28-08-12

El gobierno de la Kirchner, al servicio de las transnacionales, los banqueros y la patronal esclavista, redobla su ataque contra los explotados

Luchando por el pan y enfrentando a las transnacionales, como ayer en Cerro Dragón y hoy en Orán…
La clase obrera pelea en durísimos focos de resistencia

A casi un año de las elecciones nacionales, el gobierno de la Kirchner, fortalecido con millones de votos, ha profundizado y redoblado el ataque contra la clase obrera. 
Una incesante inflación devora los salarios. La carestía de la vida se hace insoportable. Los tarifazos, los recortes a los aguinaldos y a las jubilaciones, el impuesto al salario y el IVA (con lo que el estado subsidia a la patronal), son un verdadero robo al bolsillo de las familias obreras.

El gobierno de la Kirchner (la junta que administra los negocios del conjunto de la burguesía), ha impuesto con cárcel, persecución, represión y masacre, la Argentina “maquila”. Pudo hacer esto también por las miles de puñaladas por la espalda de la burocracia de la CGT y la CTA contra la clase obrera, y al accionar de la izquierda reformista que llevó a los sectores más combativos de los trabajadores a los pies de las instituciones del régimen infame.
Esta es la verdadera Argentina, donde los obreros trabajan por salarios miserables, sometidos a infernales ritmos de producción y bajo una terrible flexibilización laboral con la mayoría de los trabajadores tercerizados, contratados o “en negro”; mientras la desocupación va en aumento.
 
Los efectos de la recesión y la crisis económica mundial que azota al planeta siguen golpeando al país, y se lo están haciendo pagar a la clase obrera con más despidos, suspensiones y “$6 -¡menos de u$s 1,3!- para comer por día” (como afirma los cínicos del gobierno). Mientras las transnacionales se llevan más de U$S 50.000 millones por año, sumado a los pagos de la fraudulenta deuda externa que sólo este año son más de U$S 19.000 millones.

El gobierno y la patronal han fragmentado a las centrales sindicales, dividiendo aún más al movimiento obrero para evitar que irrumpa de conjunto contra el ataque de los explotadores y el saqueo imperialista. Cada burócrata a los pies de un patrón al que sirve: Moyano con Scioli, los “gordos” e “independientes” buscan jefe para la CGT “Balcarce”, la CGT Azul y Blanca con Duhalde, la CTA oficialista con la Kirchner y la CTA “disidente” con Binner. Estos mismos burócratas han entregado el salario obrero en las paritarias truchas y también en el “Consejo del Salario”. ¡Que vivan ellos, la Kirchner y Tomada con el “mínimo” del $2.875! Y mientras tanto, la burocracia piquetera lleva a los trabajadores desocupados a mendigar al Ministerio de Acción Social.

También hubo elecciones sindicales -totalmente amañadas por los estatutos de la burocracia y bajo el control directo del Ministerio de Trabajo- en algunos gremios. En ellas el “Frente de Izquierda y de los Trabajadores” (FIT) sólo se unió para formar listas opositoras subordinándose a los tiempos y requisitos electorales de la burocracia, y se negó a coordinar a las comisiones internas y cuerpos de delegados que dirige para romper los estrechos marcos de las elecciones sindicales –donde no tiene voz ni voto la amplia mayoría de los trabajadores: los contratados, tercerizados y en negro- para preparar una gran lucha contra la patronal. Legitimaron los fraudes de la burocracia y luego profundizaron la división del movimiento obrero, con cada partido de izquierda haciendo su propio “congreso sindical”.
Es más, en el sindicato ceramista de Neuquén (SOECN), que nuclea a la fábrica Zanón (FaSinPat) puesta a producir por los obreros sin patrón desde hace más de 10 años, la izquierda reformista hizo dos listas sindicales: la Marrón y la Gris Obrero, negándose a impulsar la verdadera democracia de los trabajadores, para que éstos en sus asambleas puedan votar a un cuerpo de delegados, que sean revocables cuando la base así lo decida. Esto significa imitar los estatutos de los sindicatos estatizados. 
Éstas son las mismas corrientes que ayer desde el FIT, de la mano de sus principales candidatos, llamaban a “cortar boleta” en las elecciones nacionales, para que los que votaban a la Kirchner para presidente, los voten a ellos para el Parlamento. Hace rato que han devenido en la “izquierda del kirchnerato”.

Esta división de las filas obreras le permite al gobierno de la Kirchner, los gobernadores y la oposición gorila, tener las manos libres para profundizar su ataque. Sin embargo su embestida está siendo enfrentada por durísimos focos de resistencia, como en Orán (Salta), Córdoba y Cerro Dragón (Chubut). A pesar y en contra de la burocracia, y de la política de la izquierda reformista, sectores de la clase obrera están presentado batalla. Al calor de la crisis económica mundial se está forjando un nuevo movimiento obrero que enfrenta a la burocracia, pone en pie asambleas de base, piquetes y comités de huelga, y ataca la propiedad de los capitalistas. Cada uno de estos combates concentra el conjunto de las demandas del movimiento obrero como “salario digno”, “a igual trabajo, igual salario”, “contra los despidos” y “el saqueo imperialista”. La patronal es conciente de esto y por eso ante cada lucha, concentra todas sus fuerzas para derrotarlas, como intenta hacer en la Línea 60 enviando a los pistoleros de la UTA a amedrentar a los delegados.

Por eso es criminal el aislamiento provocado por la burocracia sindical, y lamentablemente también por la política del FIT y la izquierda reformista, de someter las demandas de los trabajadores al Ministerio de Trabajo y los parlamentos provinciales. 
¡Hay que derrotar la división que nos han impuesto! Desde la lucha de los estatales de Córdoba, los piquetes y la huelga de los obreros azucareros de Orán, la Patagonia Rebelde de los petroleros de Cerro Dragón y el Subterráneo de Buenos Aires, junto a los ferroviarios de Haedo, la comisión interna de Kraft, Garrahan, las seccionales docentes combativas, el SITRAIC, Paty, las listas opositoras a la burocracia sindical, las organizaciones piqueteras, los centros de estudiantes combativos, etc., hay que poner en pie una Coordinadora Nacional de Lucha con delegados de base de todo el movimiento obrero ocupado y desocupado. ¡Hay que preparar la contraofensiva obrera con un Plan de Lucha y la Huelga General! ¡Hay que poner en pie los comités de fábrica para unir a los trabajadores efectivos, tercerizados, contratados, en negro, inmigrantes y desocupados, para barrer con la burocracia sindical! Para pelear por: ¡Ni un desocupado más! ¡Un turno más en todas las fábricas y establecimientos! ¡Por el reparto de las horas de trabajo entre todas los brazos disponibles! ¡A igual trabajo, igual salario! ¡Todos a planta permanente y bajo convenio colectivo! ¡Hay que romper el techo salarial que impone la burocracia sindical! ¡$7500 de salario mínimo básico para todo el movimiento obrero! ¡Estatización sin pago y bajo control obrero de toda fábrica que cierre suspenda o despida!

Plata hay y se la llevan las transnacionales que saquean el país. ¡Por la expropiación sin pago y bajo control obrero de todas los bancos, fábricas, tierras y propiedades de las transnacionales y la patronal esclavista! ¡Banca estatal única bajo control obrero! ¡Reestatización sin pago y bajo control obrero de todas las privatizadas! ¡Fuera la OTAN de Malvinas!

¡Libertad a Tapia, Claros y a todos los presos políticos! ¡Desprocesamiento inmediato de los “Dragones” y los más de 6.500 luchadores obreros y populares! ¡Tribunales obreros y populares para castigar a los asesinos de Mariano Ferreyra, Daniel Solano, los obreros del Indoamericano y todos los mártires de la clase obrera! ¡Aparición con vida de Julio López y Luciano Arruga!

Lo que se merecen todos los políticos patronales y los explotadores es un levantamiento obrero como el de los mineros de Lonmin en Sudáfrica, y el de las masas revolucionarias del Norte de África y Medio Oriente, para que su destino sea el de Ben Alí, Mubarak y Khadafy. ¡Ni la Kirchner, Ni Scioli, Ni De La Sota, Ni Macri, ni los gorilas de la UCR! ¡Abajo la estafa de la “revolución bolivariana”! Que vuelva a tronar en las calles el grito de guerra de la revolución del 2001 “Que se vayan todos y no quede ni uno solo”.

Comité Redactor