Tácticas y tareas
de la Oposición Leninista
(“Bolchevique-Leninista” N° 9)
I. El papel histórico y las tareas de la Oposición Leninista en el movimiento obrero internacional
La Oposición Leninista es ante todo una tendencia internacional. Su aparición y desarrollo se basa en profundos cambios en toda la situación internacional, tras la derrota de la primera ola de la revolución europea en los años ‘21-‘23.
La llamada estabilización del capitalismo trajo consigo el fortalecimiento de la posición del social-reformismo en la clase obrera, el declive del movimiento comunista mundial y el fortalecimiento de los elementos de centro-derecha. El ala leninista de izquierda de la Comintern sufrió una serie de derrotas, hasta que finalmente fue colocado formalmente afuera por la IC *1.
La derrota del ala izquierda del comunismo fue el final del cambio en las relaciones mundiales. Sin embargo, esta derrota no llevó a la liquidación del movimiento de la Oposición.
Las contradicciones de la economía mundial han socavado constantemente la “estabilización”, causando aumentos parciales en la lucha de clases proletaria, sobre cuya ola el ala izquierda se acrecentó de nuevo y recibió nuevas fuentes de vida.
La época está llena de las mejores oportunidades revolucionarias. De ahí la necesidad ardiente de un partido mundial del comunismo. La conquista de la Comintern, su transformación en el principal instrumento de la revolución proletaria mundial, tal es la tarea principal de la Oposición comunista de izquierda internacional. La conquista de la Comintern, su transformación en el principal instrumento de la revolución proletaria mundial, es la tarea principal de la Oposición comunista de izquierda internacional.
En su lucha por la restauración del PCTU *2 y de la IC, la Oposición B/L *3 se enfoca en la profunda reforma de estas organizaciones, a través del cambio de su liderazgo oportunista.
Con este fin, la Oposición crea la base ideológica y organizativa de los elementos proletarios de izquierda del movimiento comunista internacional.
Solo el cumplimiento de esta tarea en esta etapa se prepara para la próxima etapa de ganar a los obreros comunistas al lado de la política de Lenin y convertir al Comintern en la vanguardia del proletariado revolucionario internacional sobre una base superior.
II. Principales etapas del desarrollo de la práctica de la Oposición Leninista.
A) Desde octubre del año ‘23, hasta el XIV Congreso *4 del PCTU.
La primera etapa del movimiento de Oposición fue una reacción espontánea de los partidos de partido contra la burocracia del partido, que fue la principal forma de presión sobre el primer elemento pequeñoburgués.
Los errores del liderazgo del partido en política económica, claramente reflejados en la condición material de las masas trabajadoras y el fracaso de las tácticas de la Comintern en Alemania, causaron un descontento abierto entre el partido.
La táctica de la Oposición en este período fue dar ideológicamente forma a este descontento e indicar las razones de los errores de liderazgo.
Sin embargo, la Oposición no pudo cumplir completamente este rol, ya que ella misma (en la persona de su liderazgo) no se dio cuenta claramente de que la desconexión que había comenzado en el partido se convertiría en el punto de partida para una mayor vida en la lucha partidaria, lo que significaba una división profunda del partido según dos opiniones de clase.
La Declaración de los 46 y el “nuevo curso”, los principales documentos de la Oposición de ese tiempo, reflejaron en sí mismos una cierta falta de acuerdo principalmente en relación con el análisis de la política económica del CC *5 y su importancia social, así como el significado político de los desacuerdos intrapartidistas.
Este error de los líderes de la Oposición fue acompañado por otro error en asuntos organizativos. La falta de organización de la Oposición en el año ‘23 fue una de las razones de su derrota en Moscú, a pesar del hecho de que tenía una clara mayoría en las filas de la organización de Moscú.
La causa objetiva de todos estos errores tácticos estaba arraigada en el subdesarrollo de las contradicciones de clase en el país en ese momento, y por lo tanto en el retraso de la conciencia partidaria de las tareas presentadas por el curso de los acontecimientos.
Esto explica el hecho de la liquidación casi completa del movimiento de Oposición hasta el XIV Congreso.
B) Del XIV al XV Congreso.
En el momento del XIV Congreso, en las diferencias intra-partidarias se mostraron con bastante claridad las principales tendencias de clase. Se conformó un bloque centrista de derecha, por otro lado, estaban los elementos de centristas de izquierda liderando a los movimientos de Oposición del proletariado de Leningrado.
La principal tarea táctica de la Oposición del año 23, durante este período, fue consumar un bloque con la Oposición de Leningrado, pero conservando la independencia ideológica y gradualmente hegemonizar en este bloque.
La Oposición ha cumplido completamente esta tarea, una expresión de la cual fueron sus principales documentos de ese tiempo: 1) La Declaración del año 23, 2) La Declaración de los 83, 3) La Plataforma de los 13.
En la lucha contra el bloque centrista de derecha, la Oposición unida atravesó tres etapas principales en sus tácticas:
El período de trabajo subterráneo preparatorio. Reducido a la creación de una facción y su diseño ideológico y organizativo, y luego sobre esta base a un ataque abierto decisivo en la forma de un “asedio” a la “Bastilla del aparato” (instrumentos Avio, fabrica Putílov, ect).
Las lecciones del primer período mostraron las insuficiencias de esta forma de lucha, la gran fuerza de los prejuicios en las propias masas trabajadoras y la necesidad de pasar a una nueva forma de lucha más clara para las masas y destinada a una elucidación sistemática, prudente, tenaz de sus puntos de vista en el marco de intervenciones legales y abiertas.
La derrota del 16 de octubre del año ‘26, inició el repliegue de la Oposición sobre esta base de lucha fraccional subterránea y cambiar el centro de gravedad al trabajo legal. La 15ª Conferencia, el pleno del CEIC *6, el pleno del CC, tales fueron las etapas de estas nuevas tácticas. Durante este período, el grupo C.D. *7 abandonó la oposición, tal grupo no entendió la necesidad de las nuevas formas de lucha, sin cuya utilización era imposible preparar las condiciones para una nueva ofensiva.
Las tácticas de retirada y manifestaciones legales abiertas, se justificaron plenamente en este momento, cuando la nueva controversia sobre la revolución china hizo inevitable la intensificación de la lucha y la transición a la ofensiva. Debido a su trabajo legal, la Oposición durante este período pudo obtener un fuerte apoyo político del partido.
Una nueva táctica ofensiva en el período comprendido entre abril del año ‘27 y el XV Congreso, combinó métodos de lucha legales y semi-legales, y por lo tanto se desarrolló a un nivel más alto que la lucha del año ‘26. Las demostraciones, junto al aumento del trabajo fraccional subterráneo, fueron indicadores de gran altura de lucha y una amplia cobertura de las masas.
C) Del XV Congreso al Pleno de noviembre del año ‘28.
La capitulación de los centristas de izquierda zinovievistas y la aguda crisis del bloque centrista de derecha en relación al kulak que asestó un golpe decisivo a las ilusiones del período de recuperación, creó un nuevo equilibrio de poder en el país y en el partido.
El giro político de los centristas a la izquierda fue una expresión de esta nueva línea de desarrollo y estableció nuevas tareas a la Oposición. “El centrismo, -dice el camarada Trotsky, al evaluar las perspectivas para el período posterior al Congreso- es un obstáculo, pero las masas en la lucha adquieren su propia experiencia. Ese es todo nuestro cálculo” (“Sobre la Nueva Etapa”).
La reactivación en la clase obrera y el fortalecimiento de los elementos de izquierda en el partido crean condiciones favorables para el movimiento de la Oposición. La indiferencia del centrismo, su indefinición y sus fluctuaciones que se manifestaron de forma tan clara en el pleno de abril y julio del año ‘28, expusieron cada vez más su incapacidad ante nuevos peligros.
Declarando como su principal tarea táctica el apoyar en forma crítica los pasos del centrismo hacia la izquierda, con el fin de exponer a los líderes centristas, la Oposición, sobre esta base táctica, ha entrado en contacto con las masas del partido, recuperó la iniciativa en la lucha con la derecha y fue a la ofensiva.
Acuerdo colectivo del año ‘28 fue el punto más alto del movimiento ofensivo de la Oposición. Bajo su poderosa presión, los centristas se vieron obligados a unirse a la lucha contra la derecha, pero las fuerzas de la Oposición no fueron suficientes para reformar el partido y cambiar la dirección centrista.
D) De noviembre del año ‘28 hasta el periodo actual.
A pesar del hecho de que el liderazgo centrista mantuvo todas sus diferencias estratégicas con la Oposición y dejó intacto el régimen del partido y los métodos burocráticos de la economía para cuya construcción “se toma nuestro arsenal de consignas” (Tr.)*8 desembocando en una lucha administrativa contra el kulak y en una implantación administrativa de los Koljoz *9, inspiró a la clase obrera y al partido lo que no significa de ninguna manera que sea con ilusiones revolucionarias sobre la posibilidad de una salida rápida de las contradicciones.
Un giro radical en la situación obligó a la Oposición a cambiar de nuevo sus tácticas, cambiando su línea de trabajo a una explicación constante y sistemática para las masas de la incapacidad del centrismo para sacar a la clase obrera y la dictadura proletaria del atolladero al que habían conducido el país.
Una expresión de esta nueva táctica fue la declaración del 4 de octubre del año ‘29 *10. La principal tarea táctica de este período fue la creación de un frente unido con respecto a las masas envueltas en las ilusiones del “plan quinquenal”. Al analizar la situación, la declaración advirtió que el “plan quinquenal centrista”, ejecutado con métodos rechazados por la revolución de Octubre, conduce no al desarrollo, sino a una reducción de las fuerzas productivas, no a una mejora sino a un deterioro de la posición material, política y cultural de la clase obrera.
La transición de la orientación centrista al camino de las aventuras ultra-izquierdistas *11 y la primera retirada que siguió al 15 de marzo12, revelaron toda la falta de fundamento y la aventura de la política centrista. En ese momento, el liderazgo de centro-izquierda comenzó su partida de la nueva formación dirigente (Lominad) *13
El inicio del declive de las ilusiones centristas entre las masas, permitió que la Oposición comenzara a prepararse para una nueva táctica ofensiva, presentando una nueva consigna para el cambio de liderazgo, que en este momento podría ser una conclusión para las masas a partir de su propia experiencia.
Los documentos 4º y 7º, que por primera vez en las nuevas condiciones formularon las principales diferencias, y la postal de agosto del camarada Trotsky, que dio una formulación más clara de las tácticas ofensivas y las tareas principales, fueron una expresión de la transición a la nueva táctica ofensiva.
E) Las principales lecciones de nuestra lucha.
Echando una mirada retrospectiva a las etapas de su lucha, la Oposición Leninista debería tomar en cuenta con seriedad los errores que ha cometido para evitar su repetición en el futuro. Aquí destacamos los más importantes de ellos.
Desde el comienzo de la lucha, la Oposición no reconoció la gravedad de los desacuerdos que le separan de la facción dominante y la fuerza de las influencias de clase que determinan estos desacuerdos.
La subestimación del trabajo organizativo también se relacionó con esto, lo cual se expresó en el hecho de que se perdieron las condiciones más favorables para crear la organización ilegal operativa adecuada que orientara el trabajo subterráneo durante un largo período. El resultado de estos errores es una discrepancia entre los requerimientos presentados por la vida política y las posibilidades organizativas existentes, una discrepancia que afecta tanto más dolorosamente al trabajo de masas cuanto más lejos está de su potencial significado político e ideológico. Otro inconveniente igualmente grave de nuestro trabajo radica en las concesiones a los compañeros de viaje temporales en la lucha, permitidas a menudo, en gran medida, por causa de los intereses del movimiento en su conjunto. Como resultado, al diluir nuestras filas y debilitar el liderazgo, estos elementos (principalmente encaminados al centrismo de izquierda) socavaron los fundamentos ideológicos y las fuerzas organizativas de nuestro movimiento, creando profundas crisis internas. La influencia de los compañeros de viaje, sin duda, afectó tanto la orientación de la línea táctica de la Oposición que, según el camarada Trotsky, “nuestros errores siempre han estado mucho más a la derecha que a la izquierda de la línea correcta” (Ver su carta del 23/5 del año ‘28. Beloborodov). Sólo despejada de los elementos más dañinos del centrismo de izquierda, en el proceso de varias pruebas difíciles, la Oposición Leninista tuvo la oportunidad de orientar claramente sus tácticas hacia una lucha irreconciliable contra el centrismo.
III. Nuestras tareas en relación con los fundamentos de las tácticas leninistas.
En este momento, la principal tarea de la Oposición es la organización de la lucha proletaria por reformar el partido, los sindicatos, el Estado, sobre la base de la democracia de la clase obrera, así como corregir la línea estratégica del partido y devolverlo a los caminos del Leninismo.
Esta tarea solo se puede lograr movilizando a todas las fuerzas revolucionarias del partido y la clase obrera en torno a la Oposición Leninista.
Las condiciones prevalecientes en este momento -la creciente crisis económica y política en el país- están causando un descontento creciente en todas las clases. En esta situación, sin duda, se amplía nuestra base en la clase obrera, aunque al mismo tiempo está creciendo el peligro de los discursos contrarrevolucionarios de las clases hostiles. Nuestra línea táctica debe expresarse en una ofensiva política en base a un trabajo organizativo profundo entre las masas.
“La única oportunidad –dice el camarada Trotsky- de preservar e incrementar las posibilidades de un camino reformista de desarrollo de la revolución de octubre y del partido es creando una organización de B/L centralizada, la cual funcione correctamente con medios técnicos suficientes para influir sistemáticamente en la opinión pública de los sectores dispersos del partido” (carta del 8 de agosto de 1930).
La principal cualidad de la Oposición Leninista debe ser la capacidad de cambiar drásticamente las tácticas, de reequiparse y aplicar nuevos métodos de lucha, en otras palabras, una política de cambios bruscos. En periodos de recrudecimiento político y de acometida de las clases hostiles, que están en proceso de intensificación, ella la Oposición debe usar tácticas de ofensiva decidida y audaz, mientras que en los períodos de declive político en el estado de ánimo de las masas, debe pasar a una táctica defensiva-expectante, tratando de mostrar, en estas condiciones, sobre la base de una nueva línea táctica, la mayor actividad en la lucha por la influencia en las masas. Nunca debe ceder el paso al enemigo o al aliado no confiable en cuestiones de principio, en aras de forzar compromisos y acuerdos.
Un análisis político profundo y sobrias evaluaciones de la realidad siempre ayudaron a la Oposición a planificar correctamente las tácticas, eligiendo entre ofensiva y defensiva, dependiendo de la situación objetiva. Por lo tanto, siempre ha sido ajena al aventurismo y fue diseñada exclusivamente para el crecimiento de la conciencia de las masas. Sólo una selección profunda de las consignas específicas del momento a partir del programa común erigido, ajeno al pensamiento conservador y a la simple repetición acrítica de las consignas previas, puede proveer a la Oposición de apropiados objetivos conforme a tácticas efectivas.
IV. La lucha por las masas.
Desde la Revolución de Octubre, no ha habido tales cambios en la posición de nuestro proletariado, que actúen en dirección de eliminar su preexistente papel revolucionario. Por el contrario, durante este tiempo ha crecido aun más política y culturalmente.
A pesar de la profunda disminución del bienestar político de la clase obrera, su pasividad, su fatiga en los años posteriores al final de la guerra civil y la susceptibilidad de algunas de sus capas a la influencia de los prejuicios pequeñoburgueses venidos de la aldea y deslizados deliberadamente por la burocracia, más de una vez tuvimos la oportunidad de observar la manifestación, y en forma sorda, de la profunda resistencia de la clase obrera al curso termidoriano. Y esto nos permite reconocer que ahora, cuando estas ilusiones dañinas entre las masas están disminuyendo rápidamente, cualquier ataque de las clases hostiles puede crear un nuevo cambio en el partido y en la clase trabajadora hacia la actividad revolucionaria.
La actual política de la burocracia centrista está claramente diseñada para delimitar artificialmente al proletariado, privándolo de la posibilidad de autodefensa. A este respecto, se planea una diferenciación de la masa trabajadora en varias capas más o menos claramente diferenciadas por el nivel de autoconciencia de clase. Junto con una pequeña aristocracia obrera muy bien pagada, ávida de una vida tranquila, y un grupo bastante grande e informe de aduladores, que constituyen formalmente el apoyo del régimen, hay numerosos cuadros de “reclutas” de la pequeña burguesía de la ciudad y la aldea con una gran variedad de estados de ánimo, que va desde las confiadas y complacientes actitudes para todas las fábulas centristas dirigidas a ellos, hasta el odio más consciente contra el gobierno soviético representado por sus actuales detentadores. Pero la mayor parte del proletariado industrial se libera gradualmente de sus antiguas ilusiones, adquiere experiencia política y adquiere un profundo descontento revolucionario, mientras mantiene una posición de espera, porque el régimen existente no permite manifestar abiertamente el estado de ánimo de las masas hasta que alcance el máximo nivel, coincidiendo con la tensión externa de la actividad política. Este es el núcleo principal de la clase obrera, capaz de liderar al resto de la multitudinaria masa, el cual está buscando ahora una clara y sólida guía y un claro programa de acción destinado a restaurar la normalidad del régimen y una línea política correcta.
Las principales cuestiones tácticas de nuestra lucha se refieren a las formas de atraer a nuestras filas a los elementos revolucionarios avanzados del partido y de la clase trabajadora y subordinar, a través de ellos, a nuestra influencia y liderazgo a la clase obrera para la próxima lucha por la reforma. En este caso, nuestra primera tarea es resistir todos los elementos de frustración, fatiga y apatía, que impiden el surgimiento de la actividad revolucionaria de las masas.
Al mismo tiempo, no debe pasar desapercibido el hecho de que (a pesar de que la dictadura proletaria contiene las mayores fuentes subyacentes de fuerza y renacimiento), la gran masa de trabajadores no se ha percatado, hasta hace poco, de la necesidad de actuar contra el creciente peligro contrarrevolucionario debido al liderazgo centrista.
Sabemos que es imposible ganar sólo con la vanguardia. Pero para que el conjunto de la clase llegue a apoyar directa y conscientemente a la vanguardia, es necesario que adquiera su propia experiencia política y que pueda generalizarla.
Por lo tanto, debería ser fácil para nosotros que la defensa de los intereses vitales del proletariado solo conduzca al despertar de los sectores atrasados de las masas, cuando los objetivos de la lucha estén estrechamente vinculados a la situación específica y sean comprendidos por las amplias masas. Solo mediante la creación de una poderosa organización ramificada, estrechamente relacionada con la vida industrial de las masas y desarrollada sobre la base de proteger incluso los intereses cotidianos más pequeños, podemos contar con el éxito de nuestra campaña y que esta masa nos siga en la lucha por la reforma.
Centrándonos en la totalidad de la masa trabajadora en su conjunto, debemos realizar un trabajo también en el partido. Tal como entre los trabajadores sin partido, en todos los sentidos contrarrestando los intentos de construir una barrera entre unos y otros. Tales intentos provienen tanto de la burocracia centrista como de los partidos antisoviéticos, que buscan sembrar la discordia entre varios sectores de la clase trabajadora, tratando de empujar contra el partido a los trabajadores sin partido y desviarlos hacia el camino de la contrarrevolución.
Por lo tanto, nuestra orientación táctica es de particular importancia en relación con varias tendencias políticas, y sobre todo en relación con el centrismo mismo, que “representa el principal peligro en el partido”. (L. Trotsky)
Debido a que la principal aspiración del centrismo es la supresión mecánica de la actividad proletaria, tanto por métodos administrativos como económicos, y por métodos sofisticados de engaño, nuestra tarea consiste en un extenso trabajo explicativo para exponer al centrismo con el fin de elevar la actividad proletaria hasta un nivel en el que no pueda ser intimidada ni impedir que las masas hablen. Al mismo tiempo, debemos explicar persistentemente a las masas que el camino a la reforma se encuentra en cambiar al liderazgo centrista “que no es orgánicamente capaz de llevar a cabo la reforma”. (Rakovsky)
El centrismo, con su actividad política decadente y decepcionante incluso para los sectores más revolucionarios de la clase obrera, hace que sea más fácil para los mencheviques influir en el resto de las masas. Al luchar contra el centrismo y señalarle al proletariado las formas más válidas de salvar su dictadura, estamos paralizando en gran medida la influencia de los mencheviques y de otros partidos antisoviéticos que lideran el trabajo en la clase obrera. Lo mismo debe decirse respecto de los anarquistas y de los partidos reflejados por sus cómplices dentro del oficial PCTU (b).
Luchando contra estas tendencias, luchamos así contra el desmembramiento de la masa trabajadora en esferas de influencia alrededor de los ejes sociales principales, contra la subordinación a influencias heterogéneas de clase opuestas a la unificación, para unirnos bajo la consigna de restaurar la dictadura proletaria. Pero esta tarea no se puede lograr actuando desde afuera, simplemente lanzando consignas en voz alta sin el trabajo preparatorio correspondiente en todas las organizaciones de trabajadores de masas.
En este sentido, la tarea de luchar por el sector proletario del partido oficial debe estar en primer lugar, pero (para) trabajar en esta dirección no debe de ninguna manera eclipsar la necesidad de que conquistemos organizaciones proletarias fuera del partido, y especialmente sindicatos.
Solo arrastrando hacia nuestro lado a todo el flanco revolucionario del partido y a la mayoría revolucionaria de la clase trabajadora, así como restaurando la confianza de los sectores pobres y medianos del pueblo (promoviendo medidas económicas apropiadas), podemos lograr la implementación de la reforma en todos los ámbitos necesarios.
En el curso de nuestra lucha, sin duda nos encontraremos con la feroz resistencia de las fuerzas termidoriano-bonapartistas. Y aquí el proletariado se enfrenta a la cuestión de las formas en cuales puede desarrollarse su lucha contra ellos, ya que probablemente no lo hará sin un estallido de guerra civil.
El partido oficial ahora representa la cohabitación de dos campos de la guerra civil (LT) *14
Esta cohabitación no puede durar mucho. Uno de estos campos debe perecer para despejarle lugar al desarrollo del otro.
En consecuencia, no podemos confiar en un partido oficial que no existe como partido, sino que no debemos abandonar el curso de recrear el antiguo partido leninista del sector revolucionario proletario del partido oficial y a los trabajadores activos, progresistas y conscientemente revolucionarios que están hoy fuera del partido.
La fracción organizada y capaz de los B/L será la base alrededor de la cual se llevará a cabo la cristalización de estos elementos revolucionarios proletarios y la reactivación del partido leninista.
V. Formas y métodos de lucha por la reforma.
Asumiendo la tarea de organizar el arribo a las masas trabajadoras, al mismo tiempo debemos percatarnos que el régimen centrista y la política conducen objetivamente al hecho de que elementos de espontaneidad en el movimiento de masas pueden prevalecer sobre el grado de organización que la Oposición Leninista pueda darle a esto.
Por lo tanto, incluso en el caso de una explosión espontánea del movimiento, no retrocederemos de nuestra participación en él, porque "en presencia de condiciones objetivas para el directo ataque revolucionario de las masas, el mantenimiento de esos elementos -como dice Lenin- es la más alta tarea política de los partidos".
En un lugar de ello, no nos entregamos a la espontaneidad, no nos sometemos a ella, y en todos los aspectos nos esforzamos por superarla, la subordinamos a nuestra influencia, "ir al encuentro de las masas no significa ceder a la espontaneidad" (LT)
Ahora, cuando la base de masas de la clase obrera (pero no toda su vanguardia) todavía no ha emergido del estado de espera pasiva, tenemos que rechazar resueltamente esas propuestas. Las que son dictadas por la impaciencia revolucionaria y la inmadurez política.
¿Significa esto que llamamos a la pasividad y sugerimos a los elementos avanzados del proletariado que necesitamos sobrevivir de manera fatalista, mientras que el desarrollo objetivo de los eventos, “en sí mismo” nos brinda resultados listos para aprovechar? ¡De ningún modo!
Solo significa que las consignas que no puedan ser percibidas por la conciencia de las masas trabajadoras y que no siguen la experiencia de las masas no pueden ser desechadas. La tarea principal de los trabajadores avanzados y conscientes en esta etapa de ofensiva política debe ser no lanzar consignas que suenen fuertes, sino trabajar arduamente para crear una organización clandestina muy extendida de manera que, sobre esta base, se utilicen desde los más particulares hasta los más generales conflictos de los trabajadores con la burocracia, para involucrar a más y más masas de trabajadores en la lucha por la reforma.
Hasta ahora, la lucha de la clase obrera contra el régimen burocrático tenía un carácter predominantemente individual-anárquico. En las condiciones de cierre total de las actividades normales de los sindicatos, que han pasado de organismos de protección de los trabajadores a órganos subsidiarios de los gerentes de negocios, los trabajadores recurren a formatos de lucha como el ausentismo, el daño a los automóviles, el asesinato de aduladores, etc.
La Oposición Leninista no entorpece en absoluto ninguna forma de descontento contra el régimen burocrático y la política existentes. Su tarea es preparar y organizar la resistencia colectiva y masiva contra toda la política de la burocracia estalinista. En este camino, el proletariado tiene a su disposición una amplia gama de métodos desarrollados por la experiencia previa del movimiento obrero, desde protestas organizadas hasta manifestaciones, huelgas, etc.
Cuando el nivel del movimiento alcanza una gran fuerza y presión, puede manifestarse a través de la arbitraria implementación “espontánea” de la democracia de la clase trabajadora, de la remoción y reelección de los funcionarios en el partido, los sindicatos y los soviets.
Dependiendo del grado de despliegue del movimiento obrero de masas, una herramienta tradicional de la lucha de la clase obrera como la huelga es de gran importancia, cuyo uso en las condiciones actuales se castiga como una grave falta de acuerdo a la ley burocrática, aunque fue introducido bajo Lenin como uno de los medios reconocidos de defensa de los trabajadores contra las distorsiones burocráticas del aparato de dominación. El conocido decreto del XI Congreso del partido sobre los sindicatos obligó a una de las células comunistas empresas a liderar la lucha de los trabajadores contra las distorsiones burocráticas de loы organismos económicos del Estado (tras el agotamiento de los otros medios de influencia).
En las condiciones actuales, el uso organizado de huelgas puede desempeñar un papel importante en la movilización de las fuerzas proletarias bajo las consignas de reforma del partido, los sindicatos y los soviets.
La resolución del XI Congreso nos proporciona un medio importante para luchar por el derecho de huelga contra el régimen burocrático. La Oposición debe mostrar a las masas que a este respecto es un verdadero conductor de la línea leninista.
Finalmente, en condiciones cercanas a la implementación de la peor opción, cuando se requiere el mayor esfuerzo de las fuerzas del proletariado, su lucha puede tomar la forma más aguda.
En el caso de un discurso abierto de elementos bonapartistas con el objetivo de un golpe contrarrevolucionario, la única forma de restablecer la dictadura sería una represión armada de la contrarrevolución, en donde sea que se encuentre.
VI. Conclusión.
La Oposición B/L siempre consideró su lucha por la reforma del partido como una tarea internacional. La Oposición emprendió y encabeza la lucha contra el liderazgo estalinista en estrecha relación con la lucha general del ala izquierda de la Comintern contra la dominación del centrismo. Sin un cambio en el liderazgo centrista de la Comintern, es imposible preparar el factor subjetivo de la revolución internacional, ya que “la historia del liderazgo estalinista es una historia de errores continuos y de la derrota del proletariado internacional causada por ellos” (Trotsk.)
Si el centrismo estalinista y su dominio en la Comintern surgieron de las condiciones de relativa estabilización del capitalismo y de una serie de oscuras estabilizaciones del proletariado en los últimos 8 años, se estimulará el éxito en la lucha contra el oportunismo estalinista y el resurgimiento de la Comintern mediante el auge del movimiento obrero internacional.
Un análisis de la situación internacional muestra claramente la evaluación del III Congreso de la IC, según el cual “la curva de desarrollo capitalista en general atraviesa aumentos temporales; la curva de la revolución se eleva a causa de las sacudidas."
Sobre la base de este hecho, podemos esperar con total confianza el nuevo ascenso de la revolución proletaria, que arrancará el piso a la dominación de la burocracia centrista y creará el cambio que esperábamos a favor de la clase trabajadora y del ala izquierda de la Comintern.
Es por eso que la Oposición Leninista nunca consideró (como Zinoviev y los decistas, que también sufren limitaciones nacionales) su lucha contra el centrismo, independientemente del desarrollo de toda la situación mundial.
Al librar una obstinada lucha por el resurgimiento de la Comintern sobre los cimientos del leninismo, creamos así los elementos subjetivos del ascenso futuro de la lucha proletaria, preparando el futuro del movimiento comunista mundial.
Notas del traductor:
1 Internacional Comunista. También abreviada como “Comintern”.
2 Partido Comunista de Toda la Unión (bolchevique). “Toda la Unión” se refiere a la Unión Soviética. En 1952 el nombre fue cambiado a Partido Comunista de la Unión Soviética.
3 Bolchevique-Leninista.
4 Realizado en diciembre de 1925, al XIV Congreso asistieron 665 delegados plenos y 541 sin derecho a voto, representando a 643.000 afiliados y 445.000 aspirantes. Dicho Congreso aprobó el Informe Político del Comité Central presentado por Stalin, así como la línea de este último de “Socialismo en Un Solo País”.
5 Comité Central.
6 Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista.
7 Grupo del Centralismo Democrático, conocido como Grupo de los 15, y también -a causa de sus siglas en ruso- como “Decistas” o “Decemistas”. Fue una fracción del PCTU (b) que exigía la restitución de la democracia dentro del partido. Dirigidos por Smirnov y Sapronov, en 1926 se unieron a la Oposición Unida encabezada por Trotsky, Zinoviev y Kamenev. Fueron expulsados del Partido Comunista en el 15º Congreso del Partido en diciembre de 1927 junto con el resto de la Oposición Unida. Aunque algunos de ellos se arrepintieron y fueron readmitidos en el Partido a principios de la década de 1930, luego, durante la “Gran Purga” fueron ejecutados por el Stalinismo mediante falsos cargos a finales de esa década.
8 Con esta abreviatura se refieren a Trotsky.
9 Granjas colectivas
10 En la mencionada fecha, la Oposición Bolchevique-Leninista dirigió una declaración al Comité Central y a la Comisión de Control del partido. En tal documento advirtieron sobre las “consecuencias dañinas de las medidas administrativas extraordinarias en el campo”, sobre la crisis alimentaria que se avecinaba, sobre el carácter dañino de la ilusión de construir una “sociedad socialista en un país” impulsada por la propaganda oficial junto al Plan Quinquenal. Asimismo, exigieron el final de las medidas en el campo y la restitución de la democracia soviética y en el partido.
11 Escrito en el texto original en ruso con la abreviatura “u.- l.” (ultra-levie), traducido como “ultra-izquierdistas”.
12 Reunión del Buró Político del Comité Central, en la cual fue tratado el tema de la Industrialización, dándole mayor impulso para cumplir lo más rápido posible con el Primer Plan Quinquenal.
13 Vissarion Lominadze, miembro georgiano del partido Bolchevique desde el periodo prerrevolucionario, fue Primer Secretario del Partido Comunista Georgiano entre 1922-1924, cargo al que retornó en 1930 después de haber estado en China por tareas de la Comintern. Desde el partido georgiano, cuestionó la forma en la que había sido ejecutada la política de colectivización forzosa del campo en la región, política que terminó denunciando ante el XIV Congreso del partido en junio-julio de 1930. En ese mismo año, se alió con Syrtsov formando un bloque al que Stalin llamó “Bloque de derecha-izquierda”. En diciembre de 1930, Lominadze fue expulsado del Comité Central.
14 León Trotsky
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Tapa del cuaderno N° 9
Lenin y Trotsky
León Sedov, hijo de Trotsky, dirigente de los bolcheviques-leninistas y editor del Boletín de la Oposición de Izquierda Soviética
Oposicionistas de Izquieda exiliados. Arriba a la izquierda: Viktor Borisovich Eltsin. A la mitad a la derecha: Igor M. Poznansky
León Trotsky junto a oposicionistas de izquierda de la URRS en 1927
La oposición de izquierda en la URSS en el exilio siberiano en 1928
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