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28/08/12 CHILE
Al calor de los combates de la clase obrera y la juventud explotada contra el régimen pinochetista… ¡Viva la juventud revolucionaria chilena que retoma su lucha por la educación gratuita y la expropiación sin pago y bajo control obrero del cobre saqueado por las transnacionales imperialistas!
Mientras cientos de miles de estudiantes combativos llenan nuevamente las calles de todo Chile, ocupan los colegios, paralizan las universidades, llaman a la clase obrera a entrar en combate, y enfrentan abiertamente a las direcciones reformistas que llaman a “dialogar” y “presionar” al parlamento antiobrero de la Constitución de 1980; ha aparecido “El Cordonazo”, órgano que agrupa a diversas organizaciones y colectivo revolucionarios internacionalistas de Chile, y cuyo nombre representan un homenaje de combate a los Cordones Industriales, órganos de poder proletario en la revolución de los ’70. En Chile la lucha revolucionaria iniciada el 2011 planteó con claridad que la llave para conseguir la educación gratuita y el salario para la clase obrera, es la expropiación, sin pago y bajo control obrero del cobre que se roban las transnacionales imperialistas. Tal como planteaban los combativos estudiantes de la ACES y los mineros de El Teniente en el 2011: “El cobre de Chile para la educación gratuita y el salario digno”. ¡Ese es el camino que comienzan a retomar cientos de miles de estudiantes, hijos de la clase obrera! “El Cordonazo” fue el vocero de los obreros revolucionarios del Cordón Industrial Vicuña Mackenna. Se publicó hasta los últimos días antes de que se perpetrara el sangriento golpe contrarrevolucionario de Pinochet el 11 de septiembre de 1973, organizado por el imperialismo yanqui. Los Cordones Industriales, organismos de doble poder de los obreros autoorganizados, expresaban los más avanzado del proletariado chileno. La clase obrera, para el enfrentar el golpe contrarrevolucionario, debía romper con el gobierno de frente popular de Salvador Allende y con las direcciones que desorganizaban y desarmaban sus filas, sometiéndola a la burguesía con la política de la “vía pacífica al socialismo”, allanándole así el camino a Pinochet y su dictadura, financiada y armada por el gran capital imperialista internacional. El periódico El Cordonazo es, entonces, un pequeño y humilde homenaje a los heroicos obreros revolucionarios de los Cordones Industriales que combatieron y murieron por el triunfo de la revolución proletaria y el socialismo, no sólo chilena, sino latinoamericana y mundial. Y este no es un homenaje “sentimental”, “testimonial” ni “romántico”, sino de combate. Amplios sectores de la izquierda reformista, desde el MIR, pasando por los anarquistas hasta los falsos trotskistas como el PTR, hablan sobre los Cordones Industriales, escriben libros, artículos, hacen “profundas” investigaciones académicas y documentales, los saludan y hasta los “revindican”. No obstante, para todos se trata de una “lucha pasada”, de una “experiencia histórica que ya no tiene lugar en la historia” y se contentan con reconocer que existieron, para luego falsificar su carácter, conciliarlo con el gobierno de Allende y quitarle su filo revolucionario. Por el contrario, para quienes forman parte de este periódico, obreros y jóvenes revolucionarios internacionalistas, el único homenaje a la altura del combate y el heroísmo de aquella generación de la clase obrera es un llamado a retomar su camino, el de la autoorganización de los explotados, el de las tomas de fábrica, de los comités de lucha, de la coordinación obrera, el control obrero de la producción, etc.; camino que instintivamente comienzan a recorrer amplios sectores de la juventud proletaria que ocupan los liceos, ponen en pie aguerridos comités de autodefensa contra la salvaje represión pinochetista, y declaran que los colegios son “Territorio estudiantil: ¡aquí los estudiantes mandan y el gobierno obedece!”. El Colectivo A-112 En Pie de Lucha de la comuna santiaguina de La Cisterna, el Colectivo Lev Sedov de Buin, la Juventud Contra la Corriente, el grupo rapero de Arica “Shatos Krew”, y el Partido Obrero Internacionalista –Cuarta Internacional (Integrante de la Fracción Leninista Trotskista Internacional) ponen en pie este nuevo periódico, junto a obreros y jóvenes revolucionarios, y ponen a disposición de la vanguardia revolucionaria esa tribuna para discutir y agrupar a los revolucionarios internacionalistas alrededor de un programa revolucionario, es decir, de un curso de acción para que triunfen los combates de la clase obrera mundial, sobre la base de la derrota de los aparatos reformistas, desde la Libia y Siria insurrectas, desde la bestia imperialista en Estados Unidos, hasta la Latinoamérica revolucionaria. Y ese programa no hace más que consignar lo que las masas explotadas ya han conquistado históricamente con su lucha revolucionaria, como lo hicieron los Cordones Industriales, avanzada de la revolución latinoamericana y mundial de los ’70, sentando verdaderos jalones de socialismo, a los cuales les rendimos este homenaje, como combatientes del proletariado mundial. Franjas completas de la clase obrera y la juventud revolucionaria chilena intenta Pese a la traición impuesta por las direcciones reformistas al fenomenal movimiento de masas abierto el 2011, la clase obrera y la juventud están lejos de rendirse. Huelgas de trabajadores telefonistas, de empresas mineras subcontratistas del cobre, la lucha de Calama, la huelga nacional de reponedores de la CCU que acaba de comenzar, la permanente lucha de los pescadores artesanales, el aguerrido combate que no cesa en el sur de Chile por las tierras para los campesinos pobres, y un larguísimo etc., muestran las energías de combate de las masas explotadas siguen en pie. La clase obrera y los explotados ya no soportan más vivir en las condiciones de miseria que imponen los capitalistas. Y hoy, en agosto de 2012, la juventud revolucionaria chilena nuevamente retoma las calles, marchando por cientos de miles, y pone a la orden del día la tarea de que la clase obrera, con el proletariado minero a la cabeza, tome en sus manos la lucha por la educación gratuita, poniendo en pié comités de lucha, forjando la unidad obrero-estudiantil como en el mayo del 68. ¡Por comités de padres para acudir en apoyo de los estudiantes secundarios y universitarios que son víctimas de una feroz represión, tan salvaje que nada tiene que envidiarle al mismo ejército de Pinochet! La salvaje represión largada por el gobierno de Piñera y el régimen asesino se intensifica cada vez más. Centenares de detenciones, brutales golpizas, torturas, abusos sexuales contra estudiantes secundarias en las comisarías, desaparición de activistas durante días enteros, secuestros “express” de luchadores, persecución, amedrentamiento, guardias privadas armadas con pistolas y perros en los colegios, presos políticos, leyes “antiterroristas”, juicios y amenazas públicas desde el Ministerio del Interior contra el activismo, demuestran que este régimen no tiene nada de “democrático”. Más bien todo lo contrario: el régimen “democrático” chileno, ha mostrado su verdadero rostro pinochetista, y muestra con claridad que lo que prepara la burguesía para aplastar a la vanguardia revolucionaria de la clase obrera y la juventud es un nuevo baño de sangre, como el que perpetrara el imperialismo mediante su lacayo Pinochet en 1973. ¡Basta ya! ¡Comités de autodefensa de las organizaciones obreras y estudiantiles para enfrentar la represión pinochetista! ¡Libertad inmediata e incondicional a todos los presos políticos! ¡Desprocesamiento de todos los luchadores obreros y populares perseguidos por el régimen! ¡Abajo la ley antiterrorista, la “Ley Hinzpeter” y todas las leyes represivas! La lucha contra los pacos rojos del Partido Comunista debe terminar con la burocracia sindical y estudiantil, que es quien impide que la clase obrera entre de lleno en este combate. En este sentido, es fundamental hermanar la lucha de la juventud y la clase obrera chilena con la de los mineros sudafricanos, masacrados por el stalinismo –los “pacos de rojo” del Partido Comunista de Sudáfrica- y el gobierno lacayo de la Anglo American imperialista. En ese sentido, la lucha contra los aparatos reformistas que, desde el stalinismo, pasando por el anarquismo, hasta los renegados del trotskismo, esparcen veneno reformista sobre la vanguardia obrera y juvenil, es una gran conquista de la juventud chilena, y hay que profundizarla.
Para conquistar las demandas de la clase obrera y la juventud… ¡Pongamos en pie comités obrero estudiantiles en todo Chile, junto a obreros, estudiantes y sus padres que luchan por el salario y la educación! ¡Por un Congreso Nacional de delegados del movimiento obrero, estudiantil y del campesinado pobre para organizar una lucha unificada desde Arica hasta la Patagonia Rebelde, y un pliego único de reclamos! Para conquistar el salario, la educación, vivienda y salud gratuita, la tierra para los campesinos pobres del sur de Chile… Debemos demostrarle a la burguesía quienes son los verdaderos dueños de la nación, si los parásitos capitalistas o la clase obrera que produce todas las riquezas rapiñadas por el imperialismo… ¡Abajo Piñera! ¡Hay que demoler el régimen cívico militar de la derecha, la Concertación y los “pacos rojos” del Partido Comunista”! ¡Que empiece la segunda revolución chilena! ¡Hay que unir nuestro combate con las luchas de nuestros hermanos de todo el continente y el mundo entero! ¡Por la unidad de las filas de la clase obrera chilena con las de todo el proletariado del continente para luchar por la expropiación, sin pago y bajo control obrero, de todos los monopolios imperialistas que desangran y saquean nuestras naciones!
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