciendo que “no podían hacer nada para detener la masacre de Al-Assad”. ¡Fueron ellos los que marcaron las coordenadas de cada una de las bombas y disparos que tiró el ejército de Al-Assad contra los trabajadores de Homs, Deraa y demás ciudades de Siria!
En Siria estamos en presencia de una verdadera política de exterminio contra la clase obrera y los explotados, comandada por Al-Assad a cuenta de las potencias imperialistas. Es lo mismo que hizo tantas veces el estado sionista-fascista de Israel contra las martirizadas masas palestinas, o el carnicero Milosevic en los Balcanes durante los ´90, cuando provocó un verdadero genocidio contra las masas bosnias y masacró sin piedad a miles y miles de explotados de Kosovo, haciendo el “trabajo sucio” del imperialismo de aplastar a las masas, tal como hoy lo hace el chacal Al-Assad en Siria.
Los gobiernos de Líbano e Irán sostenidos en el Foro Social Mundial:
Una Quinta Columna, legitimada por “izquierda” por los partidos socialimperialistas y renegados del trotskismo,
para imponer la masacre en Siria
La contraofensiva imperialista que hoy se ha centrado en Siria, no podría haber aplastado en Homs sin el accionar contrarrevolucionario de la Quinta Columna de los Ayatollahs iraníes y de Hezbollah del Líbano. Este último junto a Al Assad comparten los jugosos negocios de las telecomunicaciones y la computación asociados al imperialismo; a eso le llaman “socialismo de mercado”, que es: grandes negocios para el imperialismo y las burguesías nativas y hambre, explotación y muerte para las masas. Este es el trasfondo de la sublevación revolucionaria de las masas sirias por el pan.
Por ello la burguesía de Hezbollah del Líbano, expropiadora de la lucha de las masas de ese país que derrotaron al ejército sionista en 2006, envió tropas a Siria para sostener a Al Assad, mientras encarcelaba a los explotados libaneses y palestinos que abastecían de armas a los combatientes sirios.
Mientras, el gobierno de Ahmadinejad de Irán, como toda burguesía nacional, demostró toda su cobardía frente al imperialismo. Amenazó en sus discursos con interrumpir el flujo de petróleo en el Estrecho de Ormuz y lo que hizo fue movilizar buques para bloquear Siria y defender al asesino Al Assad. Su objetivo fue impedir que las brigadas de combatientes de la región que ya se organizaban, lleguaran por el Mediterráneo al campo de batalla a combatir junto a sus hermanos de clase de Siria. Movilizó también a sus “guardianes de la revolución”, como tropas terrestres, para fortalecer las fuerzas del ejército contrarrevolucionario de Al-Assad contra las masas. Mientras, como ya vimos, Hezbollah detenía y asesinaba a los mejores combatientes de la resistencia siria en el Líbano.
Frente a esto, el cinismo de la izquierda reformista mundial no tiene límites. Estas corrientes le quieren hacer creer al proletariado que si se pone de pie junto a sus hermanos de clase masacrados en Siria, se fortalecería la ofensiva del estado de Israel y el imperialismo contra Irán. ¡Mentira! Los Ayatollahs iraníes aplastan, hambrean y masacran a los trabajadores y a su propio pueblo, tal como lo hacían Mubarak, Ben Alí, Khadafy o Al-Assad. Entregan el petróleo al imperialismo japonés, alemán y norteamericano, tal como lo hacía Saddam Hussein, al igual que los lacayos de la nueva burguesía de Corea del Norte que amenaza con “bombas nucleares” cada vez que quiere negociar con el imperialismo planes de alimento. Las cobardes burguesías nativas se dedican a negociar con el imperialismo la porción de la renta petrolera y la plusvalía nacional que se quedará en sus bolsillos.
Al-Assad y los Ayatollahs le garantizaron a EE.UU. una retirada ordenada y la estabilidad del gobierno del protectorado yanqui en Irak, desarmando, para luego entrar al gobierno del protectorado, a las masas explotadas del sur que en Basora habían derrotado a las tropas inglesas. Esto no es de extrañar. En pleno bloqueo a Irán, Japón sigue extrayendo petróleo iraní y Alemania se lo refina en Europa y le vende al propio Irán a altísimos precios todos los derivados del petróleo en combustibles. ¡Basta de mentir y hacer pasar de “antiimperialistas” a los lacayos del imperialismo!
Los ex trotskistas quieren hacer creer que Irán se “paraba de manos contra Israel y el imperialismo” y lo único que hace es “pararse de manos contra las masas revolucionarias”. Si el imperialismo aún no invadió Irán, es en primer lugar por la enorme lucha revolucionaria de las masas de Túnez, Egipto, Libia, Siria y todo el Norte de África y Medio Oriente que no han sido derrotadas, y en segundo lugar porque los Ayatollahs se propusieron hacer buen “trabajo sucio” para el imperialismo. Ellos ya aplastaron a sangre y fuego en 2009-2010 el levantamiento de las masas iraníes, reeditando la masacre contra los Shoras, “consejos obreros” de la revolución de 1979.
La izquierda reformista mundial, quiere hacer creer que por el peligro de un ataque imperialista a Irán, hay que paralizar la lucha de clases en Siria ¡Traidores! Someten a la clase obrera de Irán, Siria y toda la región a Al Assad y los Ayatollahs, cuando lejos de “suspender la lucha de clases”, hay que profundizarla como guerra civil en Siria y sublevar a las masas palestinas para destruir al estado sionista fascista de Israel.
Lo más reaccionario de la situación mundial esta signado porque el reformismo, a fuerza de grandes traiciones,
retomó el control de las organizaciones de lucha de las masas
El Foro Social Mundial y sus agentes de izquierda de stalinistas de todos los colores y renegados del trotskismo aplaudieron el plan de “dos estados” de Obama y el imperialismo para Palestina, legitimando el pacto de Al Fatah y Hamas, de rendición de las masas. Este pacto es el que garantiza la “seguridad interna” del estado sionista fascista de Israel con las masas palestinas en campos de concentración, mientras Al Assad, la junta militar egipcia, Hezbollah en Libano y los Ayatollahs iraníes le garantizan las “fronteras de paz” al encalve imperialista. ¡Mientras la revolución en el norte de África y Medio Oriente pone en cuestión este plan contrarrevolucionario, los ex trotskistas revindicaban a los “Indignados israelíes” que exigían “más viviendas”, es decir, más robo de tierras a las martirizadas masas palestinas! Esta izquierda que se dice “socialista” y de vez en cuando se viste de “anticapitalista”, silencia vergonzosamente la masacre en Homs. No son más que enemigos de la revolución socialista ¡Sáquense la careta, son la izquierda de Obama!
La Quinta Columna contra las masas sirias se completó con los bolivarianos como Chávez y Castro que se movilizaron apoyando la masacre de Al Assad sostenidos por todo el estalinismo a nivel mundial. Ellos se dedicaron a calumniar a las milicias de Libia acusándolas de ser “agentes de la CIA” y “tropas terrestres de la OTAN” con el objetivo de hacerle creer a los explotados del mundo que la OTAN había masacrado a Khadafy.
¡Todos ellos, junto al Foro Social Mundial son la verdadera Quinta Columna contra la revolución Siria y de todo el Norte de África y Medio Oriente! ¡Su programa es: “armas para Al-Assad” y “brigadas internacionales para derrotar la revolución”!
Los verdaderos combatientes antiimperialistas son las milicias de la clase obrera y las masas empobrecidas, las clases medias arruinadas, los soldados rasos que se negaron a masacrar al pueblo ¡Los únicos sirvientes del imperialismo y la OTAN que están en el campo de batalla son Al-Assad con su ejército contrarrevolucionario y las tropas enviadas por Ahmadinejad y Hezbollah con el apoyo de los gobiernos “bolivarianos”!
Los renegados del trotskismo fueron los que sostuvieron por “izquierda” el cerco contra la revolución en Siria. Tanto las corrientes sirvientes de los “bolivarianos”, que argumentan que Al-Assad no es “agente directo del imperialismo”, como la variante socialdemócrata de los ex trotskistas que afirman que “la masacre de Al-Assad obligaría a la OTAN a intervenir en Siria” (es decir, que Al-Assad no está masacrando a cuenta de la OTAN y el imperialismo), todos planteaban y plantean, junto con la V Internacional, que se venía una intervención de la OTAN en Siria contra Al-Assad.
Todas estas direcciones se han desenmascarado ante la brutal masacre en Siria. La intervención de la OTAN que ellos pregonaron nunca llegó. Su “tropas terrestres” fueron las de Al Assad.
Esta es la verdad. ¿O acaso estas corrientes nos quieren hacer creer que Hu Jintao defiende al “socialista” Al-Assad porque no está bajo las órdenes de Obama y sus cinco comandos militares con los que dominan el mundo, cuando Hu Jintao y todos los mandarines del PC chino, le garantizan a las transnacionales imperialistas millones de obreros esclavos chinos que producen en las peores condiciones de maquila? ¿O que ese genocida de Putin, masacrador de las masas de Chechenia, los Balcanes y el Cáucaso, no es agente del Citibank y de la Basf alemana? Los renegados del trotskismo le quieren vender un cuento de hadas al proletariado mundial que esta contando a sus muertos.
Desde la FLTI afirmamos que si son aplastadas las masas explotadas de Siria, a no dudar que el estado sionista de Israel quedará en mejores condiciones, junto a EE.UU., para atacar a la nación iraní y provocar nuevas masacres contra le pueblo palestino para asentar el plan de “dos estados”. Al mismo tiempo Turquía quedará en inmejorables condiciones, con Obama, para atacar y recuperar una de las mayores reservas de petróleo en el mundo, armando hasta los dientes a Azerbaiján, para quedarse con el enclave de Nagorno Karabaj, aplastando nuevamente a la nación Armenia.
Pero de lo contrario, si es aplastado el chakal Al Assad, el nuevo embate revolucionario de las masas de la región tendrá a su cabeza a las heroicas masas palestinas para derrotar todas las trampas del imperialismo y sus cipayos. ¡Esto es lo que se juega hoy en las calles de Damasco!
Sobre la sangre y masacre de las masas sirias, el imperialismo quiere imponer la “paz” de los cementerios
¡Hay que aplastar a Al Assad, recuperar Homs, derrotar al CNT en Libia y a la junta militar en Egipto y que flamee
en Jerusalén la bandera de la nación palestina!
Una vez que Al-Assad, junto a los Ayatollahs y Hezbollah, masacró a las masas sirias; una vez que recuperó Homs y profundiza su ofensiva contrarrevolucionaria, y sobre los cadáveres de miles y miles de explotados asesinados y decenas de barrios reducidos a escombros, ha aterrizado Kofi Annan en Siria, enviado de la ONU y de la Liga Árabe, quien se ha reunido con Al-Assad para “buscar una salida pacífica al conflicto”.
A la vez, la Liga Árabe y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia presentan al mundo una propuesta de “plan de paz” para Siria que delinearon en común –y que aparentemente sería aceptado por Al-Assad– que será discutido en el Consejo de Seguridad de esa cueva de bandidos de la ONU. Este plan establece el “cese de la violencia”, la “creación de un mecanismo neutral que supervise el alto al fuego de ambos bandos”, la “no intervención extranjera”, el “envío de ayuda humanitaria” y el “respaldo a la misión de Kofi Annan”.
¡Cuánto cinismo! La Liga Árabe, que hoy habla de “paz” junto a la ONU, y de la cuál Ben Alí, Mubarak, Khadafy eran integrantes de honor, fue la misma que masacró a las masas explotadas que se sublevaban en Bahrein y Jordania, junto a sus hermanos de clase de Egipto, Túnez, Libia y Siria, etc.
Este “alto al fuego” que ahora todos dicen querer para garantizar la “paz de los cementerios” en Siria (mientras Al-Assad sigue masacrando sin piedad), confirma a las claras el plan milimétrico que definió el imperialismo para lanzar su ofensiva contrarrevolucionaria en Siria. Una vez que todos juntos provocaron un verdadero baño de sangre en Homs y toda Siria, ahora el imperialismo y sus lacayos de las burguesías nativas de la región, buscan intervenir en Siria para pregonar la “paz” y la “democracia”... de los cementerios.
No se puede descartar (y esta es una carta que tienen bajo la manga) que esta “paz de los cementerios” la garanticen con los “cascos azules” de la ONU como tropas de interposición con la excusa de “resguardar a la población civil”, para en realidad evitar que luego de semejante masacre se subleven los explotados de la región y sobre todo, para garantizar el desarme los trabajadores sirios y mantener en resguardo las fronteras del estado de Israel. Esta misión, de poder consumarse, pregonará trampas “democráticas” con “elecciones libres” realizadas sobre los cadáveres de los mártires de los explotados sirios. Se trata del mismo plan que en Kosovo donde luego de garantizar que la Gran Serbia de Milosevic masacrara a los bosnios, la ONU y sus “cascos azules” intervinieron en nombre de la “democracia” para transformar a Kosovo en una republiqueta yanqui.
Así mismo no es casualidad que sea Kofi Annan el enviado de la ONU, quien fue el mismo que medió luego de la paliza que les pegaron las masas palestinas del sur del Líbano al ejército contrarrevolucionario del estado de Israel en el año 2006, enviando “cascos azules” para así colaborar con evitar que dicho triunfo militar fuera la palanca para sublevar al conjunto de las masas palestinas y de toda la región para aplastar al estado sionista de Israel.
Así, mientras Al-Assad profundiza la masacre contra los explotados sirios, el imperialismo y las burguesías lacayas de la región, bajo el manto de la ONU, discuten tras bambalinas sus planes con el objetivo de terminar de asentar su ofensiva contrarrevolucionaria. Para ello se prepara el CNS, una verdadera “válvula de escape”, desde el exilio como alternativa de gobierno pro imperialista para expropiar la revolución.
Con Al Assad o sin él, si las masas son derrotadas, el imperialismo someterá a Siria con dobles y triples cadenas a su dominio de saqueo y explotación. El objetivo fundamental del imperialismo es transformar a Siria en el primer factor de estabilidad contrarrevolucionaria como respuesta a la revolución obrera y socialista que recorre la región. Al servicio de este plan es que el imperialismo definirá en ultima instancia si le sigue sirviendo Al Assad o si lo manda a la Corte de la Haya para maquillarse de “democrático” luego que su perro hizo el trabajo sucio.
De imponerse el plan contrarrevolucionario imperialista, se garantizaría la trampa de “de dos estados”, es decir, de sometimiento de las masas palestinas al gendarme sionista; se fortalecería la burguesía del CNT en su ofensiva para desarmar a las masas libias y, en definitiva, avanzarían en recomponerse todos los dispositivos contrarrevolucionarios del imperialismo en la región, que quedaron en cuestión con los levantamientos revolucionarios de la clase obrera y los explotados.
A no dudarlo, que si el proletariado mundial no impide que se imponga este plan contrarrevolucionario, el imperialismo dará nuevos saltos en su contraofensiva que ya se ha puesto en marcha avanzando con su ataque contra las masas en Europa, preparando nuevas masacres contra las rebeliones en China y retomando el control de las masas revolucionarias del Magreb y Medio Oriente.
Por ello, la tarea del momento es recuperar Homs y todas las ciudades de las fuerzas de la contrarrevolución y aplastar la reacción ¡Esta es una tarea de todos los explotados de la región! ¡Hay que aplastar a Al Assad, recuperar Homs, derrotar al CNT en Libia, a la junta militar en Egipto y hacer que flamee en Jerusalén la bandera de la nación palestina sobre los escombros de la destrucción del estado sionista fascista de Israel!
¡Basta! ¡Hay que parar la masacre de Al-Assad, agente del imperialismo, contra las heroicas masas sirias!
Para ello: ¡Hay que romper el cerco que le han impuesto todas las direcciones traidoras del proletariado mundial a los aguerridos explotados de Siria! ¡Armas para las masas insurrectas de Siria!
En las calles de Siria y todo el Magreb se juega el destino de la revolución y la contrarrevolución a nivel internacional. La clase obrera mundial debe ponerse en pie de guerra ya junto a sus hermanos de clase de Siria.
Parar la masacre en Siria y derrotar las trampas contra la revolución en todo el Norte de África y Medio Oriente es una misma tarea para romper el cerco a Siria y preparar las condiciones de la victoria.
Por ello las tareas inmediatas son:
¡Que se vuelvan a sublevar los explotados del Egipto revolucionario contra el gobierno pro-imperialista de la Junta Militar asesina! ¡Que vuelvan a ponerse de pie las masas de Túnez que fueron la chispa que encendió esta sola y única revolución en el Norte de África y Medio Oriente, para combatir contra el fraude y la trampa de la Asamblea Constituyente de la burguesía y el imperialismo! ¡Que la clase obrera y las masas de Libia que se niegan a desarmarse, centralicen sus organizaciones de lucha, junto a las milicias, para derrotar al CNT y sus generales y políticos khadafistas, sirvientes del imperialismo, y tomar el poder!
¡Este es el camino para que se subleven las masas palestinas del Sur del Líbano, Gaza y Cisjordania, contra Hezbollah y toda la burguesía palestina y el plan imperialista de “dos estados”, para entrar a combatir ya junto a las masas sirias y contra el estado de Israel, junto a los explotados de toda la región!
Los martirizados explotados de la Palestina ocupada, la vanguardia indiscutida de las masas de toda la región, tienen que levantarse y encabezar este combate junto a los heroicos combatientes que resisten en Siria contra los enemigos que claramente identificaron los explotados de Egipto, que ayer quemaron la embajada del estado de Israel y ahora vienen de cercar la embajada siria al grito de:“¡Norteamérica, la OTAN, Assad y Hezbollah son quienes cuidan las fronteras del sionismo!"
Hay que seguir el camino que proponen desde Libia los Combatientes Revolucionarios de las Milicias de Libia junto al Comité de Voluntarios Obreros Internacionalistas:
¡Hay que romper el cerco que han tendido sobre nuestros hermanos de Siria! Una acción decidida, coordinada y unitaria de todos los oprimidos del mundo es el camino.
¡Armas y brigadas obreras internacionales para romper el cerco de los explotados y oprimidos de Siria, y derrotar al asesino Al-Assad!
¡CONGRESO INTERNACIONAL DE ORGANIZACIONES OBRERAS PARA ROMPER EL CERCO CONTRA
LAS MASAS SIRIAS, HOY MASACRADAS POR EL IMPERIALISMO Y SU LACAYO AL ASSAD, Y DERROTAR LA CONTRAOFENSIVA IMPERIALISTA QUE SE CIERNE SOBRE EL NORTE DE ÁFRICA, MEDIO ORIENTE,
EUROPA Y TODO EL MUNDO!
¡HAY QUE ENVIAR ARMAS PARA LA CLASE OBRERA Y LOS EXPLOTADOS DE SIRIA!
¡Hay que abrir ya mismo un corredor por el cual desde las organizaciones obreras y de las masas en lucha se puedan enviar armas, alimentos, medicamentos y pertrechos para las masas insurrectas sirias y derrotar la contrarrevolución!
¡Por brigadas internacionales de todas las organizaciones obreras del mundo para ir a combatir a Siria ya!
El proletariado de Europa, mil y un veces traicionado por los partidos social-imperialistas y las burocracias y aristocracias obreras sirvientes de su propia burguesía imperialista, debe romper el corsé que le han impuesto estas direcciones traidoras a sus combates. Sólo sacándose de encima de estas direcciones que los llevan hacia políticas impotentes de presión a los gobiernos y regímenes burgueses país a país, las masas europeas podrán comenzar una verdadera contraofensiva revolucionaria y salir en apoyo a sus hermanos de Siria. ¡Huelga general revolucionaria europea para enfrentar a sus gobiernos imperialistas, avanzar en destruir Maastricht y ganar las calles junto a sus hermanos de Siria, el Norte de África y Medio Oriente! ¡Hay que paralizar todos los puertos y los barcos que llevan armas y alimentos al asesino A-Assad, y embarcar y llevar alimentos y armas a la heroica resistencia siria!
Desde las entrañas de la revolución Libia ha salido un “Llamamiento de emergencia a todas las organizaciones obreras de lucha del mundo en apoyo del pueblo sirio contra Bashar” escrito por el “Movimiento de los trabajadores y las milicias revolucionarias de Libia” que desde los puertos de Trípoli llaman a centralizar la solidaridad obrera internacional para marchar a combatir a Siria con las masas explotadas. ¡No hay tiempo que perder! ¡Ese llamamiento debe ser tomado por todas las organizaciones obreras del mundo! Ya están en marcha las fuerzas para centralizar la ayuda humanitaria para las masas explotadas de Siria ¡La clase obrera europea debe romper el cerco y ponerse a la cabeza de esta tarea! Organicemos ya mismo, desde los sindicatos y organizaciones de lucha de los trabajadores los Convoyes de ayuda humanitaria!
¡La clase obrera de China y Rusia deben sublevarse contra los asesinos de Putin y Hu Jintao! ¡Hay que parar la máquina de guerra contrarrevolucionaria de Putin y Hu Jintao que arman hasta los dientes al asesino Al-Assad, y enviar armas, pertrechos y alimentos a los que combaten en Homs, Damasco, etc.! ¡Las masas de Irán deben ponerse de pie para enfrentar a Ahmadinejad y el régimen asesino de los Ayatollahs, que hoy masacran en Siria como ayer lo hicieron a sangre y fuego contra los explotados iraníes!
La clase obrera norteamericana, que en Wisconsin, Oakland y Nueva York, cercando Wall Street, han lanzado el grito de guerra de: “¡Hay que pelear como en Egipto!”, tiene una gran obligación: parar la masacre en Siria, poner en pie el movimiento contra la guerra, denunciar y atacar, un millón de veces más, al asesino Obama y sus bancos, que son los que financian, junto a sus lacayos de Hu Jintao y Putin, al chacal Al-Assad.
El combate de las masas revolucionarias del Magreb y Medio Oriente debe ser la palanca para que se subleven los explotados de toda África del Sur, como ayer fuera el levantamiento revolucionario de las masas de Nigeria a principios de 2012 al grito de “¡Vete Jonathan, o morirás como Khadafy!”. Hoy esta tarea es más urgente que nunca: ¡que vuelvan al combate las masas de Nigeria, Madagascar, Mozambique, Sudáfrica, Zimbabwe y todo el sur del continente junto a sus hermanos de clase de Siria, contra los “Al-Assad” y los “Khadafy” de toda África!
En América Latina hay que imponer la ruptura de las organizaciones obreras con la burguesía “bolivariana”, tan agente del imperialismo y asesina de obreros como Khadafy y Al-Assad, y demás gobiernos de la región y salir al combate en defensa de las masas de Siria ya.
¡La lucha revolucionaria de los combatientes sirios debe ser bandera de lucha de todo el proletariado mundial! ¡Hay que ganar las calles cercando las embajadas del chacal Al-Assad en todo el mundo, imponiendo paros y todo tipo de medidas de lucha a favor de los explotados martirizados de Siria!
¡Abajo el gobierno asesino de Bachar Al-Assad!
¡Por la derrota militar del ejército de ocupación de Al-Assad y su casta de oficiales genocida!
¡Fuera Hu Jintao y Putin, los Ayatollahs iraníes y Hezbollah, sostenedores de Al-Assad, a cuentas del imperialismo!
¡Ni la Liga Árabe ni el CNS, todos lacayos del imperialismo! ¡Fuera esa cueva de bandidos de la ONU de Siria!
¡Por un gobierno provisional revolucionario de las milicias, las organizaciones obreras,
los campesinos pobres y los comités de soldados rasos!
¡Por la destrucción del estado sionista fascista de Israel!
¡Abajo el oprobioso muro de Rafah y todos los campos de concentración levantados contra los palestinos en su propia tierra! ¡Abajo el acuerdo de Hamas y Al Fatah que sostiene el plan de dos estados de Obama y el sionismo!
¡Por una Palestina única, libre, laica, democrática y no racista bajo un gobierno de las masas autoorganizadas y armadas! ¡Fuera el imperialismo y sus tropas asesinas de Irak, Afganistán, Medio Oriente y todo el Norte de África!
¡POR LOS ESTADOS UNIDOS SOCIALISTAS DEL NORTE DE ÁFRICA Y MEDIO ORIENTE!
¡Abajo la V Internacional que tiene las manos manchadas con la sangre de las masas sirias, y todos los renegados del trotskismo que los sostienen por izquierda! Las masas sirias, de todo el Norte de África y Medio Oriente y a nivel mundial necesitan una dirección revolucionaria para conquistar el triunfo de sus combates: ¡Por la refundación de la IV Internacional de 1938!
Comité Ejecutivo Internacional de la FLTI
marzo 2012 |