BRASIL

Desde el Foro Social Mundial, el ELAC y el CELAC se centralizan y coordinan las direcciones que una y otra vez dividen y someten las luchas de la clase obrera y los explotados a su propia burguesía, país por país

En 1997, dirigido por la izquierda socialimperialista francesa y financiado por la Fundación Ford, con Aristide primero y luego Lula, Chávez, Castro, Correa, Morales y todos los representantes de la farsa de la "Revolución Bolivariana" como figuras destacadas, se puso en pie en Brasil el Foro de Porto Alegre -antecesor de la internacional contrarrevolucionaria del Foro Social Mundial-. Desde allí centraliza toda la política reformista para cercar las revoluciones en el continente nivel mundial.
Cuando comenzaron a estallar las primeras revoluciones del siglo XXI en el continente americano, como en Argentina, Ecuador, Bolivia; cuando irrumpía la clase obrera norteamericana por los derechos de los inmigrantes y contra las guerras de Bush, desde el FSM una y mil veces se cerró el camino al proletariado brasilero para impedir que intervenga de forma decisiva junto a sus hermanos de clase en el continente.
En 2008, bajo la dirección del PSTU-LIT se puso en pie el ELAC (Encuentro Latino Americano y Caribeño) desde donde se sostuvo a todas las direcciones traidoras del continente y se le cerró el camino a la vanguardia obrera, sometiéndolos a los gobiernos bolivarianos, para más tarde ponerlos a todos a los pies del "Bush tiznado" de Obama. Dos años más tarde se reunió el CONCLAT (Congreso Nacional de la Clase Trabajadora), donde, bajo la dirección de la LIT y la UIT, la Conlutas y la Intersindical, se centralizaron direcciones sindicales de América Latina, Europa, Estados Unidos y Japón que venían de traicionar al proletariado y sostener a sus gobiernos en cada país. Fue en esta reunión donde se votó contra la propuesta valiente que realizaron los Fabriles de La Paz (Bolivia) que mocionaron que había que enfrentar a los gobiernos bolivarianos. En marzo de 2013 volvió a reunirse el FSM, esta vez en Túnez. Allí homenajearon a Chávez y lloraron la muerte del chacal Khadafy. Allí terminó de delinearse el cerco a la revolución siria, para que se imponga la masacre del perro Al Assad.
Hoy esas direcciones se desesperan porque las masas de Brasil escapan a su control. Es que han perdido el control de las masas en su "casa matriz". Por eso salen presurosos a reunirse con Dilma e intentar rápidamente cerrarle el camino a las masas en su combate. Mientras que en Europa, la CSP-Conlutas convocaba junto con la central sindical francesa Solidaires (corriente sindical del NPA) a un encuentro en el que se centralizó el accionar de los sindicatos europeos y mundiales para someter a la clase obrera a luchas de presión sobre los gobiernos burgueses.
Estas direcciones sostuvieron durante décadas a los gobiernos bolivarianos en el continente presionándolos para que "avancen al socialismo", "que cumplan con sus promesas de cambio", llamando a votarlos, como hicieron con Lula en 2002. Y ahora, una vez más, se han ubicado en la vereda opuesta a la de los explotados. "Las masas se movilizan con las banderas de Brasil y cantan el himno", "son nacionalistas", dicen. ¿Qué pretenden? ¿Qué levanten las banderas rojas de la CUT y el PT? ¿Que griten: "¡viva el PSTU!", después de que este entregó las conquistas obreras en la mesa de negociación con la GM y el PT? ¡Qué esperaban, si durante décadas colaboraron con el pacto social que sometió a la inmensa mayoría de la clase obrera a penurias inauditas! ¡Durante años se negaron a organizar a los no organizados!
¡Abajo el Foro Social Mundial! ¡Fuera las manos del estado de las organizaciones obreras! ¡Basta de sindicatos tutelados por los patrones, las trasnacionales y su estado! ¡Fuera la burocracia pelega de la CUT y todas las centrales sindicales que en acuerdos con el gobierno y la patronal entregó el salario, la educación, la salud y la dignidad de los trabajadores!
La irrupción espontánea del proletariado se dio por fuera de las organizaciones tradicionales. Y si estas acciones tienen un límite, no es por la falta de disposición a la lucha de las masas que ya han hecho retroceder al gobierno con el aumento del pasaje, sino por la traición de las direcciones que están al frente de las organizaciones del proletariado.
Una muestra de ello, es la lucha que se desarrolló en Florianópolis el jueves 4 de julio, donde el Movimiento Pase Libre (MPL) y el Frente de Lucha por el Transporte, se manifestaron en la terminal de ómnibus de la ciudad. La consigna era "Consejo Popular de la tarifa cero" y "Ay, como sería poder tener tarifa cero todo el día". Comenzaron a saltar las barreras y a entrar en los buses. Inmediatamente los trabajadores del transporte se plegaron a la protesta, paralizaron sus funciones normales y comenzaron a llevar a todos de forma gratuita. Allí se planteó la posibilidad de que salieran al paro todos los trabajadores del transporte de pasajeros, urbanos, de media y larga distancia, privados y transporte escolar, aunque por el momento está perspectiva es contenida por la burocracia.
Todas las direcciones de las centrales sindicales de Brasil, desde la CUT, CTB y FS, hasta la misma CSP-Conlutas (dirigida por el PSTU-LIT), se reunieron con Dilma. Salieron de esa reunión sin ninguna respuesta, ni siquiera a su petitorio reformista y llamando a la "jornada de protesta para el 11 de julio", que fue apoyada por el mismo Lula... no son creíbles.
Los millones de jóvenes y explotados que ganaron las calles, y acciones como la de los trabajadores del transporte, demuestran que la disposición a la lucha de las masas supera por lejos a la de sus dirigentes.